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viernes, 2 de octubre de 2020

LLEVAR EL VINO A LA CONTINA

 






Me sorprendió esta alocución "llevar el vino a la contina". Creía que era un confusión o una metátesis por cantina. Pero, es una antigua expresión adrverbial que nos sirve para realizar este artículo abierto relacionado con el comercio de vino de Alcalá la Real.  En primer lugar, dejamos el aspecto léxico, pues llevar  el vino a la contina, hace relacion a llevar el vino continuamente, procedemente de continua. En segundo lugar, ya hemos realizado  varios estudios del vino de Alcalá la Real, sobre todo el torrontés, que solía comercializarse. Creemos que solo se realizaba esta transacción comercial  con Granada ( por las tabernas, el clero, tiendas-muchas de barberos y sastres- del entorno de la Puerta de Elvira) y la Alhambra. Se cuidaba la calidad de este vino, sobre todo del torrontés. Los mercaderes del vino solíoan comprometerse con los arrieros a aportarle una cantidad de vino  guardado en las trinajas de sus bodegas o de otras arrendadas de propietarios de casas; los arrieron a propor cionar una reata de acémilas, generalmente mulos y asnos de carga. Se establecían una serie de plazos para entregar la  carga de vino para pagar y trasegar entre  el quince de agosto y el día de San Miguel. Se concertaba el precio por arroba que variaba segun la calidad.   Por eso no es de extrañar que Cristóbal Hernández de  Checa se comprometiera con el jurado Francisco de Quesada a entregarle , en 9 de septiembre de 162 ante el escribano Hernán Sánchez,  80 arrobas de mosto del torrontés a real y cuartillo la arroba, y comprometiéndose a buscar los cortadores en  su viña de la Mata  , y pisadores en el lagar en concierto con el comprador. Y n dViene esto a cuento de un contrato entre el mesonero alcalaíno Pedro Pérez,  el clérigo  Diego de Carvajas, con tierras en nuestra zona. El primero se comprometía a llevar a contina el vino torrontés de su cosecha a las villas de Noalejo, Montillana y Huelma. Y lo realizaba con dos bestias y portando la corambre( los odres)  y establecía como precio en la  siguiente manera: medio real a Noalejo y Montillana y 30 maravedíes a Huelma, El destino de este vino debía ir a los estancos de cada villa y a no particulares, que debía ser con otras. Este documento (HERNÁN SÁNCHEZ, LEGAJO 4660. folio 41, cinco de enero de 1559).

-Con este contrato, destacamos lugares de venta de vino en pueblos del Sur de Jaén Noalejo y Huelma, y linderos granadinos al Norte ( Montillana). 

-También, fue otro punto Iznalloz, donde Juan de Torres se encargaba del abasto del vino blanco, aceite y jabón (Hernán Sánchez, 20 de enero de 1559).Se encuentra un registro de  5 de enero de 1560, por parte de  Bartolomé López Adalid que  cobró mensualmente en el estanco de Inznalloz ( 14 maravedíes/azumbre en enero , febrero y marzo; abril, mayo y junio a 18 ;  julio agosto y septiembre a 22, octubre, noviembre y diciembre a 20) siempre que lo aceptar el conejo de la villa.En 22 de agosto de 1562, se lo concedieron a Pedro Hernández de Jaén y es muiy interesante el documento. Se comprometía el mercader a llevar el vino blanco de buen sabor, color y olor de la cosecha del año anterior a los moradores de la villa, caminantes  y pasajeros hasta fiinal de año a 22 maravedíes cada azumbre (medida de dos litros) a contento de los oficiales nombrados por el concejo y en los sitios que ellos dijeren una o dos tabernas. 

-A veces se compartía la venta del vino con el trigo, en sitios como la villa de Puerto Lope. ante Hernán Sánchez 1575 Francisco Prieto compra vino y 5 fanegas de  trigo de Antón Herrero por 19 ducados, puesto en casa en 11 de marzo de 1.

-Tambien el valdepeñero se comprometía  con Francisco de Quesada a llevar el vino a esta villa de Valdepeñas .

 El mercader Pedro Hernández de Jaén se quedó con el abasto del vino blanco y tinto de Montejicar  que le otorgó el conejo de eta villa: Se encuentra un registro de  2 de abril de  1562, por parte de  Bartolomé López Adalid que  cobró mensualmente en el estanco de Iznalloz ( 14 maravedíes/azumbre de vino bñlanco en enero , febrero y marzo; abril, mayo y junio a 16 ;  julio agosto y septiembre a  10 y e, noviembre y diciembre a 10) siempre que lo aceptar el conejo de la villa. También el aceite a ene enero, febrero y marzo a  24 maravedíes,  y lo mismo mayo y junio; septiembre, agosto y octubre a 24, y a y dos novuiembre y diciembre la libra. 

-También se exportaba el vino a los pueblos de Jaén, como la capital, y a otros: a Alcaudete vendía el barbero Pedro de Ochoa 40 arrobas de torrontés al sedero Martín Sánchez de la colación de San Pedro en 21 de agosto de 1563 a tres reales cada arroba.

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