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domingo, 25 de abril de 2021

EN LA SEMANA DEL DIARIO JAÉN FIN DEL IV CENTENARIO DE GINÉZ MARTÍZ DE ARANDA

 

FINALIZA LA CONMEMORACIÓN DE DEL IV CENTENARIO DE GINÉS MARTÍNEZ DE ARANDA

 

 


Todavía, nos encontramos en la conmemoración de la muerte del famoso arquitecto Ginés Martínez de Aranda. Pues debió acontecer entre marzo y noviembre de 1620. Su biografía ya ha sido muy descrita por el profesor José Luis Damaso Chicharro  en un artículo anterior de esta sección de La Semana. Se distinguen varias etapas en la vida constructiva de Ginés Martínez de Aranda: la etapa castillera (1580-1588), la segunda estepa o alcalaína (1588-1598), etapa gaditana ( 1598-1602) breve etapa castillera (1602-1603), etapa compostelana (1693-1606) tercera etapa alcalaína (106-1620). Como se comprueba, hemos introducido unas breves anotaciones a los artículos anteriores de este maestro de obras baezano afincado en tierras abaciales de Alcalá la Real antes de marchar a Galicia. 

Un nuevo documento nos ilustra de su breve etapa en tierras jiennenses, tras su vuelta a su tierra desde su paso por Cádiz acompañando a su obispo el abad antiguo alcalaíno Maximiliano de Austria, otro jiennense nacido en el Arco de San Lorenzo. Ante Alonso Ramírez de Molina, ( legajo 4746, folio 29) a primeros de enero de 1603 se obligaba a hacer Ginés Martínez de Aranda, como vecino del Castillo, " las gradas del altar  mayor  en la capilla mayor nueva de la iglesia de esta villa y epistoleras, conforme a la traza que se le dio firmada por su señoría don Alonso de MENDOZA, ABAD DE ESTA ABADÍA, de piedra de cantería labrada y limpia, y en perfección conforme a la dicha traza y modelo , y comenzará desde luego y dará acabado  en primeros del mes de marzo primero y a contento de Su Señoría , y no lo cumpliéndolo  que a su costa  mando hacer conforme a la dicha traza y modelo, y por lo que en ello se gastare y se le ejecute y cobre con el juramento del mayordomo  que es o fue de la dicha Iglesia, por lo cual se le a de dar cincuenta  ducados y con ellos lo a de hacer todo a su costa del todo punto,  poniendo los materiales y manufactura sin que se le de otras cosas algunas , las cuales se le han de dar como fuera haciendo la obra de manera  y acabada de hacer este esté  pagada, entregó se la dicha traza  firmada de su Señoría  y de mi presente escribano". Se presentaron como testigos los vecinos castilleros don Francisco de Mazuela y Francisco Reyes. Y firmaron el escribano y testigos Ginés Martínez de Aranda. 

    La iglesia del Castillo se habría acabado en sus paramentos por la  parte de  una  capilla mayor "nueva" en 1603, ya que Ginés continuó la obra anterior. Y, en el documento, se destaca que debió participar  en las trazas, porque las anteriores no pudieron ser firmadas por el abad Alonso de Mendoza. Y eran de Alonso Barba.    Aquí se encuentra interviniendo en una parte de la capilla, gradas , altar y epistoleras., término antiguo referente a los ambones para la lectura de las Escrituras.  

No fueron las únicas obras, por este tiempo, en 30 de enero  1603 se ampliaron las dependencias del templo con la compra de parte del corral de Francisco de Mazuela, que afectó a la parte de la sacristía vieja, en una extensión de ocho varas y media  " para que la dicha sacristía quede en marcada perfección, y ancha como se acordara  hacer  y proceder en ella así en largo como en ancho" . El Señor Abad Alonso de Mendoza llevó a cabo un edicto de licencia, del que destacamos lo siguiente:

-"Por cuanto la Iglesia del Señor San Pedro de esta villa tiene poco corral e un pedazo descubierto que todo alinda con casas de don Francisco de Mazuelos Monte. En las cuales casas la dicha iglesia tiene necesidad de cierta parte para poder ensanchar la sacristía, que sea tratado que el dicho don Francisco lo dé y el susodicho lo dan en trueque e tratan cantidad hasta la parte de la calle,  e para que esto se ponga en ejecución presente damos la licencia a  Juan de Mérida , presbítero mayordomo de la dicha iglesia.   Que en nombre de ella pueda ofertar lo susodicho, tomando del corral del dicho don Francisco lo que fuera menester para la dicha sacristía, y alindándolo, amojonándolo y dándole otra cantidad tanta en el corral de la dicha Iglesia  a la parte de la calle, e otorgar escritura en bastante forma obligando para la firmas a los bienes y rentas  de la dicha iglesia  en las cuáles interponemos autoridad dada en la villa del Castillo a 31 de enero de 1603".

En el contralo se hizo el trueque de una parte del corral y cementerio que la iglesia tenía por la otra parte del corral de don Francisco de Mazuela. Afectaba a ocho varas y media de largo por tres varas y media; y cinco, poco más o menos, de ancho  así hasta llegar a el pozo para que esto lo pueda dividir y partir, y alinda por la calle delantera  con la calle de la Plaza y puedan cada uno su parte labrar y edificar  lo cual le pareciere a su costa, e incorporar a ello lo que el dicho don Francisco  da con la iglesia,  y lo que a él se le da con sus casas y se dan y venden la una cantidad e otra por libre de censo , memoria ni otra hipotecas  alguna . Se concebía como una donación de una parte a la otra   y el contrato se hizo de mutuo acuerdo sin pleito alguno. 

Con esta obra, se cubre una parte de la estancia en la abadía Alcalá la Real durante la muy estudiada etapa de sus estancias y trabajo en otras tierras de España, entre Cádiz y Santiago de Compostela. Por otra parte, confirma la presencia en las obras de la iglesia de San Pedro del Castillo de Locubín, incluso aportando nuevas trazas para la capilla mayor, lo que intuyeron otros tratadistas de este maestro de obras, cuya muerte se produjo hace cuatrocientos años.

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