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sábado, 18 de abril de 2020

DEL VADO DEL CARRIZAL A LA VENTA DEL CARRIZAL. PRIMER DOCUMENTO SOBRE EL ORIGEN.


Siempre se ha comentado el origen de la aldea de la Venta del Carrizal relacionándola con este alojamiento para los transeúntes  en el camino real, que se dirigía de Alcalá la Real a Alcaudete, cercano al río de San Juan. El carrizal era manifiesto por encontrarse en










un entorno del río donde abundaba el carrizo, y recibía esa parte el nombre de  Vado del Carrizal. Era una zona muy apetecible para la industria agroganadera, como los molinos. Y hay constancia del emplazamiento de un molino de pan y otro de papel (en concreto pertenecía a familias hidalgas, y entre ellas las de Francisco de Jamilena).  Una de las utilidades del carrizo consistía en convertirlo en papel y en cañizo pra la construcción. Por eso, no nos extraña que se ubicara dicha fábrica en este entorno.
Pero, acercándonos al origen de esta aldea, está claro que se ubicaba en el entorno del Vado del Carrizal, pero el nombre de la Venta se puede fijar en el cuarto decenio del siglo XVI, según podemos concluir de un contrato entre el hidalgo Pedro de Escavias y los albañiles Cristóbal y Alonso Pérez. El primero era un descendiente de caballeros, afincado en el Castillo de Locubín, y regidor del cabildo alcalaíno ( por varios documentos notariales poseía grandes peculios, huertas y rozas en esta zona, y sobre todo en el vado del Carrizal). Por este contrato de obra con los albañiles y el documento de las condiciones, traza y pago, firman en tres de junio de 1543 el levantamiento de la Venta. Tanto contratista como albañiles eran vecinos del Castillo de Locubín. 
Estas fueron las condiciones:
-Lo hacían en mancomunidad los albañiles, ya que, a razones de parentesco, se  añadían las de oficio, siendo testigos Pedro de Villarreal y Pedro González de Peraleda. Pedro de Escavias se comprometía por su parte a pagarle 34.000 maravedíes, 10 fanegas de trigo, 15 arrobas de vino y, al contado para empezar 15.000 maravedíes, la mitad  en medio de la obra, y el resto al finalizar, ateniéndose a todo el aparato jurídico de los contratos. 
-Con letra más normal y caligrafía diferente, se enumeran las clausulas siguientes (un documento con muchas lagunas y casi borrada la tinta) :
-Primeramente abrir las zanjas conforme a las trazas que tengan 25 varas de largo y en ancho  5 varas y doce pies en grueso,  y las zanjas vayan en grueso que fuera menester como fecha vease la firmeza, y por lo menos sean de una vara de fondo,  y lo que  más sea menester a vista de oficiales o del dueño.
-Yasí abrir las zanjas en la hondura que fuera menester (...) y meter en ellas el cimiento de la piedra llana  bien fajonada, de buena cal y arena, revocado, desde el principio hasta arriba, tenga tres pies de grueso, todo el parejo en un Castillón de tierras, y desde arriba suba este cimiento a media de la tierra y dos pies y medio en las condiciones que ay escritas.
-Sobre este cimiento se fundan tapias muy derechas y de tierra sazonada, y muchas veces cavada y trastejada, para que se hagan las dichas tapias lisas, y que estas dichas tapias suban en la pared delantera, que ha de ser el cobertizo, donde esté la puerta, tres varas y medio sobre … y cuatro varas de altura, por todo, y en las otras dos paredes, según do que a de ser encamarado, suban tres varas y media,   … que sean quatro como el otro; y que sobre estas cuatro varas el cuerpo para la cámara-
-que esta pared segunda desde cara a la puerta de hazer dos arcos de diez pies de gueco sin el pilar que a de sostener, que a de ser sacado el cimiento bien hondo y de … los arcos y las alzadas y las cuatro paredes de estas cuatro tapias fuera de tierra y enmachar un suelo de garrote y yeso, (..) suelo arriba se an de subir  otras dos piezas con dos paredes para enmaderar, a tisera, y sobrellenas en madera  y sus alfaraces de yeso y piedra todo lleno.
.El cuerpo por medio se a de enmaderar  a colgadizo y aljorozar de yeso y piedra todo lleno y  firme.
-an de enmaderar estos dos cuerpos de costa nuestra y cubrir los de madera , dándose por todo  y se an de encañar el tejado, bien enrejado y echar caballete, y tablones techados parejos, y no a salvilla, y  a de echar sus pérgolas.
Y a de hazer una chimenea de cuatro paños, en cada lado y sacarla arriba del tejado, lo que fuera menester, y lo bajo …tres arcos de un pie  … y en las tres paredes laterales an de azer tres poyos por estos tres arcos,  en do y otro medio arco por delante del fuego de esta casa.
-an de abrir puerta a la despensa y asentalla, y ande atajar la despensa y la cámara de ella, y hacer una escalera para la cámara de ella, y levantar la puerta por encima de la calle.
-Hacer pesebreras en las caballerizas, las que fueren menester de los medios dichos cueros , que quedare de los arcos.
Se ha de entajar el cuerpo segundo por abajo, junto al arco aparte de la caballeriza,  y ha de poner una arco pequeño, que no una puerta, cerca del arco para dar a la caballeriza segunda.
-a de cerrar de mojinetes los dos cuerpos de tapiería   y an se de sacar equinos de yeso con sus machinas para poner, y lumbreras y maderos que traben con las tapias.
Y ande se dar los materiales en la obra salvo el agua  y se a de quedar acabado al día de san Miguel del año venidero a vista  de oficiales.

CONCLUSIÓN


Antes de que se llamara el terreno de las Ventas del Carrizal  se denominaba Vado del Carrizal, de modo que dentro de su entorno se levantó este alojamiento, equipado con puerta de  entrada y colgadizo, dos cuerpos con arcos, y cámaras, para alojamiento, chimenea en parte baja, caballerizas y sala.Todo techado con un tejado de mojinetes a doble agua. Las habitaciones se ofrecían en la doble misión de alojamiento del ventero y  pasajeros, y, por otra parte, los medios del transportes en caballería.
Este edificio de Venta de Pedro Escabias, ubicado en su terreno heredado,  dio nombre a la aldea, porque en su entorno se levantaron casas a lo largo de los siglos posteriores y dispersas por los cortijos y molinos en torno a las riberas del río. Por el año 4 de abril de 1554, ya se había muerto Pedro de Escavias, y sus hijas reclamaban al ventero una cantidad de dinero pòr el censo impuesto. Era el ventero Gil Fernández de Cuenca, que fiaba a Juan Martínez de Cuenca site mil maravedíes `por un censo impuesto y era el fiador. 
Más tarde, el edificio en 1632, estaba en posesión del presbítero Licenciado Pedro  Duran, se lo contrataba a  Juan de Rueda, esta Venta, ya con el nombre de Venta del Carrizal, con sus dos caballerizas y cámaras,  por el iimporte de 32 reales, como curiosidad no se le permitía tener palomar. 




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