Se
realizan actualmente las obras de parte de la muralla de Santiago, desde la
Torre Nueva de la Cárcel hasta la Puerta Nueva del Bahondillo. Esta última se
abrió en tiempos de las Reyes Católicos, pero fue un acceso fundamental para
todos los vecinos que provenían de los barrios o arrabales de San Sebastián,
Peña Horadada, Cerro de los Palacios o San Bartolomé, Matadero, Rastro y
entorno de esta puerta; fue, también, salida de los campesinos de la ciudad
fortificada y de sus vecinos al campo en momentos, como el actual, de
epidemias, pandemias y peste. Ganó importancia en tiempos de Carlos I hasta tal
punto que el famoso maestro Martín de Bolívar la ejecutó a la manera de la
puerta de las Lanzas y con una imagen, probablemente de Santa Ana, y escudos de
la ciudad a mediados del siglo XVI. Aquel barrio y este lugar desaparecieron
prácticamente a finales del siglo XVIII, y se transformó el hábitat humano en
una tierra de cultivo. Ahora se vuelve a sus orígenes y puede revitalizarse por
ser una magnífica novedosa entrada de la Mota, por la que se ofrece al visitante una nueva lectura del
monumento alcalaíno: por un lado, se comprende
perfectamente, la historia alcalaína del mundo troglodita hasta los tiempos
abaciales; por otro lado, es un magnífico mirador de las tierras que miraban a
Priego y Montefrío; y, por último, pueden recuperarse restos arqueológicos
importantes de la zona y lugares como el
paramento de la Carrera de los Caballos, la
Puerta del Rastro, el Matadero y las Carnicerías Viejas, así como la
Puerta de Zayde que comunicaba estos barrios con el de Santo Domingo. Otra
puerta desconocida que se conserva en todo su arranque hasta la mitad de sus
pilares y la calle que se dirigía a la perdida puerta del Cañuto, al pie de la
muralla del Gabán. Hay muy pocos arabismos que se hayan conservado
en la Mota: adarve, albañares, aljibe, almena, escopetar, mezquita, Zayde,
...y gabán. Esta procede del árabe qaba, aban, capote, y de ahí
recinto con una bóveda ahuecada, que en Alcalá arrancaba a desde la torre de
Aguilera y bajaba en su descendía por un cañuto hasta la puerta Zayde, y se
enlazaba con otra descendida hacia la iglesia de Santo Domingo. En su trayecto
final junto a la entrada a la plaza, se encontraba la puerta del Cañuto y algunas
tiendas que fueron levantadas en tiempos del corregidor de licenciado
Cabezas. Se entraba por un pasadizo rodeado también de tiendas, donde se
colocaban los puestos de vender harina, cebada y otros productos de la huerta,
incluso, el pescado. En
1574, los regidores de este año así lo describían, se haga la
pescadería debajo del cañuto por inconvenientes de venderlo (…) en derecho como
se baja de la plaza por el camino debajo del Gabán en el grueso debajo de la
plaza, que es donde ningún perjuicio recibe el Gabán, la muralla ni particular
ni la calle y está cubierto y costará poco. La dicha pescadería se haga allí
encima del arco del repeso de la romana y bajo. Con esto se
manifiesta que el recinto debió estar muy habitado y con un fuerte uso
comercial por su entrada y salida y el recorrido interior. Con el mismo escribano
Alonso Ramírez de Molina en 1570, se ubica, en una parte del Cañuto, La Puerta
Baja del Cañuto mediante la dote de las casas que se concedieron a Juana de
Castro y Antón García de Extremera: “unas casas en el final de la Puerta
abajo del Cañuto, linde con casas de Juan de Castro y el adarve de la Puerta
Zayde”. Por lo que se describe que la salida del Cañuto por la parte baja
se cerraba con una Puerta, cercana al adarve de la Puerta Zayde y unas casas a
su derredor, las de Juan de Castro. Entre el recinto fortificado de la Mota y los nuevos
barrios de los Mesones, Caba, Cuesta del Cambrón, Trinidad y San Francisco, se
extendía el tramo de las Entrepuertas, entre la Puerta de la Imagen y la de las
Lanzas. Pero, no nos extraña la presencia de otra puerta nueva, la puerta del
Hierro que no se conserva, y tan sólo persiste un arranque del arco antes del
tramo ascendente delante de la Puerta de las Lanzas. En un documento del
escribano anterior Alonso Ramírez de Molina, de 1566 en un contrato entre un
zapatero Lázaro Rodríguez y el regidor
Pedro Hernández de Alcaraz en 1566 se sabe que se hallaban estas casas y tiendas, con
cuatro moradas, encima, que nos los principales tenemos en la calle de los
zapateros de esta ciudad, linde por abajo con casas de la viuda de Juan
Martínez y tienda de Pedro de Martos, e por arriba la calle del Albaicín hasta
dar a una calle que le dicen de la Puerta el Hierro. Por lo que este tramo de la calle de
Entrepuertas se llamaba de Los Zapateros, y nos ubica LA PUERTA DEL
HIERRO . . Es curioso su nombre. Hay datos fidedignos que allí
ubicaron su taller de forja varios cerrajeros, herreros, caldereros y
herradores. No podía recibir mejor denominación. Hoy, los restos de esta puerta
que cerraba el arrabal de los Mesones y Lagares, es uno de los miradores de la
ciudad del llano y del valle de Alcalá la Real. Esta puerta, antes cerraba con
las epidemias, hoy día es un altozano privilegiado para contemplar el entorno
de la Sierra Sur. Lo mismo que las puertas Nueva, Rastro, Zayde, Cañuto e Hierro.
Un patrimonio que se ha recuperado en muchos años, y ahora se ofrece para el
disfrute y conocimiento.
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EN ALCALÁ INFORMACIÓN. PUERTAS NUEVAS DE LA MOTA.
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