DICTADURA
DE PRIMO DE RIVERA
En este primero de mayo,
Cantemos con alegría,
Que es la Fiesta del Trabajo,
En Europa, España y en
Andalucía.
Cantemos, cantemos,
los himnos de la Libertad ,
que la Pedriza no olvida
a su digna Sociedad[i].
Precisamente, este año, ante el
incremento de lo que se denominaba
cuestión agraria de Andalucía, se produjeron algunos acuerdos corporativos que
manifiestan que el clima político y sindical no era muy halagüeño para los
conservadores, porque en varias ocasiones reclamaron del gobierno de la nación el aumento de plantilla y de puestos de las
fuerzas de orden público. Se veían incapaces de controlar, con una docena de
miembros de la Guardia
Civil , la carretera y
otros puntos conflictivos. Por eso, en 24 de septiembre de 1919, solicitó que
se instalara un puesto de seguridad y seis puestos de guardia civil en
Charilla, Pedriza, Mures, Santa Ana, Ribera Alta y Ermita Nueva. “que es lo que menos puede pedirse para que
pueda ser garantizada la propiedad y seguridad de las personas constantemente
amenazadas por la propaganda sindicalista que en un día no lejano proporcionará
un grave disgusto al pueblo por la impunidad de que goza por ser imposible que
con cinco parejas de ka Guardia Civil, situada en el casco de la población
distante de18 kilómetros de algunas aldeas, puedan garantizar el orden, la
libertad de trabajo en su término de 24.000 hectáreas y
25.000 vecinos, pues cuando tienen que atender a un lado abandonan el otro
acabando destrozados y sin resultado practico alguno”.Un año después, se recibió la oferta de un local para
instalar un cuartel en la aldea de la Pedriza[1](18.8.1920)
En tiempos de la Dictadura de Primo de
Riveras, Mientras la ciudad vivía un renacimiento cultural e, incluso, la
cuestión social se alivió con las obras
públicas, en el campo social, a partir de 1925, renació la
conflictividad en las zonas rurales
destacando varios paros de obreros importantes en nuestra comarca,
promovidos por la
Sociedad Obrera de la Pedriza en dos momentos específicos, durante los
meses de febrero a mayo y de octubre a noviembre; en 1926, los paros repercutieron, de nuevo, en la misma aldea y, resurgieron, por primera
vez, en
el casco urbano, aunque las fechas cambiaran de un sitio a otro por el
mes de octubre. El motivo de esta situación no era otro sino la poca ocupación que daban los patronos al
reducir a lo mínimo las faenas agrícolas. Concretamente, este fue el momento en
el que surgieron los primeros conatos de
enfrentamiento y el origen de las posteriores rencillas entre patronos y trabajadores por no querer aplicar
los primeros las medidas consensuadas de colocación de obreros. No
obstante, se hizo realidad la política de obras pública por esta zona de
Cantera Blanca, con el apoyo de la Diputación Provincial
de Jaén, ya que se los proyectaron varios caminos vecinales, entre ellos el de este partido
de campo y Hortichuela.
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