El monasterio de San Francisco creó uno de los primeros barrios nuevos que surgieron conforme
se bajaba el pueblo desde la ciudad fortificada de la Mota. Es verdad que, a
mediados del siglo XVI, vivió un momento de un fuerte impulso constructivo
comprando casas de su derredor para su ampliación, nuevo templo y nuevas
capillas y patronos, Entre ellas, se encontraba la de la familia del escribano
Gutierre de Burgos. Fueron tres hermanas Ana, Catalina y Margarita Gutiérrez.
Por el testamento de Ana ante el escribano Alonso de Castro podemos ilustrar
sobre la colaboración e impulso que dio a este monasterio con la instauración
de una capilla familiar, donde ordenó ser enterrada tras el acompañamiento y
responsos de todos los beneficiados, clérigos y frailes de la ciudad y la
entonación del salmo (salvo) Miserere mei antes de salir de su casa. Nada menos
que 300 misas fueron dichas por su alma, 200 en San Francisco, 50 en
Consolación y 50 en Santo Domingo de Silos, donde fue enterrado su padre. No
quedaron solamente en ese si no que se hicieron muchas más:
por el oficio de Cristo (33), su alma (33), san Francisco (5) San Agustín (5),
almas del Purgatorio (15), esposas de su padre Gutierre de Burgos (4). Las
mandas tradicionales de redención de cautivos, cera para el Santísimo Sacramento
de Santo Domingo de Silos, acompañamiento de cruz y cera por las cofradías son recogidas con
una aportación superior a la normal.
Y lo más interesante desvelaba que tenía un título de un arco y
enterramiento en el monasterio de San Francisco, al que considera que debe
estar bien adornado y con un retablo, que debe colocarse lo más pronto posible y con
la participación de sus hermanas, disponiendo que se hicieran las imágenes y tallas y
obra que a ellas les pareciere. Para ello reservó ya para iniciar este retablo
20.000 maravedíes.
Se deshizo de unos sarcillos de plata y una imagen para donar con su precio
un cáliz y una patena de plata para poder decir misa en el altar y
enterramiento. Con dos de sus sayas (una morada y otra encarnada guarnecida
de carmesí) costeó la confección de dos frontales para la capilla; de manteles
de tiradizo un alma, una casulla, y faldones y mangones para el altar;
las guarniciones del pañol de altar y casulla con un paño que tenía de loanda
con seda y red. Fundó una memoria de misas por su alma que dejó como patrona a
su hermana Margarita y descendientes. Se debían decir dos misas rezadas
todos los lunes por los frailes de este monasterio colocando sobre su tumba unos
cirios por los frailes a los que deba 40 maravedíes por su sustento, y un
candelero con dos libras de cirios en el Día de Todos los Santos y Difuntos, y lo que
sobrare para las almas del Purgatorio. No quedó solo en la capilla, sino que
donó 15.000 maravedíes con el fin de comprar órganos que atendieran el culto
divino, y si faltare se sacara de las limosnas.
Otra memoria estaba ligada con varias misas (en Cuaresma por la Resurrección
de San Lázaro (3) y la Encarnación de Nuestra Señora, en la iglesia de Santo
Domingo de Silos por su alma y la de sus padres, a la que dejó como patrón su
hermano Alonso Gutiérrez de Burgos y sus descendientes sobre una viña en el
pago de la Fuente de la Higuera.
En obras de Caridad empleó 10.000 maravedíes, dos colchones y dos sábanas
para los pobres del hospital del Dulce Nombre de Jesús insistiendo que se darán
por la necesidad que pasarán y dando cuenta de ello. En la misma línea y
nombrando a personas dio dinero para vestir a seis hombres y seis doncellas con
saya, sayuelo, calza, caperuza, zapatos y camisas. Como mujer
bienhechora, dejó de sus bienes las siguientes cantidades: para la obra y
reparo del monasterio de la Santísima Trinidad 3.000 maravedíes y no para otra
cosa, para la obra del monasterio de Consolación otros 3.000; para iglesia de
Santa Ana tres ducados, para el Hospital e iglesia de La Veracruz 3.000
maravedíes, dos ducados para la obra de las iglesias y ermitas de San Juan, San
Bartolomé, Santa María y Santo Domingo y la Coronada dos ducados.
Como mandas más concretas, deja a su hermana una esclava; la donación de
sus atuendos de cama a su sobrina Inés, hija de Alonso; el mato a María del
Castillo, su cuñada; 30,000 maravedíes para su sobrino Andrés de Medina como
parte de dote; otros a su hermana María y un monjil, 3.000 maravedíes para su
sastre Juan de Pareja y el vestido de su hijo, 15. 100 maravedíes para sus
hijas y a Santa Cruz de Pareja un vestido. 5.000 maravedíes a los hijos de su hermana
Catalina.
Señalaba sus herederos de sus bienes a sus hermanos Gutiérrez, Lorenzo,
Ana, Inés, Catalina o sus descendientes. La fecha del tesamente seis de octubre
de 1560.
Años después, se hizo el contrato del retablo por sus hermanas ante Jusepe
de Burgos en 1568, como dice Lázaro Gila no llegó a llevarse a cabo y este
retablo manierista hubiera aportado grandes novedades. Se terminó por fin por los
hermanos Melchor, Miguel y Nicolás Raxis en 1576 realizaron un retablo dedicado
a la Virgen y fue un encargo de las hermanas Ana y Margarita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario