MARTTÍNEZ MONTAÑÉS Y LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO DE SILOS DE ALCALÁ LA REAL
La iglesia y la
parroquia de Santo Domingo de Silos de Alcalá la Real vive unos momentos
álgidos por diversos acontecimientos. Su patrimonio se ofrece como un testimonio
cultural que se exhibe en Valladolid, y, por otro, lado, se ha culminado el
proceso administrativo de la restauración de este templo emblemático de Alcalá
la Real.
Este templo se remonta
a una antigua mezquita del Arrabal Viejo, lugar muy destacado históricamente,
pues el rey Alfonso en 20 de diciembre del año 1340 inició la conquista de
Alcalá de Aben Zayde por este flanco de la ciudad fortificada de la Mota. Como
el día de la conquista se celebraba por la iglesia católica la
festividad de Santo Domingo de Silos, en honor a la festividad
del disanto se transformó la antigua mezquita del arrabal de los Banu Said en
la primera iglesia cristiana de Alcalá la Real. La reconstruyeron posteriormente, y
transformaron en una iglesia gótico mudéjar a lo largo de los siglos XIV y XV.
Se tiene constancia de que la presencia de esta antigua mezquita se transmitió
a través de los textos literarios y crónicas y litografías documentales. Se
accedía a ella, desde la ciudad fortificada a través de la calle Postigo y la
descendida de la salida del Cañuto; desde las afueras a través de las calles
que partían de las puertas de Martín Ruiz, Arrabal y Granada
Este conjunto de estructura compleja. fue edificado en varias fases: de
panta basilical, con tres naves en la planta rectangular, la cabecera plana en
las naves laterales y cuadrada, algo desviada, en la nave central a manera de
ábside que constituye la capilla mayor cubierta con una bóveda nervada y
dividida en dos tramos, que se repite en la antigua del baptisterio. En el
resto de las naves, se colocaba una armadura de madera sobre pilares
cuadrangulares para sujetar los arcos ojivales formeros con diferencia entre la
nave central y las laterales. Además de la iglesia tiene adosadas la
sacristía, antesacristía, las dos de planta rectangular y una torre, las tres
de estilo renacentista y construidas por el abad Maximiliano de Austria a
finales del siglo XVI.
Prácticamente, desde 1936 ha venido decayendo hasta su abandono total de
modo que solo se mantienen los elementos de soporte, los muros y algunos
pilares y arcos, Como sede parroquial, a cuyo cargo estaba un párroco ayudado
de varios sacerdotes y capellanes, disfrutaba de beneficios abaciales. Desde
los años sesenta del siglo XX, sufrió una fuerte degradación esta iglesia
gótica mudéjar, a pesar de las varias intervenciones de la administración
central, autonómica y local en los últimos cuarenta años. Prácticamente,
abandonada, fue de nuevo inventariada y matriculada por los años ochenta por la
Iglesia Católica. Habiéndose ofertada al ayuntamiento alcalaíno, fue adquirida
recientemente por el consistorio de la ciudad de la Mota en 2006 al Obispado de
Jaén, al mismo tiempo se ofrecieron todos los terrenos colindantes junto al
antiguo templo al Ministerio de Fomento para el proyecto de un parador cuya
tramitación se había iniciado en los años ochenta del siglo pasado. Se dieron
muchos pasos administrativos hasta que, en el segundo decenio de este siglo, se
presentó el proyecto de restauración a la Delegación de Cultura de la Junta de
Andalucía, rechazado para su revisión por la Comisión de Patrimonio Artístico. . A
partir del mes de diciembre, se actuará en la iglesia
y su entorno inmediato con un presupuesto de 2,1
millones de euros y dentro del Plan de Modernización y Competitividad
del Sector Turístico, impulsado por Turespaña del
gobierno nacional y financiado con los fondos europeos Next
Generation para garantizar la conservación y recuperación del edificio
No es este el
único motivo de alegría para este templo, sino que su pila bautismal y la partida
montañesina del libro tercero se muestran también en la exposición titulada "Gregorio Fernández-Martínez
Montañés. El arte nuevo de hacer imágenes" que se celebra en la Catedral
de la Asunción de Valladolid por las Edades del Hombre.
La parroquia de Santo Domingo de
Silos, cuna del gran Martínez Montañés, Pablo de Rojas y todos los artistas de
la familia de los Raxis-Sardos ha aportado dos valiosas piezas a la exposición:
la Pila de su bautizo y el libro 3º abierto el 16 de marzo de 1568. En la catedral de Valladolid, con su impresionante arquitectura,
se ha convertido en el centro de
una exposición que transporta al visitante al corazón del barroco español
gracias al diálogo estético que establecen estos dos grandes imagineros. Desde
el la primera sala con los retratos de los dos autores y documentos de su vida
( la pila de Alcalá, retrato de Valera...), hasta la despedida con la obra no
religiosa de Montañés del monasterio de san Isidoro del Campo, se exhibe una selección
de las piezas más representativas de la exposición, destacando el Ecce Homo de Gregorio
Fernández, considerada por muchos la obra maestra de la escultura barroca, y
el San Jerónimo Penitente de Juan Martínez Montañés
junto con otras como el San Cristóbal, san Bruno, Inmaculada de san Julián, san
Ignacio de Loyola y el contexto de discípulos, policromadores, y punturas de su
entorno .
A lo largo de la exposición, se
pueden apreciar otras piezas clave que reflejan cómo ambos artistas captaron el
espíritu de su tiempo. Y se pueden
apreciar las huellas personales de cada uno.
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