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viernes, 8 de febrero de 2019

EN ALCALÁ LA REAL INFORMACIÓN. FEBRERILLO LOCO.

 FEBRERILLO LOCO



Tras el primaveral mes de enero de 2019, que de una tacada ha estado a punto de recogerse la aceituna sin interrupción alguna, llegó febrero e hizo honor a suapelativo de Febrerillo Loco. Se nos despertó en los primeros días con un frío que pelaba la membrana de los oídos y la pituitaria de la nariz, y cayeron algunos copos nieve; incluso no faltaron la granizada, las heladas matutinas y la tormenta de los cambios atmosféricos. Pero no le afectó a la ciudad de la Mota esta volátil climatología, sino que comenzaron a correr vientos en direcciones variadas y contrapuestas. Por un lado, la noche de las hogueras de la Candelaria encerró en sus casas a muchas personas; y muy pocas luminarias se encendieron en las plazas, plazoletas y cruces de calles; y haciendo honor a este cambio inesperado de aires abundaron los retraídos que anunciaron el aplazamiento de  las tradicionales lumbres, y, algunos barrios como el arrabal de San Blas, lo aplazaron al día de la Purificación. Si no se podían

cobijarse los vecinos ni calentarse al fuego de las hogueras, al menos se abrían nuevos senderos que daban la posibilidad de ejercitar los músculos, quemar energías y calentar el cuerpo con las caminatas; nacían las rutas oficiales de los Zumaques y de las
Riberas en dos entornos tan singulares como diferentes. Por otro lado, en estos últimos días, se reconocía la labor femenina de la pintora Dolores Montijano dentro de
los premios Mujer del diario Jaén, triunfaban de nuevo los equipos de Hockey en los campeonatos andaluces, los aficionados a la fotografía nos acercaban con sus
objetivos a bellos parajes o nos incrustaban al detallismo de las plantas y animales con sus microfotografías, y surgían acuerdos policiales en el campo del orden público con una jubilación muy elevada de sus miembros, lo que ha sucedido en otras ciudades, del PP, de Podemos o IU.
Es triste, y, a veces, incomprensible este mes. Pues nunca en febrero, se
encontraban emigrantes en las calles a la hora del mediodía. Resulta un poco extraño
que a estas alturas finales de la campaña; los cajeros de los bancos se conviertan todavía en dormitorios de trabajadores sin las mínimas garantías higiénicas, humanidad y de calidad, y Cáritas y Cruz tengan que acudir a paliar las noches frías con
el realojamiento de los que duermen sin techo o equiparlos de mantas y sacos de dormir. Parece irracional que todavía existan personas que no sepan conjugar el verbo de dar trabajo con la obligación de proporcionarles un alojamiento digno, hay que tener altas miras y reconocer, como me decía un joven patrono, que nadie puede trabajar digna y físicamente durmiendo a la luz de la fría luna y de un somier de
ladrillo. Y criticaba que había que tener el corazón muy duro para no afrontar estas situaciones, de modo que corto ni perezoso buscó una casa cómoda y completamente habitable en el casco antiguo, cumplió o con todos los requisitos legales para sus trabajadores migrantes y creó las bases para que estos trabajadores se convirtieran en
la figura futura de los fijos discontinuos de la emigración. Proclamaba que estaba cundiendo este modelo de comportamiento ante las nuevas circunstancias del
mercado laboral de unas bolsas de empleo que no ofertan trabajadores con la incompresible cifra de parados que se publican en los primeros días de mes. Y alentaba a los otros patronos a equipar casas de emigrantes, en barrios que muestran
la despoblación, y siempre buscando la dignidad de las personas, porque en el fondo significa un paso para mejorar la productividad.
En este febrerillo loco, resulta ejemplar el comportamiento de muchas personas públicas. Mientras en las redes algunos se enredan en fake news, comentarios llenos de rencor y revanchistas y en prejuicios malintencionados, algunos
paisanos nuestros con la cabeza bien alta pasaron de la responsabilidad pública a su bien ganado puesto de trabajo de toda su vida. Me refiero, entre otros cargos públicos, a Elena Víboras Jiménez. En medio del febrero loco de la vida pública, sin sentido alguno y con fines puramente demagógicos y populistas, nuestra senadora ha vuelto sin estridencias y toda normalidad a su Centro de Salud, pero esto no impide testimoniar que ha sido ejemplo de una luchadora por la mejora de la calidad de nuestro pueblo en sus puestos del cabildo municipal como concejal y alcaldesa;
también el pueblo andaluz es deudor en todos los campos en los que siempre trabajó con pasión y amor por su tierra, desde los puestos de parlamentaria y consejera, como
en miembro ejecutivo del partido socialista; y las mujeres siempre tendrán una persona con la que emularse por su defensa continuada y adalid de los servicios sociales. Y como Elena, Purificación, Antonio, Ana…siempre los alcalaínos deben
sentirse orgullosos de que nuestra tierra participó en el progreso de estos cuarenta años de autonomía, aunque siempre dentro de los meses del año hubo un febrerillo loco, que perturba la mente con sus cambios de veleta, en este caso por los aires
maléficos que corren.



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