Siempre que subía a la Sala del Reloj de la Torre de Campanas de la Iglesia Mayor de la fortaleza de la Mota, me llamó una inscripción sita en el intradós de una fingida escalera que conduce al corredor del antepecho de la cubierta del templo. Años ha, comentaba así :
Delicia iuventutis meæ, et ign....
MENTO MORI
Y junto a ella, se encuentra la firma de Lázaro de Velasco tallada en un precioso anagrama de corte renacentista.
Mi imaginación se vio desbordada en muchas visitas creyendo que era un rincón oculto, donde se refugió algún clérigo para explayarse en sus devaneos poéticos o, simplemente, en trance ascético-místico. Creía y me confundía con que eran unos versos catulianos, por eso de "Deliciae meae iuventutis et ignis" , "delicias y fuego de mi juvenud", lo que interpreté erróneamente. Cual ha sido mi sorpresa que me he llevado cuando he encontrado exactamente el texto latino completo en el Salterio del rey David. Dice exactamente este verso {24:7} "Delicta iuventutis meæ, et ignorantias meas ne
memineris. Secundum", que traducido, es así " no te acuerdes de mis pecados ni faltas de mi juventud.. .ACUÉRDATE QUE HAS DE MORIR." .
Con ello, se me han esfumado aquellas ficciones que compartí con otros ediles. No era un texto con sabor moderno a no ser la huella del firmante renacentista, el resto era pura y dura la exclamación de un pecador antes de la muerte . Algo parecido a aquel Evangelio, que nos previne ante la codicia de querer acaparar mucho en vida, sin tener en cuenta que en una noche puede volar todo en un simple instante. Muy del medievo, muy clerical y abacial, y solo orlado con el detalle del culto humanista del artista renacentista que compuso la torre, Lázaro de Velasco.
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