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viernes, 15 de noviembre de 2019

EL PRIMER CASO DE LA INQUISICIÒN DE ALCALÁ LA REAL

CUARTERÓN DE LA SANTA INQUISICIÓNEN
 LAS DOMINICAS, PROCEDENTES DE LA VERACRUZ 
Ante el escribano Francisco de Ordóñez, en  17 de enero de 1533, se encuentra un caso  de la Santa Inquisición.  Se refiere a la petición de un poder por parte de  un  alcalaíno  a una vecino de Córdoba de  la devolución de objetos incautados por la Santa Inquisicón  de Córdoba.

El vecino de Alcalá la Real se llamaba Martín de Alcalá, cuyo apellido con relación al topónimo de la Mota solía encubrir a personas relacionadas con hijos expósitos o judeoconversos o nuevos cristianos, que suelen aparecer por estos años en la ciudad de la Mota.
Martín Hernández es un tintorero cordobés, relacionado con el anterior,  pues estaba ausente en el acto de la firma del poder para que  recibiera los objetos incautados. 
La petición se dirigía a  a los Reverendos Inquisidores de la Santa Inquisición de la ciudad de Córdoba con el fin de que le alzaran el secreto del retiro de sus bienes,   y quedasen libres de sus bienes los fiadores de ellos. Al mismo tiempo le daba poder para poder cartas de finiquito y cuentas, y alegar y replicar todo los que fuera necesario. 
Los bienes y objetos incautados eran cuatro sortijas de oro, una cadena de plata, ciertas escrituras que le fueron incautadas y otros bienes. Con la libertad del secreto y entregados a su poderista podían hacer frente a todos los gastos.
Aquí queda el primer documento sobre la inquisición en contra de los vecinos de Alcalá, posteriormente vinieron más datos sobre  alcalaínos alcanzados por la Santa Inquisición. Formaba  parte del sexto distrito que dependía del tribunal de Córdoba,   uno de los diez partidos que constituían este tribunal,  y lo integraban  Alcaudete, Carcabuey, Priego, Castillo de Locubín y Alcalá la Real. Recogemos del bloggs el Arcipreste Sinrita.
 En los últimos años del siglo XVI solo existieron en Alcaudete un comisario, un notario y siete familiares del Santo Oficio, nutrida representación comparada con Carcabuey donde solo había tres familiares, o con Castillo de Locubín que tenía un comisario y un notario pero ningún familiar. Este personal de Alcaudete era de similares características que en Priego donde disponían de dos familiares menos, igual que en Alcalá que por otro lado disponía de dos comisarios.  Este distrito sexto disponía de cinco comisarios, cuatro notarios y 20 familiares que daban una plantilla total de 29 componentes del Santo Oficio.
El control radicaba en este núcleo de personas y se intensificaba con la visita de los inquisidores. 
Entre 1570 y 1605, puedo dar fe que se realizaron cuatro visitas en la comarca, todas iniciadas desde Córdoba.
PUERTA DE LAS DOMINICAS
En 1570 fue el licenciado Alonso Tamarón el que nos visitó siguiendo la ruta de Carcabuey, Alcalá, Alcaudete y Baena. En 1575 fue el doctor don Alonso López el que hizo ruta por la Rambla, Montilla, Aguilar y Priego, sin que se llegase a Alcaudete por indisponerse con unas fiebres. En 1585 el doctor don Antonio Martínez visitó Lucena, Carcabuey, Priego, Alcalá, Castillo de Locubín y Alcaudete. La cuarta “visita” la hizo en 1605 el licenciado Jerónimo González que recorrió Aguilar, Priego, Alcalá la Real y Alcaudete. Ya lo comentamos en el inqquisidor Tamarón en el el Libro Cancionero, Relatos y Leyendas. También lo recogió el doctor Coronas con los juedoconversos alcaláinos y  se prodigaron muchos judíos que administraron  los bienes de los señores de Córdoba y conde de Cabra.
A Martín deAlcalá se encontró más tarde comprando una casa en lCalancha a Juan Bazuelo, por 1250 maravedíes ya que  estaban derribadas y eran linderas de las de Pedro Hernández de Yedra y  el clérigo Gonzalo Sánchez de Trasierra (26 de agosto de 1536 ante el escribano Frabcisco Ordoñez). 


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