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lunes, 7 de abril de 2014

HACIA LA SEMANA SANTAXXXIV. ANGUSTIAS Y CARIDAD


            ANGUSTIAS Y CARIDAD

            ANGUSTIAS  EN LA IGLESIA DE LA CARIDAD

 

Para remontarse a la devoción de Nuestra Señora de las Angustias, hay que basarse en la cofradía de la Santa Veracruz de Alcalá la Real. En el año 1550 se aprobaron  las constituciones de  la cofradía de la Veracruz con la licencia del Señor Abad don Juan de Ávila. Por una bula papal de 1553, se le concedió que pudiera erigir y levantar iglesia y hospital, los que fueron bendecidos un año después por el obispo de Marruecos Sancho Trujillo, bajo las prerrogativas de la basílica de san Juan de Letrán. Esta iglesia pertenecía a la `parroquia de Santo Domingo de Silos y fue adquiriendo tanto prestigio que  pasó de ser una simple ermita a un importante templo, en el que se desarrollaban manifestaciones muy importantes de culto como la procesión del Jueves Santo y la fiesta de la Santa Cruz, al bajarse muchos vecinos de abolengo hidalgo a la ciudad llana de las inmediaciones del Llanillo.

En el año 1590, hubo, incluso,  un intento infructuoso de poner una pila bautismal en la Iglesia de la Veracruz, a la que se opusieron rotundamente los regidores, por considerar que  se despoblaría la Mota, y, con ello, se perderían todos los privilegios y prerrogativas  que le habían concedido los reyes. En algunos inventarios de  esta cofradía referidos a la iglesia de la caridad, aparece entre las imágenes una pequeña  con el nombre de las Angustias. A lo largo del siglo XVII, debieron trasladarse muchos servicios parroquiales de Santo Domingo de Silos a la iglesia de la Veracruz,  donde se impartieron algunos sacramentos como el bautizo,  y el matrimonio y actos como los sepelios  pero el abad CASTELL en el año 1713, mediante un auto judicial ordenó que volviese la pila a la iglesia de Santo Domingo y sólo quedó el viático en la Veracruz.

A principios del siglo XVII, se levantó junto a la iglesia de la  Veracruz, una ermita  denominada de la Caridad, donde se veneraba a  la imagen de la Coronada con este nombre  de la Caridad y el de los Desamparados. Junto a la ermita, se erigía el importante hospital del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad. A  finales del siglo XVII, casi había desaparecido la hermandad de la Caridad y el régimen del hospital recogió  el culto de la ermita y la administración del centro hospitalario con el nombramiento de un rector que dirigía toda la obra social y de culto. En los segundos decenios del siglo XVIII se desarrolló mucho el culto a Nuestra Señora de la  Angustias: primero se hizo con la refundación de una hermandad  de Nuestra Señora de las Angustias a cargo de Juan Negrillo y sus muchachos en 1739; y más tarde  en esta ermita, se despertó una gran devoción  mediante un rosario y una procesión a la que asistía el cabildo municipal en el día del Viernes de Dolores. Por el mismo tiempo, sabemos que el ayuntamiento alcalaíno había declarado patrona de su corporación de regidores y jurados, y asumía el cargo de los gastos de esta fiesta dentro de sus  partidas presupuestarias. A mediados del siglo XVII, por el año 1767  comenzó a formarse una congregación y se iniciaron los trámites de la iglesia de las Angustias, cuya historia de edificación ha sido divulgada  en un cuaderno del patrimonio alcalaíno  elaborado por el grupo de  profesores de la localidad. Estos cultos- rosario, procesión y función de iglesia- se mantuvieron dentro de la iglesia de la Caridad hasta finales del siglo XVIII, en concreto el treinta de diciembre de 1786,  día que se trasladaron a la iglesia de las Angustias, en cuya capilla se hizo  una solemne función.  

 A mediados de este siglo XVIII, se continuaba destacando la importancia  eclesial de la iglesia de la Veracruz dentro de las demarcaciones parroquiales de Alcalá la Real, donde era la primera estación de la llegada de Santa Ana como patrona de la ciudad para celebrar las fiestas de rogativa por el mes de julio y en el día del Corpus, lo mismo  acontecía conforme la Virgen de las Mercedes era declarada patrona de la ciudad y bajaba al Llanillo en tiempos de rogativas para hacerles novenarios y triduo;  también allí,  se trasladó la Escuela de Cristo-una congregación muy ascética nacida bajo el cobijo de  San Felipe Neri, que tuvo un importante auge en la ciudad-. Desgraciadamente, el corral de las Comedias o Teatro de la cofradía  desapareció a mediados del siglo XVII, porque las últimas representaciones se llevaron a cabo en torno a 1717 y eso que era una fuente de financiación de la cofradía para finas de culto y de asistencia hospitalaria.  En 1783, la iglesia de la Veracruz se declaraba  ayuda de parroquia de la Iglesia de Santo Domingo de Silos.

. En 1790 se llegaron a hacer confirmaciones por el abad en la Veracruz, como ayuda de parroquia En 1791 se mudó la parroquia de Santo Domingo de Silos a la Veracruz, en ella se celebraban todos los oficios y sacramentos propios. En 1793,  el abad cerró la iglesia de santo Domingo y se trasladó  hasta el sacristán a la iglesia de la Veracruz. En 1797, se bajaron a la Veracruz las campanas de la iglesia de Santo Domingo. En los libros de actas de esta parroquia de Santo Domingo de Silos, se observa que la mayoría de los bautizos, casamientos, defunciones se realizaban bajo sus  techos, aunque algunos se hacían en la iglesia de la Caridad.

La iglesia se mantuvo como ayuda de parroquia hasta que se terminó por completo la iglesia de las Angustias, donde se trasladó su sede a mediados del siglo XIX  todos los servicios.

 

A principios del siglo XX, se vendió la iglesia de la Veracruz. En todos estos intervalos se trasladaron retablos, imágenes, objetos religiosos y bienes a iglesias y casas particulares.

 

            VERACRUZ, CARIDAD Y ANGUSTIAS

 


          
 
Al  redactar estas reflexiones históricas sobre la imagen de la Virgen, se me viene a la mente la relación que conllevan estas tres advocaciones y nombre de cofradías, templos e imágenes. El signo de la Cruz ( en eso, creemos y creían muchos antepasados de la cofradía de la Veracruz)  era, es y será  la base y fundamento de fe de donde se enmarca la  pertenencia al seguimiento de Cristo; la Virgen de las Angustias fue  el reflejo y vivencia de la otra virtud cardinal de los cristianos (  como lo demuestran  muchas vivencias personales y colectivas al acudir ante su amparo  sus devotos de la región con motivo de  desgracias personales y  pandemias colectivas )  es  y será la madre de la esperanza en todos los momentos de angustia y crisis que afrontamos; y , por último,  la Caridad ( Qué triste que ninguna imagen de nuestra semana Santa nos haya mantenido esta advocación!) como decía Fray Luís de León, “la belleza del alma,  debe quedarnos impresa en nuestra mente, siempre que recorramos las inmediaciones de la calle cercana al templo de las Angustias con nombre de caridad ,  para que como cristianos hagamos nuestras palabras que recojo de un libro recientemente editado sobre la CARIDAD  “sobre las tres virtudes sobre las que se constituye el cristianismo. La fe, la esperanza y la caridad. De las tres, en opinión de san Pablo, la caridad es la más grande, porque “todo lo puede”.

            Con este aliento de amor paulino, de seguro que siempre se pueden afrontar todas  crisis, los tropezones de desaliento, los decaimientos de espíritu, e, incluso podemos coadyuvar en liberar a los demás de la pobreza con ese empuje que siempre nos dio a los cristianos la caridad. 

F.Martin

 

 


 

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