Iniciamos una serie sobre los vecinos de Alcalá la Real, que vivieron hace unos 270 años, en concreto en 1753, y tratamos de comparar y acercarnos a una ciudad que se mantuvo y pervivió en el casco antiguo. Recogeremos sus formas de vida, sus costumbres, sus haciendas y todo lo que nos acerque a conocer los orígenes BASÁNDONOS EN EL LiBRO DE ASIENTO DE LOS VECINOS CABEZAS DEL ESTADO SEGLAR Y EN LA DECLARACIÓN DE BIENES PERSONALES DE LOS MISMOS . Corresponde a los datos del AHP y AMAR.
LA CALLE DE LOS CAÑOS
Nada menos que existían 126 casas habitadas, hoy día son muchas menos y en el sector último entre la calle Llana y la placeta de San Juan, no llegan a quince las casas habitadas.
Al principio de la calle, cercana a la calle de los Álamos vivía una hidalga y viuda doña Ana Benavides, a cuyo cargo correspondían dos hijas y figuraba como la vecina 736, es decir en la casa señalada con este número.
LAS CASAS DE LOS HIDALGOS
Solía estar compuesta, como la de esta señora, de portales, patio, corral. Curiosamente se frecuentaban los árboles en el patio, huerto o corral, en este caso un granado y una higuera como pervivieron hasta el siglo pasado en otros huertos . A esto se añadía un cuarto en la planta baja o primera. En el segundo principal cocina y cámaras. La fachada era de 14 varas de frente ( 11.20 metros) y de fondo 22 (17.60 metros ) . Estaba lindera con la del forastero antequerano Juan de Espinosa por la parte alta y baja por el alcalaíno Juan de Moya. El precio de la casa se evaluaba en r lo que podía ganar si se arrendara: 132 reales. Y era muy frecuente que se cargara sobre ellas un censo , en este caso, de 500 reales , que se destinaban por sus réditos anuales de 15 reales al Convento de San Francisco de la Observancia de Alcalá la Real.
FINCAS
No le habían quedado muchos
bienes a esta viuda sino dos fincas situadas junto al puente de Priego, que
debía ser el actual puente de Suárez por la descripción de sus linderos, entre
ellos el camino de Priego. sus restantes vecinos de tierra eran rentas
forasteras ( mateo de contreras, vecino de morón) y eclesiásticas , la
priora del convento de la trinidad don francisca de santa clara y los
beneficiados de santo domingo de silos. dos alcalaínos Raimundo delgado y pedro
mejías completaban sus entorno. Una de cuatro fanegas y otra de una
fanega de tierra de secano (trigo y cebada). Tenían una producción de tres
cosechas en cinco años y se clasificaban de segunda calidad. Durante mucho
tiempo, esta calle estuvo ocupada por poseedores rentistas.
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