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domingo, 6 de abril de 2025

carretero y contador. EL ALCALAÍNO PEDRO RAMOS CARRETERO REAL Y CONTADOR DE CUENTAS DEL ESCORIAL

 

EL ALCALAÍNO  PEDRO RAMOS CARRETERO REAL  Y CONTADOR DE CUENTAS DEL ESCORIAL

Visitar el Escorial deja impresionado a cualquier visitante. Su monasterio y su entorno reflejan una obra unida a la Corona y al Imperio Español. Despierta el alma poética de muchas personas  e invita a la espiritualidad. Por eso, no nos entraña estos versos que se me ocurrieron ante la presencia de aquella mole majestuosa y el recuerdo del  jienense Pedro Ramos en los albores de su construcción :  Ese mundo del transporte en la abadía,/ en su Alcalá Pedro frecuentaba,/ al comercio  limítrofe llegaba/con mansos  bueyes y carrocería./ Su padre , otro Pedro,  le instruía,/mientras, en la Mota, piedras tallaba,/que el Cabildo de nuevo levantaba /dejando su sede de torre de vigía./ Desde tiempos antiguos y milenarios,/  en su tierra  después de la conquista,/los arrieros gacíes le enseñaron/ este arte de doma y mercancía.

Me confirmaba la visión de aquel monasterio pal














acio que el mozo Pedro Ramos había participado en aquella inmensa obra y  había recibido las lecciones de tierras de la abadía de Alcalá la Real. Eran completamente ciertas las palabras del cronista de aquellos tiempos: “El dicho Juan Baptista de Toledo vino por maestro mayor, el cual hizo y ordenó la traza de todo el monesterio, donde mostró bien su habilidad, en el cual concurrían las partes y calidades que para el dicho oficio son menester, porque fue primero escultor y muy buen dibujador, matemático y arquitecto singular, y finalmente en arquitectura sobrepujaba a todos los oficiales de España. Vino por contador y veedor y juez de la dicha fábrica Andrés de Almaguer, natural de la villa de Almorox, el cual tenía muy buen entendimiento y habilidad, con lo cual ejercitaba sus oficios con mucha facilidad, y con esto era hombre de gran cristiandad, y más se allegaba a la piedad cuando juzgaba que no al rigor de la justicia. Hízole S. M. muchas mercedes, y entre otras le dio privilegio de hidalgo y que pusiese en sus armas unas parrillas. Asimismo vino por pagador de la dicha fábrica Juan de Paz, vecino de la villa de Madrid, y por alguacil Juan de Soto, vecino de Valladolid, y por escribano Pedro Suarez, vecino de Valdemorillo, y por mayoral de los bueyes de S. M. Pedro Ramos, vecino de Alcalá la Real, todos hábiles y honrados para sus oficios.

No nos extraña que este alcalaíno asistiera, como dicen las crónicas, a la colocación de la primera piedra  o de las primeras liquiliques de altar mayor ““Halláronse presentes…   , y Pedro Ramos mayoral de los bueyes de S.M., y Pedro Sánchez sobrestantes y otros muchos.”. Muchas son las referencias a este personaje  por parte de  Fray José de Sigüenza, en su Historia primitiva y exacta del Monasterio del Escorial, la más rica en detalles de cuantas se han publicado. Su prestigio y su valía eran manifiestos en  la presencia en la dedicación sobre el oficio de pagador en los primeros momentos de la obra desde mediados del siglo XVI “Supuesto tan firme fundamento, digo y afirmo, por lo que parece en las cuentas y libros de los oficiales de esta fábrica, que se han mirado con mucha atención y consideración, que el primer dinero y maravedíes que entraron en ella, á 4 de Abril de 1562 años, que lo recibió Pedro Ramos, haciendo oficio de pagador y por cédula del Rey, fueron un cuento (cien mil multiplicado por 10) y ciento y veinte y cinco mil maravedíes, tres mil ducados justos, con que se dio principio a esta gran fábrica.

Es verdad que, hasta mediados de siglo XVI, en las tierras abaciales de Alcalá la Real  ya  aparecía  Pedro Ramos, el mayor o Viejo, como obrero, síndico, y una persona muy inquieta en la ciudad participando en obras de arquitectura e ingeniería.  Antes de la llegada  de los canteros norteños de las familias   Bolívar, Vizcaino, Lizarza y otros, en Alcalá la Real ejercieron otras familias alcalaínas el oficio de alarifes y maestros de cantería y canteros. Entre ellos destacaban la de los Garrido y de los Ramos. Pedro Ramos el Viejo comenzó a trabajar a principios del siglo XVI, y se constata su presencia en la edilicia y en otros menesteres.  porque por aquel tiempo se construyeron las Casas de Cabildo, los portales de la Plaza, las tiendas, muchas casas hidalgas de la ciudad fortificada de la Mota.  Y entere 1510 y 1550, en la reconstrucción de muchas obras municipales y, sobre todo, caminos y calles del municipio alcalaíno. También, fue síndico  personero del cabildo municipal y obrero mayor (maestro mayor de obras) del ayuntamiento en el tercer decenio y cuatro decenios cobrando desde el empedrado de calles hasta las pequeñas obras. Su mujer Catalina López testó en 1570. Y por  su testamento conocemos que fue enterrada en el Monasterio de la Trinidad y era cofrade de  Nuestra Señora de la Concepción. Tuvo por hijos a Juan, Pedro, Alonso, Isabel y Juana, que dejo como herederos de sus bienes 

A partir de los años cuarenta y documentos aportados por el investigador Lázaro Gila, su hijo Pedro Ramos, el mozo o el menor, ya se especializaba en el transporte de piedra desde las canteras de los Llanos hasta la Mota. Lo  confirmamos su  oficio de carretero con uno nuevo ante Alonso de Jamilena, en el que se le señala como carretero, lo que le distingue del trabajo de obrero o maestro de cantería de su padre. Además ya aparece como maestro de obras Martín de Bolívar, que lo hacía como testigo en el documento de 1541. El documento del Archivo Histórico de Jaén data del siete de marzo de 1546. Por este documento se obliga " a la traída a su costa por tiempo de un año cumplido de punto que sigue  antes del siete del año Nuevo adelante a la Iglesia de Nuestra Señora Santa María de esta ciudad, a Pedro López, beneficiado de la dicha iglesia para la dicha obra durante el tiempo arriba deslindado, de la cantera de Los Llanos de esta ciudad, donde la traía el año pasado para la dicha obra  a la Plaça Pública de esta ciudad ".  Está claro que su actuación se centraba en las obras eclesiales, pero no nos extraña que también lo hiciera en  el Pósito y las Casas de Cabildo de Alcalá la Real.  De ahí a un paso de llegar por los años sesenta a participar en las obras de Monasterio del Escorial. Con la persona del abad Diego de Ávila y su curia abacial, tenía un pasaporte ganado  para ser reclamado. Como mayoral de los bueyes fue responsable de poner en marcha la primera infraestructura del transporte: comprar 30 pares de bueyes, conseguir o construir 30 carros, organizar las cuadrillas de trabajadores, edificar establos y almacenes para los arreos, y comprar y gestionar las provisiones para el ganado, Y durante los primeros seis meses fue también pagador. 

  Luego vinieron otros canteros de apellido Ramos, otro Pedro y un Francisco, pero ya vecinos de El Escorial. Sin embargo esta era su huella:  Pedro, el mozo, auriga de cantería, /
maese se hizo de la Mota a los Llanos, /
y del Escorial  doctor privilegiado.

 

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