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sábado, 6 de octubre de 2012

EL VINO DE LA SIERRA SUR


EL VINO DE LA SIERRA SUR

 

            En un tiempo tan agradable del año como es la estación otoñal, la vendimia ocupa un lugar primordial dentro de las faenas de los labradores del campo. No debe desorbitarse la importancia de este producto que, hace unos años, recibió el título de mención honorífica, a un paso o peldaño en la posible denominación de Origen de “Vinos de la Sierra Sur” gracias al tesón y trabajo del frailero Luís Aceituno. Es evidente que nuestros montes y nuestros llanos ya no  están ocupados por las grandes extensiones de viñedo, que desgramadamente casi  desaparecieron con la  incorporación de España en  la CEE. Suena a música celestial el privilegio del vino, concedido por Carlos I y Juana de Amor,  que convertía a nuestro torrontés en vino de mesa de muchos hogares de Andalucía e, incluso,  bebida exquisita de algunos reyes como Felipe III y Felipe IV; también , muchas personas se han olvidado del vino baladí que acompañaba a muchos jornaleros con su dosis de excitante benigno y de acicate animoso a la hora de enfrentarse al duro mundo del trabajo campesino ; y, ya no digamos, ni se nos ocurra hablar  sobre otras variantes de vidueño y sobre el de más ínfima calidad como  era el del estrujón que quedó como un  fósil pastoso en los huecos de las  bodegas de la Mota.  La traicionera filoxera del siglo XIX  arrasó los  campos de la Sierra Sur donde el hombre colocó, a lo largo y a lo ancho,  extensos  olivares.  Y, luego, le sobrevino la puntilla  con el  economicismo de turno europeo: pues se  fomentó la  rubia cerveza del Rhin  en lugar de los ricos caldos de nuestra comarca;  nos convertimos de la noche a la mañana en señoritos de  las ferias  de sello sevillano con la manzanilla y el finolaína abandonando nuestros  sabrosos  ponches y nuestros vinos de bodegones y tabernas de lagar de las calles del casco antiguo y aldeas, donde se creaba aquella atmósfera de  sana sociabilidad y de la cultura en la calle. Una cultura que, en algunos aspectos, podíamos remontar a tiempos lejanos del padre de Juan Ruiz de Cisneros, nuestra versión del Arcipreste de Hita, y deberíamos revivir  con una ruta del pan talar  y el vino del lugar, recreando ambientes de tradición molinera y panadera junto con el lagar, el bodegón y la taberna de los labradores.  Pues ya nos decía el profesor italiano Gianluca Pagani acerca del  poema de la alimentación recogida en El  Libro de Buena Amor: “… había muchos productos que eran objeto de consumo por parte de todos los sectores sociales: como el vino y el pan. Aunque difiriera la calidad de los mismos, que bajaba proporcionalmente al estatus social”.

            Como no somos tan ricos como quisiéramos o , quizás, pretendimos serlo , convendría que nos iluminara la torre del Cascante en medio de los viñedos de Marcelino y nos hiciera ver la importancia que “ con pan y vino, se hace el camino”; pues con vino se realiza hasta los actos más profundos del alma humana como son el sacrificio divino. Y, por otra parte,  deberíamos apostar un producto de soberanía alimentaria, cercano, saludable y ecológico como son los Vinos de la Sierra Sur. Conocimos sus lagares y sus bodegas, todavía nos quedan algunos vestigios casi arqueológicos. Incluso, los hay que se atreven a porfiar los foráneos cava y champán con sus vinos espumosos. Nos ha tocado el momento de la crisis, y, en cierto sentido, de la autarquía económica Y  qué cosa no es mejor que defender nuestros productos y no depender de los vaivenes financieros. Además, es el momento de  salir a la calle y reivindicar los antiguos bodegones, mesones y tabernas, donde las viandas caseras realizaban  la ceremonia del ágape solidario y benefactor de la felicidad asociativa. 

 

jueves, 4 de octubre de 2012

SOBERANÍA ALIMENTARIA Y CONSUMO RESPONSABLE


SOBERANÍA ALIMENTARIA Y CONSUMO RESPONSABLE

 

            En medio de la crisis sistémica, hemos hecho varios cantos de cisne de la situación y también una llamada de atención para llevar a cabo una economía responsable. Además, siempre hemos partido de una llamada para arrimar el hombro de una manera colectiva  y aportando  valores fundamentales como la solidaridad y la defensa de la dependencia en favor de los excluidos. Estoy seguro de que me han calificado de utópico y, en la mayoría de las ocasiones, se han minusvalorado las argumentaciones en favor de una situación que debe preocuparnos a todos, porque las cifras, con las que desayunamos todos los días, son para que se nos atragante el bollycao y la sofisticada bollería que engullimos. Por eso,  he tenido la suerte de que cayera en mis manos un folleto de Cristianismo y Justicia, en el que se nos aportan nueva salidas para enfrentarnos a las tristes y  deprimentes circunstancias que nos acosan . Hacen referencia a la soberanía alimentaria y al consumo responsable;  y se acompañan de un decálogo con el que podemos poner las bases sobre una nueva  manera de enfocar este momento  que nos ha tocado vivir. El simple hecho de ubicar a los pueblos como los responsadles de definir sus polínicas agrarias y considerar a los agricultores, ganaderos y pesadores   como el centro de estas políticas,  significa dar un gran paso para romper con políticas de la aldea mundial como el PAC u otras formas de globalización, que vienen manejadas por los de siempre, los magnates  de los poderes financieros. Significa invertir la pirámide de lo que hasta ahora viene sucediendo. Para ello deben primar los productos locales por su frescura y  ser más naturales y nutricionales de modo que se ahorre en transporte, energía  y  el deterioro del producto y del medioambiente  Miles de ejemplos podríamos poner en nuestra comarca que coadyuvarían al desarrollo de la soberanía alimentaria, donde hay aceite, cereales, vinos y cerveza   con mención honorífica de origen , carnes, embutidos,   quesos sacados de nuestro ganado  y gran cantidad de hortalizas, frutos y  otros productos alimenticios que no deben sentirse minusvalorados ante otras ofertas que solo les aventajan en  etiquetado mercantilista y de diseño. Si a los productos locales, les añadimos que sean de temporada, naturales y ecológicos, y creamos una red fuerte entre productores y consumidores para no caer en las redes de las grandes cadenas, estamos dando pasos de gigantes para acortar distancia  y concienciarnos en  el consumo crítico, por medio del cual no nos dejamos llevar por el impacto de la publicidad  ni la instantaneidad de lo que  nos meten por los ojos. Es hora de considerar nuestros hábitos de consumo, por los que somos autodirigidos como marionetas o simples receptores de los anuncios de turno para pasar otras fórmulas como  acudir a las tiendas de comercio  justo comenzando por el café o el chocolate para llegar a comprar las conservas, verduras, frutas o carne con el asesoramiento de los grupos de consumo. :

            Muchos darán por hecho que es un país arcádico ,el que estamos describiendo o una isla de los lotos. Más bien, es volver  en algunos aspectos a nuestro pasado donde  no estabamos invadidos de  tantos fitosanitarios y comíamos los ricos productos regados de las riberas de las huertas de San Juan o del Velillos , Fuente del Rey, Riberas. O simplemente, optar por  los productos sanos, y no transgénicos que presentan tantas dudas éticas e inconveniencias sociales  y ecológicas. Y optar es ejercer la libertad y no ser simple monedas de cambio de las empresas transnacionales , porque decidirse por un producto de la tierra consiste en disponer de más datos, tener el conocimiento de los  procesos de  elaboración y manipulación y elegir con mayor acierto que si lo hacemos sin el conocimiento de la elaboración de ese producto ..En ese momento , damos un paso fundamental  al  subordinar  el valor al precio del producto, porque el valor con lleva un factor fundamental, el que  procura la salud del consumidor,  Pues, ¿ Por qué, al comprar con precios bajos, a veces de risa,  somos cómplices de explotadores que venden productos obtenidos con el trabajo de la explotación infantil o realizado en medio de condiciones laborales deprimentes , sin miramiento de las condiciones ecológicas y destructoras del medioambiente? Simplemente, porque no hemos tenido en cuenta  estas premisas que hemos desarrollado anteriormente y hemos caído en el vicio de consumir por consumir. Por eso, creo que es hora de descubrir alternativas económicas, como manifiesta el cooperante Basilio Rodríguez y  a su vez miembro de El Rincón Lento de Guadalajara,   " más justas, más democráticas y mas respetuosas con el medioambiente y  el desarrollo sostenible en medio de un panorama muy desalentador". Y, en esto, qué mejor que una buena soberanía alimentaria para un consumo responsable, pues con pan y vino se hace el camino. Claro, de la tierra.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 23 de septiembre de 2012

LA FERIA DE ALCALÁ LA REAL


 
 

 

En el calendario del ocio, la feria de Alcalá la Real juega  un último eslabón de la estación estival, por cierto a caballo con el inicio del otoño alcalaíno. Nos encontramos que  este evento, como acostumbran a llamarle los nuevos académicos, ofrece al público un aspecto de tinte variopinto entre las  diversas programaciones  culturales y festivas  desde hace unos años atrás. Me encanta, sin embargo, el origen de las ferias y su versión anglosajona, porque se desenvuelven en la  afananza saludable de los vecinos del lugar  y se presenta con un semblante más rentable que el que se  han convertido en  la geografía nacional las distintas versiones  de las ferias españolas, y, sobre todo, andaluzas. Ante una proliferación de casetas de manzanilla y de exceso de colesterol, se  han quedado exhaustos los campos del ruedo de las ciudades sin la presencia de ganadería y , solo, en algunos casos, suelen acompañarse con algunas ferias de muestras o de exhibición de maquinaria agropecuaria. Atrás, quedaron las famosas ferias de ganado de Guadajoz, Noalejo, Alcalá… Es lógico que aconteciera este debacle económico de transacciones comerciales agroganaderas, desde que,  obnubilándolo todo, se abandonaron las fechas de los  santos  de la advocación ferial  y  los fines de su creación, pues se cayó en las redes de una sociedad consumista que nos invade por todos los  rincones de nuestra comunidad andaluza. Tampoco nos extraña que se pase  de ubicar los días feriales en  fechas que no tienen nada que ver con el santoral. Aquellas ferias eran racionales: se comerciaba de mañana y tarde; y al atardecer, comenzaba los aspectos culturales y festivos: las corridas de novillos, cintas,  las cucañas; y al  anochecer, comenzaba las veladas, verbenas, el teatro popular y, a la entrada de la profunda noche, el descanso del guerrero, es decir del feriante y el feriado. 

Por eso, comprendemos  que nuestra feria de san Agustín se trasladase a la de San Mateo- el evangelista financiero-pasando por las fechas de la Natividad de la Virgen. Y está  claro que, en aquellos momentos de cambio, este fuese  motivado  más bien por  fomentar la concordia de los pueblos y por el  desarrollo armónico de la economía comarcal de acuerdo con los nuevos sistemas que iban surgiendo De ahí que me haya referido a la feria de Alcalá la Real, y no la de san Mateo, porque el día de este santo es simplemente un paripé de la alcancía caballeresca del siglo XIX. Este nombre  es simplemente  un nombre oportunista  que se le dio cuando comenzaron a invadir la esencia agroganadera con las nuevas modas de la sociedad de servicios: Ahora, que no encontramos en el fatídico momento cuando se cuestiona profundamente la sociedad del bienestar, creemos que sería más interesante que se llamara la Fiesta de Alcalá antes que acudir al santoral Razones haberlas,   haylas:  cuando no se puede respetar el santoral sino más bien  hay que obedecer obligatoriamente  las  medidas racionales de las reformas laborales de turno . Por cierto, me baso en que se hace con el cuento del conflicto  estéril de  querer congraciar los fines de semana  con  los días festivos. Sin acritud, lo digo: las ferias eran y ahora son ya otra cosa diferentes a lo que Carlos II aprobó majestuosamente.

 

 

 

 

 

 

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domingo, 16 de septiembre de 2012

JOSÉ LA CAL SERRANO



 

            Con frecuencia, los escritores  rebuscan en los arcones de la Historia los personajes más inverosímiles con el fin de llevar a cabo un  reportaje inédito. Y, en la vida local, no se frecuentan  los vecinos del pueblo llano, que ejercen de ciudadanos y que, en demasía, han merecido la medalla del reconocimiento colectivo. La figura del  alcalde pedáneo es una buena muestra de esta realidad; se remonta a los inicios de nuestra romanización, porque participan de la delegación del “legatus pro pretore” (el delegado del jefe) y de los duumviros o ediles locales (por su incardinación y su representación de su ámbito territorial). También, durante el Antiguo Régimen, lo fueron ministros de justicia, ejerciendo la persecución de los castigos, la representación de la autoridad de la máxima autoridad municipal y real – la de los corregidores- y  desplegando la labor de síndicos personeros a favor  de sus vecinos antes cualquier medida arbitraria de las autoridades foráneas.

            A partir de la Constitución de la Pepa y de la I República, se abrieron nuevos aires en estos representantes y sus competencias se ampliaron los barrios y aldeas  con representación política. El  alcalde pedáneo vivió, como los representantes de distrito de las grandes capitales, a expensas de alcaldes de los partidos turnistas, que eran los que nombraban. Siempre,  las autoridades locales, conscientes de que el alcalde pedáneo era su máximo representante  delegado en  su ámbito concreto, cuidaban  esmeradamente de cada uno de ellos. Esto no era óbice de que, si llegaban los liberales, eligieran a los compromisarios  de su partido; o, si  lo hacían los conservadores, lo cambiaran por un miembro de sus filas; incluso vino la Segunda República, y se nombraron los miembros de la coalición republicano-socialista.

Con la llegada  de la actual democracia, se frecuentó la consulta a la hora de elegir a estos delegados de la alcaldía. Se asumía la delegación y la representación, de un lado; pero, por otro, se invitaba a participación vecinal. En la historia de las consultas hay  casos curiosos y extravagantes de las disfunciones de no comprender la singularidad de este cargo, pero no puede olvidarse  que entre el alcalde pedáneo y la máxima autoridad siempre se ha establecido un inteligente equilibrio, en el que  se fundamenta la auctoritas del alcalde pedáneo, o sea  entre la delegación y la representación popular.

            Muchos alcaldes podrían encarnar esta manera tan acertada de ejercer este cargo tan entrañable. Nos quedamos con Pepe la Cal, recientemente fallecido y que desempeñó el cargo  de alcalde pedáneo de la aldea de Santa Ana durante un amplio periodo de tiempo (1991-2007) . Con Pepe la  vocalía de barrio se humanizó, porque bebió de fuentes de un  padre de bien, muerto repentinamente en los años treinta del pasado siglo, al que la aldea le rindió una solemne despedida por su entrega a la República. Desde julio de 1991, Pepe supo perfectamente ejercer   el verbo conjugar su delegación municipal con hacer valer su representación vecinal, sin intimidarse  con  los arañazos de los demagogos de turno; se convirtió en un reivindicativo personero de su pueblo, de su gente y de sus representados, ya que fue concejal en 1995, Lo hizo con la fuerza del voto oficial de las urnas,  y con la gallardía de no creerse ufano ni ostentoso, sino sencillo, con el alma humilde que siempre le ha caracterizado. Probablemente, durante estos meses de verano y con la enfermedad acosándole a diario, haya recorrido en la agenda de su memoria todas las obras y servicios  en las que  colaboró y compartió con la corporación municipal alcalaína (por ejemplo,  en educación, cuando la escuela rural de Santa Ana se remodeló, se amplió, y  se incorporó al C.P. Sierra Sur  dentro de todo el Ciclo de Primaria de la ESO, o se creó la guardería;  en asuntos sociales y médicos,  cuando se pusieron en funcionamiento y se levantaron  el Centro Social  en octubre 1992 o el nuevo consultorio en 2006; en  las fiestas,  cuando se dieron grandes pasos de progreso; o  en Patrimonio artístico, cuando se convirtió Santa Ana en un lugar para visitar y  la Escuela Taller intervino en varias restauraciones  de la iglesia de Santa Ana y  la Fuente del Rey en 1992, y  cuando con vecinos de Santa Ana y su parroquia se  dio una nueva imagen a sus  cuadros, imágenes, retablo, fachadas, o cuando se descubrió la tumba algárica del Humilladero y  cuandol as monjas  trinitarias se trasladaron a la Fuente del Rey).

 

Todo esto lo procuró, durante estos años de mandato con la vista puesta en  sus vecinos y prestando su más leal colaboración  y su incondicional disponibilidad personal  ( la gran ampliación industrial de la aldea de Santa Ana , los nuevos servicios  médicos, escolares o sociales que se renovaron en la aldea y la Fuente del Rey, el empuje del sector servicios de este rincón tan entrañable de Alcalá, la participación ciudadana de uno de los tejidos más vivos de nuestro alrededor). No podemos soslayar que,  en la industria, se amplió el minipolígono del Chaparral  y se crearon  naves industriales municipales y particulares como  Caiba, Planta Hormigonera, Cotex, Troflex, en sus inicios,  y Bandesur, Cooperativas textiles, Cartonaje;  se abrió la explotación de la cantera del Chaparral; tembién, en servicios. se puso en funcionamiento el Centro Agroganadero, proliferaron  de empresas de servicios como los mesones rurales o  el concurso de Hortalizas, se donó la finca de la Solana y ENAGAS instaló algunos puntos y depósito fundamentales por su zona en 1993, sin olvidar  el polígono urbano de la Fuente del Rey y del Chaparral, los Semáforos en Santa Ana, la pavimentación de calles y plaza y el Parque del Comendador y Fuente Pero, por encima de todo, Pepe fue el prototipo del alcalde pedáneo, como todos los que he conocido,  hombre de consenso, servidor de sus vecinos, amante de la paz social;  y siempre abierto a las empresas futuras que beneficiaban a  este partido de campo. No fue un francotirador encubierto,  ni se escondió en las catacumbas: un hombre leal con la autoridad, responsable  con sus vecinos y excelente mediador  en los momentos difíciles. Con este bagaje de José La Cal, Santa Ana recordará un periodo singular y de progreso de su historia. Su homenaje no es sino un pequeño reconocimiento de una entrega total, generosa y, a veces, incomprendida.

Y en verdad que, a lo largo de sus dieciséis años de alcalde pedáneo fue una  persona que supo conjugar los intereses de los vecinos con la representación del  gobierno local: Por ello, la historia de su aldea es una muestra de un manifiesto progreso en la extensión de servicios, en la diversificación económica con el desarrollo del tejido industrial ( dos polígonos)  y en la paz social de la que disfrutaron en estos años de  democracia, cuando tuvo el honor de ser alcalde pedáneo y concejal.

 

Francisco Martín Rosales   

 

sábado, 15 de septiembre de 2012

MI HOMENAJE A LOS PROFESORES


 

 

                        Por septiembre, comienza el año agrícola, los agricultores  abordan muchas tareas que posteriormente darán su fruto en  la estación estival  y van anotando en su peculiar calendario, confrontado con el zaragozano, los aciertos y desaciertos de las previsiones de la cabañuelas de agosto;  otros muchos colectivos también principian  su periplo laboral, así lo hace el mundo político con el nuevo periodo de sesiones; no olvidemos tampoco  que el año religioso emprende su correspondiente  ciclo  litúrgico  y pastoral por estas fechas. Pero, por encima de todos  estos  grupos humanos, es la escuela la que ocupa, en estas fechas,  el primer plano de  todos los rincones de España. Además, este macrogrupo abarca  todas las edades: los  niños que se integran en los estudios primarios; los adolescentes que cambian de  ciclo con la ESO  o continúan el Bachillerato y los Ciclos Medios Formativos; los jóvenes, y los no tan jóvenes ( porque debemos referirnos a los que ingresan ya edad madura en la UNED, Escuelas de Idiomas,…) que se integran en el mundo universitario; e, incluso ,se cierra el ciclo vital con los adultos , ya que, afortunadamente, con esta enseñanza se  ha conseguido exterminar el analfabetismo que  campeó por mucho tiempo en nuestra comarca.

Muchos factores y personas integran el  sistema educativo, y es imposible detenerse en cada uno de ellos para que funcione a la perfección. Pero es una realidad que ya no se frecuentan las tristes noticias de los primeros días de curso, en las que se multiplicaban los incidentes y adversidades. La ratio suele cubrirse con un  número adecuado en muchos rincones  de nuestra comarca; incluso, no encontramos con  muchas aulas  del núcleo rural en las que  la relación de alumno/profesor es casi idílica e ideal  para alcanzar los mejores resultados.  Por otro lado, si nos fijamos en los centros escolares, ya no se producen aquellos desplazamientos forzosos a un macrocentro escolar de ámbito comarcal sino que la enseñanza  suele estar muy cercana  a la vivienda de los escolares (fijémonos en muchos colegios de las aldeas, donde pueden impartirse todo el ciclo de estudios primarios y no digamos en la localidad con su amplio abanico de opciones desde los  estudios  de bachillerato  hasta la Escuela Secundaria de Adultos o de Idiomas sin hacer referencia a la enseñanza no reglada). Dejemos atrás los aspectos ambientales de los centros, los recursos humanos y materiales…que siempre serán pocos con relación al avance de la tecnología y a las apetencias racionales de la sociedad.

Dicho esto, en este principio de curso,  el profesor (maestro, docente, monitor…) juega un papel fundamental  y, en estos tiempos de carencias y recortes  es digno de revalorizarlo  con todas nuestras fuerzas. Hay y podrían darse muchas razones. Pues, en su persona, se centran, a veces, los ataques más furibundos, cuando es  el  que suele estar más tiempo con los alumnos a lo largo del día si restamos el  tiempo del sueño y ocio ( por cierto, a veces excesivo).  Con su auctoritas reconocida por sus discípulos,  es la figura que logra transformar al alumnado para que en el futuro alcance, gracias a su periodo formativo, los objetivos que se proponga en la vida. Por eso es el momento, que esta auctoritas no se deteriore en modo alguno y, cada vez  más, se  le  reconozca. Simplemente,  debe servir de pauta que se haga   a la altura del respeto que debe existir entre los miembros de la familia y eso se consigue  mediante el apoyo total de los padres de sus alumnos al maestro de sus hijos. De este modo, en tiempos de crisis, al menos lograremos que  suplamos con los valores morales lo que no le aportan y restan las carencias socioeconómicas del funesto momento.

 

domingo, 26 de agosto de 2012

EL RESCATE


 

 

            Tal vez me encuentro deformado profesionalmente e influido en demasía por  la investigación histórica y el término rescate me sugiere una situación bastante penosa. Por un lado, siempre he encontrado que las víctimas de un rescate eran unas personas normales, que caían bajo las garras del enemigo  y se veían sometidos bajo el dominio del nuevo patrón  a la categoría más ínfima que puede caer el ser humano: la esclavitud.  Por  otro lado,  el motivo desencadenante  de esta usurpación de la dignidad humana consistía en  un acto de violencia, ya sea una guerra programada, ya un  acto  de guerrilla o terrorismo,  en el que los más poderosos se imponían a otros  por medio de la  victoria  en una batalla o  por actividades de pillaje. La mayoría de los hombres, por lo tanto, caían, y se convertían en esclavos, por las ansias de poder en una disputa programada, pero también,  hasta los seres  más pacíficos del mundo quedaron enjaulados como presa de botín, mientras laboraban sus campos en tierras de paz o  de nadie( e, incluso, los hubo muy alejados del frente de batalla). En muchas ocasiones, durante la esclavitud indeseada e impuesta por la violencia,  vivieron en mazmorras insalubres, apenas les dieron comida,  los sometieron al trabajo sin recompensa y con los grilletes en sus manos y pies, los torturaron al antojo y capricho de los nuevos amos, no encontraron luz alguna par salir de aquel túnel totalmente oscurecido por el  destino de una adversidad, no buscada por ellos, sino impuesta por  sus gobernantes. Aquellos hombres no encontraron otra salida que renunciar  de su patria, sus creencias  y sus ideas,  y hacerse vasallos del nuevo destino si querían conseguir alguna esperanza de vida; los menos se encontraban favorecidos por la tómbola de la suerte, que se llamaba el rescate ( por eso se lo suplicaban a la divinidad y a la corte celestial) y, fueron  también machismos menos los que  consiguieron una fuerte suma de dinero para pagar la vuelta a su anterior situación de vecinos libres, porque en aquel tiempo no había ciudadanos, sino vasallos.

            La historia nos puede ilustrar, en nuestra comarca de la Sierra Sur, de muchos esclavos cristianos en el reino musulmán de Granada y a la inversa musulmanes en los reinos castellanos; podemos sacar a la luz algunos actos de rescate y de personas que asumían el riesgo de rescatar o de aportar los fondos para el rescate ( por cierto, estos eran los menos; a lo más, algunos  conciertos, constituciones y tratados de paz entre los pueblos lograban mayores éxitos de liberación  que los particulares por su cuenta).

            Y, sin darnos cuenta con el relato histórico, hemos comprendido lo que significa el rescate. Pues, vivimos una guerra económica y financiera que se ha desorbitado y se ha lanzado inmisericordemente contra toda la humanidad, una guerrilla de continuos asaltadores de los bolsillos ajenos  por medio de las bombas de mano de las primas de riego y unos terroristas de la usura sin límite alguno y sin compasión ni solidaridad alguna. Además, han creado un nuevo tipo de esclavitud, sin grillete ni mazmorras, que ha convertido al hombre en partículas insignificantes de los agujeros negros, sin capacidad de decisión ni libertad y a un paso de vivir de las migajas del festín de las manos poderosas. En esta situación tan  trágica,  y habiendo perdido todo lo que nos ha aportado el estado de bienestar, no es imposible imaginarnos cómo poder conseguir el rescate en forma del maná del cielo que se nos presenta en los medios de comunicación. En  la antigüedad, se encomendaban a la divinidad, por nuestras tierras a Santa María y a Santo Domingo; pero ahora, imbuidos en una gran carga de agnosticismo y de increencia, será difícil abrir una puerta de rescate sin  monjes redentoristas, a no ser que los Estados firmen auténticos tratados de paz y de solidaridad para no dejar caer a sus ciudadanos en la esclavitud y en el duro trago del rescate.       

 

jueves, 23 de agosto de 2012

ESTAMOS HARTOS


                        ESTAMOS HARTOS

           

            Estamos hartos de levantarnos todas las mañanas  y desayunar con las cansinas noticias de las primas de riesgo y de las bajadas y subidas de la bolsa. Estamos sobresaturados de merendar con un criticismo feroz y absurdo en email, faceboock y twiter que no conduce a ninguna parte ni dan solución alguna, estamos muy cabreados de que, al atardecer, no se vea otra salida que el negro túnel del puro recorte, el paro desorbitante y la falta de ilusión para las nuevas generaciones  tan preparadas y desesperanzadas al límite; no queremos acostarnos con la visión pesimista de una sociedad sin salida, sin objetivos y sin cambio alguno de un sistema improductivo y falto de  innovación  hasta que les plazca a los señores de las encuestas del FMI o de las agencias evaluadoras.( Por cierto, ninguna española ni europea).

            Ha llegado el momento de aunarnos todos, dejad atrás las inquinas  absurdas de confrontación de florete, las lanzas envenenadas de resentimientos y rencores, los puñales traicioneros de reminiscencias absurdas del pasado  y los juegos de caña de pura exhibición inane y  caballeresca; pues no crean sino malestar, desasosiego y falta de ilusión al personal- por cierto con los nervios a flor de piel-.  Debemos concienciarnos en el nacimiento de una nueva sociedad, en la  que hombre prime sobre el capital y para ello debemos dejar al lado todo  tipo de dominación absurda de un hombre sobre otro, sea económica, social o política. Debemos reconsiderar nuestros valores,  no consiste todo en basarlo en el tener, porque puede acontecer  que nos suceda lo que ha llegado en estos últimos años; hay que ser antes que estar; hay que trabajar por la colectividad y por la solidaridad más que por el egoísmo personal. Pues aquí no hay minas de oro ni un Midas que pueda repartirnos riquezas a todos; aquí el trabajo debe ser emprendido por todos.

            Es también el momento de la cultura, la formación y el ejercicio de los valores que parecían olvidados; no podemos tirar por la borda el humanismo frente a  la pura ciencia y al frío materialismo. Si cada uno se considera hombre, y le adjunta su visión particular de ser y estar como hombre, de seguro que sobran los ataques del capitalismo  imperante, y el bombardeo de la publicidad de lo efímero y artificial. Debemos  prepararnos por una nueva era;  si el capitalismo no permite la sociedad del bienestar ni las conquistas de la dependencia, debemos mantenerla con las  muestras vivas  de solidaridad, la presencia activa del voluntariado y el sacrificio en favor de los más débiles. Si lo hacemos, saldremos ganando todos y no caeremos en fórmulas obsoletas y absurdas que nos convierten en los sísifos de turno. Por eso, la  cultura  y la  educación deben ocupar el lugar de la insolidaridad y una economía de la corresponsabilidad deben dejar paso a  ser juguetes del puro juego financiero. Pero, siempre con el ojo avizor, para que no se aprovechen  los mismos de siempre., los que apuestan muy poco  y siempre se llevan los máximos beneficios.

            Ha pasado Etnosur, los festivales y las fiestas patronales, todo ha sido ocio  creativo que nos ha hecho reflexionar que, con pocos medios y recursos, se pueden alcanzar muchas cosas y se engrandecen con la participación colectiva. Menos mal que ya (a estas alturas mangas verdes) la critica no se centra en  los debates xenófobos de Etnosur, ni  en la falta de contratación de los artistas famosos del momento actual ni  en la prodigalidad y derroche de  los fuegos  artificiales  preparados por del hermano mayor del año. Nos hemos quedado en medio del turno de la ruleta de un destiño que solo podemos cambiar todos  en común con una nueva visión d un hombre solidario en una economía corresponsable y con el compromiso de la participación  colectiva  (absurdo es  jugar a artificios  de juegos de caña, porque  ha pasado ya el tiempo de las fiestas medievales   y eso que en este verano han corrido varias serpientes de verano).