Hace
pocos días, tuve la ocasión de observar las obras emprendidas en la fortaleza de la Mota en torno a la muralla
del Gabán, Entrepuertas y muralla del Trabuquete. Parecía como si un nuevo
adecentamiento prestara una cara más esbelta , más joven y más transparente a este recinto
histórico-artístico. La Torre
de la Imagen
sobresalía como una majestuosa señora entre el adarve, antepechos y restos del
arrabal del Albaicín alcalaíno. En verdad que este monumento tan emblemático de nuestra ciudad necesitaba de tan
importante obra de remozamiento y de la inversión financiera del fondo del uno
por ciento cultural de obras públicas, en este momento cuando escasean los
presupuestos estatales en mano de obra para paliar el trágico paro que sufren
muchos hogares de España; por eso, con gran acierto las autoridades locales se
adelantaron en la gestión de una obra emblemática para la cultura y el empleo de nuestra ciudad.
Pero,
la Puerta y
torre de la Imagen
no es solo una obra de índole reconstructiva sino un símbolo y una epítome de
la historia de la ciudad de Alcalá la Real. Desde su denominación de Torre de la Justicia hasta su última
de torre de Santa María, pasando por la Imagen , e, incluso, en algún momento llamada
Puerta Nueva. Y, digo, Puerta Nueva, porque
me aventuro a plantear que esta torre recibió, este nombre para abrir una nueva entrada de
la fortaleza, porque, anteriormente, lo
hacía a través de la torre barbacana
ubicada en el huerto de Moriana y barrio del Albaicín, y se dirigía
directamente a la alcazaba a través de la puerta cerrada y del pasadizo-clara
muestra de ello es el desprendimiento del
amplio lienzo de muralla que se extendía desde la casa de los Aranda
hasta la torre de la Vela
con motivo de varios movimientos sísmicos o por la erosión de la mano humana y,
el último en torno a l 580. Por otro lado, esta Torre, con el
nombre de la Justicia , nos
recuerda un momento en el que albergaba,
dentro de sus mansiones con techumbre y tejado, la Justicia Mayor de la Ciudad , la vivienda del
Corregidor, la
Cárcel Vieja-como se cita en algunos documentos- , e
incluso a principios del siglo XVI, la
Real Chancillería de
Granada para evitar la epidemia de la peste que se extendía en la ciudad
de la Colina Roja.
Pero, la nueva restauración ha acertado con la recreación de un nuevo escudo
real de tiempos de Carlos V y la imagen de Nuestra Señora , con lo que consigue
que podamos visualizar el nombre último de esta torre y puerta, a saber "
de la Imagen ",
probablemente una reposición de alguna imagen anterior de tiempos de la
conquista de la ciudad cuando quiso
fijarse la huella cristiana con la
advocación mariana tras los muchos años de estancia musulmana en el Cerro de la
Mota. La última imagen. sabemos, que había
sido costeada, a mediados del siglo XVI, por la ciudad
y fue realizada por escultor Martín Pérez y el pintor italiano Pedro
Sardo, vecino de la localidad alcalaína.
Probablemente, la lámpara, cuyo
aceite pagaban los carniceros de la ciudad, y el garabato donde colgaban las
cabezas de los degollados en el campo de batalla, pervivan en el nuevo ambiente
recreado tras la restauración. Pues, esta torre está imbuida de un duende
especial de la fortaleza, que le aportó varias leyendas como La
del caballero de la capa y apuesta, que osó subir a la Mota
quedando colgado en los clavos de su portón. Además es la puerta de bienvenida y despedida de muchísimos acontecimientos de la ciudad: el
último ha sido el de su extraordinaria y acertada restauración.
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