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lunes, 25 de septiembre de 2017

FIESTAS Y TOROS

FIESTA DE TOROS EN ALCALÁ LA REAL

En Alcalá la Real, la fiesta taurina estuvo ligada a la celebración de muchas festividades, especialmente de San Juan, Santiago y de Nuestra Señora de Agosto, así como a la feria. Se tiene noticia escrita de la primera fiesta de toros en 23 de junio de 1525 con motivo del día de San Juan, advirtiendo que se aserraran los cuernos de los toros previniendo “ porque la jente aya placer; e podría ser que el placer a muchos se tornasen llanto sy matasen e yriesen algunas personas , como muchas veces acaece”, lo que indica que se remonta su celebración a años anteriores. Son fiestas de carácter popular, en la que intervienen muchas personas que lo deseaban. Incluso se llevó a cabo varias ordenanzas sobre estos asuntos: una referente a los toros bravos e indómitos, con el fin de aserrarlos antes de la corrida; otra prohibiendo que entraran en los sembrados  o viñas , de modo que causaban daños en las heredades y se facultaba para matarlos; y, en tercer lugar, para que no empleara la piel del toro en las suelas de los zapatos sino en los aperos de la caballería. Muy cercana a esta fecha, en 18  de octubre  1532, el escribano Cristóbal Gallego  recogía el contrato de una casa y tienda de la Mota ( lo hacía en la Plaza Pública , del Arrabal Nuevo, y asistían como testigos el cambiador Alonso de Martos, y el jurado Juan Guillén según recoge el folio 518 , nuevo 682, del  legajo 4536 de este escribano)  y aclara algunas cuestiones relacionadas con el público y la presencia frecuente de las corridas de toros en la ciudad de Alcalá la Real. En concreto,  el vecino Diego de la Puebla le arrienda al cura Pedro de Contreras, beneficiado de la iglesia parroquial de Ogíjar, su casa y y tienda comentada, y la ubica en la plaza pública de la Mota linderas con otras tiendas del clérigo  y su casa, y por la otra parte, con tiendas de los propios del cabildo municipal. Las arrendaba por seis años  desde el Día de Todos los Santos  en la cantidad de cuatro mil maravedíes  anuales de la moneda usual. Pero añadía la siguiente condición " que las ventanas de dicha casa y tiendala, que cuando vos quisieredes  que las tomeys todas las vezes que lidiaren toros en la plaça, o oviere alún regocijo, junto con Juan Guillén, mi hermano, Catalina Monte mi sobrina y cuales quisieren en la dicha ventana que está en la dicha ventana, e vos el    dicho Pedro Fernández quisieredes tomar"  
El toro no se reservaba para una finalidad lúdica, sino que se destinaba a la alimentación y a la labor artesanal de los curtidos de piel.
Pero, aquí vamos a tratar sobre los aspectos lúdicos, ligados a la funcionalidad de la preparación para la guerra junto con las fiesta  de cañas, en las que caballeros se preparaba para la guerra divirtiéndose en la plaza pública de la ciudad.
Con motivos de fiestas extraordinarias, proliferaban las fiestas taurinas y de cañas, a las que se añadieron las de la mojigangas y máscaras. Vamos a hacer un recorrrido histórico. En 1529, se corrieron dos toros con motivo de la fiesta  de  Paz de las Damas ( cinco de agosto de 1529).  
En el trece de abril del año 1556, se recibieron varias  cédulas en las que se comunicaba la abdicación del emperador en su hijo Felipe II,  y por las que se permitían alzar los pendones al rey Felipe II. Sin embargo, éstas no tuvieron lugar  hasta el día de Santiago que se hicieron fiestas de toros, invenciones  y  alegría. .En cuanto la relación con la Corte, los letrados de la ciudad seguían pleiteando en la Corte para alcanzar la prórroga de la libertad de impuestos y de cualquier tipo de alcabala, lo que se celebró con grandes fiestas de toros al conseguirla en el año 1557.





LA FIESTA DE SANTIAGO


Se llevó a cabo a finales del siglo XVI y competía con la de San Juan, exponiendo los actos organizados a la oportunidad climatológica  del momento y participando de las mismas actividades caballerescas para el fomento de la milicia local y la ganadería de caballos, yeguas  y potros.
Como actividad religiosa, vísperas, misa y procesión que salía por la puerta de la Iglesia se dirigía a la Plaza y volvía por la otra con acompañamiento de toda la clerecía, beneficiados y capellanes de Santa María y Santo Domingo, recorría todas las calles limpias en derredor de la calle de los Méndez de Sotomayor, Palacio Abacial y Calancha.
  -Como actividad  fundamental era el juego de cañas y toros. En 1572, el gasto de 25.030 maravedíes nos da muestra de la importante cantidad con la que se afrontaron los regocijos de la fiesta.
Solía alzarse el pendón de la ciudad  en este día.
-Los toros eran la otra actividad  en la que competían las cuadrillas de cuatro en cuatro de caballeros-alcalaínos y forasteros- en la Plaza Alta de la Mota, algo así como la corrida de los Rejones de nuestros tiempos. Tan sólo se solía contratar a un joven del pueblo que toreaba los novillos a capeo, lo que daba lugar a accidentes de corneo. El protocolo de las ventanas de la Plaza Alta y de las ventanas de los Corredores  jugaba un gran papel a la hora de repartirse el sitio para asistir a la fiesta  entre autoridades y oficiales. Chirimías y atabales alegraban el acontecimiento y a veces debían contratarse a ciudades importantes como Granada. Pagaban los menuderos y carniceros de la ciudad la mitad de los toros, unos cuatro, y el resto lo hacía el ayuntamiento. Los toros procedían de ganaderías de la zona y tenían nombres curiosos como Gamboa en referencia a un regidor del cabildo municipal.

En situaciones difíciles, tras largos periodos que dejaban a la población sumisa en la tristeza. De los primeros casos, podríamos exponer las actuaciones con respecto a las pestes que se extendieron en el reinado de Felipe II, el terremoto del 1580 y las consecuencias derivadas, pero, es significativa este acuerdo de 1582: “ En este cabildo el señor corregidor atento a que esta ciudad y sus vecinos de ella  han tenido y estado este año presente y los demás de antes de muchas aflicciones( peste, guerra de Portugal, esterilidades) y trabajos y otras necesidades  que llevan mucha aflicción, y para el reparo della  y que la gente se alegre y regocije y se exercite la caballería en el servicio militar conforme al orden de Su Majestad, lo tiene, mandado por sus reales provisiones  lo prescribía y se hagan fiestas de Toros y Cañas para el día de Santa Ana primero venidero  de este año, día antes y después del que pareciere a esta ciudad, a quien el dicho cometido se encarga las dichas fiestas  con las solemnidades que acostumbra”. Como es lógico el cabildo municipal asumió dicha propuesta del corregidor, pues en boca de los regidores servían para alentar y alegrar a los vecinos de esta ciudad aflictos y afligidos acerca de las calamidades que han corrido y corren ([1]). Muy relacionado con lo anterior venía el ejercicio de la caballería para estar preparados por la milicia, que se escenificaba en las fiestas mencionadas, tal como se refleja en muchas, pero concretamente en ésta. : “En este cabildo mandó que se cumplan las Pragmáticas Reales  de Su Majestad , en que en ella manda se exercite la caballería , y usando la costumbre que esta ciudad tiene de hacer fiestas de toros y de cañas, y en cada un año, se mandó que para el seis de agosto de este año se hagan fiestas en esta ciudad de toros e cañas” ([2]). Tras muchos años de ausencia de fiestas por agosto, en 1592, volvieron a programarse una serie de festejos , que se componía de corridas de toros, carrera de caballos y juegos de cañas, con la participación de cuatro cuadrillas, al mando de las cuales estaba el corregidor, el alcaide y dos regidores.







Siglo XVII

En 30 de agosto 1601 hubo fiestas de toros y cañas para celebrar el obispado de Maximiliano de Austria en Cádiz. Y en 23 de octubre del mismo año, con motivo del alumbramiento de la reina. Se llevaron a cabo máscaras , luminarias en torres y calles  y toros.
El cabildo alcalaíno siguió la línea devocional de las provisiones reales.
EL QUINCE DE AGOSTO

 Cono muestra de la clave del cambio de Fiesta de la Asunción, varios cabildos de los años comprendidos entre 1614 y 1618, dentro de  la interpretación de que aquel día de e la Virgen de las Mercedes, hacen referencia a los toros.


1º.- Cabildo de15 de julio de 1614:
“Don  Juan de Figueroa Aranda  dixo que esta ciudad tuvo muchos años costumbre de celebrar la Asunción de Nuestra Señora, ansi por la grandeza de la festividad de aquel día averse ganado en él.. Suplica a la ciudad que , en continuación de la dicha fiesta y servicio de  Nuestra Señora,  acuerde se hagan fiestas.
            La ciudad acuerda  que los toros que tienen obligación de dar los cortadores y menuderos de esta ciudad y su villa del Castillo se corran el día siguiente a la dicha fiesta , que es a 16 de agosto primero,  y para esto se  le notifique  a los contadores y a los menuderos  tengan encerrados los dichos toros, como tienen obligación,   y que el mayordomo de los propios dé lo necesario para el gasto de encerrar  las calles y toril, por cédula de los comisarios que don Juan de Figueroa y don Pedro de Sotomayor regidores a quien esta ciudad tiene nombrados para ello  ya ansimismo se nombró a Martín Cantarero jurado. Para ello
            “La ciudad acuerda que las de los corredores de esta ciudad y de este cabildo se repartan en la forma que se acostumbra repartiéndolas por los caballeros regidores y jurados, y,  los que sobraren, se den a los caballeros de esta ciudad que pareciere a los comisarios y en este punto se levantó la ciudad.
2. Hubo problemas , por contradicción  del regidor don Francisco de Góngora , y,  ante el empeño y adeudamiento de la ciudad con sus acreedores,  en el cabildo   18 de julio de 1614, la ciudad le contradice

“de conformidad que propuso se hiciesen las fiestas y corriesen los dichos toros lo acordó con  particular gusto así por la grandeza de la festividad como conservar la costumbre de hazer la fiesta por ser el día en que esta ciudad se ganó  y que aunque se hiciera una gran demostración de gasto le parecía a la ciudad le era poco particularmente que los toros que ha mandado se corran ,  no sean renta de propios , sino en caso de que la ciudad acuerde que no se corran  por  que los cortadores y menuderos de esta ciudad y su villa del castillo  sí lo han dado y danlos para el efecto de correrse y que la ciudad cada año  alegre su vecinos en haciendo fiesta como siempre l o ha hecho  y si alguna han dejado de hazerlo l a sido  por parecer no aver lo ocasión  de más e que es costumbre en todas las ciudades principales del reino a quien esta siempre ha imitado  y es justo que lo haga demás de que el gasto no  es considerable respeto de que los muchos menuderos  y porque solo han de barrar las calles y hazer el toril  por quenta de la ciudad  y así aquerda que se cumpla  en el cabildo del quince julio  y se cite a la ciudad por si pareciere hacer mayor fiesta.
3. se Hizo pero se dilató por motivos ajenos de que no daban el mayordomo el dinero.

Cabildo del cuatro de agosto de 1614

Don Juan de Aranda Figueroa y don Pedro de Sotomayor regidores dixeron que esta ciudad nombró por comisario para las fiestas que acordó que se hiciesen en 17 de este presente mes  de agosto que hasta  hoy tiene fechas todas las diligencias e necesarias como aber hecho  notificar a los cortadores y menuderos  de esta ciudad y su villa  de l Castillo tengan encerrados los toros  que tienen obligación de dar  para el dicho día de las fiestas y con Pablos Fernández albañil de esta ciudad tiene concertado  a destajo errar las calles de la plaza y hacer  el toril de mampuesto chaparrada con yeso por ambas partes para otras ocasiones en 190 reales , acuerdo que la ciudad hiço para el mayordomo de lo necesario  para el gasto de dichas fiestas  y dice que tiene un quarto en su poder ni donde para dar a tiempo d empezar el toril y otras casas que son necesarias que de no dar l el dinero no se podrán hacer. Que le mayordomo lo de y si no se venda trigo

Cabildo de ocho de agosto de 1614.

Don Juan de Aranda Figueroa regidor dixo que  ha hecho ver los corredores de esta ciudad que se a han de repartir el día de la fiesta de que tiene acordado  ya a declarado  por los alarifes  para que estén con seguridad la gente que a ellos a de venir y es menester apuntalar los  y también es necesario  garrochas para los toros que la ciudad acuerde lo que fuere servido
La ciudad acuerda que se reparen los dichos corredores y se traygan las garrochas que fueren menester  y en quanto repartir las ventanas se comete a los caballeros comisarios para que la repartan en la forma que les pareciere y que la fiesta de toros sea para el lunes el diez y ocho del presente mes.


-En 1615, figura al margen
Sobre la fiesta que se ha de hazer a Nuestra Señora de las Mercedes, libran 100 reales que se escriba en la tabla que la ciudad  baya ene ella.

La ciudad, que por que está en loable  costumbre   de celebrar la Asunción de Nuestra Señora, que es el quince de agosto  por ser el día que se ganó la mota y fortaleza de esta y aunque la manifestación  de la solemnidad de esta día y  fiesta  la ciudad quiera gastar una gran suma  y por estar empeñada porque no se pierda tan buena obra  que se de  para ella cien reales los que  los dé el ,mayordomo al licenciado alonso Méndez  beneficiado de la iglesia mayor a cuyo cargo esta  la dicha fiesta   y se acuerda que esta se escriba en la tabla de las fiestas de esta ciudad a la que baya por ciudad  y anis  se cite y se lleben los banco. ciudad ansi por la grandeça de la festividad de aquel día averse ganado en el. Suplica a la ciudad que en continuación de la dicha fiesta y servicio de  Nuestra Señora acuerde se agan fiestas.


Entre otras advocaciones de María y de santos, con Felipe III comenzó el culto oficial de la Inmaculada. En concreto, las fiestas a la Inmaculada Concepción tuvieron lugar el año 1615. Fue una fiesta que vino propagada y fomentada desde la Corte, desde donde se sugería que se organizara a la manera que en Madrid con tres noches de luminarias y colocación de hachas en las Casas de Cabildo y otras partes de la ciudad, así como repique de campanas de todas las iglesias y conventos en la víspera de la festividad. A partir del acuerdo municipal dichas fiestas nunca se interrumpieron, formaban parte de las tablas de fiestas ordinarias del cabildo y delegadas en el cabildo de suerte. Este fue el acuerdo de la ciudad:
La ciudad habiendo píamente considerado y conferido la gran devoción que hay en esta ciudad a la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora, y confesando, como confiesa esta ciudad por sí y en nombre de todos los caballeros, los regidores y jurados y los de esta ciudad,, ser concebida sin mancha ni mácula de pecado original, que a ello perderían vidas si es menester, acuerda que se haga fiesta a la Limpia y Pura Concepción de la Virgen Nuestra Señora en su día perpetuamente para siempre jamás, cada año en su día, vísperas, y misa y se convide un predicador para este día, y que, en las suertes que esta ciudad eche suerte particular para esta fiesta, echándolo como se echa para la Fiesta del Santísimo Sacramento, y lo que se gastare en ella, ha de ser de los propios, y, faltando de los propios de esta ciudad.los regidores, jurados y caballeros”.
En este año, las fiestas consistieron en una corrida de toros de día, y, por la noche, luminarias y una máscara o desfile de caballeros uniformados con armas, compuesta de varias cuadrillas ( la del corregidor, al del regidor Juan Méndez Zamorano, la de Pedro de Sotomayor y otras que procedían de fuera). Los actos religiosos, concertados con el abad, consistían en la misa de la Iglesia Mayor, la obligatoria comunión de todos los caballeros en la función mayor. También, se repitieron misas en el resto de los conventos de la ciudad2.

En las Cortes Reales del mes de mayo de 1617, se declaró a la Virgen María sin Pecado Original, acuerdo que fue recogido por los ayuntamientos a la hora de jurar los cargos municipales. Una fiesta extraordinaria se acordó con motivo del buleto de la Inmaculada Concepción para el ocho de diciembre y consistía en su día con juego de cañas, a la que acudieron los caballeros a caballo, se hizo procesión general con miembros de convento y cofradías e luminarias. Y hubo también corrida de toros. Al siguiente día que era sábado, un desfile de comparsas y gremios con acompañamiento de músicos, atabales y chirimías. Los cuadrilleros formaban sus equipos de ocho, dirigidos por estas cabezas: corregidor, alcaide, el caballero más antiguo Rodrigo Cabrera y Juan Vázquez y Juan Méndez. Como fiesta ordinaria, a partir de marzo, comenzaron a preparar las fiestas del Corpus con el nombramiento de los comisarios y buscando recursos para los gastos del impuesto del arbitrio de las tierras otorgadas por el rey Felipe III.
En 1628, se celebró en el convento de San Francisco la beatificación de los veinte mártires muertos en Japón. Las tradicionales fiestas del Corpus contaron con la presencia del maestro de danzas Juan de Padilla, cuyos gastos hubo que pagarlos con el adelanto del cortijo de propios de la Cabeza el Carnero y del Pósito( importaron 1.010 reales).


Como curiosidad un espectáculo importante de las fiestas, las corridas de toros, comenzaba a extenderse en las clases populares, lo que no era bien visto por los grupos privilegiados que se hacían esta reflexión con motivo de unas fiestas de septiembre:

"se quieren hacer fiestas de toros por algunos moços del campo y sacar compañía y que tratan de pedir licencia a la Real Audiencia de Granada y porque de darla es la cosa más perjudicial que se puede dar en esta ciudad por las muchas desgracias que en esta fiesta suceden como gente desbastada y sin gobierno y que la ciudad debe mirar por su república y no dar lugar a semejante cosa"
Por ello, reclamaba que se impidiera el espectáculo por ser fiestas de poca estima y sin autoridad y aber começado la bendimia.

En 19 de agosto de 1653,  se hicieron toros en la plaza en honor de San Bartolomé. Fueron los cuadrilleros   Miguel de Cabrera Aranda, don Antonio  Mazuelos  y Baltasar Serrano.





















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