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domingo, 20 de febrero de 2022

POR LAS ENTREPUERTAS EN LA SEMANA DEL JAEN


 

ENTREPUERTAS ENTRE EL ARRABAL VIEJO Y LA CIUDAD FORTIFICADA

Hay muy pocos arabismos que se hayan conservado en la Mota: adarve, albañares, aljibe, almena, escopetar, mezquita, Zayde y gabán. Esta procede del árabe qaba, aban, capote, y de ahí recinto con una bóveda ahuecada, que en Alcalá arrancaba a desde la torre de Aguilera y bajaba en su descendida por el Cañuto hasta la puerta Zayde, y se enlazaba con otra descendida hacia la iglesia de Santo Domingo. En su trayecto final junto a la entrada a la plaza, se encontraba la puerta del Cañuto y algunas tiendas que fueron levantadas en tiempos del corregidor de licenciado Cabezas  en la segunda mitad del siglo XVI.  Se entraba por un pasadizo rodeado también de tiendas, donde se colocaban los puestos de vender harina, cebada y otros productos de la huerta, incluso, el pescado.  En 1574, los regidores de este año así lo describían, se haga la pescadería debajo del cañuto por inconvenientes de venderlo, en derecho como se baja de la plaza, por el camino debajo del Gabán, en el grueso debajo de la plaza, que es donde ningún perjuicio recibe el Gabán, la muralla, ni particular, ni la calle; y está cubierto y costará poco. La dicha pescadería se haga allí encima del arco del repeso de la romana y bajo

LAS PUERTAS DEL CAÑUTO

Con esto se manifiesta que el recinto del Arrabal Viejo por la parte sur debió estar muy habitado y con un fuerte uso comercial en su entrada, salida y  recorrido interior. Con el mismo escribano Alonso Ramírez de Molina en 1570, se ubicaba, en una parte del Cañuto, la Puerta Baja del Cañuto mediante la dote de las casas que se concedieron a Juana de Castro y Antón García de Extremera: “unas casas en el final de la Puerta, abajo del Cañuto, linde con casas de Juan de Castro y el adarve de la Puerta Zayde”. Por lo que se describe que la salida del Cañuto por la parte baja se cerraba con una Puerta, cercana al adarve de la Puerta Zayde y unas casas a su derredor, las de Juan de Castro.

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PUERTA DEL ARRABAL

 

Para entrar al Arrabal Viejo por la parte norte, se accede por la Puerta del Arrabal, un arco apuntado de sillería y abierto a la muralla que desciende desde el Albaicín hacia el sur. Austero, y sencillo, encamina por un nuevo sendero al Jardín de la Mota y bosque de pinos, que linda con los cimientos de la Mota, donde puede contemplarse las cuevas horadadas en la misma roca, reutilizadas por diversas civilizaciones desde las bodegas del siglo XVI hasta el uso de gallineros en el siglo pasado antes de que fuera recuperadas mediante una gran labor de limpieza que se realizó por los años noventa. Algunas cuevas se encaraman en la roca hasta acceder a la parte alta de las Entrepuertas; otras se transforman en minas que alcanzan el barrio superior, como la contramina de la casa del zapatero Rosado que prolonga su pasadizo hasta el pozo de la conquista. Hasta muy avanzado el siglo XVI, no fue sino un lugar reservado para solares entre peñas y no urbanizado, que fue conquistado por la ciudad mediante el levantamiento de muros y adarve de entrada a la ciudad desde el piso alto del Pósito (1546).

 

 

Entre el recinto fortificado de la Mota y los nuevos barrios de los Mesones, Caba, Cuesta del Cambrón, Trinidad y San Francisco, se extendía el tramo de las Entrepuertas, entre la Puerta de la Imagen y la de las Lanzas

 

PUERTA DE LAS LANZAS

En Albaicín, un barrio de este tramo de adarve, esta torre de Las Lanzas  y su puerta fueron  construidas en el siglo XV. La presente portada se le añadió al cuerpo anterior medieval y de ella queda la inscripción bajo el rastrillo recogida por el padre Flores. Cercana a esta torre, se encontraban las tiendas de pan y agua, donde se cobraban los diezmos eclesiales y se relacionaba con las lanzas que debía aportar el abad para afrontar una parte de la milicia de la localidad en concepto de soldados lanceros; de ahí le vino el nombre a esta torre, aunque Carmen Juan cree que se debe al lugar de reunión de las tropas de la ciudad. En la cornisa, aparece esta inscripción en castellano antiguo: EN EL AÑO DEL SEÑOR DE MCCCCXLVII AÑO MANDÓ FACER ESTA FORTALEZA EL MUY ILUSTRE  REY D. ENRIQUE IV EL 9 D DE 1457. La torre se reedificó a mediados del siglo XVI en honor de Carlos I, según las trazas renacentistas de Martín de Bolívar. En su primer cuerpo se abre una portada con sencillo arco de medio punto renacentista sobre la que se apoya un segundo cuerpo simulando una hornacina y coronado con un dintel y en su interior el escudo con las  Armas Reales (y sus castillos y leones). Otros dos escudos se insertan en las enjutas del arco, todos ellos de piedra blanda de Cantera Blanca muy deteriorados que no dejan traslucir información alguna.  El de en medio estaba dividido en cuatro cuarteles (el primero y el cuarto con un león; segundo y tercero con bandas cabeza de dragones). Se refiere a la simbología del Condestable Miguel Lucas de Iranio. El de la derecha encerraba  una llave, símbolo de la ciudad y en el lado izquierdo un castillo. Se cubría con una terraza que tenía un pretil almenado. Daba al camino real y se arregló de nuevo en 1580 bajo la tasación de Gabriel de Aranda y obra de Miguel de Bolívar, que realizó el almenado y revocó sus paredes interiores, cuyo trazo de sus dibujos se conservan en parte hasta la actualidad. Ya en el siglo XVII, se encontraba sin techo y las correspondientes rejas y hubo que repararla en 1623 manteniéndose hasta el siglo XX. Recientemente en los años ochenta del mismo siglo fue desmontada y se reconstruyó desde los cimientos por la Dirección General de Bellas Artes de la Junta de Andalucía bajo la dirección del arquitecto Jaime de Utrilla.

Una reja, subiendo a mano izquierda abre una puerta pequeña de Postigo, que enlazaba con el barrio antiguo de Santo Domingo de Silos a través del adarve de la segunda muralla que conducía al antiguo Pósito.

          Siempre ha preocupado la ubicación del Albaicín, que algunos confundieron con la zona Entrepuertas entre las Carnicerías y  el Peso de la Harina. Este documento firmado ante Francisco Ordóñez en 26 de  junio diciembre 1531 entre el zapatero Pedro  Alonso de Toledo y Bastián Braceros, vendía unas bodegas que yo tengo con todos  los vasos de las tinajas que están  dentro, que es en el Albaicín  de la Puerta del Arrabal, que alinda con casas de  Alonso García,  casas de las tinajas de Pan y Agua, que la dicha bodega e sus vasos contenida e deslindada , todo ello lo vendo como mía propia y libre de carga ni tributo (...) en compra de 5.000 maravedíes "
Estaba cerca de la Puerta del Arrabal el Albaicín, unas casas donde se ubicaron siempre zapateros y muy cercanas bodegas, casas de vecinos, y la del Pan y Agua ( relacionada con el diezmo abacial). 
Se desecha que estuviera más adentrándose en la ciudad fortificada. Lo que indica que anteriormente esta puerta debió llamarse del Arrabal antes de que se abriera la actual Puerta del Arrabal  y se reconstruyera la Puerta de las Lanzas.

 Por Entrepuertas, en el barrio del Albaicín, se hacen presentes el adalid Pascual Sánchez, la captura del moro, el cautiverio en Martos, los subterráneos, pasadizos, la contramina y el pozo de la mora Cava.

 

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