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viernes, 13 de octubre de 2017

EN INFORMACIÓN. ALCALÁ ´LA REAL. Al SARAFI, UN NUEVO DESCUBRIMIENTO ALCALAÍNO No siempre se ha valorado en su justo precio la presencia musulmana en el término de la ciudad de los Banu Said hasta que se celebró el centenario de Ibn Said al Magribi por los años setenta del siglo pasado, tal como se recoge en la lápida de la entrada de la puerta de la Imagen de la ciudad fortificada. Tan sólo, se ha sobredimensionado en muchas ocasiones el patrimonio heredado de la ciudad de la Mota, como si por cualquier rincón se conservaran sus vestigios árabes. Y, sin embargo, por doquier abundan la presencia de los conquistadores cristianos y las huellas de las generaciones castellanas que precedieron a la Edad Contemporánea. Y en verdad que pocos testigos se encuentran, salvo la huella de la arquitectura en algunas puertas del castillo de Aben Zayde y en el diseño urbanístico almohade de toda la medina y de sus arrabales reutilizado por los nuevos moradores. Incluso, no proliferan la presencia de topónimos árabes ni arabismos debido a la fuerte repoblación castellana. Pero, en todos los campos de saber y de la ciencia destacaron los miembros de la familia de los Banu Said, que ejercieron de mecenas, gobernadores y literatos. Destacan en el mundo de la poesía el charillero Ibn Jaqan y los literatos y poetas Abd al Malik, Abu Yafar y Muhammad b Abd al –Malik; en las ciencias históricas, la gramática y la literatura, geografía e historia es imprescindible para el estudio del mundo del Al Ándalus el gran Alí ibn Said Al Andalusí o al Magribi, ya comentado. No faltan ni siquiera las poetisas como la alcalaína Nazha. Parece como si todos estos personajes y escritores se hubieran dedicado al mundo de las letras, Y no es cierto, porque los hermanos al Garnati, Muhammad y Abd al Rahman ejercieron funciones de intendentes y arquitectos, nada menos que en la ciudad de Sevilla y al segundo se le debe una parte de la torre de la Giralda. Por eso, no extraña que un nuevo personaje musulmán, Al Sarafi relacionado con Alcalá, en este caso, de tiempos del reino nazarita, hay asido dado a la luz por ser autor de un astrolabio, el jefe, como ilustró y puso al descubierto recientemente la profesora Azucena Hernández en las Jornadas del Astrolabio de Al Sarafi de Alcalá la Real. Este personaje alcalaíno no tiene la suerte de estar relacionado con una genealogía muy profusa en datos como los Banu Said, pero se constata por estar inscritos su nombre y la ciudad de Alcalá junto con la fecha de 729 de la Hégira (1328 en era cristiana) de un astrolabio que ocupa una de las vitrinas dela Museo del Mar de Estocolmo. Este instrumento, bello y funcional, debió ser útil para los miembros de la ciudad musulmana de Aben Zayde, porque lo mismo les marcaba las horas de la oración en las mezquitas, que le servía para proporcionar dimensiones relacionadas con motivos constructivos, sin olvidar que su fundamento y empleo astronómico era muy requerido para muchas utilidades. Y en la oscuridad, su alidada permitía horadar aquel cerro, tal como nos señalaron los miliares granadinos a la hora de realizar minas, contraminas, pasadizos y adarves cubiertos. Lo mismo que el doctor Sáez atribuyo el origen alcalaíno de Arcipreste de Hita´, casi por los tiempos de la estancia de su padre en estas tierras importantes personajes musulmanes como al Sarafi vivían en Alcalá. Otro aliciente para la Ciudad Oculta.

Al SARAFI, UN NUEVO DESCUBRIMIENTO ALCALAÍNO
No siempre se ha valorado en su justo t.ermino la presencia musulmana en el término de la ciudad de los Banu Said hasta que se celebró el centenario de Ibn Said al Magribi por los años setenta del siglo pasado, tal como se recoge en la lápida de la entrada de la puerta de la Imagen de la ciudad fortificada.  Tan sólo, se ha sobredimensionado en muchas ocasiones el patrimonio heredado de la ciudad de la Mota, como si por cualquier rincón se conservaran sus vestigios árabes. Y, sin embargo, por doquier abundan la presencia de los conquistadores cristianos y las huellas de las generaciones castellanas que precedieron a la Edad Contemporánea. Y en verdad que pocos testigos se encuentran, salvo la huella de la arquitectura en algunas puertas del castillo de Aben Zayde y en el diseño urbanístico almohade de toda la medina y de sus arrabales reutilizado por los nuevos moradores. Incluso, no proliferan la presencia de topónimos árabes ni arabismos debido a la fuerte repoblación castellana. Pero, en todos los campos de saber y de la ciencia destacaron los miembros de la familia de los Banu Said, que ejercieron de mecenas, gobernadores y literatos. Destacan en el mundo de la poesía el charillero Ibn  Jaqan y los literatos y poetas Abd al Malik, Abu Yafar y Muhammad b Abd al Malalik; en las ciencias históricas, la gramática  y la literatura, geografía e historia es imprescindible para el estudio del mundo del Al Ándalus el gran Alí ibn Said Al Andalusí o al Magribi, ya comentado. No faltan ni siquiera las poetisas como la alcalaína Nazha.
Parece como si todos estos personajes y escritores se hubieran dedicado al mundo de las letras, Y no es cierto, porque los hermanos al Garnati, Muhammad y Abd al Rahman ejercieron funciones de intendentes y arquitectos, nada menos que en la ciudad de Sevilla y al segundo se le debe una parte de la torre de la Giralda.
Por eso, no extraña que un nuevo personaje musulmán, Al Sarafi relacionado con Alcalá, en este caso, de tiempos del reino nazarita, hay asido dado a la luz por ser autor de un astrolabio, el jefe, como ilustró y puso al descubierto recientemente   la profesora Azucena Hernández en las Jornadas del Astrolabio de Al Sarafi de Alcalá la Real. Este personaje alcalaíno no tiene la suerte de estar relacionado con una genealogía muy profusa en datos como los Banu Said, pero se constata por estar inscritos su nombre y la ciudad de Alcalá junto con la fecha de 729 de la Hégira (1328 en era cristiana) en un astrolabio que ocupa una de las vitrinas dela Museo del Mar de Estocolmo. Este instrumento, bello y funcional, debió ser útil para los miembros de la ciudad musulmana de Aben Zayde, porque lo mismo les marcaba las horas de la oración en las mezquitas, que le servía para proporcionar dimensiones relacionadas con motivos constructivos, sin olvidar que su fundamento y empleo astronómico era muy requerido para muchas utilidades. Y en la oscuridad, su alidada permitiría horadar aquel cerro, tal como nos señalaron los militares granadinos, a la hora de realizar minas, contraminas, pasadizos y adarves cubiertos. 
Lo mismo que el doctor Sáez atribuyo el origen alcalaíno de Arcipreste de Hita´, casi por los tiempos de la estancia de su padre en estas tierra,

s importantes personajes musulmanes como al Sarafi vivían en Alcalá. Otro aliciente para la Ciudad Oculta.


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