A finales de siglo XVI, el convento trinitario de Nuestra Señora de los Remedios de Alcalá la Real llevó a cabo un desarrollo arquitectónico, y un auge en el aumento de sus integrantes. Emtre las obras, se cita una ampliación de su recinto, como la sacristía, y el ala de los dormitorios junto con sus techumbres correspondientes. Ante Francisco Jiménez, un trece de julio de 1597 se comprometían las monjas con el albañil y alarife de la ciudad a estas obras del dormitorio:
."Me obligó a hacer la obra del dormitorio del monasterio de la Santísima Trinidad en la forma y orden siguiente".
."Enbigar y acabar la pieza del suelo de debajo del dormitorio".
."echar de yeso el alto del suelo de la pieza del dicho dormitorio"
-" y enjarrarla, enlucirla y labarla toda la dicha Pieza".
."hacer dos alharras en la pared y sentar y sentar dos puertas".
-"y abrir dos bentanas, que la una sale al patio y la otra al claustro y sentar dos rejas en ellas",
-"y hacer dos tabiques , el uno en las escaleras y el otro en medio de la pieza, por donde se señalare y más conbinere".
-" y abrir una una puerta que es el hastial de la chimenea, que está en medio de los dormitorios, para que uno y el otro se comuniquen".
"y aderezar y enluicir la edcalera y puerta del corredor"
Los gastos de manifactura corrían a cargo de Juan Sánchez y los materiales a costa del convento. Y se había de quedar acabada y perfecta a gusto de los oficiales del convento y pagaba el mayordomo Juan Jiménez. Debía pagar este 50 ducados ( veinte al principio, quince a la mitad y quince al finiquitar la obra). Lo firmaron el aguador Hernán García , Gerónimo García y albañil Bernardo González.
Como se comprueba, el convento ya tenía edificados: el templo, la sacristía, dos dormitorios, escalera de subidad, patio, claustro y corredores.
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