Al SARAFI, UN NUEVO DESCUBRIMIENTO ALCALAÍNO
No siempre se ha valorado en su
justo t.ermino la presencia musulmana en el término de la ciudad de los Banu Said
hasta que se celebró el centenario de Ibn Said al Magribi por los años setenta
del siglo pasado, tal como se recoge en la lápida de la entrada de la puerta de
la Imagen de la ciudad fortificada. Tan
sólo, se ha sobredimensionado en muchas ocasiones el patrimonio heredado de la
ciudad de la Mota, como si por cualquier rincón se conservaran sus vestigios
árabes. Y, sin embargo, por doquier abundan la presencia de los conquistadores
cristianos y las huellas de las generaciones castellanas que precedieron a la
Edad Contemporánea. Y en verdad que pocos testigos se encuentran, salvo la
huella de la arquitectura en algunas puertas del castillo de Aben Zayde y en el
diseño urbanístico almohade de toda la medina y de sus arrabales reutilizado
por los nuevos moradores. Incluso, no proliferan la presencia de topónimos
árabes ni arabismos debido a la fuerte repoblación castellana. Pero, en todos
los campos de saber y de la ciencia destacaron los miembros de la familia de
los Banu Said, que ejercieron de mecenas, gobernadores y literatos. Destacan en
el mundo de la poesía el charillero Ibn
Jaqan y los literatos y poetas Abd al Malik, Abu Yafar y Muhammad b Abd
al Malalik; en las ciencias históricas, la gramática y la literatura, geografía e historia es
imprescindible para el estudio del mundo del Al Ándalus el gran Alí ibn Said Al
Andalusí o al Magribi, ya comentado. No faltan ni siquiera las poetisas como la
alcalaína Nazha.
Parece como si todos estos
personajes y escritores se hubieran dedicado al mundo de las letras, Y no es
cierto, porque los hermanos al Garnati, Muhammad y Abd al Rahman ejercieron
funciones de intendentes y arquitectos, nada menos que en la ciudad de Sevilla
y al segundo se le debe una parte de la torre de la Giralda.
Por eso, no extraña que un nuevo
personaje musulmán, Al Sarafi relacionado con Alcalá, en este caso, de tiempos
del reino nazarita, hay asido dado a la luz por ser autor de un astrolabio, el
jefe, como ilustró y puso al descubierto recientemente la profesora Azucena Hernández en las
Jornadas del Astrolabio de Al Sarafi de Alcalá la Real. Este personaje
alcalaíno no tiene la suerte de estar relacionado con una genealogía muy
profusa en datos como los Banu Said, pero se constata por estar inscritos su
nombre y la ciudad de Alcalá junto con la fecha de 729 de la Hégira (1328 en
era cristiana) en un astrolabio que ocupa una de las vitrinas dela Museo del
Mar de Estocolmo. Este instrumento, bello y funcional, debió ser útil para los
miembros de la ciudad musulmana de Aben Zayde, porque lo mismo les marcaba las
horas de la oración en las mezquitas, que le servía para proporcionar
dimensiones relacionadas con motivos constructivos, sin olvidar que su
fundamento y empleo astronómico era muy requerido para muchas utilidades. Y en
la oscuridad, su alidada permitiría horadar aquel cerro, tal como nos señalaron
los militares granadinos, a la hora de realizar minas, contraminas, pasadizos y
adarves cubiertos.
Lo mismo que el doctor Sáez atribuyo el origen alcalaíno de
Arcipreste de Hita´, casi por los tiempos de la estancia de su padre en estas
tierra,
s importantes personajes musulmanes como al Sarafi vivían en Alcalá. Otro aliciente para la Ciudad Oculta.
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