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lunes, 30 de diciembre de 2024

OTRO CUENTO RURAL DE NAVIDAD EN POESÍA

 

 


 

 

           


Sagrada Virgen del  Carmen,

            madre de to el universo

            enciéndeme la torcía,

para que sus diga un cuento:

“De un golpe fenomenal

Que le dieron a un mozuelo,

Que trató de echarse novia

En un pueblo forastero”.

La muchacha era muy lista,

y cuando hablaba con ella

Siempre le estaba pidiendo:

Le pidió el compromiso,

¡Las cosas de los mozuelos!

 Le dijo que a las nueve

le espera  en su aposento.

Yo como soy tan sencillo

le estuve creyendo el cuento,

Me dijo no echara la luz

que su padre estaba dentro

Si me llegara a sentir

me daría muchos tormentos.

Y le dijo a sus hermanos:

-Vamos a cenar ligero

que esta noche, si Dios quiere,

se casa nuestra abuelita

con mi amante que es  flamenco

Preparemos los candiles,

preparemos los cencerros,

dan en el reloj las nueve.

Manolito entró ligero

por el balcón de la sala.

Entró  con todo silencio.

pronto se quitó las botas

para hacer doble silencio.

Ya tentaba las paredes,

los cuadros y los espejos,

Se paraba a escuchar,

y sentía gente durmiendo.

Era la pícara vieja

que roncaba como un cerdo.

Y tentó las almohadas,

la cabeza y los pelos,

¡Que Dios me perdone,

parece que es Remedios!

Le levantaré la ropa,

y le tentaré el pellejo.

Entonces, dice, sabré

Si está duro o está tierno.

Cuando despertó la vieja,

dando voces y lamentos:

-Venid, sobrinos, venid,

Que yo no sé lo que tengo,

que se me ha metido aquí

algún diablo del infierno.

Al ruido que formó

acudieron tos los nietos,

La  novia con el candil,

los hermanos con cencerros.

se tiró por el balcón

ain botas y sin sombrero,

Al porrazo que pegó

se escompuso  cuatro remos.

acudieron los vecinos,

acudieron los serenos,

El escribano y el juez,

Con el alcalde primero.

-Diga usted Manuel Gutiérrez

que esto son actos muy serios.

Y diga usted quien lo hirió

que pronto lo buscaremos.

-Yo me puse en relaciones

con una niña,  Remedios

y me dijo que a las nueve

me esperaba en su aposento,

me encargó no echara luz

yu padre estaba dentro.

Cuando despertó una vieja

dando voces y lamentos,

que apenas le conocí

,           me quedé temblando y muerto.

Me tiré por el balcón

sin botas y sin sombrero,

Le encargó a todos los mozos,

que tengan conocimiento,

que no se metan a oscuras

a por flores a ningún huerto

            que esto me ha pasado

            por meterme a golichero

que fui por un gorrión

y me dieron un mochuelo.

 

 

 

 

 

 

 

Este cuento procede de nuestro ámbito rural y fue recogido en 1991 por Rocío Díaz  Aguilera.

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