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domingo, 8 de junio de 2025

EN LA SEMANA DEL JAÉN. LA LUNA EN EL OLIVAR.

 


 LUNA EN OLIVAR

 (Cancionero de haikus)

En diversas ferias del libro de nuestra provincia, y, más concretamente en la del Castillo de Locubín, se ha presentado la obra poética Luna en el Olivar cancionero de haikus, con la presencia de su autor José Antonio Santano Serrano, cuyas relaciones con esta tierra y con su gente viene de tiempo atrás. Sobre todo, por estar ligado con el escrito r y paisano Manuel Peñalver Castillo, al que define en este libro con este haiku Es el olivo/De Manuel Peñalver/Filología.  La Asociación Española de Municipios del Olivo, concedió, entre los mejores proyectos que difunden la cultura del olivo, este tercer premio de 2025. Santano natural de Baena, una tierra ligada a la Sierra de Sur por pertenecer a la subbética, es poeta, crítico, escritor, ensayista y presentador de programas literarios en radio televisión.). Fundó la corriente Humanismo Solidario, junto famosos escritores. Entre sus actividades literarias, ha codirigido la revista de poesía, arte y pensamiento “Cuadernos de Iponuba” y también la literaria “Cuadernos de Caridemo”, de Almería, Ha sido colaborador del Diario de Almería, con su columna semanal “Imaginario”, con Salón de Lectura” –reseñas literarias quincenales- y la columna, también quincena


l, “Estación Sur”.  En esta línea, el periodismo lo ha recompensado con grandes premios. También ha publicado más de 20 libros.

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SU CANCIONERO DE HAIKUS DEDICADOS AL OLIVAR

Este cancionero recoge el testigo de aquel haiku de Edwin Fi (Figueroa) con el regalo de un cuaderno en el que aparecía: Imperio verde, / relucientes olivos/, fértil cosecha. A este le respondió con esta obra con la que Santana domina completamente este tipo de poema japonés brevísimo, compuesto por tres versos sin rima que suman 17 sílabas (5, 7, 5) y que suelen abordar temas relacionados con la naturaleza y la vida cotidiana, en este caso, el mundo del olivar en tierras de Andalucía y, especialmente en Jaén. El poeta eleva el poema a una categoría superior por el dominio de elementos claves, así como haber conseguido una perfecta brevedad y, una suprema libertad en la excelente elección de palabras, sin rima, a los que hay añadir perfectos conocimientos del mundo de la naturaleza y gente del olivo, bello contraste de dos ideas en este espacio poético y de efecto estético, y el acierto de conseguir extraordinarias impresiones o sensaciones al contemplar algo que transmite de una manera excelente. De ahí que este haiku de respuesta a su provocador consiguiendo el objetivo: De Puerto Rico, /llegan haikus de olivos, /estampa de Edwin.

Es verdad que el haiku tiene sus raíces en la poesía japonesa tradicional, pero su popularidad y adaptación han sido muy significativa en muchos poetas de diferentes culturas y lenguas para expresar sus propias emociones y percepciones. Según mi punto de vista, el jurado acertó con el premio a este creativo libro, una joya, un diamante por ser una obra de arte en sí, por su cuidada presentación y su creación artística en cada página que aúna poesía, dibujo, música, entre otras artes, cuyo hilo argumental es el olivar, una joya compactada en un formato 14 x14 y encuadernación en cartoné. El libro contiene 205 haikus y 41 ilustraciones del autor del libro. Las ilustraciones interiores son del propio poeta y la portada es de Paco Ariza Arcas. Como complemento, el flamenco de la voz del Niño de las Cuevas y el saxofón de Pedro Montiel y el audiovisual Luís F. García recrean la obra en el código QR impreso en el libro. se recrea .

La buena elección del título “La luna en olivar" evoca la conexión entre la luna y los olivares armonizando la actividad productiva con el entorno natural para describir la influencia de la luna en la agricultura, especialmente en la cosecha de olivas, ya que la luna llena se considera un momento óptimo para ello. Por otra parte, presenta un excelente prólogo del escritor y novelista Salvador Compán, con el que comparte relaciones de ardentía de la palabra y amor del olivo, calificado por los árabes el árbol de la bendición: Compán escribe/su prestigiosa prosa/ entre olivares.

Recoge la fuente poética de Santano en el roce con la realidad que genera la emoción y descubre la belleza inesperada de la simbiosis de ideas o de imágenes. Y el taller donde Santano los talla con tu paisaje interior y el dominio del lenguaje y en el lugar de tu paisaje de Baena. Alcanza la tensión lírica en esta quintaesencia poética en doscientas sacudidas emocionales, en evocaciones apenas esbozadas, en síntesis, de alambique, en significaciones preñadas de contenido y esencias sublimes. Viñas y olivos/el infinito cielo, /magia y silencio. Aunque el olivo se convierte en memoria permanente, continuidad por encima de cambio y efímera vida, apunta en este recorrido temporal y espacial sobre el olivar, en convertirse en un libro de viajes y de historia por donde se avanza, camina y se hace memoria e historia. Es un diálogo entre dos paisajes, el del interior del poeta con su humanización del olivo y el natural que le rodea en su entorno natural, de Baena y toda Andalucía. Es su biografía en presencia poética, no se queda en su tierra, sino que aparece desde Colliure hasta el valle de Guadalquivir, pasando por Voznar, Torreparedones o Víznar. Y el mismo Castillo de Locubín. Son el pasado de la infancia, pero apelan al futuro de tus vivencias. Sombras y olivos/en las verdes colinas/de lo absoluto.

El cancionero de La luna en el Olivar es un libro para releerlo, por el gozo y empatía que transmite en cada una de sus relecturas. El lector siente la sensación que el poeta transmite, una parte de nuestras vidas, una simbiosis literaria con el árbol de la bendición, parecía que con el olivo no terminaba el diálogo y hablaba continuamente y dedicaba en cada momento epigramas de hoy para inscribirlos en nuestro interior. Por eso, no puedo olvidar tus haikus sobre esta tierra castillera, donde aparecen todos los elementos de esta obra, en que, ante la belleza del paisaje y la constancia de un olivo, aparece con tu poesía que interpela en tus emociones y las de los demás, como poeta que canta: Como poeta /que abraza/Frutos hermanos/ la aceituna y cereza/de Locubín. O este otro como poeta que gime: La voz del aire, /del olivar el eco/de la pobreza. O en nuestros poetas (Machado, Lorca, Miguel Hernández…) Atardeceres, /un olivo en Colliure, / luz machadiana. O muy cercana a nuestra tierra cuando inscribe: Aceituneros, /raza noble y bravía, /sudor y ensueños/. O en el mundo el flamenco, como si fueron dos elementos intrínsecos, el olivar y el cante, básicos para el mundo de olivar. Entre los olivares, /fandango de Huelva, /himno sublime.

A la hora de la sinopsis final de este libro se concuerda con tu agradecimiento al epilogista Jesús L Serrano Reyes: Crecen olivos, /Cancionero en Serrano, / Sabia palabra. Es una invitación total y perfecta a esta obra, recorrido sagrado, que despierta todos los sentidos, sinestesia total en un horizonte verde de esperanza y la esencia de la sencillez. Pues El olivar con Santano se convierte en mito y leyenda, mano de Atenea, árbol para el recinto del Olimpo, se hace universal.

 

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