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miércoles, 28 de agosto de 2019

CANTAR DE GESTA DEL CAMINO PORTUGUÉS POR CAPUICHINOS



I  Cercanos ya al dulce sesentenario, 
provistos de bastones y vieras,
 emprendieron su largo itinerario,
querîéndo escribir una gesta èpica
como si fueran Anquises y  Ascanio.
Osado fue el punto luso de iniciarlo,
Coimbra,  real y letrada tierra,
entre el Mondego y árabe barrio,
abrazando a la tricana  portuguesa.
Entre fados y leyendas de antaño,
de fidelidades y postumas reinas,

II


Nos fuimos con el pañuelo saludando,
a Camoens, de Os Lusiadas poeta.
Entre vinos y el Duero bordeando,
calles manuelinas, ruas y callejas,
probamos  y libamos  oporto blanco,
dejando de peregrino las huellas,
en la sede de aquel templo románico.
Fue el segundo  día de itinerario,
para saludar a Viana en fiestas,
entre cabezudos y auriferas tiendas,
y a Samerio rezar en su santuario.


III

Pasando por Tuy , jornada tercera,
al obispo y abad Moya recordamos,
entre Guardia y Bayona, en la frontera,
a la Pinta en su regreso rememorando,
y contemplando su heroica fortaleza.
Pisamos la cantábrica ribera
y entre las Islas Cíes, divisando,
pareciamos galgos a la  carrera, 
a fuer del calor cara quemando.
Degustamos una paella marinera
adquiriendo fuerzas para encararlos,
el monasterio de Hoya  y el celta castro,
atajaya natural de Santa Tecla,
para contemplar del Miño su estuario,
y las aguas inmensas del Cantábrico.

IV Y V

 ! Qué dulce estancia , mansión bañera,
nos albergó en Mondariz sin esperarlo,
pues los tres dias de largas veredas,
entre spanes nos ganamos el descanso!
Sanpayo, su puente, sus fresnedas,
el angelus con Juana y su regalo,
Santa Marta,el Barosa y las pinedas, 
se mezclaban con  horreos y  santuarios.
A veces la ría de Vigo atravesando
fuimos quijotes creando quimeras,
el Randel molino de viento, y el castro
en lo alto entre chozas y negras piedras.

VI

No llegamos a mi estancia guerrera,
de Figueridos campamento magno,
pero , a la Peregrina, en Pontevedra,
ya por la tarde, rezamos y saludamos.









VII

Y llegõ el dia de arribar  a Santiago,
desde Milladoiro, y por la Alameda,
tras dejar la cuesta,e ir a los Francos.
Abrazos a raudales y paisanas vieras,
por otros caminos también arribaron.
El obradoiro, hostal y rectorado,
Gelmirez, y Rajoy  se hacen sombreras
y en Platerias el abrazo esperando.
Una mariscada nos hemos ganado
estos sesentenarios por  esta odisea,
de promesas, amores y encantos.
Con la Cicerone,  a las horas de siesta,
creyendo ser unos burdos paisanos,
por eso de su étimo del campo,
nos fuimos  contando leyendas,
ente los edificios circundanos, 
a la rua franca y colegio del Fonseca,
para acertar el enigma estrabalario
de la Silla de Sevillla y su veloz përdida. 
De vuelta por Platerías, sin desmayo,
recorrimos las fachadas y puertas
y se recreó en el Martín Pinario.














VIII

No nos fuimos sin poder saludarlo,
al maestro Mateo y su portada bella.
recien restaurada, sacro románico.
Ni despedirlo desde el altozano,
desde el Gozo, atalaya de vela,
hito  peregrino del camino franco.
y como estrambote, de esta epopeya
 por Orense para no poder olvidarlo,
fuimos a Braganza, lusa y postrera,
por un camino largo obviando veredas.
Por el parque Montecillo, en la frontera,
a España, por Zamora, saludamos.
y por tierras del Duero y Pisuerga, 
cerca del canal y  la románica Plasencia.









IX
Por tierras de Aranda, asaz bugalesas,
castillos y monasterios atravesando,
llegamos a tierras del duque de Lerma,
para levitar entre ángeles y los santos.
Y tan grande y confusa fue la niebla,
que confundimos la carne de un lechazo
por un imberbe cerdo de espera.
Entre ángeles y querubines de estrellas,
tronos y dominaciones en alto,
y San Miguel, arcangel, en plena guerra,
nos ilustró una guía, comentando,
de artistas y obras detalles y señas.
Al cura Merino también  saludamos,
nos figuramos en la plaza de Lerma
el poderio de un duque  usupando
benneficios, cargos y prebendas.

 Y para terminar llegamos por Somosierra,
a tierras del Acueducto  romano, 
y esperando cantar  ya completas
recorrimos, de noche  deambulando
entre la catedral y románicas iglesias,
y a Machado poema suyos recitando.
Dejamos  el Partal con su leyenda,
la sinagoga y los judiós traficando.
Y,como antes dijimos, por ser una epopeya,
acabamos en el Alcazar este relato.




















No sin antes dar las gracias maxime plenas,
a nuestro Sancristobal bien llevando
el enorme armatoste por carretera,
 Y a todos los romeros  de  Santiago,
qu escribieron este cantar de Gesta,
a los adalides, y mercenarios,
a nuestro Galeno, de manos buenas,
yl Estado Mayor del Mundo su Vuelta,
que nos permitieron el Cantar titularlo

 De los capuchinos  y de Juana la guerrera.










2 comentarios:

  1. Ha sido una peregrinación de Capuchinos de Alcalá a las tierras de Santiago. Algunos perdimos la oportunidad, vosotros la habéis aprovechado. Me alegro y enhirabuena.

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  2. en verdad que esta tercera nos ha impactado y lo hemos pasado muy bien, muchas gracias a todos.

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