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martes, 10 de diciembre de 2024

DIARIO DEL RUTERO POR LA EXPOSICIÓN DE MARTÍNEZ MONTAÑÉS Y GREGORIO FERNÁNDEZ Y DE ISABEL LA CATÓLICA

 

ASOCIACIÓN DE VECINOS HUERTA DE CAPUCHINOS DE ALCALÁ LA REAL

 (JAÉN)



 

Con  el boletín del  viernes  6 de DICIEMBRE 2024, a las . CINCO DE LA MAÑANA iniciamos el viaje  POR CASTILLA SIGUIENDO A MARTÍNEZ MONTAÑÉS

 

 

DÍA 6 DICIEMBRE

Alcalá la Real – Zamora


 Salimos  a las cinco de la mañana desde Alcalá la Real hasta Zamora con breves paradas en ruta. (Consolación, cerca de ´Avila... ). Llegamos a esta ciudad donde almorzamos arroz zamoramo. Tras la comida visitamos la ciudad, entranndo por la puerta de la Lealtad, donde dimos un paseo por las ruinas del  castillo de doña Urraca. Puente, reja, patio y…boda mestiza entre un blanco y una negra, con aplauso andaluz. Luego comentamos entre crónicas y cantres de Mío Cid el Portillo de la Traición y Puerta del Obispo; contemplarms los exteriores de la Catedral y visitamos su interior buscando la huella del abad Juan de Frías. Nos detuvimos junto a la puerta de la muralla de la Lealtad (la del traicionero Bellido Dolfos) pasamos por ella, casa del Cid, iglesias románicas hasta adentrarnos en la catedral. Contemplamos su claustro, su cimborrio, su mezcolanza de estilos, la Virgen Calva, el retablo de Ventura Rodríguez, su bella sillería del coro, los tapices mitológicos, y recorrimos la famosa Rúa de Francos  entre miradores del  Duero, iglesias románicas, palacios, plaza Mayor y de <Viriato, nos asomamos al Mirador del Troncoso, y presenciamos en Plaza Mayor encendido de luces de Navidad.  Por la calle principal, oteamos las iglesias desde la puerta como san Idelfonso, la Magdalena y san Juan. Luego visita al Parador en obras, palacio de la Diputación, casonas y muchas más casonas. De vez en cuando el románico zamorano, único.

 

La noche se despidió  en un bar de picoteo de la Plaza Mayor y pinchos en la calle de los Lobos.

 Hicimos una vuelta panorámica passando por  el puente del río  Duero, y conetemplando el románico, del Después de la visita salimos hasta nuestro hotel,  cenamos y nos alojamos. 











Por la  vista panorámica, recibimos una nueva visión de explicar la ciudad, y así lo hicimos  a las faldas de la muralla, y orillas del Duero, pasando por los puentes (los restos del Romano, Románica, y Nuevo) y varios molinos de pan, batanes y lugares de tundidores y lavaderos, así como antiguas iglesias extramuros. 



 

 

 



 

 


 


 

 



* 7 DICIEMBRE VALLADOLID – MEDINA DE RIOSECO:

Desayunamos en hotel con muy buenos servicios. Salimos  hacia Valladolid,  trtas pasar los puentes del Pisuerga , nos nos adentramos en la Catedral  y descubrimos la interesante exposición que gira en torno a Gregorio Fernández y nuestro paisano Martínez Montañés en dos grupos. Con una excelente guía, entramos en la catedral de Valladolid convertida en el escenario perfecto para una confrontación artística entre dos figuras fundamentales del barroco: Gregorio Fernández y Juan Martínez Montañés. La exposición ‘Gregorio Fernández y Martínez Montañés: El arte nuevo de hacer imágenes’, organizada por la Fundación Las Edades del Hombre y respaldada por la Junta de Castilla y León. Se enfrentan no solo dos estilos, el de la Escuela Castellana y el de la Andaluza, sino también dos enfoques distintos sobre la espiritualidad y la forma de plasmarla en la madera. Fernández imprime un dramatismo lleno de realismo, mientras que Montañés opta por una serenidad idealizada, casi divina. 

La Catedral de Valladolid, con su impresionante arquitectura, se ha convertido en el centro de una exposición que transporta al visitante al corazón del barroco español. Laa visita a  la muestra captó la atención de los alcalaínos, ofreciendo una visión única de las obras de estos dos grandes artistas.en una  atmósfera de solemnidad, y el disfrute  esstético tanto de las imágenes y relieves  como de la majestuosidad de la Catedral, ya que la muestra se integra perfectamente en el espacio.

Nos integramos  en la primera sala con el rimer impacto visual de los retratos de los dos autores y documentos de su vida ( la pila de Alcalá, retrato de Valera...), seguidos de una selección de las piezas más representativas de la exposición: el Ecce Homo de Gregorio Fernández, considerada por muchos la obra maestra de la escultura barroca, y el San Jerónimo Penitente de Juan Martínez Montañés. Ambas piezas, de una expresividad extraordinaria, se confrontan, mostrando las diferencias esenciales entre ambos 

El Ecce Homo de Fernández destaca por su carga emocional. La figura de Cristo, con su rostro marcado por el sufrimiento, transmite una intensidad que conmueve profundamente. La obra refleja una humanidad atormentada, invitando a reflexionar sobre el dolor y el sacrificio.

En cambio, el San Jerónimo Penitente de Montañés ofrece una visión mucho más tranquila y serena. La figura del santo parece inmortalizada en un estado de paz sublime. La delicadeza de los detalles y la idealización del rostro de la figura humana muestran la búsqueda de lo divino, creando una sensación de calma que contrasta con el dramatismo de Fernández.


Recorrido

A lo largo de la exposición, se pueden apreciar otras piezas clave que reflejan cómo ambos artistas captaron el espíritu de su tiempo. Entre ellas, destaca el San Bruno de Montañés, que ha viajado desde el Museo de Bellas Artes de Sevilla, aportando una nueva perspectiva sobre su obra y mostrando su habilidad para crear figuras etéreas.

Un momento crucial de la muestra es la sala en la que se enfrentan las obras de los dos escultores, donde se pueden apreciar las huellas personales de cada uno. Son figuras de los mismos personajes, pero con enfoques completamente disti

Tras esta primera impresión, con Yolanda hicimos  una visita guiada para recorrer su casco histórico, donde destaca la Plaza Mayor, el Palacio de Villena, la Universidad y  la Catedral.Palpamos una ciudad goza de una intensa vida cultural gracias a su condición de sede universitaria,  cuya asede contemplamos junto a la catedral, así como a las huellas de monumentos, sedes y esculturas de Semana Santa. Declarada de Interés Turístico Internacional, La guguía nos relató que  Valladolid comenzó a cobrar protagonismo a partir del s. XI, cuando el conde Ansúrez pasó a gobernar la villa en nombre de Alfonso VI. Su máximo apogeo lo alcanzó durante el reinado de los Reyes Católicos (s. XV), época en que la universidad vallisoletana se convirtió en una de las más importantes del país. Pero, además de protagonizar episodios clave de la historia de España, Valladolid ha sido su capital en dos ocasiones, la primera con Carlos I (s. XVI) y posteriormente con la llegada al trono de Felipe III (s. XVII). Valladolid conserva un importante patrimonio monumental en su casco antiguo, en especial casas nobles y edificaciones religiosas. 

La guía se centró en la incabada Catedral. El diseño original del proyecto fue encargado por el rey Felipe II al arquitecto Juan de Herrera en el siglo XVI. El fallecimiento de ambos dejó inacabado el templo, cuyo cuerpo central no sería inaugurado hasta 1668. Años después, en 1730, el maestro Churriguera finalizó las obras de la fachada principal. En el interior catedralicio, la capilla mayor alberga un magnífico retablo, realizado por Juan de Juni en 1562. 

 Valladolid, la ciudad del río Pisuerga, conserva en su casco antiguo un interesante conjunto renacentista compuesto por casas, palacios y edificios emblemáticos como la Catedral, el Colegio de San Gregorio (actual sede del Museo Nacional de Escultura) y la iglesia de San Pablo.

l. Por la tarde, visitamos el centro y contemplamos la estatua del conde Ansúrez, se encuentra en pleno corazón de la ciudad la Plaza Mayor, del siglo XVI. En uno de sus lados se alza el Ayuntamiento, edificio de principios de siglo que se encuentra coronado por la torre del reloj. En las calles aledañas aparece un buen número de casonas y palacios. El palacio de los Pimentel, hoy sede de la Diputación Provincial, es uno de los más importantes, ya que en él nació el 21 de mayo de 1527 el rey Felipe II. Cabe destacar también el palacio de los Marqueses de Valverde, del siglo XVI, y el del banquero Fabio Nelly, edificio de impronta clasicista comenzado a construir en 1576. Ocupa este recinto el Museo de Valladolid, que exhibe una colección de muebles, esculturas, pinturas y piezas de cerámica. De la importancia cultural de Valladolid da buena cuenta el edificio de la Universidad, cuya fachada barroca se encuentra decorada con diversos símbolos académicos, y el colegio de Santa Cruz que, además de albergar una valiosa biblioteca, constituye una de las primeras muestras del Renacimiento español. Se nos mostró una ciudad que conserva las residencias en las que vivieron grandes personajes históricos, como la Casa de Cervantes, donde vivió el autor del Quijote con su familia entre 1603 y 1606. Como curiosidad, fue en esta residencia donde el escritor dio sus últimos retoques a su genial obra;  o la de   la Casa-Museo de Cristóbal Colón, una construcción realizada en los años sesenta según el modelo de la vivienda de su sobrino, Diego Colón, en Puerto Rico. El actual palacio exhibe diversas piezas y documentos relacionados con el descubrimiento de América; o de la a Valladolid decimonónica se conserva la casa natal de uno de sus personajes más ilustres, José Zorrilla y nos dirigimos hacia la zona del colegio de San Grerorio, iglesia dedominica de San Pablo y la sede del museo nacional de esculturas entre casas hidalgas complemente reconstruidas sin visos del pasado salvo alguna portada,  y topándonos con la figua de Zorrilla y otros personajes ilustres vallesolitanos.  Terminada la visita, almarzamos  con una buena comida. Por r la tarde, visitamos de nuevo  casco por la Plaza del Ayuntamiento, Universidad, Mercado modernista y de nuevo en el museo de Escultura en sus veinte salas  con la exxposición de la Roldana.  isa Roldán. Escultora real’, podrá verse desde mañana, 29 de noviembre, hasta el 9 de marzo.

El Museo Nacional de Escultura dedica en Valladolid una magna exposición monográfica a Luisa Roldán, conocida como ‘La Roldana’ A las esculturas de ‘La Roldana’, como la apodaban en su tiempo, les acompañan la obra de otros autores del barroco español: pinturas de Palomino, Valdés Leal o Lucas Jordán, o tallas de coetáneos suyos como Pedro de Mena o Nicolás de Bussy, entre otros, y documentos, dibujos y grabados para que el visitante tenga una visión de conjunto de la obra de esta pionera.


Luisa Roldán inició su carrera artística en el taller de su padre, el también escultor Pedro Roldán y, desde sus inicios en su Sevilla natal se trasladó a Cádiz y en torno a la década de 1690, a Madrid, donde, con su marido Antonio de los Arcos, mantuvo una producción artística que le llevaría a la Corte.

“Era hábil tanto en barro como en madera, como en piedra, como en metal, en cera y tenemos alguna constancia documental del uso de otros materiales, pero principalmente la producción que se conserva de ella es sobre todo madera policromada, que es la formación habitual en el taller de su padre y era la producción principal”, ha explicado el comisario.de Gregorio Fernández de la iglesia de San Juan.. 


“Tam bienvisitamos un majestuoso belén napolitano y contemplamos el yacente Roldán: de Andalucía a la Corte






































 

 

 

EXPOSICIONES



El Museo Nacional de Escultura dedica en Valladolid una magna exposición monográfica a Luisa Roldán, conocida como ‘La Roldana’. EFE/Nacho Gallego

Sin embargo, fue con pequeñas obras en terracota policromada, las llamadas ‘Alhajas de escultura’, con las que Roldán consiguió llamar la atención del monarca Carlos II, que la nombró “Escultora de cámara” el 15 de octubre de 1692, “el más alto honor al que puede aspirar un artista en el barroco español” y que mantuvo con el siguiente monarca, ya Borbón, el rey Felipe V, cuando este ascendió al trono.

Esta producción abarca tanto obras en terracota, en barro cocido y policromado, que quizás son las más características de su producción: “Obras de pequeño formato de un modelado preciosista y con una policromía especialmente esmerada que tuvieron un éxito impresionante en la corte y que posteriormente han sido obras muy buscadas por el coleccionismo, tanto español como extranjero”,

La exposición permite tener una “visión panorámica” de la obra de Roldán, una mujer que nació en el Siglo de Oro y cuya vida se prolongó hasta el final de la centuria y un cambio de dinastía en la monarquía hispánica: de Carlos II, el último Austria, a Felipe V, el primer Borbón.

“Esta exposición es un momento del deleite de la vista, de entender a una mujer escultora como artista en mayúscula y una revisión de los paradigmas de la historia del arte”, ha asegurado, antes de añadir que Roldán es una artista que “va más allá de la idea del Barroco”, que busca “un crecimiento, que itinera y que se adapta a los gustos de la Cortes”.

Esta exposición toma el testigo de la que se realizó en Sevilla en el año 2007 y la amplía con material de colecciones españolas, con obras que por primera vez salen de sus ubicaciones como los dos ‘niños nazarenos’ que se reencuentran por primera vez desde que abandonaran el taller de Luisa Roldán hace más de tres siglos.

Entre las instituciones prestadoras se encuentran el Museo del Prado, Patrimonio Nacional, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el Museo de Guadalajara, instituciones religiosas como la Catedral de Cádiz, cofradías de Sevilla, como la de la Exaltación y de las Tres Caídas, San Fernando de la Catedral de las Palmas de Gran Canaria o Móstoles, entre otros. 





























* 8 DICIEMBRE MADRIGAL DE LAS ALTAS TORRES – ARÉVALO- MEDINA DE CAMPO :

 

 

Desayunamos  y visitamos Medina del Campo para ver el Castillo de la Mota. Medina del Campo se fundó en el siglo XI en la Mota, donde hoy en día se encuentra el Castillo. Aunque actualmente esta zona se encuentra en la periferia de la localidad, originalmente fue el centro de la villa.

























Gracias a la repoblación en el inicio de la Baja Edad Media y a las ferias comerciales del siglo XV y XVI, Medina se convirtió en uno de los lugares más importantes de Castilla, llegando a tener 20.000 habitantes a finales del siglo XV. Visistamos el palacion testamentario de Isabel de Castilla. 

El Castillo de la Mota destaca por ser uno de los lugares más interesantes de Medina: su construcción fue encargada a mediados del siglo XV por los reyes Juan II y Enrique IV de Castilla. Los Reyes Católicos culminaron la gran obra de la barrera artillera en 1483.

La función principal del castillo desde su creación fue la defensiva, pero además de ser un lugar militarmente estratégico acogió entre sus salas las funciones de archivo y de cárcel para presos tan ilustres como Hernando Pizarro o César Borgia. El Castillo de la Mota fue uno de los objetivos de las tropas imperiales de Carlos V durante la revuelta de los Comuneros en 1520.

El acceso principal se efectúa a través de dos puentes por un gran arco coronado con el escudo de los Reyes Católicos de año 1483, fecha en la que se finaliza la construcción del castillo.

La torre del homenaje con 40 metros de altura y cinco plantas conserva los dos niveles superiores del siglo XV. En la planta baja son visitables la sala de Juan de la Cosa y la capilla de Santa María del Castillo.


 Tras la visita nos trasladamos hasta Arévalo, donde visitamos la ciudad y almorzamos un fantástico cochinillo.
















































Después del almuerzo visitamos Madrigal de las Altas Torres, donde nació Isabel la Católica.  Madrigal de las Altas Torres se encuentra en la Moraña, al norte de la provincia de Ávila, destaca por ser uno de los pueblos más bellos de la provincia.

El Recinto amurallado de Madrigal de las Altas Torres, declarado monumento histórico-artístico, constituye un ejemplo excepcional de arquitectura militar medieval y relevante testimonio del sistema constructivo mudéjar.

La fortificación defensiva rodea todo el centro urbano de la localidad. Tiene cuatro puertas orientadas a los cuatro puntos cardinales que reciben el nombre de las poblaciones a las que conducía. 

Se sabe de su existencia en 1302, pues en los cortes de Medina de ese año Fernando IV ordena su derribo por haberse levantado sin mandato del concejo de Arévalo, bajo cuya jurisdicción se encontraba.

En el centro de la villa se encuentra la Iglesia de San Nicolás de Bari, fantástica representación del arte románico-mudéjar fue construida en el siglo XIII, época de absoluta vigencia del románico, y reformada en el siglo XV, cuando todavía el mudéjar mantenía su predominio.

Declarada monumento nacional el 3 de julio de 1931, en el exterior destaca la figura orgullosa de su enorme torre campanario, de 65 metros de altura. Una vez en el interior, los juegos de luces nos hacen mirar al cielo y encontrarnos con un fabuloso artesonado de filigranas en puro nogal, situado dos metros por debajo del techo de la iglesia. Consta de tres naves y dos ábsides decorados con arquillos ciegos.

Aquí fue ordenado sacerdote Alonso de Madrigal 'El Tostado' y contrajeron matrimonio Don Juan II de Castilla e Isabel de Portugal. La pila bautismal es el centro de atención preferente, en ella recibiría bautismo la infanta Isabel, futura Reina de Castilla.

La Iglesia de Santa María del Castillo, llamada así por estar situado sobre una predominante loma, que según cuenta la tradición se levanta sobre los cimientos de una antigua fortaleza. Siguiendo esta hipótesis, el lado sur de la iglesia podría ser donde estuvo la torre del homenaje y en la sacristía existe un pozo, cubierto por una losa y el entarimado, que debió ser el pozo del castillo.

De estilo mudéjar, consta de una sola nave de cruz latina. Su torre truncada, que es también campanario, se debe a una desafortunada reforma llevada a cabo en el siglo XVI, esta rematada por un chapitel neoclásico.

Posee dos ábsides guarnecidos de arquería y sin uso en los laterales, de estilo románico. El más grande de los mismos, forma en el interior el altar mayor, cuyo fondo es un retablo de estilo barroco. Detrás de este retablo, fueron descubiertas pinturas románicas al fresco que representan un pantocrátor. Descubiertas por Rodríguez Almeida en 1967.

Fuera del recinto amurallado, sobre los campos de cereal yerguen los restos de una grandiosa construcción. Se trata del Convento Agustino de Madrigal, un impresionante edificio destruido por la intemperie y la curia humana.

La arquitectura del edificio tenía una planta escurialense de 50.000 metros cuadrados de superficie total. En la fachada, mas de 200 metros de larga, podemos apreciar la existencia de las dos torres que remataban en las esquinas, que se correspondían con el entorno público y privado, respectivamente, del monasterio y cátedra.

El arquitecto de la segunda construcción, que le confiere la grandiosidad que sus ruinas delatan, fue Nicolás de Vergara, persona muy ligada a Herrera, por esto y por sus proporciones fue llamado 'el Escorial de Castilla'.

El claustro, del que quedan interesantes restos, era de estilo berroqueño herreriano, perteneciente a la arquitectura civil, con doble hilera de arcos enfilados en planta cuadrada con enormes bloques de granito.

El Palacio de Juan II, actual convento de Nuestra Señora de Gracia, fue morada real, al menos desde tiempos del rey Pedro I de Castilla, llamado 'el Cruel' por sus enemigos y 'el Justiciero' por sus vasallos. En una de sus alcobas tuvo lugar el nacimiento reina Isabel I de Castilla.

El palacio, en sus primeros tiempos, parecería una casona hidalga de aspecto rural y sobrio, a pesar de lo cual fue elegido por Juan II de Castilla y su primera mujer, María de Aragón, como residencia.

 

El Real Hospital de la Purísima Concepción fue construido a instancias de Doña María de Aragón, la primera esposa del rey Juan II en 1443. Como hospital albergó pobres y enfermos desamparados. Fue construido con los ingresos procedentes de la venta de dos hospitales anteriores que no cumplían correctamente su función.

A principios del siglo XIX comenzó su declive hasta que se cerró en 1943, reabriendo diez años más tarde para convertirse en comedor de niños pobres. A mediados de los 80 comenzó un proceso de restauración al convertirse en escuela-taller, dotando al edificio de biblioteca, salas de exposiciones y otros actos culturales, y albergando el museo vasco de Quiroga y el centro de interpretación de la naturaleza.

La capilla alberga la imagen más venerada de Madrigal, el Santísimo Cristo de las Injurias, de madera policromada, es de estilo gótico y descansa sobre un retablo churrigueresco.

La fachada columnada del siglo XVI, realizada en granito, a doble altura con escudos reales adosados a las columnas y al antepecho de las mismas. Fue declarado monumento historio artístico el 23 de febrero de 1983.

En la calle de El Oro se encuentra el Arco de piedra, que ha permanecido en pie como testigo altanero de su pasado. Portada de lo que en sus tiempos fue una gran casa perteneciente a Nicolás de Soto y Leonor de Vergara.

Nicolás fue Médico de la casa real, primero como médico personal del príncipe Juan, y tras su muerte pasó a ser uno de los 4 o 5 médicos que se encargaban de la salud de Isabel la Católica, aunque sabemos que en este período atendió puntualmente a varias de las hijas de los RR.CC. y al propio rey Fernando. Leer más»

La Bodega de los frailes es una construcción monumental, por sus trazas y elementos arquitectónicos. Los frailes acometen la construcción partiendo de una bodega ya existente, en 1732. Las obras durarían 34 años.

 

Aunque nada queda ya que recuerde la existencia de la Sinagoga, parece ser que una de las grandes casas de Madrigal tuvo como función original servir de culto, oración y reunión a la comunidad judía de la localidad. Este edificio, que se encuentra en la parte más alta  de la villa, mantiene sus muros en un estado de conservación excelente.

No hay constancia del momento en que los judíos se asentaron en Madrigal, pero en la época del Rey Juan II de Castilla constituían una comunidad relativamente amplia, muy próspera y con mucho poder.


Castillo de la Mota

Desde5€


 

 






















A 47 kilómetros por la antigua carretera que cruzaba las tierras de Serrada y La Seca y a 53 por la moderna autovía, por Tordesillas, que es más rápida aparece Medina del Campo. Conocida como la 'Villa de las Ferias y del Testamento', el nombre de 'Medina' lo hereda de los árabes.

Fué plaza privilegiada desde sus inicios debido a su rapidísimo crecimiento y así, en 1258, Alfonso X confirma los fueros medinenses y Fernando IV convoca por primera vez las Cortes en Medina, que celebrarán sesiones a lo largo de los siglos XIV y XV.

Fué en 1421 cuando se redactan las definitivas Ordenanzas para el asiento de feriantes en las calles. Las ferias se celebraban a lo largo de 50 días, dos veces al año: en mayo y en octubre, situando a la villa en el primer lugar del mundo en la negociación de la letra de cambio. Varios acontecimientos hicieron languidecer este esplendor, y así desde principios del siglo XVII hasta la llegada del ferrocarril a mediados del siglo XIX, la localidad va a conocer una lenta decadencia. Llegó un nuevo renacimiento que se mantiene hasta nuestros días, siendo tras la capital, la población más importante de Valladolid.

La villa de Medina del campo, declarada Conjunto Histórico-Artístico, ofrece al viajero una serie de visitas guiadas con el fin de dar a conocer los entresijos que esconde la ciudad. Visitas Medina del Campo

Nuestro recorrido comienza en el Castillo de La Mota, llamado así por su situación sobre una pequeña colina o mota. Adquirió su máximo esplendor con la llegada de los Reyes Católicos y siglos más tarde se convirtió en prisión del Estado. Leer más»

Desde el castillo, bajando la ligera cuesta, y tomando la carretera de Olmedo, se llega hasta el Monasterio de Santa Clara, donde viven las monjas clarisas. En su interior, se puede apreciar un precioso lienzo de Nuestra Señora de la Antigua y un Cristo gótico en el altar mayor.

 

Nos dirigirimos hacia el núcleo urbano, y una vez cruzado el túnel, giraremos a la derecha, para llegar hasta la Iglesia parroquial de Santo Tomás, del siglo XVI y en la cual se conserva un panteón de personajes americanistas medinenses.

Volvemos sobre nuestros pasos, hasta el cruce que nos traía del castillo. Allí yergue la estampa de la soberbia Iglesia de San Miguel, construida en los siglos XV y XVI, en un estilo claramente renacentista, y en el que sobresale aparte de su torre y el ábside, el retablo mayor.

Cruzando el Río Zapardiel y girando a la izquierda nos encontramos con las Reales Carnicerías, un elegante edificio renacentista del siglo XVI, declarado Monumento Histórico-Artístico y que funciona como Mercado de Abastos.

Frente a ellas, se abre una elegante calle , con comercios y tiendas que nos conduce a la Plaza Mayor de la Hispanidad, considerada una de las mayores de España con una hectárea y media de extensión y lugar de celebración de las ferias en los siglos XV y XVI.

 

 

 

En la Plaza Mayor, se ubican edificios de un gran interés, el primer edificio que nos encontraremos, la Casa del Peso, actual sede de la Oficina de Turismo, es un edificio del siglo XVII de tradicional arquitectura castellana.

Justo enfrente, nuestra vista se sorprenderá ante la increíble figura de la Iglesia Colegiata de San Antolín. Edificada en el siglo XVI en estilo gótico, está declarado Monumento Histórico-Artístico. Tiene tres naves cubiertas por bóveda de crucería que cobijan un maravilloso retablo plateresco y una sillería de nogal.

Además, en una de sus capillas se encuentra la Piedad de Juan de Juni, y en la Capilla de las Angustias de estilo barroco-churrigueresco interesantes retablos. En el exterior sobresale la portada del siglo XVIII, la torre y el popular Balcón del Pópulo.

A su lado se sitúa el Ayuntamiento, un edificio con fachada barroca construido en el siglo XVII que forma un conjunto armónico con la Casa de los Arcos del siglo XVII , donde destaca una amplia balconada. A continuación, el Palacio Real Testamentario, lugar de residencia real de los reyes de Castilla desde el siglo XIV al XVI, y donde vivió, testó y murió la insigne reina Isabel la Católica.

 

Salimos por la calle que linda con el Palacio Real, para llegar hasta el Palacio del Almirante, y admirar su majestuosa fachada. Ante nosotros tenemos el Convento de los Padres Carmelitas, que alberga la Iglesia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVII en estilo barroco con clara influencia herreriana.

Siguiendo la calle, llegamos hasta el Palacio del Marquesado de Falces, hoy Casa de Cultura. Al lado se halla la antigua Iglesia de San Martín, del siglo XVI, con una estupenda armadura mudéjar, albergando desde abril del año 2.000 el Museo de las Ferias.

En él se exponen diferente piezas artísticas, históricas y documentales relacionadas con los mercados feriales.

Volvemos hacia atrás todo recto hasta llegar a la Plaza del Pan, en la cual giraremos a la izquierda hasta llegar al impresionante Palacio de los DueñasMonumento Histórico-Artístico de estilo renacentista-plateresco del siglo XVI hoy utilizado como instituto. De planta cuadrada, en él destaca el sorprendente patio claustro en el que se pueden ver diferentes medallones de los Reyes de Castilla.

Al lado se ubica el Convento de San José de las Madres Carmelitas de clausura, segunda fundación de Santa Teresa de Jesús. Enfrente otro Convento, el de Santa María Magdalena, de las Madres Agustinas, también de clausura. Es del siglo XVI y en él destaca un retablo de Esteban Jordán y varios frescos en la cabecera.

Seguimos hacia adelante, y en el siguiente cruce de calles, llegamos hasta la Iglesia de Santiago, declarada Monumento Histórico-Artístico. Es un edificio de estilo gótico con motivos renacentistas, construido en el siglo XVI. En el interior, junto a la sacristía, se conserva una capilla que guarda una colección de tallas-relicario del siglo XVII.

Por la carretera que conduce a Nava del Rey, se llega al Convento de Santa María la Real, de las Madres Dominicas, levantado entre los siglos XIV y XVI, con una iglesia de estilo gótico-renacentista y un espectacular artesonado mudéjar.

Por el Camino de Fuentecillas, se llega hasta la Casa Blanca, declarada Monumento Histórico-Artístico. Edificio del siglo XVI, de estilo renacentista, y en otro tiempo finca de recreo de los Dueñas.

En la Avenida de Portugal, la que conduce a la Plaza de Toros, se halla el Hospital de Simón Ruiz, también Monumento Histórico-Artístico. De estilo herreriano, se edificó entre los siglos XVI y XVII destacando la iglesia de una sola nave con planta de cruz latina, cuyo crucero se cierra con una reja extraordinaria. Además, en la sacristía se guardan más de cien botes de la antigua farmacia del hospital.

En el cruce de las carreteras a Peñaranda y a Madrid, se encuentra el Cuartel Marqués de la Ensenada, del siglo XVIII construido bajo trazas neoclásicas.

 

Cerca de la Plaza Mayor se hallan dos edificios más, la Capilla de San Juan de la Cruz, lugar en el que se dice que dijo misa por primera vez el santo, y la Ermita de Nuestra Señora del Amparo.

En esa misma calle de la ermita, por la carretera de Velascálvaro, se accede tras cuatro kilómetros, al Balneario de Las Salinas, espectacular edificio de arquitectura inglesa, similar al Palacio de la Magdalena de Santander, levantado a principios del siglo XX. Actualmente es el único balneario de la provincia. Fiestas y Gastronomía en Medina del Campo»

 


El primer asentamiento humano de Medina de Rioseco se remonta al Neolítico.

Rioseco siempre ha sido un nudo estratégico de comunicación, que unía la meseta con la zona norte. Esta ciudad ha sido punto clave de acontecimientos históricos de gran importancia.

En tiempo de los romanos Medina de Rioseco era un cruce importante de vías que unían el noroeste y centro peninsular. Con los visigodos y debido a su intensa vida comercial se la conocía como la “forum egurrorum”, plaza de los mercados. 

El hecho de estar enclavada en una encrucijada de caminos hizo que la villa, en esos momentos de realengo, creciese en importancia.

A mediados del Siglo XVII Felipe IV le concede el título de Ciudad en consideración a los muchos, buenos y leales servicios que el Concejo ha hecho a los Reyes.

El 14 de julio de 1.808, el cerro del Moclín fue testigo de la primera batalla campal libradacontra los franceses en la Guerra de la Independencia, con victoria de éstos últimos, a esta batalla se la denominó La Batalla de Moclín.

Cien años más tarde se abre el Canal de Campos, ramal del Canal de Castilla, obra fundamental de la ingeniería española en el s. XIX, que sumaría a la comarca terracampina a la Revolución Industrial.

La aparición del ferrocarril contribuiría a un mayor desarrollo económico e industrial de la Ciudad, frenando paulatinamente la utilización del canal como medio de transporte de mercancías y pasajeros.

Desde hace unos años la ciudad se ha consolidado como un referente en la restauración y conservación del ingente patrimonio histórico-artístico que atesora y un lugar idóneo para disfrutar del arte, la naturaleza y el ocio.

Sus monumentales iglesias de Santa María de Mediavilla y Santiago Apóstol, sus dos magníficos museos -el de San Francisco y de la Semana Santa-, o la dársena del Canal de Castilla con la harinera «San Antonio», antiguos almacenes y dique, son lugares con verdadero encanto, donde la historia y el arte han dejado su huella.

Medina de Rioseco, declarada Conjunto Histórico Artístico, presume de tener uno de los mayores legados patrimoniales de la provincia de Valladolid. Su casco histórico, con la Rúa Mayor y sus puertas pertenecientes a la antigua muralla, constituyen un magnifico ejemplo de la arquitectura terracampina.

. Salimos  hacia Rueda para visitar la ciudad y la bodega de vino Yllera y las antiguas subterránesas con el mito del Minotauro .. Almorazmoa y salimos de regreso hacia el punto de origen.


Rueda está situado en la comarca Tierra de Pinares, provincia de Valladolid, dentro de la denominación de origen Rueda, se encuentra a 40 km de la capital.


 Y tuvimos esta asesoría y getión 

AGENCIA LA VUELTA AL MUNDO

 

C/ FERNANDO EL CATÓLICO, 2 BAJO 23680 ALCALÁ LA REAL, JAÉN TLF 953647023 CIAN: 236567-2 info@lavueltaalmundoviajes.com.

653462306



































































 9 DICIEMBRE RUEDA – ALCALÁ LA REAL: Desayunamos  e hicimos visita  a Medina de Roseco

MEDINA DE RIOSECO

 

Historia de una gran ciudad

Desde la época romana hasta nuestros días, Medina de Rioseco ha sido testigo y protagonista de los principales acontecimientos históricos.     

Sin duda, el momento de mayor auge coincide con el Almirantazgo de Castilla desde finales del siglo XV, en que Alfonso Enríquez establece su sede en la entonces villa, hasta casi el siglo XVIII.

Los once miembros de la dinastía Enríquez, que ejercieron el señorío de la villa, marcaron la ascensión y el auge de la misma, y son punto de referencia imprescindible de su memoria histórica.


La primera mención de Medina de Rioseco como núcleo de población aparece en una bula del Papa Pascual II en el año 1116 al obispo de Palencia indicando sus límites. No obstante es importante tener en cuenta que hasta el año 1230 será una villa de frontera entre los reinos de León y Castilla.

La expansión y repoblación, iniciada por los reyes de León en Tierra de Campos durante el siglo IX dio lugar al nacimiento de la actual ciudad.

Juan I dota de escudo a la villa en el s. XIV, donde se alternan un castillo sobre campo de gules y una cabeza de caballo sobre los claros de unas almenas. También la distingue con los títulos de Muy Noble y Muy Leal.

En 1.424 D. Alfonso Enríquez establece en Medina de Rioseco la sede de su almirantazgo. Bajo la tutela de los Enríquez se celebran ferias y mercados, y durante los siglos XV y XVI la Ciudad de los Almirantes goza de una época de extraordinario esplendor artístico y económico. Se la llegó a conocer como “La Ciudad de los mil millonarios”.

El ducado, la edificación de templos catedralicios, palacios y casas señoriales y el establecimiento de talleres de los artistas y artesanos más importantes del momento la situaron como un lugar privilegiado.

Durante la Guerra de las Comunidades Medina de Rioseco jugó un papel fundamental. La seguridad de sus muros y el poderío del almirante hicieron que fuese el lugar elegido por el Cardenal Adriano, regidor del reino en ausencia del emperador Carlos, para refugiarse en la villa el 15 de octubre de 1520, huyendo de la hostilidad de la Junta Comunera.https://turismo.medinaderioseco.org/wp-content/uploads/2024/05/Diseno-sin-titulo-1-1-1024x768.png




































 

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