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viernes, 3 de septiembre de 2021

DIARIO DEL RUTERO POR LOS ARRABALES ANTIGUOS. DÍA 2 DE SEPTIEMBRE.

















































 

RUTA DEL CRISTO DE LA SALUD

                                    CON LA COLABORACIÓN DE  HUERTA DE CAPUCHINOS  DALCALÁ LA REAL (JAÉN), más de sesenta ruteros LLEVAMOS A CABO EL PASEO POR  LOS ARRABALES ANTIGUOS, EL JUEVES, DOS  DE  SEPTIEMBRE DE 2021. A LAS 19. 30 DE LA TARDE. SALIMOS DE LA  PLACETA DE SAN JUAN. POR CALLE  LLANA DE LA TRINIDAD A PLACETA DE SAN FRANCISCO, SAN SEBASTIÁN. CAMINO DEL BARRERO. VEREDA DESDE  SAN FRANCISCO A CERRO DE LOS PALACIOS. CAMINO DE SAN BARTOLOMÉ. CARRERA NUEVA DE LOS CABALLOS. MATADERO. RASTRO. ARRABAL VIEJO DE SANTO DOMINGO. ENTREPUERTAS.MESONES. LAGARES, TRINIDAD Y ZUBIA.  FUE  UN PASEO EN EL QUE CADA UNO ASUMIÓ LA RESPONSABILIDAD Y GUARDÓ LAS NORMAS ANTICOVID.  DE DISTANCIA  Y MASCARILLAS

PUNTOS DE RECORRID

Comenzamos en la Placeta de Juan y comentamos  que en el siglo XVI el  barrio de san Juan se encontraba a media construcción, su trazado partía de la calle Rosario, llamada del Pozuelo o  san Juan  y la que bajaba a los Álamos, con diversos nombres desde el Rojo hasta el camino que va a la Fuente Nueva. Más arriba, la calle que unía san Juan con la puerta del Cambrón se llamaba también Llana. La de por encima de la Iglesia Llana de la Trinidad; por encima del convento, la calle del Romancero, Zubia que quiere decir calle de paso de agua; la calle del Mudo; del  Puerto y la Peste; Relimpios y Labradores...

La plaza es lugar de confluencia de todas estas calles. Y la ermita de San Juan presidía desde finales del siglo XV este lugar.

LLANA DE LA TRINIDAD

Seguimos por la actual calle Mazuelos que se  se denominaba Llana de la Trinidad, porque formaba un barrio en torno al convento de Nuestra  Señora de los Remedios, perteneciente a la orden trinitaria en su sección femenina. actualmente se ha reconstruido en parte, y conserva los muros del monasterio y la portada principal, presidida por la Santísima Trinidad. Pedro de Alcalá es un maestro de obras desconocido  en las obras del territorio abacial de Alcalá la Real. Y fue nada menos maestro de obras de las iglesias de Priego de Córdoba, vecino de esta ciudad, y trabajó en varias obras del territorio abacial por los años setenta y ochenta del siglo XVI. También, intervino en las obras de las Casas del Cabildo Municipal en lanzando el edificio municipal con  la capilla del Deán y en 1580 en la portada y obras del convento de las Monjas Altas.

LA CARRERA VIEJA

 

Llegamos a la Carrera Vieja, una call e o camino que unía desde el Rastro hasta la Puerta Horadada. Ante de bajar la ciudad fortificada de la Mota a  la parte llana, todo aquel terreno debió estar despoblado en torno a una carrera, donde se colocaron algunas alfarerías, un morabito, alquerías y posadas. Años posteriores a la conquista  de Granada, le llamaron Carrera Vieja. El término de  carrera, en urbanismo, hace  denominación a algunas vías en villas y ciudades, y cuyo trazado fue con anterioridad camino, calle de gran longitud o camino real (o camino carretero).​ La RAE por su   etimología,  procede del latín vulgar «carraria», derivado del latín «carrus» (carro). De ahí que,  den  callejero tradicional  castellano, "carrera" está relacionada con "camino ancho que admite tráfico de carruajes", y por tanto susceptible de convertirse en vía principal o camino real.​  Fernando Corripio la da como sinónimo de calle, y Julio Casares enumera varias acepciones: «camino real, carretera o calle que fue antes camino», o conjunto de vías (calles) que ha de recorrer una comitiva o procesión.

 ​En un lugar cercano de la carrera vieja, se encontraba un antiguo morabito. Luego, el monasterio de la Santísima Trinidad debió ser un pequeño edificio (zubia o ermita en tiempos de los musulmanes) transformado en vivienda de frailes y monasterio de monjas, que compartía ubicación con otras viviendas y tiendas de artesanía en torno a la Carrera Vieja. Esta se extendía  desde la Cuesta del Cambrón hasta la Peña Horadada, y poco a poco conformó varios arrabales en torno al convento de la Trinidad, Peña Horadada, ermita de San Sebastián y monasterio de San Francisco. Se mantuvo el nombre, y alguna parte de esta carrera hasta mediados del siglo XVI, siendo sustituidos algunos tramos por la calle Lagares, Mesones, San Francisco o San Sebastián. No es de extrañar que, por la parte de la Peña Horadada, se mantenga su denominación como acontece en un censo que se hipoteca con una casa de Mateo Sánchez de Checa en favor del jurado Pedro de Frías, lindera con  la de Juan Martínez, otra  calle de la Peña Horadada y la Carrera Vieja (Bernardo Pérez de Herrera  26 de febrero de 1553).

          EL MONASTERIO DE LA SANTÍSMA TRINIDAD

 Explicamos y partimos del informe que se le hizo a fray  Domingo López de Úbeda a mediados del siglo XVII, porque, a partir de esta fecha, se incrementará en simples ornatos y en objetos religiosos:

La fábrica de este convento es de piedra de cantería, buena fundación, alegre, las oficinas de sala capitular, enfermería, refectorio, coro alto y bajo donde se entierran las Religiosas muy decente, las demás oficinas buenas lo bastante, el claustro que basta para procesiones claustrales y de Ánimas y demás actos de comunidad.

La iglesia es mediana, de una nave con su retablo decente en el Altar Mayor, tres capillas colaterales, y otros cuatro altares en el cuerpo de la Iglesia.

1.     IGLESIA

La descripción de este convento ofrece y presenta ciertas dificultades, no obstante a través de  los documentos notariales encontrados, principalmente testamentos, y algunos testimonios escritos y verbales, puede desarrollarse un pequeño boceto de su estructura, bienes muebles e inmuebles y elementos decorativos. En palabras de Guardia Castellano, podemos describir la iglesia de la siguiente manera:

            -Su ubicación se encontraba en sus primeros tiempos hasta el  siglo XVIII " en los altos de la ciudad actual, sitio céntrico por los días de su fundación, pero que, al correrse  al llano la población, quedó situado  al sudoeste de la misma, al pie de las murallas de la Alcalá primitiva". Realmente no llegó a formar el centro neurálgico hasta muy entrado el siglo XVII, pues en la fundación fue simplemente un solar de extrarradio en medio de casas a medio construir en torno al eje de la calle Real. 

            - Su planta, como en la mayoría de la iglesia de la Abadía, era en forma de  cajón  y de pequeñas dimensiones: "La planta era “cuadrilonga” rectangular, con unas dimensiones de 16,8 metros de largo (56 pies) por 9 de ancho (30 pies).

            -El  material y aparejo de sus muros  eran “de piedra cantería labrada en las fachadas exteriores, pero de mampuesto en su parte interior".

-En su interior constaba de tres naves, divididas por cuatro pilares (seis columnas), en las que se apoyaba  el artesonado de la techumbre, al final se encontraba el maderamen de techo formado por bovedillas. En la nave de la Epístola, se abría varias capillas: una capilla que pertenecía al regidor Pedro Veneroso, situada  bajo el arco grande del coro; por la parte que salía a la calle Real, otra de Hernán Cano, y una tercera  en el altar mayor, la del crucificado: según manifiesta esta memoria de 1617 "se diga una misa cantada con música de órgano  en el altar y capilla del Crucifijo, que es colateral  a la parte donde se canta la Epístola". 

Por la parte de la nave del Evangelio, había otras tres capillas:  una era la de san Rafael.

En esta parte izquierda se encontraba el locutorio. Entre las sepulturas, referidas documentalmente existían, la de la familia de Alonso Serrano (donde estaba enterrada su hija María Ruiz en 1559).

            - A través de una escalinata, se levantaba el altar mayor que presidía  un retablo dorado  y estofado, con un nicho en la calle central, en el que se albergaba la imagen de Nuestra Señora de los Remedios; en las calles laterales estaban colocadas las imágenes de San Juan de Mata y  San Félix de Valois.

            -Dos coros cerrados con verjas dobles de hierro y madera: el primero a los pies de la iglesia, colocado en alto y embellecido con muchas pinturas, efigies  o imágenes y el conocido  Niño del Coro de mediano mérito, según Madoz, en un  relicario de plata y adornado de pedrería; y el segundo se situaba en bajo, a la izquierda de la puerta de entrada, en su parte inferior tenía un apostolado de escaso mérito de Jiménez.

 

            -En la fachada principal, se levantaba una lonja de un metro (cuatro pies) de altura con doble gradas de escalinatas rústicas, que daban acceso a la puerta de entrada. Esta portada se componía de tres cuerpos: en el primero un arco de medio punto se sostenía  por dos pilastras dóricas y se encerraba con una cornisa, que daba lugar al segundo cuerpo donde albergaba un grupo escultórico de la Santísima Trinidad, conservado en el jardín de entrada  del convento actual de la Fuente del Rey. La imagen de la Santísima Trinidad era de piedra y de forma original  con el Padre sedente, tiene el cuerpo muerto del Hijo entre sus brazos y el Espíritu Santo en forma de palomas posa sobre el hombre izquierdo del Padre que fija sus ojos en el ave, la que abriendo sus alas arrulla.  Es obra del entallador  Jusepe de Burgos, vecino de Alcalá la Real en la segunda mitad del siglo XVI. Se corona la fachada con un  tercer  cuerpo que constituye una espadaña, integrada por dos cuerpos de menor dimensión con vanos de pequeños arcos de medio punto y orlados por pilastras y volutas.        

 

2. LA SACRISTÍA

Junto a la capilla del Cristo Crucificado, estaba adosada  la sacristía del convento, que consistía en un cuarto pequeño. 

3.  CONVENTO

            El convento era de forma irregular; se extendía a lo largo de  la calle Llana de la Trinidad hasta el callejón de la Zubia y se adentraba hacia el solar, lindero con la calle de la cruz de la Piedra. En su  interior, un claustro distribuía las diferentes dependencias del convento, que alcanzaba tres plantas e, incluso cuatro según el desnivel del terreno. Hay constancias de que este claustro presentaba dos corredores que daban lugar en la planta baja a sala del locutorio y torno, la leñera, cocina, refectorio con cuadros de Jiménez, lavandería, sala capitular  y en las partes superiores, las celdas  de las monjas, muy reducidas de extensión, y, finalmente, los almacenes y trojes  de la tercera planta. Las fachadas del edificio ofrecían aspecto compacto y robusto, iluminados por pocos vanos exteriores adintelados, y  por la calle Real, se accedía a través de un zaguán, donde estaba situado el torno, que albergaba la imagen renacentista de la Virgen tornera.

 

3.     OTRAS DEPENDENCIAS

Junto al convento, existían un compás y  la vivienda del sacristán del convento. A los pies  de la nave del Evangelio, estaba el osario, encima del cual  existían  varias dependencias de otras  tres celdas de monjas dentro del Compás contiguas a la iglesia y capilla de Santo Cristo.  En cuanto a las dependencias del convento, podemos manifestar que, con el documento relacionado a la gran reforma constructiva que  hizo Luis de Bailén a mediados del siglo XVII, se aclaran muchos aspectos de sus construcción y estructura.  

                                  

                                               4. LA PLAZA

           

Como signo moderno de una nueva ciudad más abierta y extendida al llano, el convento disponía de una placeta, que destacaba a la hora de los acontecimientos públicos de la ciudad- pregones, mascaradas, estaciones de penitencia…-, pues era punto obligado para detenerse el séquito de caballeros y gente acompañante  para escuchar el edicto municipal o detenerse el paso procesional a la hora de hacer la estación de penitencia. A finales del siglo XVI, destacaba este espacio abierto, porque  durante  unos años –mientras se construía la Casa del Corregimiento en la Mota- el corregidor licenciado Nino puso su vivienda  en torno a la placeta, lo que indica que había casas o casonas de hidalgos en este entorno urbano.

 Unos años más tarde, en la ciudad del valle, esta placeta desempeñó un núcleo  muy importante en el triángulo formado por los lados viarios del convento de Consolación, la iglesia de San Juan y la calle Real con sus vértices situados en las placetas de la Trinidad, Rosario y San Juan. De ahí que, edificios públicos como las nuevas Carnicerías, el Pósito o de otra índole se intentaran ubicar por este entorno. Y no sólo públicos sino también los comerciales como las tandillas de aceite, panaderías o tiendas de paño (en la placeta de la Trinidad siempre se fijaba una de aceite).  El desarrollo de esta plaza viene interrelacionado con el declive y abandono de la  fortaleza de la Mota. Pues, los vecinos se veían obligados a retirar los diversos  materiales de  las casas, puertas, hierros y tejados, para emplearlo en las nuevas edificaciones de la ciudad del llano. Sirva esta  cita de la fortaleza para el barrio de Santo Domingo:

 

 “Ante  el corregidor el cura y beneficiado Francisco Méndez de Aranda pide licencia para llevarse los materiales de las casas de la Mota, que eran de sus abuelos, que están detrás de los corrales de las Casas de la Justicia  y de otras de María Ramírez en el Bahondillo, que las quería para reedificar sus casas que tenía en la Placeta de la Trinidad. La ciudad lo concedió sin perjuicio de las calles y edificios de la Mota”.

        En 1657, la ciudad del valle es una realidad y, durante muchos años, el convento de la Trinidad se consideraba un lugar  céntrico, donde los miembros del cabildo municipal siempre tenían en cuenta para ubicar edificios públicos y la plaza subsidiaria de la fortaleza de la  Mota, como las Carnicerías o tiendas de escribanos. Por ello, la vecindad aumentaba cada vez más y necesitaba de servicios básicos como el agua, lo que daba lugar a buscar sitios estratégicos  para ubicar fuentes; años antes a esta fecha, se valieron de los servicios del capuchino fray Gregorio de la Calzada, que vino a Alcalá y los ubicó en la parte de enfrente del convento de la Trinidad. En esta fecha mencionada anteriormente, acudieron los regidores Leonardo de Viedma y Juan Vázquez a los alrededores de la plaza acompañados de varios maestros de obras y reconocieron el "poco en casa del Hospital Viejo, que parece ser caudaloso y que tiene corriente a otra parte para que ponga una fuente en la calle Real, en la placeta de la Santísima Trinidad ( frente al convento de la Trinidad) por ser la de mayor concurrencia  que se puede buscar de los vecinos de esta ciudad, pues con eso todos los vecinos de la Mota, barrios de San Sebastián, san Bartolomé y Santo Domingo se escapasen del gasto de agua que comprende la Mora para bever, como para los demás menesteres". 

                                   5.-DESCRIPCIÓN DE MADOZ

 

            La plaza albergaba, a finales del siglo XIX, dos casas: una pertenecía a don Juan de  Ortega y era residencia de cuatros jornaleros; por otra parte el propio convento poseía otra, que solía ser usada por algún sirvientes, sacristán o empleado del convento. 

        Pero, con sus datos recogidos de otros archivos, podemos ampliar su descripción. En concreto, Madoz alude a que " fundado en 1828, al oeste de la ciudad, es irregular, con un claustro pequeño y celdas reducidísimas. La iglesia, de tres naves sumamente  pequeñas, con algunas pinturas medianas y portada  de orden dórico, tiene dos coros, y en el bajo, un Apostolado, de mediano mérito, de Giménez y con otros cuadros del mismo autor, que también lo es en el refectorio. En el coro alto, además de otras muchas pinturas, efigies y niños de mediano mérito, se conserva en un relicario de plata, adornado de pedrería y bajo un arca grande, el llamado  Niño del Coro, que está en la mayor veneración tanto dentro como fuera del convento, aunque sean pocas las personas que lo hayan visto; nunca expone al público ni se saca del coro. Para no dar a las monjas d la Encarnación derecho de llevárselo , y esta misma dificultad aumenta la veneración, representa al Niño Jesús  recién nacido , de longitud de dos pulgadas,, pero tan hecho y un colorido tan natural , que difícilmente podría mejorarse; ignoramos la materia de que está formado,, y acerca de su aparición, se cuentan hechos más o menos confirmados con documentos que la comunidad posee.[8] A  principios del siglo XX, se mantiene la casa de la fábrica del convento  y el convento  mantiene su vecindad con el número 91.

MONASTERIO DE SAN FRANCISCO

                              

 

 

Nos dirigimos a este Convento franciscano de los siglos XVI-XVII. Entre los artistas de la obra y su decoración intervinieron: Ambrosio de Vico, Ginés Martínez de Aranda, Miguel de Bolívar, Pedro de Mena, Manuel del Álamo, Melchor Sardo, Nicolás y Miguel de Raxis, Jusepe de Oliva…

En 1840 se desprendieron algunas bóvedas, por lo que el convento se abandonó definitivamente y se clausuró la iglesia, aunque la casa de los venerables o sacristía sirvió de hospedería a los exclaustrados ancianos que careciesen de familia. En estos años fue desamortizado y pasó a propiedad particular. Con los sillares de las ruinas se levantó una plaza de toros en la huerta del antiguo convento, que se mantuvo hasta el año 1936. En la posguerra se desmontó la plaza y los sillares se utilizaron para hacer casas y cercas de solares.


 Descripción:

 

La iglesia estaba conformada en planta por una nave rectangular y una capilla mayor cuadrada, que se cerraba con una bóveda de medio cañón con arcos formeros. Presidía el retablo la Inmaculada Concepción. Poseía tres capillas a cada lado y otra a los pies, bajo el coro. Estaban dedicadas a Nuestra Señora de la Soledad, Crucificado y Santo Entierro, Nuestra Señora de los Ángeles, San Vicente Ferrer, San Antonio, San Diego entre otras…

La portada tenía dos columnas de orden dórico y sobre la cornisa una hornacina con el santo titular, rematándose con una bella espadaña. En cuanto a la casa franciscana hay pocos datos; tan sólo se sabe que los claustros y el patio estaban contiguos a las capillas laterales del evangelio junto con la capilla de enterramiento de Juan Ramírez del Postigo, la cocina y la sala capitula. Las habitaciones daban por la parte  alta con la iglesia de San Sebastián y casas de la familia Frías.

Los restos que quedan en pie son el lateral de la epístola y la capilla mayor lateral, algunas estancias en el subsuelo (como las bóvedas y criptas), la portada principal tabicada (la imagen del santo titular se encuentra en el museo local), la basa de la cruz que presidía el patín y las estancias de la casa de los venerables, que se ha mantenido en pie hasta hace pocos años, cuando se derrumbó el tejado.


 Estado de conservación:

Abandonado y en ruina progresiva, con derrumbe de paramentos y bóvedas, y acumulación de vegetación. 


 Desgaste de los sillares por las inclemencias del tiempo y la acumulación de vegetación. Derrumbes y desprendimientos. Expolio de piezas.

Se conserva  la planta de la  la cimentación del recinto del claustro convertida en huerto  y la caja de la Sala Capitular. 

SAN SEBASTIÁN

 

DÓNDE SE ENCONTRABA LA ANTIGUA ERMITA DE SAN SEBASTIÁN DE ALCALÁ LA REAL?

 

 Comentamos el calllejón de San Francisco con el canto de los auroros : El demonio como es tan travieso, cogió una piedra y rompió un farol, y vinieron los padres franciscos y los apedrearon hasta el callejón. Callejón que dividía monasterio de San Francisco y San Sebaastián. 

 

La ermita de San Sebastián fue erigida  con motivo de conmemorar la victoria alcanzada en la Boca de Charilla por parte de los cristianos capitaneados por  Fernando de Aranda sobre los musulmanes granadinos, que habían hecho una gran cabalgada y cautividad de gente por tierras de la Orden de Calatrava y Reino de Jaén.  Y, como se celebraba en 1472, la leyenda comenta que se vio en la batalla a la figura de San Sebastián, elevaron templo, y, por ello,  cofradía y nombraron patrono de la ciudad un siglo más tarde., Sobre la ermita destacaba  que se celebraba el 24 de enero su función de iglesia con presencia del cabildo municipal, en el que se llevaba el pendón de la ciudad por el alférez mayor; que se ubicaba fuera del recinto murada , y junto a ella el Mesón del  Rey y un cementerio, y que formó barrio a principios del siglo XVI, con varias calles que subían a la Puerta Nueva y Aire.

Los cultos decayeron con el paso del tiempo, y de la ermita ya en el siglo XIX, no se encontraba nada y cuentan que desaparecieron hasta sus retablos, en uno de los cuales había varios lienzos dedicados a la memoria de la batalla. El estandarte, actual pendón de la ciudad, se conserva en el Ayuntamiento, y se exhibía en el día de Santo Domingo de Silos. 

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El emplazamiento de la ermita no se ha podido constatar ni excavar hasta ahora. Ya decía Guardia Castellano" desapareció por completo hasta el punto de no poder  precisar cual fue su emplazamiento”. En otro aparte, se aventura a decir  " que ocupó un lugar inmediato a lo que hoy es plaza de toros, por la parte del Poniente, no resta en la actualidad ni aún los cimientos por los cuales venir en conocimiento de la situación y capacidad de la misma". 

Sin embargo viene esta nota para aclarar su ubicación con motivo de dos de varios documentos relacionados con la familia de Juan de Frías.  Ante Alonso de Castro (legajo 4588, fecha de 15.10.1570)  hay varios documentos muy similares. El primero entre Juan de Frías, casado con Benita de Santisteban e hijo de doña Juan López de Frías, y el  convento de los frailes de la Orden de San n Francisco, representados por el síndico Gutierre de Padilla, por el que hacía donación de una tercera parte de una casas " que todas juntas alindan con el monasterio del Señor San Francisco y casa de Juan de Aranda Guillén y con la calle al lado En que está el monasterio, y la otra a la iglesia y ermita de San Sebastián, qual dé esta parte de la casa sin tinajas que ellas están dentro"; se valoraban en 13.125 maravedíes.

En otro segundo testamento, Antón Cano y Juana López de Frías  cedían la novena parte de las casas anteriormente mencionadas   con los mismos términos aporta el detalle " que todas juntas alindan con el dicho monasterio de San Francisco y con casas de Juan de Aranda Villén y con dos calles al lado una que está el dicho monasterio y la otra la iglesia y ermita de San Sebastián, se valora en 4312 maravedíes en la misma fecha. E

El tercer documento, del mismo día Teresa de Frías casado con Rodrigo de Cueto, ya difunto, también concedió la novena parte por su abuela Juan López de Ávila, también concedió otra novena parte valorada en la misma cantidad que la anterior donación.

 Hemos encontrado más documentos similares del resto de las partes y nos manifiesta que la  ermita estaba ubicada  prácticamente al lado del monasterio y  necesitó estas casas para ampliación todo este terreno con el fin de hacer nuevos claustros y dependencias por los años 1570, en el que se estaba realizando una ampliación de las primeras casas principales del convento, No vamos a entrar en detalles de la desaparición de ambos templos. Pero manifestamos que el camino que divide los huertos actuales, donde estaban los claustros y unas casas que se edificaron en los siglos pasados fue el lugar de dicha ermita de san Sebastián y no un peñasco, que denominaban Sillón de la Reina, lleno de leyendas, donde creían que se situaba la ermita. 

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SAN SEBASTIÁN, PATRÓN DE ALCALÁ LA REAL. SU LEYENDA Y FOTO DE SU MAGEN

 

I

PATRÓN

Hubo una ermita junto a la fortaleza de la Mota, en un barrio que se denominó San Sebastián. Su fiesta se celebraba desde el siglo XV y era organizada por la cofradía de caballeros. Era patrón de la cloración de los aires, peste, y reparador de ruinas. La fiesta decayó en el siglo XVI. Solían hacerse mascarada y vísperas, procesión y fiesta mayor con asistencia de hijosdalgo. el patronazgo estaba ligado con una pequeña batalla.

 

II

LEYENDA DE SAN SEBASTIÁN

 

SAN SEBASTIÁN DE ALCALÁ LA REAL

 

 

         De la historia, esta acta del cabildo de 14 de junio de 1531

“Después de lo qual vino una señalada victoria contra los moros en la Boca Charilla, que es a un quarto de lengua de esta ciudad, que el rey Muley  Y Adelí  de Granada envió a correr la tierra de Martos y Santiago  y la Higuera y la Campiña a tres capitanes principales que se llamaban Aben Deça, Caudón y  Alifayan (sic) de tres mil lanzas, según se tiene noticia, los cuales entraron y hicieron una gran de presa de mugeres hombres y niños ganados y bienes,  y vinieron  para la Boca Charilla, donde entendieron estar muy seguros , porque en Alcalá no había más de 300 peones y cien lanzas,; y esta gente salió de noche y dieron en los moros,  y los desbarataron  y huyendo mataron y cautivaron gran cantidad, mataron a Caudón y cautivaron Alifayan  de heridas  que  luego murió , Aben  Deça huyó y, como llegó,  supo la poca gente que los había desbaratado y quitado toda la presa , el reiy le mandó cortar la cabeza. Sucedió esta victoriosa batalla el día del glorioso san Sebastián veinte de enero del año 1468  y en memoria de este hecho se edificó la hermita del glorioso santo teniéndolo por patrón”

 

......

 

 

“Después el año siete (1507) y el de 21 (1521) sucedió una gran peste en toda esta comarca y fue tanta que la Audiencia de Granada se pasó a esta ciudad como lugar más sano  y, por la sanidad y como santo abogado contra este mal, se hicieron procesiones muy devotas por el clero y pueblo , y desde entonces el día del glorioso san Sebastián ha ido la procesión con mucha devoción  a suplicar e interceder por la salud de este pueblo  y por personas  devotas oficiales sastres se fundase una cofradía del 

 

bienaventurado santo  y con licencia del prelado se  fundó e hicieron la figura del santo de bulto  y el día del sacramento  y  optaban llevarlo a la procesión uno de los oficiales con un pendón y en él puesta la figura del gloriosa santo  con sus insignias y, pasando muchos años, se rompió el pendón  y este lo dejaron en una caja en la Iglesia Mayor e hicieron otro que  servía después; fue disminuyendo esta cofradía   y estaba sin copia de hermanos  cofrades, y no se servía.

 

......

Por el 1588 en los cajones de la Iglesia Mayor se halló el pendón antiguo de la cofradía roto  con la figura del glorioso santo  como queda referido , y la ciudad viendo que era justo que se prosiguiese  en la devoción y veneración  del dicho santo  tan gran patrono de esta ciudad propuso en su cabildo de 22 de enero de dicho de 1588  que esta ciudad, justicia y regimiento  y las demás personas del cabildo fuesen cofrades  de esta cofradía y que asimismo se recibiesen  de ella los demás vecinos que quisiesen  serlo y que el hermano mayor de la cofradía  fuese el corregidor , que entonces era y después fuese, y que se suplicase al señor Maximiliano de Austria , que hoy es arzobispo de Santiago, y entonces abad mayor de esta ciudad se mandase guardar por fiesta este día de  san Sebastián, y propuestas justas causas se mandó  y se ha guardado y se guarda por fiesta solemne y quedó fundada dicha cofradía, como consta por los libros del cabildo de  1588.

En el cabildo del  18 de enero de 1589 se ordenó que esta ciudad como cofradía de la dicha cofradía  que los alcaides y oficiales de ella nombrasen la persona que abía de llevar el dicho pendón  y estandarte  y ansi reparado aquel roto con nuevo tafetán donde está la figura del santo lo llevó el doctor Jorge de Amaral, corregidor que era de esta ciudad, el primero año que se fundó  la dicha cofradía y ansi los años después los oficiales de la dicha cofradía a n fundado la persona que lo ha llebado  y esto se ha usado y guardado”. -La leyenda se resume en que  el capitán Fernando de Aranda estuvo al frente de setenta caballeros y 100 peones frente a los 400 jinetes moros  y muchos más peones, Colocó su tropa en la vaguada de entre los Llanos  y la Celada, de tal manera que hizo una emboscada en la que  parecían muchos más los soldados castellanos. En medio del fragor de la batalla, por la que hizo huir a la tropa musulmana, apareció la figura de un caballero con un caballo blanco, vestido de verde, y con un manojo de saetas en la mano derecha, que hacen que se considere que fue la figura de san Sebastián, para algunos guiando con su estandarte las tropas cristianas, y para otros con  el estandarte que se les quitó a los musulmanes. 

 

El BARRERO

Bajo el convento de San Francisco, se encuentra una zona que se denomina del Barrero, donde  se sacaba el barro para las alfarerías de la ciudad. No fue el único solar sino que más abajo existen otros barreros. También fue un lugar donde se alzaba la cruz de los ajusticiamientos y fusilamientos, que tuvieron lugar hasta la Guerra Civil (1936). 

 

Se encuentran restos del convento y muestras de las hondonadas del barrero. Pertenecía a una capellanía del convento de la Santísima Trinidad.

 

 

 

 

EL BARRIO DE SAN SEBASTIÁN

 

 

Este barrio estaba situado desde la Puerta del Aire hasta la ermita de San Sebastián de alto a abajo. Un callejón separaba esta ermita  con el monasterio de San Francisco de la Observancia. Por un censo de Pedro de Solana y  Constanza de Montiel que firmaban con Francisca y Beatriz de Aranda, hija del magnífico caballero don Francisco de Aranda, un préstamo      ante Bernabé Rodríguez  en  25 de  febrero de 1543, lo avalaba con las casas que se encontraba en el arrabal de San Sebastián, linderas con casas de   Juan Martínez de Espejo y tres partes linderas por tres calles.  Lo que demuestra que este barrio se componía de varias calles. Pero, tenemos constancia de que en sus iglesias  hubo cementerio en  un patio cercano a los templos. Se encuentra en un contrato de venta de una casa del  Arrabal Nuevo de la ciudad del llano, levantado en las Entrepuertas ante el escribano Cristóbal Gallego en 24 de julio de 1533 y siendo testigos Martín Sánchez de la Hinojosa y  el albañil Francisco Hernández. Pedro Gutiérrez Montañés, un paisano de la familia del sastre Juan Martínez, vendió por 16.000 maravedíes a  Hernán López Torrevejano, hijo de Martín Hernández Torrevejano, una casa en situada en este barrio, y lo más interesante es la ubicación de la casa, lindera con el cementerio de San Sebastián y la calle Real, por ambas partes, bien deslindadas.

Por otro documento ante el escribano Alonso Ordoñez (Legajo 4606, folio 200 r), se encuentra un censo que realizaba  María Jurada con su esposo Juan Sánchez Santisteban  y se lo pagaba a  don Lui Méndez de Sotomayor. Se basaba en que Pedro Gutiérrez Montañés, y Ana Ruiz de Medrano otorgaron una escritura en favor de Francisco de Escobedo   de unas casas en el arrabal de San Sebastián (ante Bernabé Rodríguez, 30 de junio de 1534), luego se las dio a censo a Diego Gutiérrez Torrevejano en 1540. Y especificaba el sitio " en el sitio o de San Sebastián   de esta ciudad, linde con la calle que sube a la dicha ermita y el cementerio  de ella y el canino que va a la Fuente Nueva" estimadas en 26.000 maravedís. 

 

 Poir el camino, roto y descompuesto, y apropiado por los actuales labradores, contemplamos murallaa nazaries, puertas de la ciudad y barrios. El segundo. 

 

 BARRIO DE LA PEÑA HORADADA

Debajo de la muralla de Santiago o del Aire, se encontraba el barrio de la Peña Horadada. Por este documento de contrato de 1522  entre Juan de Salido y Juan García Quijada, se avanza en su urbanización.  Este es el texto "unas casas que yo tengo en el Arrabal de San Sebastián que alinda con casas de  (…) e a la calle Real que viene de la Peña Horadada y va a San Sebastián  e de la cual  tengo e de dar un pedazo de corral y otra  parte de portal que haga cocina, la  qual a tengo que dar atajada para  el día que ha de pasar a morada"


Concuerda el documento con las l Constituciones de Juan de Ávila, que habla de una calle que bajaba y otra subía de la Mota-y

 

Cerca de la puerta nueva, se encontraba este barrio de la Peña Horadada, y curiosamente, no responde a una peña que cobijara una cueva. Hace referencia a una peña en la que se dirimió un duelo entre un castellano y un musulmán, y donde se clavó una azcona, una lanza larga que  dio lugar al nombre de PEÑA HAZCONADA.Y, en el siglo XVI, se nombra de esta manera hasta que corrompió la palabra y evolucionó a  Peña Horadada. Como se manifiesta, en un documento de 12 de noviembre de 1542 ante Bernabé Rodríguez, sobre  la venta de una casa techada de retama, propia de Antón Ruiz Duque  a Juan Lope de Gámez y su mujer Catalina López. Se cita expresamente que se hallaba "en el barrio cerca de la Peña Hazconada en un solo cuerpo de seis tapias, de largo en todo lo que pertenece, linderas  con casas de Hernán de Agudo, solar de Beatriz Negra, esclava que fue de Rodrigo de  Góngora, e un camino real (...) por precio de 11.000 maravedíes ". 

Bajmaos por una finca de olivar, por estar el cami no roto al camino de Roahuevos, explicamos su origen. y De allí a 

EL CERRO DE LOS PALACIOS O SAN BARTOLOMÉ

 

 

Por un documento algo anterior a 1540, entre Juan López de Gámez y su mujer Ana Fernández vendieron a Esteban García, otra casa, en tes caso, con cuerpo techado de teja y su posesión de solar, en el cerro de los Palacios, lindera con solar  de Diego Fernández Trevejano y tres calles reales calles reales. 
Otro documento de un censo  de 1.000 maravedíes ante Bernabé Rodríguez en 9 de febrero de 1544, entre Pedro López de Ramos, Fernando Ramos, y su mujer María de Moya, por una parte, y, por otra, con los herederos del regidor Francisco de Aranda (Beatriz, y Francisca de Aranda), Estas cargaban la hipoteca  sobre  unas casas que tenían en el Arrabal del cerro de los Palacios, que lindaban con calle que descendía de la calle de La Puerta Nueva, herederos de las casas de Martín de Peñalver y calle Real. 
Lo que demuestra que  La Peña Horadada se encontraba en un lugar diferente del Cerro de lo
s Palacios, algo anterior a ella y al barrio de San Bartolomé

El barrio de san Bartolomé daba nombre al antiguo de los Palacios atravesado por dos calles una que venía del Matadero y otra de la Puerta Nueva. La ermita dedicada al santo ocupaba un lugar principal. Así era la cofradía en 1568" Siguiendo las declaraciones ante el corregidor, se presentó Alonso Contador, como prioste de la cofradía de San Bartolomé y manifestó que esta estaba constituida desde 1544 por un grupo de vecinos de la ciudad de Alcalá la Real. Se hizo una cofradía, templo y ermita en las eras de los Palacios, gracias a sus limosnas, fue bendecida por un obispo, y se domaron ornamentos, y se decía misa todos los domingos y días de fiesta y otros días, porque en esos lugares o barrios no existía ninguna iglesia. Y había una procesión en el día de San Bartolomé el 24 de agosto a la Iglesia Mayor".

 

CAMINO DE SAN BARTOLOMÉ, MÁS BIEN CARRERA DE LOS CABALLOS

 

 

Frecuentaban los caballeros de la ciudad un lugar para prepararse para la guerra, domar los caballos y ensayar los juegos de cañas y toros para las fiestas ordinarias y extraordinarias del cabildo, Primero, antes de la conquista de Granada, debió practicarse en la Carrera Vieja desde la puerta de la Cuesta del Cambrón hasta las tinajerías y el morabito, donde se levantó el convento trinitario. Posteriormente, el propio nombre de la Corredera y la era del Tiro de Barra, pica o lanza, sugieren que estos lugares del barrio de las Cruces albergaron estos menesteres militares. Hay noticias de que, en los alrededores del ejido de la ciudad, el actual parque, y, en la carrera de San Marcos sirvieron de sitio para estas prácticas. Pero, el más urbanizado fue el camino hacia la iglesia de San Bartolomé desde la ermita de San Blas. se hizo a principios del siglo XVII con fondos de la ciudad y por el alarife Juan Sánchez.  Y fue realizado en tiempos del regidor Juan Díaz de Cabrera.

 

El siete de octubre de 16000, el regidor de origen genovés Pedro Veneroso, comisario  de la obra de la Carrera de San Bartolomé, dijo que en esta ciudad ay muchos caballos e potros, e no se ejercitan por no estar acabado el suelo de la dicha Carrera hoy; esto se podría hacer con facilidad y bien, y entrando las aguas, no se podrá he de perder a lo esta fecha que pide a la ciudad mande eche en pregón que se conforma a las condiciones que se hicieron  y se dé orden de dineros para ellos.

La ciudad mandó que se hagan condiciones por el dicho comisario y se traiga en pregón el hacer este suelo y el domingo doce de este mes se remate en quinientos ducados (AMAR. CAB. 14 de noviembre de 1600)

 

 

Pedro Veneroso dixo  que conforme al acuerdo de la ciudad se remató el suelo de la Carrera, que esta ciudad hace junto a la ermita del Señor San Bartolomé, en nombre de Juan Sánchez, albañil en cincuenta y siete ducados y medio, da noticia a esta ciudad para que, antes que entren las aguas, se acabe para ello provea los dineros y que faltarían 160 baras de chapas, poco más o menos, para acabar de cubrir las paredes de ella y otras piezas para las columnas y bolas para el remate de ella, y porque hacerlos   a jornal y traerlos a ella será de mucha más costa que, siendo a destajo, pode se paga a pregón se remate. La ciudad dixo que, en cuanto el dinero, acudan a su merced el corregidor para que provea  conforme  a lo que este caso tiene proveído esta ciudad y en lo demás el acometió al dicho Pedro Veneroso regidor  para que haga condiciones para que esta obra  y se traiga a pregón y se remate el domingo primero en quien menos diere e la pusiere (AMAR. CAB. 12 de diciembre 1600). La ciudad acordó e mandó que se pregone que ninguna persona entre con bestias en la carrera de caballos que se hace en San Bartolomé ni entren a jugar bolos ni  barras ni quiten piedra ninguna  de los lienzos  de la dicha carrera ni de la que están puesta a la entrada de ella sopena de 600  mrs aplicando conforme a la orden

 Desde fuera , comentamos 

El  RASTRO Y EL MATADERO  

Al otro lado de la muralla del  Arrabal Viejo, estaba el Rastro, lugar destinado para vender la carne al por mayor. Desde allí se edificó una calle en 1576 hasta el Matadero y desde allí se dirigía otra  a la Puerta Nueva, que enlazaba con otra que se dirigía a la Puerta Zayde. Además, otra, en forma de anillo y foso, iba  desde la puerta de Martín Ruiz hasta la de Santiago  y continuaba  pasando por el Rastro. Existían unos soportales para albergar el ganado y una Puerta de entrada para el barrio.

Antes de que existiera el matadero, el cabildo alquilaba una casa para peladero de puercos. Este matadero se realizó, en los primeros decenios del siglo XVI, la mayor obra en 1556. Todavía quedan sus cimientos y caja de estanque en una de las fincas de olivar del arrabal. Se componía de un corral cercado, donde en un gran patio se recogían los ganados, provenientes del Corral del Concejo, situado a las laderas de los Llanos,  para sacrificarlos antes de ir a la carnicería, patio al que se accedía por un portón o portada , y se encontraba con algunas galerías de arcos para proteger ese de la intemperie,   empedrado y con un pozo en su interior junto con casa de encargado y varias habitaciones del guarda o alcaide del matadero y cabinas para los animales y lugar de pesas de romana.

LA PUERTA ZAYDE


 

 

Entre las puertas de la entrada de la Mota, quedan en pie las del Arrabal, Lanzas, Imagen y Peso de la Harina o de la Plaza Baja o de la Villa; cerrada la de la Puerta Nueva; localizadas y recuperadas con nuevo formato de Santiago o del Aire; la del Cambrón y Granada, en buen estado, localizadas y con arranque de pilares de entrada, Martín Ruiz y Zayde. Esta última se encuentra localizada al pie de la Torre de la Cárcel Real, y, abierta su calle de entrada, real como se llamaba cualquier calle que se abría, desde el Rastro a la calle del Postigo. Comunicaba el barrio del Rastro, Puerta Nueva y Matadero con el de Santo Domingo, y, a través de la calle Postigo con el de la ciudad fortificada de la Mota; y a la Plaza por el Cañuto hasta que se mantuvo levantado en 1580. En su entorno existían casas, como lo demuestra este documento en 1526, ante Francisco Ordoñez, por un censo de Pedro Jiménez de las Vacas casado con Catalina González  que le hizo el licenciado Diego López de   Villalobos en la cantidad de 10.000 maravedíes sobre unas casas  bajo la Puerta de Martín Zayde, linderas con Pedro Martín de Castilla, Por estas fotos recreamos, el contexto, son obra de Pacomures, Francisco García Pérez a quien le agradezco la colaboración. Por su colocación y ubicación se comprende la Leyenda de la Mina, por aquí acabaría el pasadizo de salida de la ciudad fortificada y no por la falda de los Llanos.

Se subía desde la Puerta Zayde a la plaza Alta de la ciudad fortificada de la Mota a través de la muralla del Gabán que albergaba el Cañuto, una calle ahuecada que presentaba varias plataformas que permitían la bajada más suave por la excesiva pendiente. Pero la conexión entre la puerta Zayde y el Cañuto, no la hemos encontrada clara hasta este documento  de Bernardo Pérez de Herrera de tres de enero de 1559, donde se recoge el inventario de bienes de los menores de Mari Nieves realizado por el tutor Martín de los Riberos: entre los primeros bienes inmuebles aparece una casa "cerca de la Puerta Çaide", que lindaba con una casa de un vecino, una calle que conducía a la Puerta y el adarve Nuevo del Cañuto. Luego queda claro que entre la Puerta y el Cañuto hubo una serie de casas que rodeaban a la calle donde desembocaba el Cañuto y un adarve con su muro. Por cierto que aparece el pintor Francisco Hernández con una deuda contraída por la familia a causa de guardar en sus bodegas las tinajas de vino. Por unas escalinatas subimos a la calle del Postigo y por su puerta pasamos, merodeamos la ciudad y a nuestras espaldas el  gigante demolido del Gabán:  su torre del PENDÓN, del Farón y de la Justicia, sus adarves, su cañuto y la comunicación entre la fortaleza y el barro de Santo Domingo y el del Rastro por la puerta de Zayde.

 

Calle del Postigo

 

 

 Por Entrepuertas, nos  detuvimos en el barrio del Albaicín, se hizo presente el adalid Pascual Sánchez, la captura del moro, el cautiverio en Martos, los subterráneos, pasadizos, la contramina y el pozo de la mora Cava. Cerca del Postigo, las tiendas de oficios y de los caballeros y entrada por la puerta de Sánchez del Postigo,

 Y entramos al 

 ARRABAL DE SANTO DOMINGO

Describimos el paso de la mezquita a la iglesia gótico mudéjar de Santo Domingo, sus capillas, su sacristía y torre renacentista y el escudo del abad Maximiliano de Austria.

 

 

El  barrio de Santo Domingo o Viejo, estaba poblado por  hombres de oficio, artesanos y campesinos, pocas casas de hidalgo, fue  el antiguo barrio de alquerías, con su horno y su futura ubicación del Parador.

 

 

Desde allí, a l Rastro de venta de animales mayores, por su entrada por la Puerta del Rastro, junto a la Alhóndiga. La calle que los dividía era la Pie de la Torre.

Puerta Zayde

 

 

 

 

 

Por la muralla, pueden  contemplarse diversos  tipos de sillarejo (califal, almohade y cristiano con las marcas de piedras, lienzos de murallas y torres albarranas). Entrando en el Arrabal Viejo, paseamos y contemplamos troneras y saeteras, la puerta de Granada o Cambrón  y Martin Ruiz, pisamos las antiguas calles del barrio de Santo Domingo hasta llegar a la calle del Arrabal y el mundo de las cuevas (desde el Argar a los gallineros del Mosco).  Debemos hacer:

Denuncia de los que destruyen el patrimonio en sus jaurías y gamberradas. 

Recreación del mundo del vino, sus bodegas  y el privilegio,

Y la vivienda de frontera.

PUERTAS MARTÍN RUIZ Y GRANADA

Siempre fue una cuestión interesante de interpretar la ubicación de las Puertas de la fortaleza de Alcalá la Real. Entre ellas, ofrecían alguna duda las de Granada, Martín Ruiz, Rastro y Zayde. Las anteriores están prácticamente identificadas en nuestro libro sobre la Mota y sus arrabales. Pero la puerta del Cambrón o Martín Ruiz  siempre nos inclinamos por la ubicación cercana a la iglesia de San Blas, que, antes de su construcción, se encontraba un barrio de casas con el nombre de Cuesta del Cambrón. Por una  escritura entre el sastre Alonso Sánchez como vendedor de unas casas a Fernando de Valladolid, podemos manifestar que se acertó en aquella apuesta, ya que es muy explícito el documento del contrato, realizado ante el escribano Francisco Ordóñez en 24 de mayo de 1540 del Archivo Histórico Provincial de Jaén. Dice así:  "unas casas con toda su posesión que les pertenece, que yo tengo en la Cuesta del Cambrón de esa ciudad, que alindan con casas de Alonso Hernández de Arjona, e casas de Juan Martínez de Jerez, e, por las espaldas con el camino que está junto el Portillo de la Puerta de Martín Ruiz, y va hacia la Puerta de Santiago".


 La adquiría el comprador por 15.000 maravedíes.

 

Concluíamos que, entre los barrios de expansión de la ciudad fortificada de la Mota, se encuentra este de la Cuesta del Cambrón, posteriormente, de San Blas entre   los que se concedieron, en forma de grandes hazas, delimitadas por entre las caminos, que se repartieron entre los descendientes de los caballeros conquistadores y estos vendieron en solares y se estructuraron con calles interiores, Esta haza entre el camino de Granada, el que se dirigía a la Puerta de Santiago y tierras del ruedo, que entre los agraciados fue la de Juan de Narváez.

Esta casa se ubica perfectamente, en la zona de Cuesta del Cambrón, y, por  el Portillo, o pequeña puerta  a su espalda, la que existía en este camino  era la de la Puerta de Martín Ruiz, que todavía se conserva. Pero afirmábamos que  esta npuede ser ni la de Granada, ni la del Arrabal ni Rastro, está claro la ubicación comentada en otras ocasiones, y que se encontraron su base y arranque.

Hoy, podemos afirmar con rotundidad cual era el sitio y la identidad de la Puerta de Granada. Nos basamos en un pleito que se entabló entre los herederos el sastre Cristóbal Zurita y  su mujer Juana Fernández y Leonor de Góngora, con motivo de haber hipotecado el  primero sus casas ante Leonor de Góngora, esposa del alcalde Juan ¡de Valenzuela. El proceso, que incluye escritura de censo, poder, y fianza se iniciaba en 31 de enero de 1565. Y ahí donde se encuentra la clave al señalar sus linderos y ubicación, situadas "bajo la Puerta de Granada, linderas con casas de Hernán Gómez de Moya, casas del barbero Juan García, casas de Pedro Sardo y casas de Juan López de Santisteban, y la calle que baja al camino de Granada". E incluso, aparece señalada la ubicación con estas palabras unas casas que son en el Arrabal Nuevo, que son bajo la Puerta Martín Ruiz o Granada". Se entabló el auto ante el corregidor Juan de Alanís y se evaluaron en uno de mayo de 1545 ante el escribano Hernán Sánchez (Legajo 4601, folio 336). Las casas estaban casi derrumbadas por esta fecha y se aprovechaba la piedra y el corral. 

Con esto, podemos afirmar que la Puerta de Martín Ruiz es la misma que la de Granada o del Cambrón, y la ubicación es el entorno de la calle que bajaba por el Cambrón, a través del camino de Granada. 

No nos olvidamos bajando desde la Puerta del Arrabal   de 

LOS MESONES DE ALCALÁ

Mo es  raro que en los pueblos de España se conserven calles o barrios con el nombre de Mesones. Por citar un ejemplo cercano a Alcalá la Real se halla la calle Mesones en Granada. En la ciudad de la Mota, también se encontraba abriendo el arrabal nuevo de la  ciudad que bajaba desde la Mota a partir del siglo XVI, entre el monasterio de la Santísima Trinidad y las Entrepuertas, y con parte lindera de la calle Real y la de los Lagares. Se llegaron a distinguir los Mesones Altos y Bajos. Los mesones existieron en tiempos de frontera tras la toma de la  ciudad por Alfonso XI y debieron sustituir a las posadas y hostales musulmanes, pero adquieren mayor desarrollo desde el reinado anterior hasta los Reyes Católicos, pues se citan varios entre ellos el Mesón del Rey por el arrabal de San Sebastián. debieron repartirse estos edificios a los conquistadores y solían arrendarlos a personas para ejercer mesoneros. Hay familias como los Colomo o los Aranda que tenían mesones. Ante el  escribano Luís de Pareja en uno de enero de 1550, es muy interesante este arrendamiento de casa-mesón entre Francisco de Quesada, en nombre de su padre Juan de Quesada, vecino de Alcaudete y el alcalaíno Sebastián Marfil durante cuatro años, a razón de cinco ducados y 1.250 maravedíes anuales. Esta serie de datos y conclusiones se sacan de este documento:

-Este mesón se encontraba ubicado en la calle de los Mesones, lindero con las casas de Alonso Carrillo, el mesón de Pedro Fernández de Aranda, lo que manifiesta que este espacio urbano compartía la zona residencial de viviendas familiares y edificios de función de servicios, como los mesones.

-La vivienda y servicios eran compartidos por estas viviendas denominadas casas- mesones, de ahí que el arrendador se reservara todo lo  que quedaba encima de la escalera, que estaba a mano derecha, con el nombre de aposento.

-También una parte de cuadra para su bestia con la correspondiente entrada libre de ataduras y sin pagar cantidad alguna se la reservaba para mantener el servicio que todavía reservaba el arrendador. Y pone de manifiesto que existía una caballeriza, donde se le dejaba reservada esta cuadra, como era frecuente en estos mesones, alojamiento de los animales y para las personas.

-El mobiliario del mesón refleja muy bien el número de habitaciones dedicadas al alojamiento de viajeros:  cuatro camas de ropas, cuatro colchones de lana, cuatro frisadoras, una jerga, cuatro herpiles de esparto, once bancos de cama-

 -Se cita que existían palacios del mesón con sus correspondientes llaves, excepto dos que no tenían llaves. Curiosamente este término nos refleja la estructura de las casas-mesones con la típica distribución a la manera toledana, donde a través de una puerta principal  y un  portal, generalmente lateral se accedía a un patio y en sus laterales existían los palacios unas estructuras que se abrían con varios vanos, puerta y ventana. Parece que había más puertas de acceso que la principal, porque destaca  esta para el acceso a las caballerizas. 

-El  arrendador , al final del arrendamiento, debía dejar limpias las caballerizas, y, las puertas con sus llaves, como las recibía, lo mismo que las ropas  y aderezos de los muebles de la cama. Durante el arrendamiento debía cumplir todas las cláusulas de pagos, renta y mantenimiento de las ropas, que no podía sacar. 

A partir de mediados del siglo XVI, se abrieron nuevos mesones en la Tejuela  y Llanillo, aprovechando los caminos y nuevas vías a Granada, Jaén y Córdoba. El último paso, fueron los mesones de la zona de los Álamos.

  POR LOS ARRABALES DE SAN BLAS Y SAN JUAN

Por el antiguo barrio del Cambrón y de  San Blas, llegamos a la ermita del santo de la Gargantilla. Lugar  de muladares y  el Vía  Crucis y el acceso desde Granada. Muy interesante s su planta rectangular, las capillas de san Roque y del Cristo de la Salud, su carácter patronal y la demolición en el segundo decenio del siglo XX.

 Por una rampa, damos con la Muralla Tercera  y  anillo tercero de la antigua fortaleza, con sus saeteras, troneras, puertas (Cambrón, Granada y Martín Ruiz), la torre ladeada, el anillo exterior y la casa del Arrabal.

 

 

LA CALLE DE LA ZUBIA           

ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL COVENTO TRINITARIO 

 

La calle, que sube  a la Mota tras el  huerto de san Rafael, hace unos veinte años aproximadamente se bautizó, a propuesta del cronista, como calle del Romancero.  Por papeles viejos del cabildo municipal, podemos manifestar que fue una calle que no tenía apenas vecinos y era de paso, cercano a los arrabales nuevos. El  paso en concreto era  de agua y se llamaba con un nombre árabe  LA  ZUBIA, tal como denominaban la calle en el siglo XVI.    Durante más de seiscientos años, entre principios del siglo VIII y 1341, Alcalá la Real estuvo bajo el poder musulmán. Aunque la población estuvo encerrada en torno  a  la  fortaleza de la Mota y el arrabal de Santo Domingo de Silos, debieron erigirse varias alquerías por el cerro de los Palacios, pagos de san Bartolomé, Peña Horadada, san Sebastián y san Francisco.  Incluso, la antigua de Carrera de los Caballeros, llamada la Vieja, debió rodear  el tercer cinturón de la muralla, continuar por la calle Cava y enlazar con el camino que provenía del Castillo a través de la calle Mesa, Ancha y final de la Real. Aún quedan vestigios de aquella época, uno de ellos es la maqbara, el cementerio hispanoárabe, descubierto por los años noventa del siglo XX en torno a los aledaños de este camino de ronda[1]. Recientemente, con la excavación en el antiguo convento de la Trinidad, es la intención ponerlo en  valor. Una parte de este cementerio musulmán rondaba el camino que venía del Castillo de Locubín, y, a través  de las actuales calle mesa, Ancha y la antigua cruz de Vázquez Mesía se adentraba en  Real y Cava. En torno a sus dos lados  se hallaba la maqbara -pues  existen restos por la calle Real, del Mudo y Puerto con enterramientos horadados en piedra de similares dimensiones y forma-.  La maqbara, está perfectamente localizada, en el lateral situado frente a la placeta de Carmen Juan Lovera, al final de la calle Real. La maqbara de la ciudad, llamada durante parte de la época andalusí Qal’at Banu Said (Alcalá de Benzayde), se ubicaba extramuros de la Fortaleza de la Mota. Los cadáveres se enterraban sin ajuares. Las austeras sepulturas se orientaban en dirección hacia La Meca. Este lugar fue excavado por los años noventa del siglo XX bajo la dirección  del arqueólogo Carlos Borral i Querol; y recientemente se ha vuelto a excavar por el Campo Internacional de Trabajo bajo dirección de Carlos Calvo. En ambas excavaciones aparecieron varias tumbas horadadas a la roca sin ajuar alguno, que pusieron al descubierto el subsuelo del solar del convento         Una de las calles o, mejor dicho, vías de acceso a un cenobio o una zubia, pequeño morabito de esta zona, donde estuvo enseñando un santón, y  su entorno, como cementerio, recibió el nombre de la Zubia. 

 

 

 

 Por calle Caba, actual Mazuelos y antigua calle del Cristo de la piedra, llegamos a las escalinatas de la Cruz, donde  recitamos la leyenda del militar Pineda y el fraile fundador Cristóbal Gallego, parada en la mina del pozo del altozano y de canalización de aguas de las monjas trinitarias. Desde allí, por la calle Zubia a la iglesia de San Juan 


 

 

 

 

 

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