ENTRE 1751 Y 1752, los vecinos del partido de campo de la Rábita y su terrenos agregados declaraban ante el corregidor don Alfonso de Montoya, sus bienes muebles e inmuebles, y algunos datos familiares, Sus vecinos compartían en número las labores del campo como labradores y jornaleros, abundaban pegujareros y pocos hortelanos y ningún oficio o trabajador de servicios. Estos eran los vecinos
PUJAREROS
Antonio León (1907) jornalero, casado, tenía una sobrina.
Blas de Mesa (1911) jornalero, casado, tenía dos hijos, menores y dos hijas.
Diego Manuel Pâlomino (1918), casado y tenía un hijo jornalero mayor de 18 años y otro menor baldado
Francisco Manuel Zamora (1924), jornalero, casado y tenía tres hijos menores y una hija.
Gabriel Muñoz(1939), pujarero jornalero, de estado mancebo.,
Juan de Tienda (1943, jornalero, de 95 años, viudo. No trabaja.
José Moreno (1944), jornalero , viudo.
José de Vera (1945), casado y tenía dos hijas.
Juan Zaballos ( 1947), jornalero, casado,
Juan Cristóbal Zaballos (1948), jornalero, casado y tenía una hija.
Juan Díaz (1953), jornalero pujarero, casado y tenía dos hijos.
Sebastián de Velasco (1786), jornalero, casado, y tenía una hija.
Tomás Ceballos (1787), jornalero pegujarero, casado, tenía un hijo jornalero mayor de 18 años y tres hijas.
Andrés de Torres, (1908) jornalero, casado, tenía un hijo menor, una hija y un sirviente ganadero.
Antonio Bolívar (1909) , jornalero, de 60 años, casado, tenía un hijo de 20 años, que trabajaba en la misma lanbor, dos gañanes, cuatro mozos, dos gañanes, cuatro mozos, sirvientes, ganaderos, y así mismo dos hijas.
Diego Pérez de la Blanca (1917), jornalero, caso, y tenía dos hijas.
Francisco Ruiz de Campos ( 1925) jornalero, casado, tenía dos hijos menores y dos hijas y dos sirvientes ganaderos.
Francisco Castillo el mayor, jornalero de 64 años casado, tenía una sobrina, cuatro gañanes y dos sirvientes ganaderos.
Francisco Leonardo Sánchez (1928), jornalero, viudo, tenía un hijo menor, tres hijas, y un sirviente ganadero.
Francisco Gómez Muñoz (1929), jornalero, casado.
Francisco José Carrillo (1732), jornalero, casado, tenía un hijo menor, una hija, un sirviente, ganadero y un gañán.
Francisco del Moral (1934 ) jornalero, casado, tenía tres hijos menores y una hija.
Frncisco de Toro ( 1936), casado, tenía tres hijos menores
Gerónimo Peñalver jornalero (1937) , casado, tenía un sirviente gañán.
Juan Agustín del Moral ( 1954), jornalero, casado, tenía tres hijos menores y dos hijas.
Juan Manuel Palomino (1957), jornalero, casado, tenía tres mozos, para la labor, gañanes, y tres sirvientes ganaderos.
Lorenza de Atencia, jornalero (1961), viuda, tenía cuatro labradores mayores de 18 años, y dos sirvientes ganaderos.
Mateo López, (1962) casado, tenía dos hijos menores y cinco hijas.
Manuel Félix Alcántara (1969), jornalero, tenía tres hijos menores y tres hijas, gañán y un sirviente ganadero,
Manuel Antonio Ruiz (1970) , jornalero, casado, tenía dos hijas.
Martín Jiménez Rajis, (1971) jornalero, casado , tenía un hijo menor , un cuñado de 23 años, que no trabajaba por ser inocente,. tres cuñadas y un sirviente gañán.
Mateo de las Flores ( 1973), jornalero, casado, tenía dos hijos mayores de 18 años,, jornaleros, y tres hijas.
Martín de Viana ( 1975), jornalero, de 60 años,m casado, tenía un hijo de 21 años jornalero, otro menor y tres hijas.
Pedro de Flores (1977), jornalero, viudo , tenía un hijo mayor de 18 años jornalero y tres hijas.
Pedro León Aguilera (1978), casado jornalero, tenía un hijo menor, una hija, un gañán y un sirviente ganadero.
Pedro Baylón (1781), jornalero, casado con Inés de la Rosa, tenía tres hijas menores, una hija y un sirviente gañán.
Pedro de Cuenca (1783) jornalero, casado tenía dos hijos menores.
Silvestre Pérez ( 1784). jornalero, casado tenía una hija, un sirviente gañán y dos ganaderos.
HORTELANO
Sebastián de Siles (1785), jornalero, casado, tenía una hija un sirviente para el ganado.
Antonia Molina (1910). Soltera.
Isabel Pareja (1938) tenía dos hijos menores y dos hijas.
María Contreras ( 1964), con un hijastro de 20 años, jornalero.
María de los Santos, viuda( 1767) , tenía un hijo menor y una hija.
María González Zafra (1768) tenía un hijo menor, una hija, dos gallanes para la labor y un sirviente ganaderos.
María de los Santos Garrido (1972), viuda, tenía una hija un hijo menor y una hija.
JORNALERO
Vicente de Frías (1912) mere, casado y dos hijas.
Cristóbal Bermúdez (1913), mere, casado, tenía una hija.
Diego de Alba (1915), casado, tenía tres hijas menores.
Diego Gallardo (1916), de 63 años, casado, tenía un hijo jornalero mayor de 18 años.
Diego Hidalgo (1919) mere, casado y tenía dos hijos menores.
Diego Vico (1920) mere, casado y tenía dos hijos menores.
Diego Contreras (1921), casado).
Diego Alberto (1922), mere, casado, tenía dos hijos menores.
Francisco López (1923), mere, casado, y tenía un hijo menor.
Fernando Espinosa (1930), viudo.
Felipe Galán (1931) mere, viudo, tenía un hijo menor y dos hijas.
Francisco Gallego (1934), mere, casado y tenía un hijo menor.
Fernando Ramírez (1935) casado, tenía cuatro hijos menores y dos hijas.
Juan de Alba (1940), mancebo, y tenía una hermana.
José Alexndre Bermúdez ( 1941), mancebo, tenía dos hermanas.
Juan Akberrute ( 1942), casado, tenía una hija.
Juan Vico (1946), mere, casado.
Juan Patricio López (1949), mere, casado, tenía un hijo menor.
Juan Bermúdez ( 1950), de 60 años, mere, casado , tenía un hijo jornalero mayor de 18 años y una hija.
Juan Cristóbal de Ojeda (1951), viudo, tenía un hijo menor y tres hijas.
José Ariza (1952), casado tenía un hijo menor y una hija.
Juan M;anuel López, ( 1955) casado y mere.
Juan Castillo ((1956), mere y casado.
Juan Mejías el menor, (1958) mere, soltero.
Lorenzo Montilla (1959). casado, tenía una hija sin más familia.
Lorenzo Cano (1960), mere, casado, tenía un hijo menor, y dos hijos.
Martín de Martos (1963), casado.
Manuel Gallardo (1865), casado, tenía un hijo menor y dos hijas.
Manuel Vico (1866), casado y tenía un hijo menor.
Pedro Vico (1976), mere, tenía cuatro hijos menores.
pedro Hinojosa (1979), mere, casado, tenía un hijo menor y una hija.
Pedro Toralbo (1780), mere, viudo y tenía dos hijas.
Pedro Carrillo (1782), casado tenía una hija.
PASTOR
Cristóbal de Aguilar (1914), jornalero, casado, y tenía un hijo menor y tres hijas.
Felipe Sánchez Pastor (1927) , soltero, jornalero, con cuatro hermanos menores.
y recogemos estas conclusiones de un artículo anterior
A RÁBITA EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
SIGLO XVII
Se va forjando la unidad territorial de campo de la Rábita, en torno a la ermita. Hay un dato esencial referido al clero. Por un pleito en el año 1624 para el pago de la sisa, se encontraban uno cuarenta y uno curatos, dependientes de la abadía, que administraban todas las capellanías, memorias y oficios, a los que había que añadir los treinta frailes y diez capuchinos y veinte monjas. Un grupo especial de ellos eran los que se van a encargar poco a poco de la administración de las ermitas de los núcleos rurales como santa Lucía en Frailes, santa Ana, san Miguel en Charilla, y san José de la Rábita, que subsistían de las limosnas de los fieles, un tanto por ciento del cobro de los diezmos de los distintos lugares y de las misas en dichas ermitas. En el siglo XVIII, aumentó el número de capellanes en la Pedriza, san Juan de Valdegranada, la Venta de los Bramaderos, la Hortichuela, las Ribera Alta, Mures, Ermita Nueva y las Caserías
En el siglo XVI y XVII, con motivo de la imposición de diversos arbitrios ocasionados por la política hacendística de la Corona, había que contribuir con determinados encabezamientos, donativos y repartimientos de impuestos, se roturaron y se permitieron disfrutar, mediante la imposición de censos, a los vecinos de Alcalá la Real algunas tierras comunales y de realengo; para ello, las tierras se dividieron en una serie de suertes y juegos, que se repartían entre los labradores, tendiendo a los habitantes cercanos al lugar y esto dio lugar al nacimiento de muchos núcleos rurales o aldeas y al asentamiento de una nueva villa, la de Frailes. Correspondían antiguos abrevaderos de ganados, dehesas, y majadas, que permitieron el laboreo de los cereales y algunos olivos[1]. Estas eran las suertes de tierras que se encuentran dentro de los terrenos comunales, en concreto cercanas o pertenecientes al partido de la Rábita: suponía una cantidad de 1.064 fanegas de tierra que componían treinta y cinco fincas en la Cañada del Membrillo, once en la Cañada del Dornillo, veinte en Cañada Honda, veintiocho en Fuente Álamo y Retamal, veintitrés en Magallartas de la Rábita, veinticuatro en la dehesa de la Rábita, dos en la Fuente de la Encina y el Toril, siete en el barranco de las Grageras, cincuenta y dos en la Sierra de San Pedro, dos en Cierzo de san Pedro, dos en Lomas Pardas, once en las Rozuelas, cinco en Garbanzuelo, una en Majada de Márquez.
No obstante, se mantiene un gran número de tierras para el pasto de ganado, sobre todo, de cerda, ovino y caprino, abandonándose poco a poco el vacuno. Muchos cortijos particulares tienen zonas montuosas que permiten la montonera o pasto de los cerdos, que
[1] Además, otras parcelas fueron repartidas en los Llanos con 116 suertes a una media de cinco o siete reales por fanega, el Torviscal con treces suertes a la misma cantidad la fanega, el Robledo con nueve colonos, Fuente el Gato, con nueve colonos, Guadalcotón con tres, Majadilla con seis, Cerro de Martín Cano con tres, dehesa de Charilla con cuatro, Cañada del Infierno con dos, la Torre de Charilla con cuatro, Charilla con trece, Amoladeras y Zarzalejos con tres, Mirador de Charilla con diez, Alberquilla con cinco, Portillo de Alcalá y Maleza con siete, Celada con sesenta, Arroyo de Loberones con una, Peña el Fraile con diez, Hoya Redrada con dos, Cepero con diecisiete, Loma Pelada y Loberuelas con dos, Cuesta del Fraile con ocho, Romeral con veintitrés, Solana de Frailes con trece, Hoyos de Frailes, con dieciséis, Carboneras de Frailes con seis, Almoguel con once, Hoyuelo alto de Frailes con cinco, Soto Redondo con cincuenta siete. Todas estas sumaban la cantidad de dos mil novecientas cuarenta y ocho fanegas y once celemines, que importaban una cantidad de veintidós mil quinientos once reales y nueve maravedís. Además, siguiendo el término desde Frailes a Granada: cuatro en Bohórquez, cuatro en los egidos de Verdugo, veintiocho en el Chaparralejo, diecisiete en Alcaiceruela, diez en Llanos de Mazuelos, treinta y siete en el Llano de los Muchachos, diecisiete en el Espinar de la Peña del Yeso, ochenta y siete en la Hondonera, diecisiete en la Cañada el Carril, cincuenta y cuatro en la Dehesa de los Caballos, ocho en el Navazo, dos en Portichuelo, tres en Yerbatunal, cuatro en Caleruela, treinta y ocho en Chaparral de Nubes, treinta y dos en Majalcorón. una majada de Ibro, siete en Cerro Montoso, diez en Majada de los Macheros, cuatro en Carrizalejos, diez en Cerro Junquillo, ocho en Cuevezuela, tres en Linarejos, una en Junco Merino, trece en el Retamalejo, tres en Barranco Blanco y Venta del Carrizal, doscientas veintiséis en Encina Hermosa divididas en diversos juegos y 13 trances, una en el portillo de Jaén, treinta en los Coscojares, seis en cerro Acebuchar, ocho en Filique y Cañada del Muerto, tres Baldío de la Presa, tres en el Llano de la Presa, cinco en la solana de la Presa, tres en Hituero, ocho en Camorra, tres en Coronillas, una en el cerro del Águila y arroyo Begijar, cuarenta y seis en Rasillos, veintiuna en Nava del Peral, Navaltrillo cinco. no solamente es aprovechado por los ganados locales sino también por otros provenientes de tierras comarcanas de Martos, Torredelcampo, Torreonjimeno, Higuera, Jaén y Porcuna en la zona de Acequia, Hortichuela, Palancares y Allozarejo.
CARLOS II
Durante su tiempo, los cortijos de propios, comenzaron a levantar casas, caballerizas, tinados, pajares, de piedra y teja, dando lugar al asentamiento de la población rural en Acequia la Baja, Cabeza Carnero, Acequia Alta, la Mesa. Las tierras roturadas ofrecían una situación bastante penosa en la que muchas tierras se encontraban baldías y yermas y abandonadas y otros se habían aprovechado de la situación entrando en abrevaderos, aguaderos, caminos y tierras sin roturar, lo que dio lugar a que llevara una remedida de todas estas tierras para clarificar la situación en la Rábita , dehesa de los Caballos. Había casos como el de Felipe Cañadas con diecinueve fanegas sin ningún tipo de arrendamiento en la Rábita.
Para ello emprendió la realización de un nuevo padrón de viviendas, población y movimientos porque:
el no averse hecho nuevos padrones a sido causa averse le dado bolsas fantásticas de dichos derechos y estar oy por cobrar muchas cantidades ... y por no tenerse noticias de muchos de los contribuyentes y, aviendo estos muerto, no se sabe quienes tienen herederos a haberse ido muchos vecinos de esta ciudad a otras.
Con el nacimiento de las aldeas, se nombraron alcaldes ordinarios con el nombre de ministros, lo que dio lugar a un litigio con el cabildo municipal a lo largo de mediados del siglo XVIII, pero que ya provenía del siglo XVII. Pues, aunque en estos años se asistió a la propagación de albergues y casas de ganado en algunas zonas rurales, sobre todo por la zona Santa Ana y la Rábita, y en menor cantidad, en el cerro el Moro de Mures, Majalcorón, y Frailes, no estaba muy clara la organización de las nuevas cortijadas.
EL SIGLO XVIII
A finales de año 1707 ya principios del año 1708, fue un periodo de abundantes y crecidas lluvias, hubo muchos enfermos y la gente llegó a comer pan de cebada, habas, garbanzos y maíz en el mes de junio. Las tormentas se prodigaron en el mes de marzo y abril y junio por la Rábita, sobre todo y Moclín. Al trigo le dio la paulilla, las nieblas y la langosta y afectó a la cosecha. Se hizo registro de trigo.
Tras muchos pleitos con la Corona, denominados con el nombre del valimiento, al final las tierras anteriormente comentadas de terrenos comunales se transformaron en 1740 en tierras gravadas con censos que desembocaron en 1749 declaradas como tierras de bienes de propios del ayuntamiento alcalaíno, exentas de pago de cualquier tributación. Esto permitió la venta de las anteriores roturaciones mediante un censo en calidad de arrendamiento. Con ello, los anteriores propietarios de los cortijos y los labradores de los cortijos se beneficiaron de las suerte que lindaban con sus propiedades, al mismo tiempo que las partes más desfavorecidas a manos de los jornaleros, pegujareros y colonos de las suertes de la dehesa de San Pedro y Magallartas.
LA RÁBITA EN TIEMPOS DEL CATASTRO DE LA ENSENADA
En 1751, se llevó a cabo el catastro de la Ensenada en todo el territorio nacional, los vecinos del partido de la Rábita declararon individualmente ante el corregidor de Alcalá la Real, don Alfonso Montoya, sobre sus bienes muebles e inmuebles. En torno a estas respuestas, podemos sacar estas conclusiones que nos describen la población, la distribución de la tierra y las unidades familiares de este partido de campo:
-El partido de la Rábita, se denomina de la Rábita y otros agregados ( con esto aludían también al partido de Fuente Álamo). Y, se cuentan 72 vecinos ( unos 266 habitantes aproximadamente, ). Dependían mayoritariamente de la explotación de las actividades de uso y explotación agrícola, forestal y pecuaria: 34 jornaleros sin posesión alguna, 8 jornaleros que tenían una pequeña propiedad ( pujareros) a los que hay que añadir 5 en Fuente Álamo y Fuente de la Encina, y un hortelano-ganaban a dos reales mesuales; en los cortijos había 15 labradores jornaleros que eran arredantarios de los cortijos de los rentistas de Alcalá la Real . Una economía dependiente
-Se nos ofrece el siguiente paisaje de tierra: una de la dehesa en torno a la Sierra de de San Pedro; en su extremo sur junto al camino Real de Córdoba y el Veredón nacen una espécimen de núcleo rural, formado por una serie de chozas y casas de retamas, que el ayuntamiento fue concediendo en años anteriores al Catastro de la Ensenada a todos los jornaleros que acudían al pastoreo de la zona y a la labranza de los cortijos colindantes; en el principio de la Sierra suelen existir encinares y pequeños chaparros y quejigos , y conforme se desciende tierras de sembradura que van de la 3º a la primera calidad conforme nos acercamos a la Laguna, y cerca de las zonas de nacimiento de agua, tierras de regadío; más abajo de la Sierras, todo era tierra de sembradura sin apenas arbolado, salvo la zona de la Laguna. No hay que olvidar que en algunos sitios se plantaban frutales sin regla ni orden , había hortalizas 8 zanahorias, papas, lechugas, rábanos, melones,patatas …) , maíces, , linos, habas, cáñamo, ajos, nabos, cañamón, y otras semillas ( garbanzos, cebada). En este territorio , había seis fanegas totalmente de arbolado ( 2 nogales y 4 de árboles menores)
-El ganado caprino y ovino predominaban en aquella sierra, compartida por los vecinos de Alcalá la Real y Alcaudete.
-El partido de campo viene cruzado por un camino real, muy importante cual era el de Córdoba en dirección norte y Málaga hacia el sur.
-En torno a los territorios de la dehesa de la Rábita a las faldas de la Sierra San Pedro, comenzó a levantarse un núcleo rural diseminado de chozas y chozones de retama que constituirá el futuro núcleo de la Rábita. Son matrimonios jóvenes que se asientan al calor del jornal de otros cortijos y del arrendamiento de terrenos de propios.
-Hay una serie de cortijos notables en todo su término: unos privados procedentes de anteriores repartimientos al de Carlos V, y otros transmitidos al clero regular y secular por memorias y fundaciones. Entre los primeros, el del seglar don Antonio de Utrilla, en la Fuente Blanquilla, arrendado a Francisco Leonardo Sánchez; entre los segundos, uno del monasterio de la Encarnación, arrendado a Matías Jiménez Raxis, un descendiente de la familia de Pablo de Rojas.; el cortijo de don Manuel Estedo del Villar, presbítero vecino de Madrid.
-Con el cortijo, podemos conocer la tipología de muchos de ellos: Solía ser una casa cubierta con teja, con un cuarto y cocina; en bajo, una cámara, con dos caballerizas y un pajar cubiertos de retama y corral. Sus dimensiones eran, más bien reducidas, de 9 varas de frente y de fondo diez y media, como cortijo de propiedad media tenía 49 fanegas de tierra ( 19 fanegas de buena calidad y el resto malas); por sus lindes, se tenía acceso a través de varias vías de comunicación, ya que lindaba con tierras de Alfonso Lozano al E, vecino de Priego, al O con tierras de Antonio González , al N camino de Córdoba y al S camino de Ganado) .
Por este tiempo, algunos cotos particulares se desacotaron en los sitios de Bohórquez y en el Menchón, que comprendía Malabrigo, La Parrilla, Quejigar, y Moralejo para el beneficio del pasto común. Otro aspecto relacionado con lo anterior consistió en levantar los cotos de dehesas para pasto común en la zona del Sabariego, debido a la comunidad de pastos que se mantenían con la vecina villa de Alcaudete por el sitio comprendido desde los terrenos que venían de la Rábita hasta el Altar de san Pedro corriendo por el Portillo de la Harina y el vado de Palomares[1]. En el año 1770 va a suponer un cambio radical en estas tierras , que se convertirán en propiedad de los labradores a censo perpetuo, y salvo los casas de abandono por falta de rendimiento, posteriormente los hará propietarios con las distintas leyes que en el siglo XIX se dicten.
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