ENTRE ANIVERSARIOS Y LIBROS
Paradójicamente, frente al predominio
y propagación de las nuevas tecnologías, entre todos los grupos sociales de la
ciudad de Alcalá la Real se constata un incremento muy significativo de la publicación de libros y superior a los
índices de cualquier rincón cultural de nuestro país. Hace un siglo,
prácticamente un libro algunas revistas locales salían a luz cada quinquenio, y
ya era un éxito. Como una aguja en un pajar, podría encontrarse alguna
publicación a mediados del siglo XX, sino era una revista religiosa. Desde la
llegada de la democracia, se han desbordado todas las precisiones. Evidencian la
plasmación de la libertad de expresión y el descomunal desarrollo de la cultura
entre todos los sectores de la población. Pero resulta inaudito que, en la
ciudad de la Mota, se publiquen, en un solo un mes cuatro importantes libros. No
sólo se verifica por la simple edición, sino que los títulos resaltan por la calidad
de las obras gracias a su profunda investigación de contenidos, y también por la
excelencia literaria. En primer lugar, Alcalá
la Real Callejero XXI es un libro de investigación, escrito por Antonio
Heredia Rufián y Domingo Murcia Rosales, que pone al día un aspecto fundamental
de la vida cotidiana de los vecinos: su viario completo, tanto del casco urbano
como de las aldeas. Parte de un estudio profundo de la nomenclatura de las
calles, se ahonda en estudios de investigación histórica y se ilustra con una
buena serie de gráficos y fotografías, con los que atrae gratamente a la
lectura de la obra. Es un libro básico de cultura y consulta para los lectores
alcalaínos de todas las edades de modo que resulta ameno para poder localizar
todo tipo de datos y curiosidades sobre las calles de este municipio de la
Sierra Sur, al mismo tiempo que se complementa con una serie de anexos
fundamentales para adentrare a la obra y hacer más manejable su gran volumen.
El relato, la estructura del texto y los complementos líricos colaboran para que
este callejero sea una obra distinta, original y artística, que se distingue de
otros libros de similar tratamiento editados en otros lugares.
En segundo lugar, Domingo Pérez Pérez
presenta Patrimonio Material de Fuente
Álamo, que marca un hito en la publicación de los estudios rurales sobre
esta aldea oriental del municipio alcalaíno. Se han hecho estudios en el II
Congreso de Alcalá la Real, jornadas históricas como la Ribera Alta, también
Aguilera hizo un opúsculo sobre la aldea de Mures con motivo de la fundación de
la ELA, y el propio autor fuentealameño publicó otro anterior basado en Los
Baños de Ardales. Pero este libro centra la obra en el estudio del mundo y
hábitat rurales con una lectura atractiva y un adecuado aparato de fotografías,
dibujos e imágenes que ilustran muy certeramente el contenido aldeano por su
valor documental, contextual e histórico. Se reserva esa publicación a l
patrimonio material, y, como dice el autor sobre su libro “se compone de los bienes muebles e inmuebles
construidos y ostentados por las sociedades del pasado, En esta publicación escogemos
el patrimonio arquitectónico, arqueológico, artístico e histórico, industrial y
natural fuentealameño, adornado con experiencias humanas vividas en primera persona
o por otros fuentealameño siempre dentro de esos entornos. Aparecen gentes
deambulando por aquellos lugares fundamentalmente desde los años sesenta del
siglo pasado y que naturalmente contribuyeron a la construcción y/o la
conservación de ese patrimonio”. Las
calles, los caminos y carreteras, los medios de comunicación, los servicios,
lugares singulares de patrimonio natural o histórico, la villa romana, la mina,
los cortijos, los animales y la flora, miradores y descripciones de la aldea, otros pueblos con
el mismo nombre y el himno de la aldea son los capítulos que invitan a la
lectura de un libro, que es un sabedor desbordante de ese museo abierto que es
Fuente Álamo, como dice su prologuista Ceferino Aguilera.
Por último, no le falta a El pergamino de Trento, de Antonio Cano
Murcia tiempo dedicado a conocer el contexto histórico de su novela. La Alcalá
del siglo XVII y el entorno del Vaticano se muestran en una obra que le
consagra como novelista, que no como escritor que lo viene siendo desde hace
mucho tiempo en la literatura jurídica. Esta obra novelística destaca por la certera
intriga en torno a un documento y unos personajes, que impulsan a continuar ininterrumpidamente
su lectura, como debe ocurrir en las obras maestras de ficción, en este caso de
novela histórica de ficción histórica. Pues, si el contexto responde a dos ciudades
tan dispares en la distancia, la trama de la obra desborda la inquietud para resolver
la intriga dentro de un planteamiento ideológico y religioso que vincula paisaje,
ambiente y personajes. La ciudad de la Mota, por un lado, se convierte
universal con una novela, que se inicia en sus arrabales, pero culmina en el
castillo de Castengandolfo en medio de un buen estilo narrativo y una prosa
ágil y atractiva para el lector.
En medio de estas publicaciones, un
recuerdo al pasado con los aniversarios de 530 de la Santa Caridad, con una
exposición sugerente y documental en el Palacio Abacial; y, muy acertada, donde
hasta se le hace un guiño a la firma del padre de Montañés en su año del 450
Nacimiento del hijo. Y el anuncio de la celebración de los 40 años de los Ayuntamientos democráticos.
Si añadimos los 500 de la cofradía de la Nuestra Abuela Santa Ana junto con la
edición del libro de sus actas del siglo XVIII, faltarían salas para exponer, y
lectores y visitantes. Todo sea por la cultura, porque el alcalaíno, como dicen
los gallegos, ya no se mata por la
gaseosa, es decir su lema no es su
inconstancia, de modo que las asociaciones alcanzan una vida duradera y superan
el quinquenio del pasado, prolongándose en el tiempo como muestra de una buena
salud cultural y democrática.
Muchas gracias Paco, por lo que a Fuente Álamo y a mí personalmente nos toca. Con estos artículos que nos regales frecuentemente tanto en tu blog como en el periódico no se necesita más publicidad, tus letras llenas de generosidad es el mejor medio de difusión entre los alcalaínos. Estamos todos agradecidos a tus publicaciones telemáticas y a tu participación en las redes sociales, así como a los artículos en papel, sistema de publicación, que como bien dices paradójicamente últimamente se está prodigando en Alcalá la Real, por lo que parece que las redes sociales están contribuyendo a ello, pues necesitamos tener algo físicamente entre nuestras manos, para tocarlo, hojearlo, acariciarlo e incluso olerlo para así sacarle mejor partido. El reconocimiento que en este artículo haces a las publicaciones en papel hará que se difunda aún más, el interés por la lectura de los libros de autores alcalaínos. Tus comentarios tan afortunados y las valoraciones tan positivas servirán para la difusión de esas cuatro grandes obras alcalaínas, en la que humildemente se encuentra la mía. Te agradezco personalmente que mi publicación la hayas incluido entre ellas y que mi trabajo aparezca entre esas tres grandes obras. Pienso modestamente que poner mi nombre entre esos grandes maestros de la literatura alcalaína, ya consagrados, solo puede hacerlo una persona conocedora de lo que cuesta hacer cualquier publicación en papel y a la vez un buen amigo. Un abrazo.
ResponderEliminarTe lo mereces. un abrazo , mucho-
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