Me Me resulta sorprendente el hecho de renovar el
plano poliercético de nuestro municipio. Ya lo apuntamos en las Jornadas de
Fuente Álamo, y, ahora lo confirmamos con datos notariales. El escribano Antón
Blázquez, en 17 de diciembre de 1536
recoge una escritura ,muy interesante para descubrir otra torre desaparecida en
la Acamuña. Más concretamente en la Fuente del Gato. De ahí que recibiera el
nombre de la Torre de la Fuente del Gato,
Bartolomé García Gallardo , casado con Juana González, vendía a Antón de Cuenca, un pedazo de tierra y monte en la Fuente del Gato, con el cortijo y eras que nostros tenemos y que lindaba con las tierras y majuelo del dicho comprador por lado, y, por otro lado con tierras del vendedor, e por lo alto con la Sierra que esta encima de la Torre, y con el camino que sube a la dicha torre de la Fuente del Gato y , pòr lo bajo con la misma torre. Se extendía en dos fanegas y media de sembradura, deslindada y momte sin deslindar por la cabezada hasta lo alto del Peñon y por la derechura hasta lo alto. Se pagaron siete mil quinientos maravedíes.
Es muy interesante el documento por hallarse documentada la Fuente el Gato, que `permanece sin agua en el mismo lugar, el descubimiento de una nueva torre la del Gato, y el sistema de ocupación del monte para roturarlo, así como la uibicación de la torre, que se encontraba por debajo de la cima, a las faldas de la Acamuña, para marcar señales a la de Charilla, Alcalá la Real, Nava y fortaleza de la Mota.
Parece corresponcer con el hallazgo efectuado por espeleólogos
del colectivo GesPriego . Juan Rafael Hinojosa recogía en el Diario Jaén:
El Grupo de Exploraciones Subterráneas de Priego de
Córdoba (GesPriego) es el responsable, dentro del proyecto “Las Entrañas de la
Acamuña” —puesto en marcha en colaboración con la Asociación de Estudios
Culturales de Castillo de Locubín— de un descubrimiento señalado. Se trata del
hallazgo de la atalaya medieval de La Acamuña, según explica el colectivo
cordobés, dentro de tareas de prospección de restos de trincheras y túneles de
la Guerra Civil.
El emplazamiento de la estructura está en la ladera
sudeste del cerro, en el término municipal de Alcalá la Real. En cumplimiento
de lo establecido en la legislación autonómica sobre patrimonio histórico, los
hechos fueron puestos en conocimiento del Ayuntamiento. “GesPriego” asegura que
el arqueólogo municipal comunicó que este bien no se encontraba en el catálogo
local de yacimientos.
La entidad prieguense manifiesta, en un comunicado,
que aunque hay testimonios documentales, historiográficos y orales de la
existencia de la atalaya se había dado por desaparecida a consecuencia de su
destrucción por los disparos artilleros que sobre las posiciones de la sierra
de La Acamuña llegaban desde las baterías situadas durante la Guerra Civil en
La Mota. Sin embargo, quedaron vestigios, consistente, en el núcleo interior o
migajón y algún mampuesto de los paramentos. La torre tenía forma cilíndrica,
como otras repartidas por el municipio. “Hoy podemos ubicar su situación exacta
e incorporarla al estudio de un espacio medieval de frontera singular que tiene
uno de sus mayores exponentes, precisamente, en las torres atalayas que jalonan
su paisaje”, afirma “GesPriego”.
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