Mira por donde el
otro día me quedé esperando una cita de una breve entrevista radiofónica sobre
la relación de Andalucía y Cataluña a
través de los pueblos, personajes y vivencias. Resultaba que era muy apetecible
la ciudad de Alcalá la Real
por eso de haber nacido en esta tierra Pep Ventura, y nada menos y para más
inri había sido el remodelador de la sardana, música emblemática y coral de la
actual Cataluña. Es verdad que una tierra
de paso y fronteriza se presta a ser cuna de importantes personajes y artistas
por eso de que la estancia de los progenitores se prolonga en estos lugares esperando
nuevos tiempos. En este caso, lo fue por
el forraje de la caballería del regimiento del padre de José Ventura Casas que
pastaba en los campos de la ciudad de la Mota.
Pero los hubo que nacieron en tiempos de guerra como Antonio
de Mendoza, el primer virrey de España en Méjico y el segundo del Perú, debido
a ser frontera de l reino nazarí; y los
hubo que nacieron en tiempos de paz y de asentamiento vecinal, como Juan
Martínez Montañés y Pablo de Rojas, que tuvieron que emigrar a otros lares por
eso del pan nuestro de cada día.
Es
verdad que era fácil para un alcalaíno
relacionar esta tierra con el pueblo
catalán por el nacimiento de Pep , el de la Tenora. Como el río Ebro,
este personaje nació en tierras
lejanas de las que nacieron sus padres, vivaqueó por razones profesionales de su padre a lo largo de las diversas regiones españolas y regresó a
Cataluña, donde desarrolló su arte y triunfa en su entorno ampurdanés. Y, ante
esta biografía, se queda uno perplejo y se pregunta cual fue su patria chica.
Pues algunos comentarán y aseverarán
que fue donde se le vio nacer, otros la
que lo vio morir, y muchos más los que le formó y lo vio triunfar. Y, desde luego, a todas estas
tierras de paisanaje les engloba una
patria superior que define todas las vivencias humanas. Muchas vidas de personajes españoles podrían reflejar algo
parecido y a la inversa, los que nacieron en tierras catalanas y luego
ejercieron sus habilidades, oficios y sus inquietudes en otras tierras de
España. Le viene a uno la memoria del abad Galcerán Albanell que nació en Barcelona,
fue preceptor de Felipe IV, escritor de varias obras jurídicas, luego pasó por
las tierras de la abadía alcaláina allá
por el segundo decenio del siglo XVII y acabó su vida como arzobispo de
Granada.
Curiosamente,
el actual momento electoral no era el
más óptimo para establecer relaciones
culturales cuando algunos porfían en levantar
cercas, vallas y empalizadas frente a
los que procuran tender puentes y
estrechar manos. Son circunstancias del péndulo de la historia, la tesis
y la antítesis, lo blanco y lo negro el
día y la noche, sin querer quedarse en la síntesis, el atardecer y el amanecer,
el gris y lo que une. Cualquier persona se pregunta si esto es un espejismo o
un final sin salida, un atolladero o túnel oscuro. Y han sido muchos momentos en
los que se ha convivido formando una colectividad con objetivos comunes, se ha
trabajado por un progreso de todos, se
ha practicado la lucha por la sociedad
del bienestar ( cada uno arrimando el hombro, los unos con sus manos de
trabajo, y los otros con su talento empresarial) sin olvidar las conquistas
sociales y políticas. Se dirá que, a lo largo de la historia, muchas personas
han vivido situaciones similares a la actual. Pero abundan los que sacan fuera del contexto momentos como los que
vivieron algunos abades de Alcalá la
Real que fueron exiliados de Cataluña por motivos diferentes
y cuestiones sociales como las luchas de subsistencia o entre estamentos ( por
ejemplo Heras Manrique) o el conato nonnato de los cantonalismos que nos atrasó
al mundo de los iberos y celtas cuando la Hispania era las Hispanias.
Hermanamiento de Alcalá y Figueras |
Ahora, no está el horno para
bollos, y es más fácil echarse las páginas de la historia de unos pueblos
contra otros, tirios contra troyanos,
absolutistas contra liberales, carlistas contra fernandinos, pompeyanos contra
cesarianos, musulmanes contra cristianos.
Definir
la patria resulta algo difícil como aquello que nos enseñaron de "unidad
destino en lo universal" sin entender qué significa unidad, destino y
universal. Es mejor trabajar por el
abrazo colectivo y quedarse con los que hicieron la historia en común ,
enlazándola con los foedera (
pactos) a la manera de las
provincias romanas ( y eso que existían solo dos la Tarraconensis y la Bética ); seguir abriendo
los brazos y aportando muestras de
frater
Qué
pena que se quedó el texto en papel y no salió a las ondas.
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