La
presencia trinitaria en el reino de Jaén
hay que relacionarla con los inicios de la Reconquista , en
concreto, a la Batalla
de las Navas de Tolosa (1212), ya que sus miembros acompañaban a los ejércitos
de Alfonso IX. Como señala Serrano
Estrella[1]"En concreto, según las diferentes crónicas
trinitarias, los protagonistas de esta primera realidad fueron Fr. Rodrigo de
Peñalva y Fr. Esteban Menelao quienes propusieron al Rey el poder ejercer la
redención de cautivos y la curación de los soldados enfermos, ya que uno de los
handicaps del ejército cristiano eran las epidemias de peste. Alfonso IX aceptó
a esta petición y les concedió importantes dádivas para que la llevasen a cabo,
hecho que junto a la venida de religiosos de Toledo y Burgos posibilitó los
primeros pasos de esta valiosa empresa. Los trinitarios se establecieron en
unas viviendas de gran magnitud en el Alcázar, cerca de la mezquita, donde
dispusieron las salas de enfermería y un oratorio pero no se atrevieron a hacer
Convento ni levantar edifico viendo la poca seguridad conque se hallavan y el
riesgo de que la Ciudad
volviera a ser apresada de los Moros. Al parecer, los restos de esta primitiva
fundación pervivieron durante bastante tiempo, existiendo ruinas en las que se
apreciaban cruces trinitarias. Habrá que esperar algo más de dos décadas para
que con la nueva reconquista de Úbeda, ya dentro del reinado de Fernando
III, tenga lugar el asentamiento
definitivo de los trinitarios, cuyo convento será el más antiguo de los que reconoçió la Provincia de Castilla,
quando era una con ésta en la
Andalucía y uno de los más graves que ha tenido tiene la Religión. La fundación tuvo lugar en 1234 y bajo el patrocinio
del Rey Fernando III; años más tarde aconteció el convento trinitario de
Andujar.
Por
su parte, la presencia trinitaria en Alcalá la Real se remonta a una segunda fase en tiempos de
la conquista definitiva del reino de Granada tras la toma de la
ciudad de la Mota.
Siguiendo a Felipe Serrano Estrella[2],
basándonos en sus estudios del manuscrito de fray Domingo López guardado en el Archivo de San Carlino en Roma[3] y a
través de las fuentes indirectas, hacemos suyas estas palabras: "La
ya constituida Provincia trinitaria de Andalucía, en esta segunda etapa en la
que hemos dividido el estudio, estará marcada por finalización de la Reconquista ejecutada
por los Reyes Católicos que trae consigo las fundaciones de Marbella, Málaga y
Almería, y de la mano de doña Juana encontraremos Coín y Ronda, a las que
seguirían entre otras Baeza o Granada. En el Reino de Jaén esta expansión no
tuvo a los frailes como principales protagonistas, más dedicados a los
conventos ya establecidos que a levantar nuevos institutos, ejecutando sólo el
de Baeza; y sí a las monjas. Se fundan monasterios en Alcalá la Real , Andujar y Martos. A
estos institutos habría que sumar aquellas fundaciones fallidas y los intentos
de erección de cenobios que no tuvieron lugar. Entre esas fundaciones que, una
vez erigidas, se disuelven, encontramos el convento de Alcalá la Real. La escasez de
noticias no nos permite presentar una fecha de fundación concreta, pudiendo
haberse creado con la
Reconquista Alfonsina de la ciudad, o quizás más tarde,
dentro del segundo momento de expansión de la Orden. Tampoco se
tiene constancia del momento en el que ocurrió su desaparición, ni de las causas
de la misma, aunque se tiende a pensar
que se destruyó por la austeridad de los tiempos, que suele ser causa de
que las familias no puedan sustentarse y las casas se arruynen, como en muchas
sagradas Religiones ha suçedido, que aún alguna noticia se halla de esto en la Fundación de Zeuta. Las
noticias que nos aportan las fuentes trinitarias se refieren a él, no por
fuentes primarias emanadas de la propia institución, sino por otras de carácter
indirecto, concretamente el Libro de Profesiones del convento de Jaén donde se
encontró un dato referido a 1577 en el que el P. Fr. García de Luque, profeso
del desaparecido convento de Alcalá, la qual es ahora Convento de Monjas
nuestras, pide ser acogido como hijo del citado convento giennense. La
respuesta afirmativa del Ministro de Jaén llega en el mismo año y la del
General, al siguiente, fechas que no coinciden con las que tenemos a cerca del
Monasterio de los Remedios, el cual en 1560 había ganado la plena independencia
con respecto a la
Orden Trinitaria. Se pueden abrir dos hipótesis, la primera
una posible confusión del cronista y que en lugar de un convento fuera una
Vicaría, de lo que sí se tiene constancia de su existencia, la cual, en el
momento de ganar las monjas el pleito, desapareciese y uno de sus frailes
después de vagar unos años por otros conventos pidiera asilo en Jaén, pero el
dato de ser fraile profeso de Alcalá podría cuestionar esta suposición. Una
segunda conjetura sería que al cerrar el convento alcalaíno el P. Fr. García de
Luque anduviera por otros conventos para finalmente, diecisiete años después,
ir a parar al convento giennense". Esta intuición, basada en un pleito
posterior a la extinción del convento alcalaíno[4],
viene ratificada por otros datos del AMAR, encontrados por Carmen Juan Lovera
sobre la existencia de un convento de frailes antes de la fundación del
convento de monjas. En sus palabras "... además su situación antigua no fue en el interior del recinto murado de
la ciudad, o sea en el barrio principal de la Mota , sino extramuros, fuera incluso del arrabal
viejo de Santo Domingo. Esta ubicación responde al papel del hospital que debió
desempeñar en los años difíciles de guerra entre moros y cristianos para los
cautivos rescatados del reino de Granada por los frailes de la Orden Trinitaria ,
Orden creada expresamente para redimir cautivos(...) Prueba de ello son las
noticias de nuestro AMAR; aunque posteriores a la época de guerra, expresan
claramente que el monasterio era mixto, de frailes y monjas, lo que corrobora
su origen como hospital u hostal".
Este hostal u hospedería fue el lugar de alojamiento de frailes trinitarios y debió ocupar unas casas de origen musulmán, con una pequeña capilla o ermita. Si se hace caso a otras fuentes comentadas anteriormente, en una de ellas habitaban los frailes y en otras hubo un pequeño beateríao de monjas trinitarias.
[1] SERRANO ESTRELLA, Felipe. Órdenes mendicantes y ciudad. El patrimonio conventual de Jaén en la Edad Moderna. Pág. 256.
[2] ÓRDENES MENDICANTES Y CIUDAD. EL PATRIMONIO
CONVENTUALDE JAÉN EN LA
EDAD MODERNA Tesis Doctoral realizada por: Felipe Serrano
Estrella.
[3] A.S.C., LÓPEZ,
D., Crónica de la Provincia
de Andalucía (1684), ms. 267, fol. 1446.
[4] Defensa jurídica por don Antonio Ricardo de Utrilla,
vezino de la ciudad de Alcalá la
Real en el Pleyto con
el Convento y monjas de
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