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viernes, 13 de marzo de 2020

EL INQUISIDOR ALCALAINO LICENCIADO JORGE DE PADILLA

UN INQUISDOR DE ALCALÁ LA REAL
JORGE DE PADILLA
Casi siempre que se relaciona el tema del Santo Oficio de la Inquisición parece como si quisiéramos evadirlo. De ahí que muchos personajes que crearon época en el mundo jurídico o en la práctica judicial no han recibido el tratamiento que ha predominado en otras personas que destacaron en otros poderes como el gubernativo, económico o político. 
En Alcalá la Real, dentro de la cadena judicial abundaron los procuradores, abogados, alcaldes mayores y títulos secundarios como alguaciles, y familiares de la Inquisición, Aunque el corregidor, en su vertiente judicial, cubría un amplio espectro de asuntos jurídicos junto con el alcalde mayor, no puede olvidarse la relación de muchos alcalaínos con la Chancillería de Granada levantando pleitos, apelando sentencias o recibiendo fallos judiciales definitivos. Por otra parte, los hijos de los hidalgos frecuentaban un curso honorum, que se iniciaba en la ciudad de la mota con la escuela de niños para continuar en la del profesor de Gramática y acabar en los estudios universitarios y conseguir los grados de bachiller, licenciado o doctor. Nos viene a la memoria el caso del doctor Frías, en el siglo XVI, un regidor que asesoró en muchos temas delicados a la vida municipal o licenciados como Sancho de Aranda que escribió un Discurso Genealógico de los Arana, a la manera de Julio César o Nepote. 
Por un documento de arrendamiento de Juan de Narváez y Juan López Montañés en 23 de mayo de 1564, conocemos la figura del Inquisidor licenciado Jorge de Padilla. Poseía dos hazas en Tar de Arroba, bajo Los Llanos y por arriba de las Escuelas de la Sagrada Familia, que solía arrendar en la cantidad de siete fanegas de cebada a los alcalaínos, en este caso al Montañés. Lo curioso del documento que él se declara hermano del Inquisidor Padilla. Este procedía de una familia, cuyo linaje había servido a la Corona desde el siglo XV, y fueron los Narváez-Padilla, una de las familias hidalgas de la ciudad desde la conquista del rey Alfonso XI, y fue acrecentada esta hidalguía con su entronque con la familia de los Aranda. provienen de la villa navarra de Pie del Puerto, que se asentaron en tierras jiennenses en la conquista de Baeza. Como dice Peláez del Rosal;"El rey Enrique IV le dio licencia para hacer y ordenar un mayorazgo con los bienes que señalara de su hacienda; otra, la que relata que veinte años atrás, es decir, hacia 1478, los moros corrieron hasta las viñas del Pozo y el rey de G ranada llegó a las proximidades de Alcalá la  Real una gran cabalgada, llevándose cinco bueyes de su hermano, el alcaide de Montilla, ´´que yo conocí en Granada y dixe al dicho Rey que eran míos y mandómelos dar y me aproveché de ellos: mando que los paguen de mis bienes” . Algunas ramas se afincaron en Priego, Cabra y otros lugares del sur.  Su padre era Jerónimo de Narváez, alcaide de Moclín, tras la conquista de Granada y Padilla; y su madre Catalina Ramírez Monte. Tuvieron por hijo Juan de Narváez y Padilla, que llegó a ser corregidor de Carmina en 1567 y Jorge de Padilla, del que tratamos como inquisidor. Se conocen todos estos datos a través del expediente que Francisco de Narváez y Padilla solicitó en 1647, por el que sabemos que la generación posterior al Inquisidor, le siguieron Francisco que fue regidor, Jerónimo, almirante de Castilla y murió en Lepanto, y Juan que fue capitán en Nápoles y Túnez y la Guerra de la Alpujarra, donde murió.
Jorge fue inquisidor de Granada, donde intervino en varios autos de la Inquisición en Guadix relacionados contra las costumbres de los moriscos, en concreto en el de las alheñadas, que se referían a la pintura del color de pelo relacionado con las fiestas de los moriscos. Luego fue destinado, primero a Cuenca en 1559, a Barcelona. en 15 de julio 1560 y tomó posesión en 24 de noviembre del mismo año, cesó en el cargo. En 1562, al ocupar el cargo el licenciado Zurita, canónigo de Sigüenza. Ejerció de visitador en Málaga desde 1564 hasta 1570, donde había ejercido funciones contra los moriscos en 1554 abandonado la Alpujarras Luego fue de Logroño, donde se le consideró uno de los mejores de España y logó que la Inquisición tuviera un lugar digno para su ejercicio. en los años setenta.  








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