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jueves, 9 de agosto de 2018

I HISTORIA DE LA ADVOCACION DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES EL PRIMER MAYORDOMO EL LICENCIADO ALONSO MÉNDEZ DE CONTRERAS


I HISTORIA DE LA ADVOCACION DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES
EL PRIMER MAYORDOMO
EL LICENCIADO ALONSO MÉNDEZ DE CONTRERAS

No siempre hubo cofradía ni hermano mayor en la cofradía de la Virgen de las Mercedes. Desde que se reconoció la devoción a esta imagen con esta advocación, y no la de la Antigua, en los primeros decenios del siglo
XVII, comenzaron a engrandecer la capilla con una serie de capellanías, memorias y aniversarios, y el señor abad tuvo que poner a cargo de esta esclavitud una mayordomía que recayó en un presbítero beneficiado del cabildo abacial de la Iglesia de Santa María la Mayor. Este se hacía cargo del funcionamiento y calendario de cultos de esta capilla, así como de todas sus donaciones, memorias, cuadros, retablos y objetos litúrgicos. Como estos estaban relacionados o vinculados a una serie de bienes muebles e inmuebles, debió administrar los censos, viviendas, y fincas que otorgaban los fundadores de estas instituciones religiosas.
En el siglo XVI y XVII, existía una estrecha ligazón entre la fiesta de la Asunción, la celebración de la toma de Alcalá la Real y el nacimiento del culto a María en esta advocación de las Mercedes. Es cierto que se extendió la difusión y aumento de todo lo relacionado con la hermandad, los enseres, las donaciones de fincas, las memorias y otros elementos derivados de la gran repercusión que la Virgen de las Mercedes debió tener por estos años. En concreto, en torno al segundo decenio del siglo XVII,
Curiosamente, al principio, no debió desligarse la organización de la fiesta entre los dos cabildos, el eclesiástico y el civil. Así recientemente hemos podido encontrar los primeros organizadores y los elementos de la fiesta de la Virgen de las Mercedes en el año 1616. Fueron los regidores comisionados para ella don Juan de Aranda Figueroa y don Luis Alfonso de Aranda. Se gastó una cantidad de doscientos reales. Las actividades profanas consistieron en invenciones de fuego y luminarias y cosas de regocijo.La función religiosa corrió a cargo del cabildo eclesiástico, que recibía protocolariamente en aquel día a los munícipes en la función de la Iglesia Mayor. Por la tarde se celebraba la procesión general por los alrededores de la Mota. Y, en muchas ocasiones, se acompañaban de escenificación de obras de teatro.     

           Alonso Méndez de Contreras,  confesor y beneficiadode la iglesia de Santa María la Mayor, fue el primer capellán de la capilla de Nuestra Señora de la Iglesia Mayor, donde se decían misas de mandas testamentaria con el fin de sacar el ánima, somo señalaba el testamento de María Cubero del Castillo de Locubín en 1610, luego desempeñó el cargo de  primer mayordomo de la Virgen de las Mercedes, que compartía las funciones eclesiásticas con las de organización de las fiestas y administración de sus bienes. Hijo del escribano Pedro de Contreras Boar y hermano de Leonor Méndez de Sotomayor, y Luís Méndez de Sotomayor Boar, dejando su herencia por falta de descendencia en sus sobrinos Diego de Contreras, Pedro y Juan de Hinojosa, los tres presbíteros.
 Desde el 1610 hasta 1635, se mantuvo al frente de la capilla de la Virgen de las Mercedes, iniciando la institucionalización de la fiesta en el 15 de agosto y haciéndola coincidir con la de Nuestra Señora de la Asunción y el aniversario de la toma de la ciudad   por el rey Alfonso XI en 1341. Este acuerdo del cabildo de unos días anteriores del quince de agosto de 1615, ilustra muy bien del cambio que se produce en la capellanía y en el mayordomo. Figura al margen: Sobre la fiesta que se ha de hacer a Nuestra Señora de las Mercedes, libran 100 reales que se escriba en la tabla que la ciudad baya en ella.
 Y ampliaba el texto:
 La ciudad, que por que está en loable  costumbre   de celebrar la Asunción de Nuestra Señora, que es el quince de agosto  por ser el día que se ganó la Mota y fortaleza de esta y aunque la manifestación  de la solemnidad de esta día y  fiesta  la ciudad quiera gastar una gran suma  y por estar empeñada porque no se pierda tan buena obra  que se dé  para ella cien reales, los que  los dé el mayordomo al licenciado Alonso Méndez  beneficiado de la iglesia mayor, a cuyo cargo esta  la dicha fiesta,   y se acuerda que esta se escriba en la tabla de las fiestas de esta ciudad, a la que baya por ciudad, y ansi  se cite y se lleben los bancos de la ciudad, ansi por la grandeça de la festividad de aquel día haberse ganado en el. Suplica a la ciudad que en continuación de la dicha fiesta y servicio de Nuestra Señora acuerde se hagan fiestas.

Posteriormente, con el paso del tiempo, el mayordomo y administrador de la capilla se encargaron de la administración de la fiesta y se convirtió en una fiesta puramente religiosa. En concreto, el 1617, ya aparece el beneficiado y licenciado Alonso Méndez, como mayordomo, y constituida la hermandad en forma de esclavitud. Hasta esta fecha, no se había constituido la devoción de la Virgen como cofradía ni hermandad, sino que era administrada por un capellán nombrado por el abad. Se denominaba esclavitud de Nuestra Señora de las Mercedes. Así lo refieren los gastos de libranzas del año 1617:Ítem se bajan dos cent real que dio e pagó al licenciado Alonso Méndez, mayordomo de la Esclavitud de Nuestra Señora de las Mercedes, para la fiesta que se hiço de la Asunción de Nuestra Señora, exhibió el acuerdo del veinticuatro de julio de 1617 en la carta de pago. Este primer capellán de la mayordomía de la capilla de la Virgen de las Mercedes ejerció hasta la primera treintena del siglo XVII. En su tiempo, se hizo el retablo de la Virgen, diseñado por Ginés Martínez de Aranda, sus andas, su cielo, ornamentos, la primera lámpara, frontal, vestimentas y objetos religiosos de su altar, su centro y coronas. Se acrecentó con un gran número de memorias, cuadros y otras donaciones que componían el altar privilegiado de las Mercedes, cuyas gracias tuvieron lugar en su mandato, entre ellos un cuadro de las Ánimas.  Era licenciado y hermano de Leonor Méndez de Sotomayor. Administraba los ingresos y gastos de la capilla, la distribución de misas, sus bienes muebles e inmuebles hasta el siglo XIX. Por el libro de capellanías se sabe que el mismo hizo el testamento y fundó una memoria ante Alonso Lucián en 23 de marzo de 1653, fecha muy cercana a su muerte, y, se obligaba a:

-Que todos los viernes en la Capilla de Nuestra Señora de las Mercedes y en ella se hubieran de hallar los beneficiados y un sacristán y se hubieran de doblar por las ánimas y decir un responso por mañana.

- Que se dijeran e nueve misas rezadas a las nueve fiestas de Nuestra Señora en su día u octava.

-Se cargaban los gastos sobre una memoria fundada en un censo de trescientos y cincuenta ducados contra Francisco Jordán escribano de la   villa del Castillo y otros y los réditos del dicho censo. Deja para limosna y para Leonor Méndez de Sotomayor su hermana. En sustitución, el otro hermano Luis Méndez de Sotomayor Boar, cuyos hijos eran Diego de Contreras, Pedro y Juan de la Hinojosa, los tres últimos presbíteros, sus sobrinos.

-Para sacar los fondos se recogían de las rentas del cortijo de un cortijo de cien fanegas de tierra con casa y monte en el sitio de la cañada del Hornillo, linde con tierras de Cristóbal López Mejorada y Miguel de Contreras. Sucesora doña Leonor su hermana, a continuación, los presbíteros Juan de la Hinojosa y Pedro de Contreras y, después, Luis Méndez. Pagaba  un censo de cien ducados don Antonio de Aranda Pineda. Le sustituyó el sacristán de la Iglesia Mayor hasta nuevo nombramiento en 1635.


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