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viernes, 14 de febrero de 2020

EL ALJIBE DE ALONSO DE CABRERA EN LA MOTA

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Es cierto que esa frase tan recordada por el montaje viedográfico de la fortaleza de la Mota, procedente de un dicho popular "Castillo sin aljibe, enemigo dentro" jugó un gran papel para su defensa. Pero, en tiempos de paz,  el aprovisionamiento y el almacenamiento de agua fueron  muy importantes para el desarrollo urbano y el manteminiento poblacional dentro de su recinto. Algunos sugirieron, conforme se avanzaba en las diversas fases de excavación que tuvieron lugar en el subsuelo de la Mota antes del siglo XXI, que existían varios tipos de aprovisionamiento y alamacenamiento  de agua. Hay algunos pozos horadados de la misma roca del mismo recinto, sobre todo, en los pasadizos  que comunican entre la ciudad fortificada y los arrabales, el del Albaicín,  Arrrabal Viejo y los Nuevos de Martín Ruiz, Puerta de Granada, y Rastro y Puerta Nueva, son de forma circular y rectangular y , a veces, algunos le dejan entrar la canalización  del agua por medio de minas. Por  otro lado, el almacenamiento del agua se llevó a cabo mediantes aljibes que suelen remontarse a tiempos romanos y musulmanes, e, incluso posteriormente, se reconstruyeron o se levantaron de nuevo, en tiempos de Edad Moderna,  al aumentar las necesidades de la población y crecer  dentro del recinto. Pues era el sistema más seguro y operativo, y más cuando se contaba con varios pozos, como era el caso  de la Mota para el abastecimiento constante de los vecinos. Los había, en su mayoría privados y otros de uso público como los del pasadizo,  llamado del Altozano o de la Conquista, entrada de Cárcel Real, en tiempos actuales, a los que hay que añadir el de la casa de Rosado y varios en Arrabal Viejo. Las fuentes fueron otra forma de abastecer de agua, pero curiosamente no aparecen en el contorno de la Mota salvo la del arrabal de San Juan, y, otra en el convento trinitario. A este sistema de abastecimiento, se unía el de los aguadores, que transportaban durante el día el agua con reatas de acémilas desde las fuentes del Llano: las de Fuente Beber, Tejuela y Fuente Nueva y Granada. En cuanto a los aljibes, existían en los edificios publicos como era el caso  del Castillo de Aben Zayde (dos en Torre del Homenaje y uno en Patio de Armas), Casas de Cabildo (uno), Iglesia Mayor, claustro y sacristía  (varios y de diversas épocas), Torre de la Cárcel Real (uno en su interior en la planta subterránea), Bahondillo ( de aguas del nevero) y Plaza Baja (la mazmorra). Pero predominaban los particulares en las casas más importantes de los barrios (noble y militar), como un sistema de almacén de agua o cisterna. Ofrece varias tipologías: los hay hordados en la misma roca y cubierta  de medio cañón ( de ladrillo o de losetas); existen a medio camino entre la horadación y su levantamiento cosntructivo; los hay completamente construidos en sus tapias de estancamiento, casi desparecidos), de pequeñas dimensiones y enormes dimensiones cubiertos con una bóveda de media naranja sobre unas trompas para pasar de la suiperficio cuadarada o rectángular a la curva o ccircular, como los de la casa de los dos Aljibes de la familia de los Aranda junto a la portada del Perdón de la Iglesia Mayor. No puede pasarse por alto las bodegas con almacenamiento de tinajas reservadas al agua. 
El aljibe suele revestirse su mampostería y enlucirse con la mezcla de cal cal y arena y almagra para procurar hacerlo instranspirable, suele recoger el agua mediante una canalización de doble caña procedente del tejado. El color rojizo  de su enlucido es consecuencia de haberle aplicado en sus paredes la mezcla hecha a base de óxido de hierro, resina de lentisco, arcilla roja y otros materiales qiue conseguía que el agua no se corrumpiera. El aljibe que se ofrece en la planicie de la Mota presenta la forma abovedada  y recubierta de esta pintura de almagra que era imperemeable, a la que se abrían unos respiraderos que contribuían al buen estado del agua. No es el caso alcaláino la traída por acueducto u otras vías salvo el transporte animal, que venía regulado por una ordenanza de precios.  
Uno de los pozos con más volumen de agua se encontraba  en el Arrabal Viejo, y se comunicaba con una mina que pprocedía de la calle de los Lagares y Puerta  de Granada, que se ofrece con una galería de mampostería en su interior para poder adentrarse en ella. Otro se protegía con la torre barbacana, que dio lugar al recinto del Albaicín.
Y, dentro de este sistema, este contrato entre  el regidor Alonso de Cabrera y el cantero Diego Martínez Izquierdo, ante el  escribano Francisco Ordóñez en 12 de noviembre de 1547. clarifica el sistema constructivo y otros aspectos de los aljibes para comprender los aljibes de la ciudad fortificada de la Mota. Recoge la manera, traza y condiciones de una casa en la que vivía, en el entorno del barrio militar de la Mota. El aljibe se levantaba en el patio de su casa labrado de piedra , tanto la bóveda como las paredes juntas por la parte de dentro. Las dimensiones eran: de largo trece pies ( 4 metros) y de ancho diez ( 3 metros) y de profundidad ( de hondo) conforme a l suelo del aljibe viejo que está cubierto  a donde se ha de hacer el dicho aljibe. Se añadía que el hueco de hondo debía ser desde la clave hasta el aljibe que se había de construirse de 17 pies, al mismo tiempo que se exigía que el "patio a donde dicho aljibe se ha de hacer, ha de quedar a la misma altura que tiene, que no sea ni más alto ni más baxo". Los gruesos de las paredes del aljibe han de ser por dentro de una vara de largo de medir, labrada de silléría por la parte de dentro, como de envés y entravedes deben ser de mampostería bien asentada y labrada conforme a la traza que está escrita  por el cantero Martín de Bolívar, y quedaba para el propietario Alonso de Cabrera
La bóveda debía ser muy bien labrada y la cubierta de la dicha bóveda debía ser de medio punto, como parece que el trasdós de la dicha bóvieda debía venir al suelo del patio de dicha casa y el suelo de dicho algibe de un pie de grueso de cal y arena todo llano y  bien asentado con su pisón.
El revocado lo definía de esta manera "  e que tengo que revocar e aderezar e limpiar e azucalar todas las juntas del dicho aljibe e adecerar de cal y arena todas las junturas .
Las mezclas debían ser : para el asiento de la piedra labrada ha deser limpia cernida y mezclada tanto de cal y arena, y para el resto lo que se necesitare ha de mezclarse dos de cal y tres de arena. 
Diego Martínez y sus oficiales corrían a cargo de sacar la tierra, de la hoya del dicho aljibe y por su parte Alonso Cabrera les proporcionaba  el agua que se necesitare, la madera de la cimbra y una tinaja de aguapié para los trabajadores. También de Diego ha de ser toda la piedra, cal y arena, sacarla, traerla y asentarla, La piedra debía ser la cantera de los Llanos de esta ciudad, e insiste en la piedra labrada y sacada de la bóveda. 
La obra debía estar acabada en mayo de 1548, y , si se incumplía el contrato, podía llamar a otros maestros y oficiales a costa de Diego Martínez. Fueron testigos Francisco de Gamboa, el  bachiller He4rnán Ruiz y Bartolomé Delgado.

CONCLUSIONES

Se asisgte a una nueva reurbanización del recinto amurallado de la Mota, entre las nuevas calles y casas se cuida del abastecimiento y almacenamiento del agua en el siglo XVI.
Los nuevos maestros de obras participan con los nuevos sitemas const







ructivos, que reconstruyen, amplían o restauran los anteriores musulmanes, como se demuestra en este artículo. Nada menos que junto a canteros famosos las trazas provenían de Martín de Bolívarr.
Parece que los recintos de las casas eran amplios para ocuparse con grandes aljibes de agua de nueva cantería y relleno de mampostería en las grandes mansiones, en sus patios de gran amplitud, de los hidalgos. 

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