A finales del siglo XVII, la ciudad de Alcalá la Real se había expandido desde el barrio de Santo Domingo a los barrios Nuevos dela Tejueñla, Llanillo, Consolación, Veracruz, Fuente Nueva, Álamos, san Juan, san Francisco hasta los barrios de San Francisco, San Sebastián, Peña Horadada, San Bartolomé ( antiguo arrbal de del cerro de los PALACIOS), y Rastro, Puerta Nueva, y Matadero junto von el de la Cuesta del Cambrón ( san Blas). El barrio de san Bartolomé daba nombre al antiguo de los Palacios atravesado por dos calles una que venía del Matadero y otra de la Puerta Nueva. La ermita dedicada al santo ocupaba un lugar principal. Asi era la cofradía en 1568" Siguiendo las declaraciones ante el corregidor, se presentó Alonso Contador, como priostre de la cofradía de San Bartolomé y manifestó que esta estaba constituida desde 1544 por un grupo de vecinos de la ciudad de Alcalá la Real. Se hizo una cofradía, templo y ermita en las eras de los Palacios, gracias a sus limosnas, fue bendecida por un obispo, y se domaron ornamentos, y se decía misa todos los domingos y días de fiesta y otros días , porque en esos lugares o barrios no existía ninguna iglesia.Y había una procesión en el día de San Bartolomé el 24 de agosto a la Iglesia Mayor".
El testamento de cura Alonso Ruiz de Atencia, además de clérigo, prsbítero y capellán perpetuo de la Iglesia Mayor realizado en 4 de agosto de 1599 ante Alonso Ramírez de Molina nos aporta nuevos datos. Este fue enterrado en la capilla mayor de la Iglesia Santa María, y acompñado por los cofrades presbíteros de la de San Pedro con cdera y cruces. Curiosamente, su devocionario de misas tras su muerte se decican a La Virgen de la Cabeza, de la Soledad, Nuestra Señora Esperanza de los Remediios, san Jacinto y los Bienaventurados mártires san Cecilio y sus compañeros, que alcanzaron una difusión devocional muy profusa por este tiempo en estos lares. Encargó todas sus ofrendas y administracion de sus bienes para el pago de las exequias a la cofradía de San Pedro con el pago de misas, pan y vino y otros gastos.
Los datos más interesantes son los referidos a la ermita de San Bartolomé, dejando aparte el inventario de bienes y un censo contra Juan de Aguilera. Dice así la manda:
"Iten, es mi boluntad y mando se dé a la ermita del Señor San Bartolomé treynnta y mil maravedíes com los quales se acabe y se labrare y labre la capilla mayor de la dicha ermita y acabada con ellos por la cantidad que baliere se paga un retablo de una bara en alto en quadro de madera y en él se pinte de pincel e o de oleo como mejor pareciere a mis alabaceas el bienaventurado san Elifonso Elifonso en el estado que Nuestra Señora le hizo la gracia de poner la casulla con su letrero de pie de conmemoración mía y gasto en la dicha capilla de de manera que que en todo se gasten los dichos los dichos maravedíes y estos se tomen de los dichos censos para ello e para ello se paaggan en reaacudos que sean necesarios la ejecuación de lo qual remito a los dichos albaceas". Les daba a su criada Isabel y a su hija catorce mil ducados hasta tanto se emplearan en la ermita de San Bartolomé, con cargo para que se dijera una misa por su alma en la ermita , una con el oficio de Nuestra Señora de la Paz, y otra de san Idelfonso, y luego se lo encargaba a sus descendientes. Nombraba por albaceas Juan de Cueto Torreblanca y Antón Sánchez de Rojas.
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