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miércoles, 25 de marzo de 2020

LA TORRE DEL ALGARVEJO



El mapa de las atalayas resulta incompleto en la zona de Alcalá la Real. Lo observamos conforme nos acercamos a los años de frontera en los documentos alcaláinos. Una nueva torre se nos manifiesta por este documento ante Antonio Blázquez, en el Archivo Histórico de Jaén. Su data es el 27 de junio de 1529. Inervienen  en la escritura Lope Garrido, criado de Gonzlo Roldán, que vende una roza de seis fanegas y media al carnicero  Antón de Cuenca. Estaba situada en la Torre del Argarvejo, y era de tierra y monte, y la había recibido de las  suertes que le cupieron por el repartimien to de Sus Majestades, en conreto Cartos I. Lindaba este terreno con la roza del mismo Antón de Cuenca, la de Ginesa Negra y la Ana Jiménez, hija de Pedro de las Vacas. Se establecía un precio de tres ducados de oro  en justo peso  por la parcela. 
Este es el documento y pueden sacarse estas conclusiones:
-La ubicación de la torre está clara, lo dice en el Algarvejo. Un lugar que según el arabismo procedente  y  referido por antonomasia a garb al-Andalus, en árabe: غرب الأندلس),  » proviene de al-Garb, que refieren dos signficados: uno hace relación a cueva, como lo indica Corominas, y remonta a specus "cueva" , otros a  Occidente, nombre que significa literalmente «el occidente de al-Ándalus», y que correspondía con la zona más occidental de al-Ándalus, lo que actualmente es el sur de Portugal. Está claro que en la zona alcalaína se relaciona con la primera acepción, pues con el sufijo "alejo", lugar de una cueva pequeña, no puede hacer más alusión sino a un monte que en su cima tenía una pequeña cueva. Las hay en la Acamuña, Los Llanos, San Marcos, Hoya, y otros sitios.. Se concretará el sitio de esta torre, conforme aparezcan más documentos. 
-La roza es el término que se emplea al repartimiento  Y  llevó a cabo el corregidor Francisco de Alarcón mediante una serie de cuadrillas, dirigidas por un agrimensor que da nombre a la suerte de tierras y trances repartidos. Fueron concedidas  gracias a la merced que dio a los vecinos de Alcalá la Real el emperador Carlos I  y se dividieron en formas de peonías (seis fanegas y media ) y caballerías ( dos peonías en trece fanegas). 
-Se repartieron las rozas entre los vecinos de Alcalá la Real, pero, poco a poco, la élite local llevó a cabo una concentración de tierras en torno a sus cortijos, comprándo rozas y extendiendo sus tierras por las cabezadas de los montes. 

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