OTRAS SOCIEDADES, SINDICATOS Y
PARTIDOS Y EL UNO DE MAYO EN LOS AÑOS VEINTE DEL SIGLO XX.
de mi libro "BIOGRAFÍA DE PABLO BATMALA LALOYA. HISTORIA SOCIAL DE ALCALÁ LA REAL (xix-xx)"
La historia de muchas sociedades
es un claro síntoma de una época marcada por su carácter transitorio, sin
permanencia de sedes ni estabilidad de sus miembros ni su estructura. Pues,
aparte de las dificultades intrínsecas derivadas de la formación de sus
miembros- analfabetismo, conciencia de servilismo clientelista etc.- se añadía
una gran cantidad la dificultad para su
permanencia por las continuas medidas represivas y conatos de agresividad por
parte de los grupos privilegiados instaurando un mecanismo de miedo contra las
nuevas sociedades, mediante el cual pretendían obtener todo tipo de información
y control de cualquier acto político que se apartara de sus cánones
conservadores, obligando para ello a la
comunicación de la celebración de
las asambleas, el traslado de su sedes y la presencia de una autoridad. Así, el
alcalde pedáneo, el jefe del orden público o los guardas de campo asistían a
las asambleas de las sociedades con el fin de que, con su presencia y
autoridad, dieran visos de la legalidad de que pudieran celebrarse, al mismo
tiempo que informaban a las autoridades
municipales y gubernativas acerca de las intervenciones y contenido de lo tratado en ellas. Las Sociedades iban naciendo una tras otra en
cadena. Muy relacionada con la problemática del mundo rural, el catorce de noviembre de 1904 la Sociedad de Amigos de la Agricultura de Cantera
Blanca reformó el reglamento,
aprobado días después por el gobernador
civil y, un año después, renace con el nombre de Sociedad de Agricultura de
Cantera Blanca. En 1905, nació la
Sociedad de La
Constancia, que envió el acta de constitución y la
lista de socios el dieciocho de marzo al alcalde de la ciudad.
En 1906, el ayuntamiento
conservador reclamó el aumento de los miembros de la Guardia Civil, ofreciendo a los
propios concejales sus propios locales y aceptando, según ellos, las
sugerencias de los vecinos. Pero, el motivo no era otro que “teniendo en
cuenta que el movimiento social y las
exigencias de la época presente aconsejan dicho aumento”.
Al año siguiente, todas las sociedades obreras sufrieron las medidas represivas
de disolución, entre ellas La Sociedad “La Constancia” y el Centro
Agrícola de Alcalá la Real.
LA SOCIEDAD OBRERA LA EMANCIPACIÓN
Años más
tarde en 1918, la Sociedad de Oficios Varios Aromas del Amor recogió la antorcha de la antigua Emancipación.
Sus miembros procedían de los
sectores republicanos y socialistas, aunque poco a poco se conformó en una
sociedad de tendencia socialista. Su primer presidente fue Pablo Batmala, pero
luego fue sustituido por Salvador Frías, socialista. Sin embargo, un año más tarde, y, con este
mismo nombre, renació, el once de marzo de 1919, con el nombre de Sociedad de Oficios
Varios la Emancipación,
ubicada en la calle Veracruz, entre cuyos miembros fundadores se encontraba el
propio Batmala. Le acompañaban Manuel Ceballos López, Manuel La Rosa Heredia,
Francisco Sánchez Rueda, Francisco Marañón Zamora, Gregorio Hermoso López,
Rafael Frías Mellado, Dionisio Reyes Expósito, Antonio Sánchez Poyatos, José
Cantero Carrillo, José Campillos Frías, Antonio Jiménez Obregón, Domingo López
Padilla, Antonio Bolívar Romero, José Frías Ramírez, Tomás López Cuenca, Felipe
López Pérez, Manuel Cevallos López, Regino Quero y su amigo Salvador Frías Pino.
En la lista de socios, Manuel Larrosa
Heredia encabezaba el orden, y Batmala ocupaba el puesto décimo cuarto.
Religiosamente, Pablo Batmala pagó las cuotas de cincuenta pesetas durante un
año y medio. AMAR.
Registro del Año 1918.
En Alcalá la Real se mantuvieron en
1920 otras sociedades de diverso tipo: la sociedad Aromas del Amor, en concreto, el siete de enero
de este año, reintegró los papeles de su
organización al Gobierno Civil (Su sede
estaba situada en la calle Veracruz en el número treinta y ocho); también el
gobierno civil recabó la documentación de otra organización La Sociedad Agrícola
y Regional de Alcalá la Real, aprobada definitivamente el uno de abril del
mismo año. Otras como la
Constancia y el Centro Agrícola de Alcalá la Real ya estaban disueltos mes de agosto de 1918.
Todas estas asociaciones
convivían, en medio de grandes
dificultades, con la sociedad
conservadora. De carácter obrerista Amigos de la Paz, estaba más sumida a la generosidad,
a la limosna y a la dependencia de los
políticos conservadores de turno. Era síntoma de una sociedad
alcalaína conformista que no había despertado ante la nueva situación,
dependiente de los labriegos, campesinos y las personas influyentes. Otras, de
carácter patronasL pretendían los mismos objetivos que se estaban formando en
la ciudad de Jaén. Entre ellas, alcanzaron
gran éxito la
Sociedad Agrícola e Industrial Amigos del Progreso,
cuyo presidente era José Sánchez Pérez,
y en la que sus afiliados respondían más a intereses más económicos que
partidistas. No sabemos cual fue la importancia dentro en la vida local, cosa diferente que en la capital jiennense
donde llegaron a tener hasta algunos candidatos en los distintos comicios. Por
algunos documentos relacionados con esta sociedad, su primordial preocupación fue la defensa de
labradores, arrendadores y otros intereses de dichos sectores. Respondía a unos
momentos en los que conservadores estaban dejando el puesto a otros grupos
diferentes a la familia Abril. Del talante de estas nuevas sociedades, es un
reflejo la persona de José Sánchez Amaro, que
presentó los estatutos de la Sociedad Agrícola
Industrial de Charilla el
veintiuno de agosto de 1918 y fueron aprobados con el nombre de Sociedad
Agrícola el 29 de marzo.
Las sociedades de las aldeas, en
cambio, en el año 1918, renacieron con otros nombres a los de la primera
fundación. El trece de diciembre, el
gobernador civil aprobó La
Sociedad de Obreros Agricultores el Faro de la Verdad de la Rábita. Unos días después recibieron el reglamento la Sociedad de Santa Ana.
Curiosamente, el mensaje de revolución social se encontraba inmerso, incluso en
la denominación, a partir de 1919. La Sociedad Obrera " Esclavitud
Emancipada" de la Pedriza fue una de las más
emprendedoras y las que más se comprometió en la defensa de los campesinos y de
los aldeanos. Fruto de su lucha reivindicativa fue la puesta en marcha de varios caminos que la conectaron con otras
aldeas limítrofes. De ella surgirán
algunos líderes de la
República como el concejal socialista Dionisio Carrillo
o el alcalde pedáneo José Fuentes. Su
centro social era el un lugar de reunión
de esta sociedad obrera que agrupaba tanto a los miembros afiliados del PSOE
como los sindicalistas de la
UGT. El entusiasmo de sus asociados se manifiesta en las
fiestas de primero de Mayo, cuando
entonaban cantos, himnos, y enarbolaban banderas en medio de los discursos:
En este primero de mayo,
Cantemos con alegría,
Que es la Fiesta del Trabajo,
En Europa, España y en
Andalucía.
Cantemos, cantemos,
los himnos de la Libertad,
que la Pedriza no olvida
a su digna Sociedad.
De la misma fecha son las
sociedades ugetistas de Oficios
Varios "Defensa del Oprimido" de la Ribera Alta y Oficios
Varios ´ Los Productores de la Ribera Baja, donde
surgirá un núcleo muy importante comunista en los años treinta con su líder
José Sánchez González. Reminiscencias de la etapa anterior anarquista es la
organización obrera de Mures Liquidación del Derecho, que el uno de marzo de este mismo año se vio
obligada a que se adecuara a la ley.
En esta misma línea, fueron requeridas por el gobierno civil para que se
atuvieran a la Ley
de Asociaciones la Sociedad
La Voluntad Libre de Charilla o la de la
Ribera Alta La
Defensa del Oprimido y los Productores de la Ribera Baja dentro de
los primeros días del año ( del diez al
quince, del mes de enero).
Algunas, sin embargo, se
constituyeron de nuevo como Cultura y Defensa de Valdegranada el treinta
y uno del mismo mes, lo mismo que la comentada Esclavitud Emancipada de la Pedriza.
Pero la huelga de principios de año debió
causar un fuerte impacto en las autoridades civiles, de modo que por el 29 de
marzo, y de un plumazo se cerraron las
siguientes Sociedades: Liquidación del
Derecho de Mures, el Faro de la Verdad de la Rábita, Cultura y Defensa de Valdegranada, Defensa del Oprimido de Ribera Alta, Esclavitud Emancipada de la Pedriza, Agrícola industrial y Voluntad Libre de Charilla, Aromas del Amor y Sociedad
Agrícola de Santa Ana. Incluso
el gobernador civil envió una circular el 29 de abril prohibiendo el primero de
mayo, amenazando con el confinamiento de los convocantes.
En 1919, ante el incremento de lo que se denominaba cuestión agraria de
Andalucía, se produjeron algunos acuerdos corporativos que manifiestan que el
clima político y sindical no era muy halagüeño para los conservadores, porque
en varias ocasiones reclamaron del gobierno de la nación el aumento de plantilla y de puestos de las
fuerzas de orden público. Se veían incapaces de controlar con la docena de
miembros la carretera y otros puntos conflictivos. Por eso, en 24 de
septiembre de 1919, solicitó que se instalara un puesto de seguridad y seis
puestos de guardia civil en Charilla, Pedriza, Mures, Santa Ana, Ribera Alta y
Ermita Nueva. “que es lo que menos puede pedirse para que pueda ser garantizada
la propiedad y seguridad de las personas constantemente amenazadas por la
propaganda sindicalista que en un día no lejano proporcionará un grave disgusto
al pueblo por la impunidad de que goza por ser imposible que con cinco parejas
de La Guardia Civil, situada en el casco de la población distante de18
kilómetros de algunas aldeas, puedan garantizar el orden, la libertad de
trabajo en su término de 24.000 hectáreas y 25.000 vecinos, pues cuando
tienen que atender a un lado abandonan el otro acabando destrozados y sin
resultado practico alguno”. En el mismo años, se pidió el traslado del cuartel
de Mures a Charilla por no encontrar local, y, una año después, se hizo la oferta de
local para cuartel en la aldea de la Pedriza(18.8.1920)
También, se produjeron varios
enfrentamientos entre el alcalde en funciones Hinojosa Ríos y un grupo de
vecinos, encabezados por Morente, vigilante de la cárcel, y un tal Barrio. Los
incidentes eran simples pretextos de los republicanos y socialistas, según los
conservadores, para manifestar que existían delitos o abusos de poder ante las inminentes elecciones municipales.
En palabras del alcalde, con motivo de la destrucción de varias cargas de
pescado por estar en mal estado, y la asonada de un grupo numeroso de personas
que levantó acta ante Azpitarte del abuso de poder, decía “parece que estos
señores obedecen a una conjura política de malestar y producir escándalos para
poder abusar en las próximas elecciones municipales o tener motivo para quejarse de imaginarios
atropellos y crueles tiranías”.
Pasaron unos años y algunas
sociedades debieron tener poco desarrollo de vida societaria hasta tal punto que era frecuente
que nacieran y renacieran varias veces durante un pequeño periodo de tiempo y
con el mismo o diferente nombre. Una de ellas fue la Sociedad Obrera La lealtad de Ermita Nueva. Funcionó, a
lo largo de la primera y segunda quincena del siglo veinte , con algunos paréntesis como su disolución en
1906. El día doce de enero de 1920, el presidente ordenó la disolución y envió
al alcalde toda la documentación junto con
el acuerdo de extinción. En concreto, con esta fecha se disolvieron las
sociedades El porvenir del Obrero y la mencionada La Lealtad en
Ermita Nueva. Y, el día 17 de enero de 1920,
la Defensa del Oprimido
de la Ribera Alta.
En este año,
precisamente y como contraste, se fundó la Flor Naciente
de las Caserías de San Isidro el
ocho de febrero y se controlaron
por el gobierno civil las cuentas de la Esclavitud Emancipada.
ctas
de la Sociedad Obrera
La e
mancipación.
De
la biblioteca
del autor. Pasquín libertario.
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