I HISTORIA
DE LA ADVOCACION DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES
EL LICENCIADO ALONSO MÉNDEZ DE
CONTRERAS
No siempre hubo cofradía ni
hermano mayor en la cofradía de la Virgen de las Mercedes. Desde que se
reconoció la devoción a esta imagen con esta advocación, y no la de la Antigua,
en los primeros decenios del siglo
XVII, comenzaron a engrandecer la capilla
con una serie de capellanías, memorias y aniversarios, y el señor abad tuvo que
poner a cargo de esta esclavitud una mayordomía que recayó en un presbítero
beneficiado del cabildo abacial de la Iglesia de Santa María la Mayor. Este se
hacía cargo del funcionamiento y calendario de cultos de esta capilla, así como
de todas sus donaciones, memorias, cuadros, retablos y objetos litúrgicos. Como
estos estaban relacionados o vinculados a una serie de bienes muebles e
inmuebles, debió administrar los censos, viviendas, y fincas que otorgaban los
fundadores de estas instituciones religiosas.
En el
siglo XVI y XVII, existía una estrecha ligazón entre la fiesta de la Asunción,
la celebración de la toma de Alcalá la Real y el nacimiento del culto a María
en esta advocación de las Mercedes. Es cierto que se extendió la difusión y
aumento de todo lo relacionado con la hermandad, los enseres, las donaciones de
fincas, las memorias y otros elementos derivados de la gran repercusión que la
Virgen de las Mercedes debió tener por estos años. En concreto, en torno al
segundo decenio del siglo XVII,
Curiosamente,
al principio, no debió desligarse la organización de la fiesta entre los dos
cabildos, el eclesiástico y el civil. Así recientemente hemos podido encontrar
los primeros organizadores y los elementos de la fiesta de la Virgen de las
Mercedes en el año 1616. Fueron los regidores comisionados para ella don Juan
de Aranda Figueroa y don Luis Alfonso de Aranda. Se gastó una cantidad de
doscientos reales. Las actividades profanas consistieron en invenciones de
fuego y luminarias y cosas de regocijo.La
función religiosa corrió a cargo del cabildo eclesiástico, que recibía
protocolariamente en aquel día a los munícipes en la función de la Iglesia
Mayor. Por la tarde se celebraba la procesión general por los alrededores de la
Mota. Y, en muchas ocasiones, se acompañaban de escenificación de obras de
teatro.
Alonso
Méndez de Contreras, confesor y beneficiadode la iglesia de Santa María la Mayor, fue el primer capellán de la capilla de Nuestra Señora de la Iglesia Mayor, donde se decían misas de mandas testamentaria con el fin de sacar el ánima, somo señalaba el testamento de María Cubero del Castillo de Locubín en 1610, luego desempeñó el cargo de primer mayordomo de la Virgen de las Mercedes, que
compartía las funciones eclesiásticas con las de organización de las fiestas y
administración de sus bienes. Hijo del escribano Pedro de Contreras Boar y
hermano de Leonor Méndez de Sotomayor, y Luís Méndez de Sotomayor Boar, dejando
su herencia por falta de descendencia en sus sobrinos Diego de Contreras, Pedro
y Juan de Hinojosa, los tres presbíteros.
Desde el 1610 hasta 1635, se mantuvo al frente
de la capilla de la Virgen de las Mercedes, iniciando la institucionalización
de la fiesta en el 15 de agosto y haciéndola coincidir con la de Nuestra Señora
de la Asunción y el aniversario de la toma de la ciudad por el rey Alfonso XI en 1341. Este acuerdo del cabildo de unos días
anteriores del quince de agosto de 1615, ilustra muy bien del cambio que se
produce en la capellanía y en el mayordomo. Figura al margen: Sobre la fiesta que se ha de hacer a Nuestra
Señora de las Mercedes, libran 100 reales que se escriba en la tabla que la ciudad baya
en ella.
Y ampliaba el texto:
La ciudad, que por que está en loable costumbre
de celebrar la Asunción de Nuestra Señora, que es el quince de agosto por
ser el día que se ganó la Mota y fortaleza de esta y aunque la
manifestación de la solemnidad de esta día y fiesta la ciudad
quiera gastar una gran suma y por estar empeñada porque no se pierda tan
buena obra que se dé para ella cien reales, los que los dé el
mayordomo al licenciado Alonso Méndez beneficiado de la iglesia mayor, a
cuyo cargo esta la dicha fiesta, y se acuerda que esta se
escriba en la tabla de las fiestas de esta ciudad, a la que baya por ciudad, y
ansi se cite y se lleben los bancos de la ciudad, ansi por la grandeça de
la festividad de aquel día haberse ganado en el. Suplica a la ciudad que en
continuación de la dicha fiesta y servicio de Nuestra Señora acuerde se hagan
fiestas.
Posteriormente, con el
paso del tiempo, el mayordomo y administrador de la capilla se encargaron de la
administración de la fiesta y se convirtió en una fiesta puramente religiosa.
En concreto, el 1617, ya aparece el beneficiado y licenciado Alonso Méndez,
como mayordomo, y constituida la hermandad en forma de esclavitud. Hasta esta fecha,
no se había constituido la devoción de la Virgen como cofradía ni hermandad,
sino que era administrada por un capellán nombrado por el abad. Se denominaba
esclavitud de Nuestra Señora de las Mercedes. Así lo refieren los gastos de
libranzas del año 1617:“Ítem se bajan dos cent
real que dio e pagó al licenciado Alonso Méndez, mayordomo de la Esclavitud de
Nuestra Señora de las Mercedes, para la fiesta que se hiço de la Asunción de Nuestra
Señora, exhibió el acuerdo del veinticuatro de julio de 1617 en la carta de
pago. Este primer capellán de
la mayordomía de la capilla de la Virgen de las Mercedes ejerció hasta la
primera treintena del siglo XVII. En su tiempo, se hizo el retablo de la
Virgen, diseñado por Ginés Martínez de Aranda, sus andas, su cielo,
ornamentos, la primera lámpara, frontal, vestimentas y objetos religiosos de su
altar, su centro y coronas. Se acrecentó con un gran número de memorias,
cuadros y otras donaciones que componían el altar privilegiado de las Mercedes,
cuyas gracias tuvieron lugar en su mandato, entre ellos un cuadro de las Ánimas.
Era licenciado y
hermano de Leonor Méndez de Sotomayor. Administraba los ingresos y gastos de la
capilla, la distribución de misas, sus bienes muebles e inmuebles hasta el
siglo XIX. Por el libro de capellanías se sabe que el mismo hizo el testamento
y fundó una memoria ante Alonso Lucián en 23 de marzo de 1653, fecha muy
cercana a su muerte, y, se obligaba a:
-Que todos los viernes
en la Capilla de Nuestra Señora de las Mercedes y en ella se hubieran de hallar
los beneficiados y un sacristán y se hubieran de doblar por las ánimas y decir
un responso por mañana.
- Que se dijeran e
nueve misas rezadas a las nueve fiestas de Nuestra Señora en su día u octava.
-Se cargaban los gastos
sobre una memoria fundada en un censo de trescientos y cincuenta ducados
contra Francisco Jordán escribano de la villa del Castillo y otros y los
réditos del dicho censo. Deja para limosna y para Leonor Méndez de Sotomayor su
hermana. En sustitución, el otro hermano Luis Méndez de Sotomayor Boar, cuyos
hijos eran Diego de Contreras, Pedro y Juan de la Hinojosa, los tres últimos
presbíteros, sus sobrinos.
-Para sacar los fondos
se recogían de las rentas del cortijo de un cortijo de cien
fanegas de tierra con casa y monte en el sitio de la cañada del Hornillo,
linde con tierras de Cristóbal López Mejorada y Miguel de Contreras.
Sucesora doña Leonor su hermana, a continuación, los presbíteros Juan de
la Hinojosa y Pedro de Contreras y, después, Luis Méndez. Pagaba
un censo de cien ducados don Antonio de Aranda Pineda. Le sustituyó el sacristán de la Iglesia Mayor
hasta nuevo nombramiento en 1635.
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