FINALIZA LA CONMEMORACIÓN DE DEL IV CENTENARIO DE GINÉS MARTÍNEZ DE ARANDA
Todavía, nos encontramos en la conmemoración de la muerte del famoso arquitecto Ginés Martínez de Aranda. Pues debió acontecer entre marzo y noviembre de 1620. Su biografía ya ha sido muy descrita por el profesor José Luis Damaso Chicharro en un artículo anterior de esta sección de La Semana. Se distinguen varias etapas en la vida constructiva de Ginés Martínez de Aranda: la etapa castillera (1580-1588), la segunda estepa o alcalaína (1588-1598), etapa gaditana ( 1598-1602) breve etapa castillera (1602-1603), etapa compostelana (1693-1606) tercera etapa alcalaína (106-1620). Como se comprueba, hemos introducido unas breves anotaciones a los artículos anteriores de este maestro de obras baezano afincado en tierras abaciales de Alcalá la Real antes de marchar a Galicia.
Un nuevo documento nos ilustra de su breve
etapa en tierras jiennenses, tras su vuelta a su tierra desde su paso por Cádiz
acompañando a su obispo el abad antiguo alcalaíno Maximiliano de Austria, otro
jiennense nacido en el Arco de San Lorenzo. Ante Alonso Ramírez de Molina, (
legajo 4746, folio 29) a primeros de enero de 1603 se obligaba a hacer Ginés
Martínez de Aranda, como vecino del Castillo, " las gradas del altar
mayor en la capilla mayor nueva de la iglesia de esta villa y epistoleras,
conforme a la traza que se le dio firmada por su señoría don Alonso de MENDOZA,
ABAD DE ESTA ABADÍA, de piedra de cantería labrada y limpia, y en perfección
conforme a la dicha traza y modelo , y comenzará desde luego y dará
acabado en primeros del mes de marzo primero y a contento de Su Señoría ,
y no lo cumpliéndolo que a su costa mando hacer conforme a la dicha
traza y modelo, y por lo que en ello se gastare y se le ejecute y cobre con el
juramento del mayordomo que es o fue de la dicha Iglesia, por lo cual se
le a de dar cincuenta ducados y con ellos lo a de hacer todo a su costa
del todo punto, poniendo los materiales y manufactura sin que se le de
otras cosas algunas , las cuales se le han de dar como fuera haciendo la obra
de manera y acabada de hacer este esté pagada, entregó se la dicha
traza firmada de su Señoría y de mi presente escribano". Se presentaron como
testigos los vecinos castilleros don Francisco de Mazuela y Francisco Reyes. Y firmaron
el escribano y testigos Ginés Martínez de Aranda.
La iglesia del
Castillo se habría acabado en sus paramentos por la parte de
una capilla mayor "nueva" en 1603, ya que Ginés continuó la
obra anterior. Y, en el documento, se destaca que debió participar en las
trazas, porque las anteriores no pudieron ser firmadas por el abad Alonso de
Mendoza. Y eran de Alonso Barba. Aquí se encuentra
interviniendo en una parte de la capilla, gradas , altar y epistoleras.,
término antiguo referente a los ambones para la lectura de las Escrituras.
No fueron
las únicas obras, por este tiempo, en 30 de enero 1603 se ampliaron las
dependencias del templo con la compra de parte del corral de Francisco de
Mazuela, que afectó a la parte de la sacristía vieja, en una extensión de ocho
varas y media " para que la dicha sacristía quede en marcada
perfección, y ancha como se acordara hacer y proceder en ella así
en largo como en ancho" . El Señor Abad Alonso de Mendoza llevó a
cabo un edicto de licencia, del que destacamos lo siguiente:
-"Por
cuanto la Iglesia del Señor San Pedro de esta villa tiene poco corral e un pedazo
descubierto que todo alinda con casas de don Francisco de Mazuelos
Monte. En las cuales casas la dicha iglesia tiene necesidad de cierta
parte para poder ensanchar la sacristía, que sea tratado que el dicho don
Francisco lo dé y el susodicho lo dan en trueque e tratan cantidad hasta la
parte de la calle, e para que esto se ponga en ejecución presente damos
la licencia a Juan de Mérida , presbítero mayordomo de la dicha iglesia. Que en nombre de ella pueda
ofertar lo susodicho, tomando del corral del dicho don Francisco lo que fuera
menester para la dicha sacristía, y alindándolo, amojonándolo y dándole otra
cantidad tanta en el corral de la dicha Iglesia a la parte de la calle, e
otorgar escritura en bastante forma obligando para la firmas a los bienes y
rentas de la dicha iglesia en las cuáles interponemos autoridad
dada en la villa del Castillo a 31 de enero de 1603".
En el
contralo se hizo el trueque de una parte del corral y cementerio que la iglesia
tenía por la otra parte del corral de don Francisco de Mazuela. Afectaba a
ocho varas y media de largo por tres varas y media; y cinco, poco más o menos,
de ancho así hasta llegar a el pozo para que esto lo pueda dividir y
partir, y alinda por la calle delantera con la calle de la Plaza y puedan
cada uno su parte labrar y edificar lo cual le pareciere a su costa, e incorporar
a ello lo que el dicho don Francisco da con la iglesia, y lo que a él
se le da con sus casas y se dan y venden la una cantidad e otra por libre de censo
, memoria ni otra hipotecas alguna . Se concebía como una
donación de una parte a la otra y el contrato se hizo de mutuo
acuerdo sin pleito alguno.
Con esta obra, se cubre una parte de la estancia en la abadía
Alcalá la Real durante la muy estudiada etapa de sus estancias y trabajo en otras
tierras de España, entre Cádiz y Santiago de Compostela. Por otra parte,
confirma la presencia en las obras de la iglesia de San Pedro del Castillo de
Locubín, incluso aportando nuevas trazas para la capilla mayor, lo que
intuyeron otros tratadistas de este maestro de obras, cuya muerte se produjo
hace cuatrocientos años.
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