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domingo, 18 de febrero de 2024

PRESO POR LA POLLA


 

 

 

PRESO POR LA POLLA

 

 

El alcalde mayor vio venir en este día de Cuaresma a Bartolomé de Arroyo por la plaza alta de la Mota. Había pasado por las Carnicerías de las Entrepuertas, y en los tenderetes y tazones no se encontraba apenas carne menuda. Ya, en la plaza baja, los tenderetes olían a pescado de arenque y bacalao remojado. No lo dudó. “Es Cuaresma, y hoy viernes y  abstinencia”, se dijo en su interior. Algunos buleros vendían los pliegos de la Santa Cruzada para verse libre  de las penitencias cuaresmales. Tras subir  la escaleruelas, saludó al párroco de Santa  María. Entró a la sala baja de la Justicia. Y saludó al alcalde mayor.

- ¿Otra vez, en nuestra tienda de escribano?

-Otra vez. Me remuerden las entrañas,´-le replicó Bartolomé.

-¿No te lo habíamos arreglado todo?

-Ya lo sé. En prisión Juan Bautista de Palencia  por las palabras ofensivas de su esposa María de Contreras;  recluidas en su casa  su esposa y su hija.

-Mi señor, eran duras e insultantes.

-Ya, ya, ya, lo que no entendía bien era la acusación que le hizo a su esposa de “ haberle hurtado la polla”.

- Lo entiendo. No es igual con ll que con y griega.

-Me parece que poya con y griega no ofrece mala interpretación ni malicia. Recoge la costumbre de arrendar los hornos pagando  la renta de la poya.  En vez de pagar con dinero, se obligaba el arrendador a pagar  tres libras carniceras de pan de trigo bien cocido en cada uno de los días de cocción, siempre que fueran días de trabajo;  y cuatro libras las vísperas de las fiestas de Pascua.

-Ya, ya,  además, le pagaban al propietario con una fanega de ceniza.

-Sí, si, con más exigencias, no se podía amasar más de un determinado número de celemines y curiosamente se obligaba a que no se le elevara  poya ninguna, siempre que no sobrepasara este cupo de celemines

- No soy  mal pensado, poya  era la parte de renta del contrato por el horno.

-Entonces, le acusó de hurtar la polla con doble ll y resaltando su pronunciación.

-Yo creo que llevaba mala intención. A mi me suena a uno de estos significados: una gallina joven, la apuesta de  un juego muy peculiar o simplemente al órgano masculino. Y me inclino por el tercero.

-Y, ¿por qué ha venido?

-Muy sencillo, mi señor, vivimos estos momentos en los que hurtar la polla se puede interpretar con los dos significados últimos. Por todos los rincones, comienza a extenderse  polla y sus picantes frases con este ambiguo significado. Pues hay un juego , una modalidad de  cartas que  se presta a malas intenciones referidas al sexo.  


-Pero yo no juego a la baraja.

-Hombre , Bartolomé, la baraja es una fuente de diversión, Yo creo que le han contado algo y se ha escandalizado.

-Vayamos al grano. A mi mujer le ha acusado esa familia de hurtar la polla.

- Evidentemente. En el juego del burro, se alude mucho a la polla.

- Yo he oído que la polla del burro era algo que tenían que poner los jugadores y no precisamente un burro. Me refiero al juego denominado del Hombre.

-Ya comprendo cómo se presta a malas intenciones... Que si las  pollas se doblaban,.. que si se  remetían,  que si se sacaban… y a mi mujer se le acusaba de que hurtaba la polla.

-No exagere ni malinterprete. Pues fíjese quien metió la polla doblada con la carta de triunfo, pudo hasta clamar con gozo ¡Polla corrida, triunfo en mesa!

-Entonces , de ahí viene que en este Juego del Hombre  se saque una polla como una olla. Está claro que llevaba malas intenciones. Me viene bien usted a recomendar  y reprimir. Quiere que cambie de modo de pensar. Por eso  he venido. Me lo han pedido todos los curas de la ciudad. Uno me decía hasta  unos versos de Calderón :

César el juego aprendió
y un día que le jugó,
teniendo basto, malilla,
punto cierto y espadilla,
la tal polla remetió
.

-Pero yo tengo la mosca tras la oreja. Mi esposa no me ha hurtado  ni a nadie la ha robado la polla.

-No se sienta aludido, Bartolomé. Se lo voy a aclarar. En un lance de este Juego del Hombre,  El que falla y arrastra, se mete en la banasta. 

- Como si dijéramos : tenía una polla adentro.

-No lo comprendo, se lo voy a aclarar. Primero,  fallar  en este juego del hombre es tomar con triunfo el Rey o la carta de otro palo que uno salió jugando ; segundo arrastrar es  salir triunfando de las cartas superiores del palo que se ha elegido por el hombre,  de modo que deben precisamente servir a los demás que juegan con él, echando carta del mismo palo elegido.

-¿ y  meterse en la banasta?

-Ahí está la clave de  la acusación de su esposa. Meterse en la banasta es una simple fase o trance  familiar del juego por la que aquel que ha entrado a  la polla, y no ha robado lo bastante para podérsela llevar probablemente, la da por repuesta. Y a su esposa si hurtó la polla, quitó la apuesta.

- No lo comprendo, ni me esposa hurtó polla alguna. Ni de la  baraja, ni de poesía. Pero, vengo a poner las paces.

-Ya me lo veía venir.

-Yo soy un analfabeto, un hombre sin letras y genio. Pero personas de bien, nuestros caballeros, me lo han pedido que venga a sacar de la cárcel  a Juan Bautista y salvar de la situación a su familia.

-Caro que sí. Me gustaría que le supiera  que no tiene mala intención la frase, Es un trance  para  una apuesta de la polla,  como las que dicen la metí doblada y saqué corrida. Olvídese de otros sentidos.

-Ya, ya me los dijeron muchos cristianos buenos que no hiciera caso  a las palabras textuales que mi María era una ladrona que había hurtado la polla, bueno  la apuesta, mi señor.

-Sí y otras palabras injuriosas. Pero , Bartolomé, comprenda que es tiempo santo de cuaresma, y hay que convertirse y perdonar. Olvidar la querella contra esta familia vecina.

-A esto he venido. Los perdono por temor a Dios.

El alcalde mayor lo acercó a la mesa, cubierta con damasco rojo, y una cruz de madera. Y , él puso las manos encima de ella.

-Juro ante la Cruz y Dios Nuestro Señor que desisto de la querella y perdono a Juan Bautista y a su esposa e hija Marías de Contreras. Mi intención es servir a Dios en el camino de la salvación.


-Que Dios se lo premie, infiel que tal hizo que tal pague. Pero fallo que se acepta su perdón, y condenamos a sus vecinos que a partir de junio de este año vivan alejados de su calle y vivienda, ese es el castigo para  la familia de Juan Bautista.  Y además paguen todas las costas de este auto y personal y carcelería.  

-Muchas gracias. Me marcho.

Salieron Bartolomé, el alguacil,  los procuradores y testigos de la sala del alcalde mayor. Al llegar a la plaza el alguacil comunicó el fallo del alcalde mayor a Juan Bautista.

        -Muchas gracias, señor alguacil. Todo lo acataré y cumpliré.  Ganó el juego quien más bazas hizo, y el que no las hizo, pone lo que tenía la polla, ò lo que pactan los jugadores.

-Déjese de bromas,  que ha costado sus sudores.

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