Archivo del blog

domingo, 25 de agosto de 2013

AGOSTO, FRÍO EN EL ROSTRO. LAS FIESTAS PATRONALES.


AGOSTO, FRÍO EN EL ROSTRO. LAS FIESTAS PATRONALES.

 

El mes de agosto (el Sextilis, que recibió en el Imperio el nombre de Agosto gracias a la pax del emperador Augusto)  se espera ansiadamente por los vecinos de Alcalá la Real, y  de muchos lugares de España. Pues, se centran las fiestas grandes de muchas poblaciones, que suelen ser las patronales; parece como si, en estas efemérides, se hubieran focalizado las victorias más importantes, los tratados de paz más significativos o, simplemente,  los hechos prodigiosos más impactantes de la religiosidad popular. No es de extrañar que, en torno a la semana posterior del 15 de agosto, los romanos celebraran las Consualia,  y reservasen el mes de Septiembre a las fiestas a Júpiter el dios de los dioses y los hombres. Las Consualias tenían en común con las fiestas agosteñas su carácter agrario, ya que eran el disfrute del  descanso merecido  tras la cosecha de los cereales. instituidas por Rómulo en honor de Consus, dios  “que protegía las reservas de grano en los graneros y silos subterráneos, pero también de los consejos”, se  celebraban dos veces al año, en la mitad de Sextilis, el 21 de agosto, tras finalizar la siega de la cosecha, y el 15 de diciembre, fin de la vendimia. En estos días, los romanos descubrían el santuario subterráneo de este dios, y honraban también a Marte, dios de la guerra, y a los dioses lares, dioses de los hogares. Los caballos y los animales de carga  jugaban un gran papel en los aspectos festivos en medio de procesiones en la calle y adorno de casas. Agricultura y ganadería; guerra y paz, trigo y divinidad; materia y pensamiento.

En Alcalá la Real se concentraban tres efemérides en la celebración de este disanto:  por un lado, la fiesta universal  de Nuestra Señora de la Asunción, propia del calendario católico; por otro lado, se trasladó el día de la toma de la ciudad  de Aben Zayde por el rey Alfonso XI, aunque  otros suponen que aconteció, unos días antes, en la festividad de  Nuestra Señora de las Nieves; y, finalmente,  desde principios del siglo XVII  los cultos en honor a Nuestra Señora de las Mercedes, una advocación que se plasmó en una imagen renacentista que ocupaba el altar privilegiado de la Iglesia Mayor de la Mota.  Tendrá que pasar casi un siglo para que compartiera  la advocación de las Mercedes el patronazgo con Santa Ana. Sin embargo, si por  una parte el trabajo del campo convirtió los extensos terrenos de los montes y las tierras comunales en  campos de trigo  por las continuas  roturaciones que los reyes  les permitieron a los labriegos  alcalaínos para sufragarse  los gastos de guerras y  las fastuosas  empresas de la diplomacia y el protocolo, por otra parte el aspecto festivo olvidó  las antiguas justas, torneos, carreras de los caballeros de frontera  y transformó las fiestas  ganaderas en actividades  de ocio  sedentario: el teatro en la plaza pública, los autos  sacramentales,  los fuegos  de artificio,  los toros y capeas para los jóvenes con los asientos reservados para las autoridades  y el pueblo en la plaza pública, las luminarias y las trastornadas mascaradas. Y, por encima de todo, se cristianizó, como antes hicieron otros pueblos con el calendario festivo  romano, la fecha y fiesta de la toma de la ciudad. Con la paz  de los campos y  la pérdida trashumante de los ganaderos, también se instituyeron las solemnes vísperas con la visita de los comisarios del cabildo eclesiástico al civil, el momento principal y solemne radicó en la misa  de la mañana  y la procesión de quince de agosto.   

 
Y así pasó uno tras otro año, con algunos momentos inapreciables de tendencia laica. Lo que no pasó de largo  fue el dicho campesino “En agosto, frío en el rostro”.  Pues, Agosto  significa un profundo cambio climático para este territorio: por la mañana  te sobra hasta la camisa; pero, por la noche, la rebeca o la  chaqueta de verano son imprescindibles en los días de san Roque, de la Coronada y  de los prolegómenos de Septiembre. Incluso, en las actividades  que se celebran días antes del día de la Virgen en la  fortaleza de la Mota,. En ellas, se entremezcla la ficción con la realidad, la simulación de los antiguos juegos de cañas con la exhibición de los reptiles, el tenderte morisco con la espada  toledana, el vino torrontés con el arandadelduero, el pestiño alcalaíno con el mazapán toledano, el te moruno con el  arresoli ruteño;  las danzas del sarao comparten sitio con las del vientre, el canto flamenco con la soprano de la zarzuela, la música de cine con el baile
 de bulerías …y el cuento y  la leyenda se revientan en una  representación de la toma de  juglares del Arcipreste de Hita. Tiene razón el refrán de “siete agostos, siete rostros”, cada día de agosto se nos hace imprevisible por la climatología, pero también por la forma de rellenar el ocio. Pues, puedes  asistir a la inauguración de una muestra pictórica  o un concierto de una agrupación musical, un espectáculo infantil, un pregón religioso, un paseíllo, una salve , un ….. o  refugiarte de una tormenta pasajera que echa por tierra un concierto al aire libre o una barbacoa en una quinta de verano. Y es que en agosto las tronadas son más sonadas. Agosto apunta nuevos tiempos, nuevos mostos, recolección de nuevos frutos  en medio de tormentas imprevistas ¡Qué más quisiéramos que viniera alguna que otra tormenta  en este   agosto, y trajera buenos racimos y mejor mosto! Significaría que la crisis ha pasado, ha depurado los malos espíritus y unos nuevos tiempos de economía altruista han advenido con una nueva forma de compartir mejor  la vida social y laboral.        
 



 

 
 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario