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domingo, 24 de diciembre de 2023

Sierra Sur villancicos

 

VILLANCICOS   DE LA COMARCA DE  LA SIERRA SUR

 

            No hay mejor modo de con jugar el villancico que con los retablos renacentistas. En las noches  de  Navidad de muchas iglesias del sur  de Jaén,  las canciones o villancicos cantados  por capillas de cámara o por los coros del Niños del pueblo  compartían  con las calles y los cuerpos  del retablo el mensaje salvador del Niño de  Belén.

            Por el banco de este frontal  evangélico, pondría este romance de las gentes del Castillo de Locubín anunciando la Adoración de PASTORES, con música romanceada navideña al estilo del célebre canto popular de San Antonio de Padua:

 

Es el ángel san Gabriel,

El que anunció a los pastores,

Que había nacido el Mesías,

El amor de los amores.

Todos nosotros  contentos,

Con júbilo y con bondad,

Todos  llevamos regalos

Al  Cordero Celestial.

Un pastor en su rebaño,

Veía gente pasar,

Y, conforme iban pasando,

Les pregunta dónde van.

-Vamos todos a Belén,

Dicen que ha nacido un Niño,

Y le vamos a adorar

Con muchísimo cariño.

El pastor alza el ganado,

Y marcha para el portal,

Y con la flauta que lleva

No para de tocar.

Cuando llega al portalillo,

Se quedó como pasmado,

Al ver entre la humilde paja

Aquella vara de nardo.

Le dicen Niño precioso,

Medita mis pensamientos,

Que eres un ángel divino

Que viene del firmamento.

Anunciado por profetas,

Se tenía que presentar.

El hijo de Dios al mundo

Guiando a la humildad.

María estaba contenta

Y San José mucho más

Por la persona del Ángel

Que se lo vino anunciar.

Para madre de un cordero

El mismo rey celestial,

Que nos enseña el camino

Dándonos fraternidad.

Niño Jesús de mi vida,

Cariño y amor del bien,

Un lucero misterioso

Que ha encendido nuestra fe.

Ha venido en la miseria

Por dormitorio un portal,

Este cuerpo tan divino

¡Que frío, qué frío está!

María alegre estaba,

 Muy pensativa esperando

Las palabras que del cielo

Le venían anunciando.

El  ángel le dijo que venga,

Por obra del celestial

Tienes que ser la madre

Del  rey de la humanidad.

María con alegría,

Le dice con ansiedad,

Si es por obra de Dios PADRE

Cúmplase la voluntad.


.

(Ángeles López Villén, del  Castillo de Locubín, tenía 51 años en 1995)

            En la predela, con música de campanilleros de la campiña cordobesa, se pondrían estas escenas cantadas por los auroros, los coros de adultos  con instrumentos de percusión y viento (carracas, guitarras, violines, objetos estriados, castañuelas, y panderetas...)

En el primer cuadro, María como una paloma  se aparecería a los españoles:

 

Es María la blanca paloma

Que un día en España

La vieron volar

En el centro de una hermosa nube

Vino a Zaragoza

En carne mortal

Y  Santiago como lo sabía

Cayó de rodillas

Al pie del pilar.

(De Juan Barranco, de las Ventas del Carrizal, 62 años en 1995)

 

No olvidaría cantos rocieros con timbales, dulzainas y guitarras al  ritmo de sevillanas:

 

Al atajo las carretas,

Que ya está la noche encima (bis)

Ole, ole, ole

Ese cachito de cielo,

Que viene por la marisma,

Y la divina Pastora que está con el Niño

Ole, ole, ole, ole

Cuando la Virgen está ronca,

Yo le canto esta nana

Nanita, nanita, nana,

Que mi niño se duerma

Por sevillanas.

(Elisa Gallego)

 

O esta variante popular del villancico de los Reyes Magos:


En Oriente hay una estrella

Que a los Reyes Magos guía

Y en el portal de Belén

Nace el hijo de María.

Dale la zambomba,

Dale al cascabel

Que está noche nace

Jesús en Belén-

(Esther Ramos)

 

Y, acordándonos que en medio de la predela suele colocarse un Niño Jesús de Pasión, a la manera de Martínez Montañés:

 

En el portal de Belén,

Hay un clavel encarnado

Que, por redimir al mundo,

Se ha vuelto lirio morado.

 

Que nos evoca los pequeños belenes napolitanos colocados, en este caso pintado en el extremo de la predela:

En un portalico

De cal y arena

Nació Jesucristo

Por la Nochebuena

 

En torno al tabernáculo central,  se colocarían varios cuadros de villancicos, con música tradicional del villancico de la marimorena y escenas de María  en la calle de la izquierda. En el  primer  cuadro con contexto de las huertas castilleras

 

            La Virgen estaba lavando

Debajo de una higuera

Y los hilillos  bailaban

Al son de la lavandera.

 

            En el segundo cuadro, con otra escena doméstica:

 

La Virgen se está peinando

Debajo de una noguera

Y los pechos son de oro

Y el pelo de primavera.

 

            En el  cuadro tercero,  la naturaleza cantaría hasta la  propia María:

 

La Virgen se fue a lavar

Sus manos blancas al río,

Y el sol se paró a mirar

Y el agua perdió su brío.

 

El Tabernáculo central, recogeríamos la escena del Portal de Belén con este original villancico acompañado de  un solemne  y pausado canto  al  son de  zambombas, panderos, violines y   triángulos:

           

 

En la Noche Buena,

Con gran alegría,

Todo el mundo canta,

Al Niño Mesías

Todo el mundo adora

Al Niño Mesías.

Redentor del mundo,

Al Niño veréis,

Le dan sus calores,

Le dan sus alientos

La mula y el buey.

Cantad, cantad, pastores,

 

  

 

 

 

 

 

 

 

Cantad al ver al Niño,

Soñad con ver al Niño,

Venid al Portalillo.

 

 

…Cantemos al Niño,

Cantemos a Dios,

 Cantemos al Niño

La dulce canción (bis)

 

            En la calle de la derecha, la conocida escena de la Huida a Egipto, se contextualiza en los montes de la Subbética:

 

La Virgen va caminando

Por una montaña oscura

Del vuelo de una perdiz

Se le ha espantado la mula

 

O con la llegada a la posada que  la convierten el cantante en un palacio real o una casa señorial de  los hidalgos renacentistas:

 

…Gracias a Dios, que llegamos

A este palacio real

Donde habitan las palomas

 Con las plateás.

 

O,  se  hace el villancico jiennense con estos versos:

 

Entre olivares y cantos,

Lo mismo que en Israel

Entre olivares y cantos,

Lo mismo que Israel,

El Niño de Dios debiera

Haber nacido en Jaén.

 

 

En el dintel del retablo cambiara el Pantocrátor o la escena del Calvario, con este villancico, síntesis de la figura de Cristo:

 

Por lo más alto del cielo,

Va mi Dios hecho pastor,

Y las hondas son de seda

Y el cayado de pastor.

 

Las columnas de las calles y los cuerpos, las revestiríamos con las los versos  de la canción andaluza de sabor navideño e invernal:

 

A la una canta el gallo,

A las dos el perdigón

A las tres la tortolilla

Y a las cuatro canto yo.

 

O con estos versos de música y letra de nana:

 

 

Ya se acerca la nana sombría,

Ya se esconden los rayos del sol,

Ya de estrellas se cubren los cielos,

Ya la luna su disco asomó.

 

No faltaran algunos adornos de angelotes con estas canciones en sus estelas:

 

Los pastores de Belén

Daban saltos de contentos

Al ver que los angelitos

Tocaban los instrumentos

 

 Y al salir de la iglesia, me imagino los niños del coro cantando canciones entre jocosas y navideñas:

 

María, abre las puertas

Que te traigo el aguilando

Una batata cocida,

Sopla que viene quemando.

 

 

O esta otra más profana en medio de los cortijos de la Rivera del Palancares o del río san Juan:

 

¿De quién será esta casita

con estas torres tan altas?

De Antonia o de Victoria,

Dios les dé muy buenas Pascuas.

 

(Yolanda García)

Que irían repitiendo con cambio de letras en los versos: De quién será esta casita/ con estos chorros de nieve/ y estas niñas tan bonitas/ dichoso el que se las lleve.

 

Después, cambiarán con el ritmo romancístico del villancico del Naranjal, Cuando el eterno se quiso hacer el Niño…, y en el éxtasis final y orgía de la fiesta, la familia la tomaría con san José con esta bella canción recogida en las Ventas del Carrizal de Virtudes Navas

 

San José bendito,

Bien salves mis peras

Pídele a tu Hijo

Que se apiade de ellas.

 

O de una manera testaruda y con el vino en  la cabeza acabaríamos rompiendo el pellejo de la zambomba con este estribillo

 

Por su amor profundo,

Por su inmensa fe

Es un villancico,

No lo olvidaré,

Bajo la luz de aquel monte,

Por ver la cara de Dios

Debió nacer aquel Niño,

En esta tierra de amor           

Por su amor profundo,

Por su inmensa fe

Es un villancico,

No lo olvidaré,

 

 

 

FRANCISCO MARTÍN ROSALES

 

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