CAPÍTULO II DEL ESCRIBANO PINTOR.
El escribano subía todas las mañanas, por Mesones, Entrepuertas, las Carnicerías , bajo la bóveda de cañuto del Gabán; se adentraba por la puerta de la Plaza, la que llamaban vulgarmente del Peso de la Harina;
El escribano subía todas las mañanas, por Mesones, Entrepuertas, las Carnicerías , bajo la bóveda de cañuto del Gabán; se adentraba por la puerta de la Plaza, la que llamaban vulgarmente del Peso de la Harina;
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