CAPÍTULO. PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
Desde
principios hasta el siglo XX, se hace difícil investigar sobre la historia de la
ermita y de la cofradía romera alcalaína, porque no hay documentación sistemática hasta 1908 sobre la vida cofrade, romería y
culto de la Virgen de la Cabeza de
Alcalá la Real, ya que se han perdido los libros de actas desde su fundación
hasta este año mencionado. Pero,
por su transcurrir de vida cofrade de
los años siguientes hasta el cuarto decenio
pueden completarse las lagunas de acuerdo con su práctica consuetudinaria. La
Cofradía partía de un Reglamento denominado de Hermandad, al que se alude como
el acuerdo del 16 de junio de 1870, fecha en la que se aprobarían sus
constituciones, estatutos y reglamentos. Suelen convocarse varias Juntas
Generales, una en torno al último
domingo de marzo de cada año para
preparar la romería; otra segunda cuando se nombran los cargos anuales, se
reciben los nuevos hermanos y se preparan las cuentas, y una última en la que
se aprueban las cuentas del año cofrade el día de san Pedro en el mes de junio.
Es raro que se celebren juntas extraordinarias, siempre convocadas por alguna
obra u adquisición de un bien mueble o inmueble u objeto sagrado que excede de los
gastos ordinarios.
Se organiza
en torno a un hermano mayor, que
es elegido en La Junta Anual General del
mes de mayo. Para alcanzar este cargo
debe ocupar, en los años precedentes, primero el de abanderado segundo y, un
año anterior, el de abanderado primero, que suele ejercer de sustituto del
hermano mayor o le reemplaza en caso de enfermedad o muerte. El abanderado
segundo solía ser elegido por los votos de los hermanos, ya que sabía que
comenzaba el currículo del cursus honorum dentro de la cofradía. En estos
primeros años, suelen nombrarse sin
distinguir campo y casco urbano; conforme avanza el tiempo, suele alternarse
uno del campo y otro de las aldeas. La familia Rodríguez ( Tomás, Antonio y
Moisés) emparentados con la poetisa María del Pilar Contreras y los hacendados de Alcalá la Real ocupan los
cargos los primeros años; después, se integran los de otros sectores. El
hermano mayor presidía la Junta rodeado de los abanderados y diputados, junto
con el secretario y depositario, y el día de la toma de posesión dejaba el
puesto a los que entraban para el año siguiente, se colocaban a derecha del
hermano mayor el primer abanderado y a la izquierda el segundo. Si se producía
su muerte, pasaba a sustituirle el primer abanderado como aconteció con Juan
Sánchez Rodríguez que fue sustituido por Francisco López Cuenca Antonio Cano
Nieto en 1910.
Como en otras cofradías alcalaínas de este tiempo, juega un papel fundamental el
cargo de depositario, que se responsabiliza del movimiento económico
anual, de todos los enseres y objetos de culto de la
cofradía; suele ser nombrado por el propio hermano mayor para aprobarlo la
Junta General. José Pineda y Adriano García suelen ser los depositarios más
nombrados en estos primeros años. En sus propias casas, recogían y pesaban los
costales de los demandantes, lo almacenaban el trigo recaudado por los pagos
del campo y las casas de los labradores y leo vendían en el tiempo de mejor
precio. En la Junta General del día de San Pedro recibía las partidas de cuentas y las
existencias de la cofradía.
Tres diputados
suelen completar los cargos importantes
o de gobierno de la Junta Directiva,
(todos estos cargos son anuales). En 1913, se elevaron a cinco y solían
ser ocupados por los anteriores hermanos mayores. Eran también llamados fiscales y controlaban
las cuentas y el escrupuloso control de los estatutos. Las Juntas Generales, en caso de ausencia,
eran presididas por el primer diputado.
Por este tiempo los diputados suelen ser
de la siguiente manera: el primero recaía en hermanos mayores anteriores, en
concreto de la familia Rodríguez ( Tomás que suele ser el primero ) , Siles, Gámez ( Francisco Gámez que suele
ocupar el cuarto) Ceballos, Nieto o Cano
( Antonio Cano Nieto suele ser el quinto); el segundo, de las aldeas ( Pedro Pasadas) y el tercer el secretario. Destacaban por la devoción y el celo que
había demostrado a lo largo de su vida. Por ejemplo en 1909, el de Alcalá Tomás
Rodríguez, el de las aldeas Pedro Pasadas, y tercero, el secretario Vicente
Cano.
No son cargos
anuales, sino casi vitalicios: el
secretario que levanta actas, y el capellán, que suele coincidir con un
cura-párroco de Santa María la Mayor. A lo largo del siglo tan sólo, se han
conocido cuatro o cinco secretarios- en este primer tercio, Jerónimo Utrilla,
que sustituyó a Vicente Cano, redactó la mayoría de las actas-, y casi el mismo número de capellanes.
Existían un gran número de vocales, sin competencia estatutaria específica.
Solían
elegirse demandantes para el campo y la ciudad, que se encargaban de recoger
las limosnas y las cuotas de los hermanos, consistentes en media fanega de
trigo o su equivalente en dinero; dos solían ser los del pueblo, y uno para aldea o grupo de núcleos rurales.
Casi siempre son miembros de las mismas familias los que ejerrcen la demanda:
en el pueblo, la familia Gámez ( Antonio y Manuel) y Santiago Mesa, la familia
Pinto Aguado ( Mariano, Manuel, Jacinto, Sebastián José) , Lizana, Luis
Hinojosa Gómez, Francisco Arenas, José María Roble fanega y Márquez en el segundo decenio y, en las
aldeas, suelen ser las mismas personas
en estos decenios Por este tiempo, se
extendieron los demandantes de las aldeas hasta los pueblos de los Montes
Orientales y los vamos a citar incluidos entre paréntesis. Era frecuentes que
el puesto de demandante y hermano se heredara de padre a hijo como acontecía
con la familia Gómez o los Cano de las Grageras, o los Garrido en Riveras. Si
seguimos un orden de frecuencia y aparición, desde principios de siglo existían
demandantes en Charilla ( Manuel
González, Pablo López Peinado y Juan
Contreras Anguita , Santa Ana ( Manuel García Garrido, Manuel Esteo Gallardo,
José María Gómez y ) , Grajeras ( Vicente Cano) , las Riveras y Mures (Francisco Lizana, a veces lo asumía el depositario, José
Pineda, Narciso Garrido y hermanos de
Santa Ana ) , Valdegranada ( Manuel Pasadas y Antonio Valverde ) ,
Caserías ( Antonio Cano) y Fuente Álamo
( Vicente cano) , Ermita Nueva ( Francisco y Gregorio Fuentes y Antonio Rodríguez
santiago) y Cantera Blanca( Andrés
García) ; en 1917, La Hortichuela (
Santiago Calvo y Rafael Cervera Cano) la Rábita
lo hizo ya avanzado el segundo
decenio con Leandro Pérez Aguilar;
también los había para Íllora ( Pedro Pasadas) y Montefrío;
Moclín se incorporó mucho más tarde , pero con gran número de
hermanos. Curiosamente, el de las Grajeras
hizo las veces para los hermanos de la Rábita y Fuente Álamo y San José
y la Rábita; al principio recayó la demanda en Vicente Cano , pero por los años
veinte Claudio Aguilera . Todos estos demandantes pasaban a abanderados y
ejercieron cargos de hermanos mayores en
este decenio.
Dentro de los
gastos, suele equilibrarse el presupuesto dejando un pequeño remanente para al
siguiente año. Rondaban los ingresos y
gastos algo más de mil pesetas y el remanente varios centenares. La
principal fuente de ingresos eran las cuotas que se anotaban en simples apuntes
hasta que fueron sustituidas por talonarios en 1914. Las limosnas se
recompensaba con la donación de una estampa o litografías, que solía tener un
pie de imagen con el nombre de hermano mayor y depositario y e indicando el
año como 1n 1915 con José María Zuheros
y depositario Manuel Fernández Hernández. Esta costumbre terminó varios
decenios después con el fin de revisar las listas y urgir el
cobro en varios momentos de su historia, porque a veces aumentaban los
impagados. Agenciar las estampas corría a cargo del depositario, tanto en el tamaño
como en la composición. El cobro se
iniciaba con el agosto hasta el ocho de septiembre, que era la fecha en la
debían dar cuenta al depositario.
Antes de la
romería, solía venderse el trigo para afrontar sus gastos y
las fiestas de Alcalá la Real. Se controlaba por una comisión de personas de confianza o
fiscales, en este tiempo miembros de la familia Pineda , Utrilla y Siles
ejercieron el control
Las fiestas de
Alcalá se celebraban en la ermita de San Marcos. La principal era la del
segundo domingo de mayo en la que se levantaba una tienda ( dependiendo de la voluntad de los hermanos mayores) , se
hacía un pequeño refresco y una Junta General donde tomaban posesión los nuevos
cargos cuyo acto se significaba con el volteo de campanas siempre con el
permiso del párroco, y se admitían nuevos hermanos ; con la bajada de la Virgen, a la iglesia de
Consolación. La de la Natividad de Nuestra señora se celebraba el ocho de
septiembre en su ermita.
La hermandad
procuró durante este tiempo mantener la iglesia, la casa del santuario y el patrimonio religioso. No es de extrañar
que se adquirieran nuevos objetos o se hicieran reparaciones y obras. En 1911,
se adquirieron unas sacras para el altar y se protegió el camarín de la Virgen
de la Cabeza con un cristal y se arregló la casa del santuario.
La romería se
concebía como el acto de culto más importante de la cofradía y se basaba en que se había celebrado desde tiempo
inmemorial como recogían los Estatutos de la Cofradía. Ocupaba un punto de
referencia prioritario en la Junta General
de Marzo, reservada a ella. En
líneas generales, se salía para la romería el sábado por la mañana y participaba un tamborero, al que se le
surtía de un tambor, lo que ocasionaba los tradicionales gastos de parches y deterioro
anual.
En cuanto a
los derechos y deberes de los hermanos
eran diversos:
-derecho a
llevar banderas a los sepelios de
hermanos y esposas, prohibiéndose llevarlas a personas ajenas.
-Misa por el
alma de hermanos.
- deber a
asistir a la junta de elección de cargos y de
rendición de cuentas, pero los miembros más directos en la organización
de la romería, hermano , mayor ,
diputados, secretarios, abanderados y fiscales solían acudir a la junta General
de Marzo.
-deber de pago
una cuota o limosna.
-Podía
darse de baja a petición propia, o lo
podía dar la Junta General cuando no pagara tres cuotas.
-Tenían que ser admitidos en Junta General con la aprobación
de los presentes.
Según el
libro de actas que se conserva de la cofradía, pueden citarse los siguientes
hermanos mayores:
En 1907, Pedro Garnica, un vecino de la calle Veracruz e industrial de
aquellos primeros años del siglo XXI,
ocupó el cargo de hermano mayor durante la romería y estuvo acompañado
del depositario Gregorio Sánchez, el capellán José de la Torre Escribano, de
los diputados Tomás Rodríguez y el secretario Vicente Cano y los dos
abanderados Moisés Rodríguez y Antonio Rodríguez Santiago. Por ser los primeros hermanos que aparecen citados en la Junta General de 18 de junio de
1908, estos eran los hermanos de la
cofradía a que remontaban sus orígenes a sus antepasados del siglo XIX: Jerónimo Utrillla, Francisco Entrena
Lizana, José María Ceballos, Manuel
Expósito, José Ceballos, Manuel
Canovaca, Antonio Gómez, Francisco y Manuel Gámez Sáez, Francisco Lizana Trueba, Antonio Adriano
García, Tomás Fuentes, Francisco López Cuenca, Niceto Sánchez Cano, Antonio
Siles, Tomás Sánchez Rodríguez, Cecilio Peña, Juan Bautista Cano, Sebastián Pinto, Antonio Lizana y José Pineda. Sus
descendientes continuaron manteniendo la fe en la Virgen de la Cabeza.
Tras
Garnica en 1908, ocupó el cargo de hermano mayor Moisés Rodríguez ligado con la poetisa María del Pilar Contreras.
Tuvo como depositario a José Pineda Benavides y de abanderados Antonio
Rodríguez y Manuel Canovaca, porque
Francisco Gámez que se había propuesto no aceptó. En su tiempo el núcleo
principal de hermanos estaba concentrado en la localidad de Alcalá la Real y en
las aldeas sudorientales; sin embargo eran escaso s por la zona de Fuente
Álamo; Íllora pertenecía a la cofradía alcalaína. Por los demandantes, se
comprende que la cofradía asiste a un principio de renacimiento. Se encuentran
los primeros datos de un presupuesto básico , consistente en unos ingresos de
1.129 pesetas y unos ingresos de 1.329, quedaron un remanente de 264 pesetas.
LA COFRADÍA EN EL AÑO DE LA
CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA CABEZA
Tras la celebración de un Año Jubilar, y de
acuerdo con el decreto del papa Pío X, el 20 de abril de 1909, tuvo lugar la
coronación de la antigua imagen
medieval en la parroquia de Santa María de Andujar. El
obispo monseñor Salvador Castellote movió todos los hilos para que este año
fuera una realidad.
La cofradía de
Alcalá adelantó su tradicional Junta General para preparar los actos, adaptar
los ingresos vendiendo el trigo de la demanda de Agosto y fijar el día de Romería a Sierra
Morena. Acordó adelantar el día de la
Romería para presenciar el acto de la Coronación y enviar un maestro de albañilería para que
reparara la escalera de la sede,
pequeños desperfectos y los pesebres de
las caballerizas del corral de la Casa de
la Hermandad, situada inmediata al Santuario de la Virgen de la Cabeza.
Cuando la
cofradía alcalaína llegó a Andujar, se
encontró que desde el lunes19 de abril de 1909, la imagen de la Virgen de la
Cabeza ya había sido traslada a Andujar,
y , llegó en el último día del triduo, porque a las ocho de la mañana del 23 de abril, tuvo lugar la solemne bendición
de las coronas. Con estas palabras recogemos este momento “ el arzobispo de Granada fue el que verificó
la bendición de la mismas y tomó juramento al rector del santuario de la
custodia de las mismas, finalizada la misa se procedió al traslado de la imagen
al lugar de la coronación la explana de Colón, abrían la marcha la guardia
civil montada, las cofradías filiales, la cofradía de Andujar que portaba las
coronas y la imagen de la Virgen de la Cabeza, la ceremonia e imposición de
coronas fue oficiada por el arzobispo de Granada asistido por los obispos de
Almería y Jaén, la virgen lucia un manto de tisú de plata bordado en oro fino
(…) Después de la coronación la Virgen esperó en la iglesia de Santa Mariah la
Mayor hasta por la noche que se celebró una multitudinaria procesión por las
calles de Andujar con la imagen ya coronada”.
El día 20
asistió a la ceremonia pontifical de la coronación
oficiada por monseñor Juan José Laguarda y Fenollera, obispo de Jaén.
Como era costumbre, celebró la
tradicional fiesta del segundo domingo
de Mayo de la ermita de San Marcos en la
iglesia de Consolación, con motivo del traslado de la imagen de Sierra Morena a la iglesia de Santa María
de Andujar. . Se especificaba de la iglesia de San en el libro de actas para “
dar gracias por habernos dado fuerzas y salud
para ir a la Romería y volver con felicidad a nuestras casas. Se bajó el
sábado por la tarde de dicho domingo 9 de mayo y se celebró la fiesta en honor
a la Virgen de la Cabeza; tras la fiesta salió en procesión haciendo estación
de penitencia en las iglesias del Rosario, Trinidad, san Juan , Angustias,
Veracruz y Dominicas para finalmente trasladarse a su templo. De san Marcos.
,
En este año,
las poetas alcalaínas acudieron a un certamen de la Virgen de la Cabeza con
motivo de su Coronación de la Virgen de la
Cabeza. Entre ellos, tenemos un
documento excepcional sobre la romería
de la Virgen de la Cabeza, y especialmente de la cofradía de Alcalá la
Real
-Sobre la publicata, por su
belleza preferimos sus versos a nuestra prosa en forma de crónica:
“Recorre la Publicata
Las calles, y deja en ellas,
Como un rastro de alegría
Que en el corazón entra (…)
Son los acentos vibrantes
De las campanas, que echan
A vuelo en señal de gloria
Para engrandecer las fiestas.
Son los cohetes, que silban (…)
El batir de los tambores
Que en el corazón resuenan
Redoblando sus latidos
Son los vítores, que atruenan
Ene espacio; las hachas,
Encendidas que llamean;
Son las manifestaciones
Entusiastas y sinceras
De los pueblos, que acompañan
A su Junta, y que acrecienta
El latir de los corazones
Y el fervor de las creencias.
-La entrada en la iglesia de
Consolación, como principal parroquia y sede la antigua abadía se canta de este
modo:
Formada la Cofradía
Con la Junta a la cabeza
Y el digno Hermano Mayor
Que sus insignias ostenta;
Los cofrades con las bandas
Cruzando el pecho, penetran
De la multitud seguidos
En la principal Iglesia del
pueblo
Y después de oír
La obligada misa, ondean
Con entusiasmo en los aires
La tradicional bandera,
Y se organiza la marcha,
Que es lucidísima y bella.
--Recoge el momento de la marcha
de Alcalá la real, describiendo los medios de transporte de aquel tiempo y las
vestiduras de los romeros:
Van los romeros jinetes
En potros de resistencia
Y en caballos enjaezados,
Con andaluza majeza,
Que van luciendo arrogantes,
Ya albarda con madroñeros,
Ya silla de airosos porte;
Firme brida, recia espuela,
Delante la rica monta;
Atrás, la alforja repleta.
Las mujeres adornadas,
Con joyas y ricas prendas,
Hacen el largo viaje,
Sobre pacíficas yeguas,
Y en la cómodas yeguas
Que cubren colchas soberbias,
Entre cuyos lindos flecos
Los almohadones ostentan
Ricas boquillas de encajes(…)
La vistosa comitiva
Vitoreada y contenta.
-El camino de la romería
alcalaína es patente y descrito en estos vistosos versos:
Va recorriendo los pueblos,
donde en igual forma esperan
las Juntas y Cofradías(…)
Y en cada pueblo que llegan,
Se funden los corazones,
Se saludan las banderas,
Se desborda la alegría
En mil formas..¡y se reza!
Se reza el santo rosario
`por el capellán,, mientas
A devoción tan piadosa
La santa hermandad se entrega,
Tiene el Hermano Mayor,
Con sus manos la encomienda
Divina, la enseña santa;
El cetro, donde se ostenta
La imagen gloriosa
Virgen de sierra Morena
Alcalá, el Castillo, Martos,
donde algún reposo encuentran,
Después Torredonjimeno,
Villadomparrdo, Escañuela,
Arjona, pueblos y pueblos(…)
-El regreso hacia Alcalá se
describe de esta manera:
Al llegar las cofradía,
A cada pueblo, se expresa
Con vivas aclamaciones
Y músicas que corean
Turbas alegres de chicos
Tocando con viva fuerza
Los pitos que los romeros
Reparten a manos llenas.
Y la nota curiosa
radicaba en el personal humano que acompañaba a la romería, como lo
describe la poetisa alcalaína” grupos de
familia bailando, otros engullendo sendos trozos de salchichón y descomunales
vasos de vino; borrachos fastidiando a los concurrentes; vendedores de arropía,
garbanzos tostados y avellanas americanas. Perdonavidas adornados con sus terribles y mortíferas
facas; jóvenes que para celebrar la romería le hacen una descarga cerrada de
más de cuarenta tiros, novios que muerden celos; novias que varían de amores,
con la misma facilidad que cambian las veletas de posición según corre el
viento; madrecitas que refunfuñan porque sus hijas están finas con zetanito,
que les es antipático y grosero; jamonas que se pican porque las muchachas les
corren el velos de sus ilusiones; y se encuentran de patitas en la triste
realidad de la vejez
Casi vente años después, es esta
descripción que llevó a cabo Pepe Ibáñez con motivo de la celebración del VII
Centenario de la aparición al pastor de
Colomera.
El último jueves de abril( …) siguiendo la
tradicional costumbre, se reúnen ene el lugar conocido como el Toscalillo.
Encabeza esta cofradía su Hermano Mayor a quien acompaña la hermana” mayora”).
Se pone en la caravana, compuesta por la más diversos bestias , tal como
caballos, yeguas, mulos y hasta burros, eso sí, muy bien enjaezados, ,
especialmente aquellas yeguas tranquilas que habían de soportar la carga de las
más ataviadas señoras metidas en apretadas carnes que acomodadas en jamugas, de
las que pendía largos flecos de colchas multicolor.. El resto de las bestias
que servían para llevar a sus lomos a los hombros. También eran portadoras de
las viandas que para un periodo de cinco días se necesitaban, y lo que es más
importante en esta clase de viajes, las botas repletas de buen vino que iban
pasando de unos a otros sin descanso.
La ruta de esta peregrinación: era pasando por el Castillo de Locubín,
donde se incorporaban la cofradía de esta localidad, y siguiendo campo hasta
Martos, pueblo en el que finalizaba la primera etapa. En la mañana del viernes,
continúa la marcha hacia Andujar, que es el fin de la segunda etapa. Sigue a
esta la del sábado por la mañana hasta
su entrada al santuario, donde después de oír la Santa Misa y cumplir con los
deberes religiosos, hacen su retirada por los mismos pasos, haciendo el domingo
descanso en Andujar, donde aprovechaban para proveerse de regalos y recuerdos
para los que esperan, tal como pitos de barros, estadales y porrones para agua,
pintados con los más variados dibujos y figuras alegóricas con respecto a la
fiesta. Tanto en el viaje de ida como en el de vuelta, era muy de costumbre, tal
vez para pasar el rato más divertido, el hacer uso de los dichos y piropos del
mal pésimo gusto, las palabras y bastezas de todo género, pero que eran
soportadas con la mayor indeferencia por los más afectados y las carcajadas de
risa por los que las escuchaban, la peregrinación vuelve por los mismos pasos
llenos de regocijo, de alegría y de cansancio, con el corazón hendido de gozo,
satisfechos de la Virgen Morenica, cargados de recuerdos que muy pronto
entregarán a los que esperan impacientes. Martes, día primero de mayo, ya
reunidos todos los cofrades hacen su entrada donde ya llevan horas esperando en
el Toscalillo gran multitud de personas, grandes y pequeños, a que llegue la
gente del cerro, mientras tanto se consumían cientos de hornazos, que consistían
en una torta de aceite con un huevo
encima, cruzados por dos cordones de la misma masa. Personas y bestias
mezcladas entre sí, son el punto culminante de este recibimiento. Se repartían
pitos de barro de agudo sonido, los pitos gruesos llamados cucos, de tono muy
grave, hacen contraste de desigual algarabía: entretanto, la campana de san
Marcos,. La de aquella ermita solitaria, lanzaba sin descanso su interminable
melodía de bronce, para sumarse al regocijo de los recién llegados romeros”.
Conforme avanza
el siglo la publicata se celebra el sábado y se usan otros medios de transporte
como carretas y vehículos de motor, los autobuses.
Este
año de 1909, se celebró la Coronación
Canónica de la Virgen de la Cabeza y
tuvo lugar un programa distinto al que tradicional se llevaba a cabo
[1]CONTRERAS, María del Pilar, “Romance descriptivo de la Romería anual al
Santuario de la Virgen de la Cabeza[1]”.
Imprenta de Antonio Álvarez. Madrid 1909. Se lo dedica a su hermano Moisés
Rodríguez.
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