ESTAMOS HARTOS
Estamos
hartos de levantarnos todas las mañanas
y desayunar con las cansinas noticias de las primas de riesgo y de las
bajadas y subidas de la bolsa. Estamos sobresaturados de merendar con un
criticismo feroz y absurdo en email, faceboock y twiter que no conduce a
ninguna parte ni dan solución alguna, estamos muy cabreados de que, al
atardecer, no se vea otra salida que el negro túnel del puro recorte, el paro
desorbitante y la falta de ilusión para las nuevas generaciones tan preparadas y desesperanzadas al límite;
no queremos acostarnos con la visión pesimista de una sociedad sin salida, sin
objetivos y sin cambio alguno de un sistema improductivo y falto de innovación
hasta que les plazca a los señores de las encuestas del FMI o de las
agencias evaluadoras.( Por cierto, ninguna española ni europea).
Ha
llegado el momento de aunarnos todos, dejad atrás las inquinas absurdas de confrontación de florete, las
lanzas envenenadas de resentimientos y rencores, los puñales traicioneros de
reminiscencias absurdas del pasado y los
juegos de caña de pura exhibición inane y
caballeresca; pues no crean sino malestar, desasosiego y falta de
ilusión al personal- por cierto con los nervios a flor de piel-. Debemos concienciarnos en el nacimiento de
una nueva sociedad, en la que hombre
prime sobre el capital y para ello debemos dejar al lado todo tipo de dominación absurda de un hombre sobre
otro, sea económica, social o política. Debemos reconsiderar nuestros
valores, no consiste todo en basarlo en
el tener, porque puede acontecer que nos
suceda lo que ha llegado en estos últimos años; hay que ser antes que estar;
hay que trabajar por la colectividad y por la solidaridad más que por el
egoísmo personal. Pues aquí no hay minas de oro ni un Midas que pueda
repartirnos riquezas a todos; aquí el trabajo debe ser emprendido por todos.
Es
también el momento de la cultura, la formación y el ejercicio de los valores
que parecían olvidados; no podemos tirar por la borda el humanismo frente
a la pura ciencia y al frío
materialismo. Si cada uno se considera hombre, y le adjunta su visión
particular de ser y estar como hombre, de seguro que sobran los ataques del
capitalismo imperante, y el bombardeo de
la publicidad de lo efímero y artificial. Debemos prepararnos por una nueva era; si el capitalismo no permite la sociedad del
bienestar ni las conquistas de la dependencia, debemos mantenerla con las muestras vivas de solidaridad, la presencia activa del
voluntariado y el sacrificio en favor de los más débiles. Si lo hacemos,
saldremos ganando todos y no caeremos en fórmulas obsoletas y absurdas que nos
convierten en los sísifos de turno. Por eso, la
cultura y la educación deben ocupar el lugar de la
insolidaridad y una economía de la corresponsabilidad deben dejar paso a ser juguetes del puro juego financiero. Pero,
siempre con el ojo avizor, para que no se aprovechen los mismos de siempre., los que apuestan muy
poco y siempre se llevan los máximos
beneficios.
Ha
pasado Etnosur, los festivales y las fiestas patronales, todo ha sido ocio creativo que nos ha hecho reflexionar que,
con pocos medios y recursos, se pueden alcanzar muchas cosas y se engrandecen
con la participación colectiva. Menos mal que ya (a estas alturas mangas
verdes) la critica no se centra en los
debates xenófobos de Etnosur, ni en la
falta de contratación de los artistas famosos del momento actual ni en la prodigalidad y derroche de los fuegos
artificiales preparados por del
hermano mayor del año. Nos hemos quedado en medio del turno de la ruleta de un
destiño que solo podemos cambiar todos
en común con una nueva visión d un hombre solidario en una economía
corresponsable y con el compromiso de la participación colectiva
(absurdo es jugar a
artificios de juegos de caña,
porque ha pasado ya el tiempo de las
fiestas medievales y eso que en este
verano han corrido varias serpientes de verano).
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