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miércoles, 29 de septiembre de 2021

LA CAPILLA DE SAN MIGUEL DE CAPUCHINOS

 




SAN MIGUEL ARCÁNGEL

San Miguel

 

 

 

Era una fiesta votiva de la ciudad de Alcalá la Real, que se instituyó en los primeros decenios del siglo XVII y oficial como la de San Blas. Se mantuvo hasta el siglo XIX. Solo queda imagen, donación de Francisco Gámez a la cofradía del Cristo de la Salud.en el museo de San Juan, y varios cuadros de pintura, uno de ellos de gran calidad  en la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias.

Y EN CHARILLA

 

 

 

 

 




Algo oculto debe tener esta tierra;  o  algún espíritu especial  baja todos los días desde el portillo Cerrado de los Llanos hasta  la ermita de San Miguel. Ese arcángel que le dio nombre  a esta ermita a finales del siglo XVI cuando se fundó al amparo de algún noble hidalgo, tal como se conserva  en el escudo de una fuente cercana a la tahona  de Charilla. Este arcángel  que debió insuflar este espíritu superador entre vuestras gentes, para conseguir este entronque tan perfecto entre el personaje y el paisaje, el paisanaje y la naturaleza.  

 

 

 

 

 

 

 


 


 


 


 


 

SOBRE UNA CAPILLA DEDICADA A SAN MIGUEL EN LA IGLESIA DE CAPUCHINOS DE ALCALÁ LA REAL

 

 


La historia del convento de los Capuchinos se presenta inédita en muchos aspectos. Viene este artículo a colación sobre un aspecto de su templo. La noticia ronda sobre el 25 de mayo del año 1759 y es un documento entre Diego Manuel García y Contreras, vecino de Montefrío y estante en Alcalá , y el síndico del convento capuchino de Alcalá la Real Francisco Cano Caballero. Este convento dependía del provincial de la orden andaluza sita en Sevilla, titulada de Nuestra Señora de la Concepción, fray Carlos Ardales, cuyo secretario fray Matías de Almonte le transmitió en 21 de enero de 1758 una carta de orden al convento capuchino de Alcalá, por la que facultaba al síndico a realizar cualquier ipo de transacciones y contrataciones de acuerdo con las facultades y privilegios transmitidos por los pontífices y reyes católicos.

El vecino montefrieño había recibido por escrito con fecha de del 23 de mayo de 1759 la respuesta a una petición de patronazgo sobre la capilla de San Miguel en la iglesia capuchina de Alcalá la Real, extramuros de ella, en la que ya había construido la dicha capilla y le había colocado imagen y adornos , y por la que se comprometía en fomentar su culto a este arcángel. Además, partía de las buenas obras y limosnas que había otorgado anteriormente al convento. Pero, el nuevo contrato otorgaba el patronazgo a Diego Manuel y sus descendientes con las siguientes condiciones:
_”Ha de tener la dicha capilla reparado de todas las obras que para ello se ofrezcan para adorno y su decencia”.

-”ha de tener el altar de dicha calle adornado de ara, manteles, cruz, candeleros, atril con su altar, y las tres tarjetas para que se pueda celebrar misa en la dicha capilla”.

-Ha de poner una lámpara en la dicha capilla delante de la imagen del Señor San Miguel y mantenerla encendida todos los días dando para ello al convento seis arrobas de aceite.

Por lo que, este documento firmado ante el escribano José Gutiérrez ilustra de un pasado de la actual Aula Magna de Capuchinos, donde los huecos de los arcos de medio punto recuerdan un pasado de memorias de misas bajo sus paredes y de alatares y retablos que desparecieron sin saber el paradero de este san Miguel Arcángel desde la desamortización de Mendizábal .

Este documento es una muestra del patrimonio perdido.

 

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