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sábado, 1 de mayo de 2021

OTRAS SOCIEDADES, SINDICATOS Y PARTIDOS Y EL UNO DE MAYO en los años veinte del siglo xx

 

OTRAS SOCIEDADES, SINDICATOS Y PARTIDOS Y EL UNO DE MAYO EN LOS AÑOS VEINTE DEL SIGLO XX.

de mi libro "BIOGRAFÍA DE PABLO BATMALA LALOYA. HISTORIA SOCIAL DE ALCALÁ LA REAL (xix-xx)"


  La historia de muchas sociedades es un claro síntoma de una época marcada por su carácter transitorio, sin permanencia de sedes ni estabilidad de sus miembros ni su estructura. Pues, aparte de las dificultades intrínsecas derivadas de la formación de sus miembros- analfabetismo, conciencia de servilismo clientelista etc.- se añadía una gran cantidad la dificultad  para su permanencia por las continuas medidas represivas y conatos de agresividad por parte de los grupos privilegiados instaurando un mecanismo de miedo contra las nuevas sociedades, mediante el cual pretendían obtener todo tipo de información y control de cualquier acto político que se apartara de sus cánones conservadores, obligando para ello a la  comunicación de  la celebración de las asambleas, el traslado de su sedes y la presencia de una autoridad. Así, el alcalde pedáneo, el jefe del orden público o los guardas de campo asistían a las asambleas de las sociedades con el fin de que, con su presencia y autoridad, dieran visos de la legalidad de que pudieran celebrarse, al mismo tiempo que  informaban a las autoridades municipales y gubernativas acerca de las intervenciones y  contenido de lo tratado en ellas. Las  Sociedades iban naciendo una tras otra en cadena. Muy relacionada con la problemática del mundo rural,  el catorce de noviembre  de 1904 la Sociedad de Amigos de la Agricultura de Cantera Blanca  reformó el reglamento, aprobado días después  por el gobernador civil y, un año después, renace con el nombre de Sociedad de Agricultura de Cantera Blanca. En 1905, nació la Sociedad de La Constancia, que envió el acta de constitución y la lista de socios el dieciocho de marzo al alcalde de la ciudad.

En 1906, el ayuntamiento conservador reclamó el aumento de los miembros de la Guardia Civil, ofreciendo a  los propios concejales sus propios locales y aceptando, según ellos, las sugerencias de los vecinos. Pero, el motivo no era otro que “teniendo en cuenta  que el movimiento social y las exigencias de la época presente aconsejan dicho aumento”[1]. Al año siguiente, todas las sociedades obreras sufrieron las medidas represivas de disolución, entre ellas  La SociedadLa Constancia” y el Centro Agrícola de Alcalá la Real.



[1] AMAR. Acta de 24 de febrero de 1904.

LA SOCIEDAD OBRERA LA EMANCIPACIÓN                               

           

 Años más tarde en 1918, la Sociedad  de Oficios Varios Aromas del Amor  recogió la antorcha de la antigua Emancipación.  Sus miembros procedían de los sectores republicanos y socialistas, aunque poco a poco se conformó en una sociedad de tendencia socialista. Su primer presidente fue Pablo Batmala, pero luego fue sustituido por Salvador Frías, socialista. Sin embargo, un año más tarde, y, con este mismo nombre, renació, el once de marzo de 1919, con el nombre de Sociedad de Oficios Varios la Emancipación, ubicada en la calle Veracruz, entre cuyos miembros fundadores se encontraba el propio Batmala. Le acompañaban Manuel Ceballos López,  Manuel La Rosa Heredia, Francisco Sánchez Rueda, Francisco Marañón Zamora, Gregorio Hermoso López, Rafael Frías Mellado, Dionisio Reyes Expósito, Antonio Sánchez Poyatos, José Cantero Carrillo, José Campillos Frías, Antonio Jiménez Obregón, Domingo López Padilla, Antonio Bolívar Romero, José Frías Ramírez, Tomás López Cuenca, Felipe López Pérez, Manuel Cevallos López, Regino Quero y su amigo Salvador Frías Pino[1]. En la lista de socios, Manuel Larrosa  Heredia encabezaba el orden, y Batmala ocupaba el puesto décimo cuarto. Religiosamente, Pablo Batmala pagó las cuotas de cincuenta pesetas durante un año y medio[2].


[1] Este era un buen artesano, al que el ayuntamiento alcalaíno  encargó los sables de los guardas de campos  Acta del dos de noviembre de 1919. 

[2] AMAR. Registro del Año 1918. 



En Alcalá la Real se mantuvieron  en  1920 otras sociedades de diverso tipo: la sociedad Aromas del Amor, en concreto, el siete de enero de este año,  reintegró los papeles de su organización  al Gobierno Civil (Su sede estaba situada en la calle Veracruz en el número treinta y ocho); también el gobierno civil recabó la documentación de otra organización  La Sociedad Agrícola y Regional de Alcalá la Real,  aprobada definitivamente el uno de abril del mismo año. Otras como la Constancia y el Centro Agrícola  de Alcalá la Real ya estaban disueltos mes de agosto de 1918.

 

  

Todas estas asociaciones convivían, en medio de grandes  dificultades,  con la sociedad conservadora. De carácter obrerista   Amigos de la Paz,  estaba más sumida a la generosidad, a la  limosna y a la dependencia de los políticos conservadores de turno. Era síntoma de una  sociedad  alcalaína conformista que no había despertado ante la nueva situación, dependiente de los labriegos, campesinos y las personas influyentes. Otras, de carácter patronasL pretendían los mismos objetivos que se estaban formando en la ciudad de Jaén. Entre ellas, alcanzaron  gran éxito la Sociedad Agrícola e Industrial Amigos del Progreso, cuyo presidente era José Sánchez Pérez,  y en la que sus afiliados respondían más a intereses más económicos que partidistas. No sabemos cual fue la importancia dentro en la vida local,  cosa diferente que en la capital jiennense donde llegaron a tener hasta algunos candidatos en los distintos comicios. Por algunos documentos relacionados con esta sociedad,  su primordial preocupación fue la defensa de labradores, arrendadores y otros intereses de dichos sectores. Respondía a unos momentos en los que conservadores estaban dejando el puesto a otros grupos diferentes a la familia Abril. Del talante de estas nuevas sociedades, es un reflejo la persona de José Sánchez Amaro, que  presentó los estatutos de la Sociedad Agrícola Industrial de Charilla el veintiuno de agosto de 1918 y fueron aprobados con el nombre de Sociedad Agrícola  el 29 de marzo.

Las sociedades de las aldeas, en cambio, en el año 1918, renacieron con otros nombres a los de la primera fundación. El trece  de diciembre, el gobernador civil aprobó La Sociedad de Obreros Agricultores el Faro de la Verdad  de la Rábita.  Unos días después recibieron el reglamento la Sociedad de Santa Ana[1]. Curiosamente, el mensaje de revolución social se encontraba inmerso, incluso en la denominación, a partir de 1919.  La Sociedad Obrera " Esclavitud Emancipada"  de la Pedriza fue una de las más emprendedoras y las que más se comprometió en la defensa de los campesinos y de los aldeanos. Fruto de su lucha reivindicativa fue la puesta en marcha de  varios caminos que la conectaron con otras aldeas limítrofes. De ella  surgirán algunos líderes de la República como el concejal socialista Dionisio Carrillo o  el alcalde pedáneo José Fuentes. Su centro social  era el un lugar de reunión de esta sociedad obrera que agrupaba tanto a los miembros afiliados del PSOE como los sindicalistas de la UGT. El entusiasmo de sus asociados se manifiesta en las fiestas de  primero de Mayo, cuando entonaban cantos, himnos, y enarbolaban banderas en medio de los discursos:

En este primero de mayo,

Cantemos con alegría,

Que es la Fiesta del Trabajo,

En Europa, España y en Andalucía.

Cantemos, cantemos,

 los himnos de la Libertad,

que la Pedriza no olvida

a su digna Sociedad[2].   

 

 

 

De la misma fecha son las sociedades ugetistas de  Oficios Varios "Defensa del Oprimido" de la Ribera Alta y Oficios Varios ´ Los Productores  de la Ribera Baja, donde surgirá un núcleo muy importante comunista en los años treinta con su líder José Sánchez González. Reminiscencias de la etapa anterior anarquista es la organización obrera de Mures Liquidación del Derecho, que el uno de marzo de este mismo año se vio  obligada a que se adecuara a la ley. En esta misma línea, fueron requeridas por el gobierno civil para que se atuvieran a la Ley de Asociaciones la Sociedad La Voluntad Libre de Charilla o la de la Ribera Alta La Defensa del Oprimido y los Productores de la Ribera Baja dentro de los  primeros días del año ( del diez al quince, del mes de enero).

Algunas, sin embargo, se constituyeron de nuevo como  Cultura y Defensa de Valdegranada el treinta y uno del mismo mes, lo mismo que la comentada Esclavitud Emancipada de la Pedriza. 

Pero la huelga de principios de año debió causar un fuerte impacto en las autoridades civiles, de modo que por el 29 de marzo, y de un  plumazo se cerraron las siguientes Sociedades: Liquidación del Derecho de Mures, el Faro de la Verdad de la Rábita, Cultura y Defensa de Valdegranada, Defensa del Oprimido de Ribera Alta, Esclavitud Emancipada de la Pedriza, Agrícola industrial  y Voluntad Libre de Charilla, Aromas del Amor y  Sociedad   Agrícola de Santa Ana. Incluso el gobernador civil envió una circular el 29 de abril prohibiendo el primero de mayo, amenazando con el confinamiento de los convocantes[3].

En 1919, ante el incremento  de lo que se denominaba cuestión agraria de Andalucía, se produjeron algunos acuerdos corporativos que manifiestan que el clima político y sindical no era muy halagüeño para los conservadores, porque en varias ocasiones reclamaron del gobierno de la nación  el aumento de plantilla y de puestos de las fuerzas de orden público. Se veían incapaces de controlar con la docena de miembros la carretera y otros puntos conflictivos. Por eso, en 24 de septiembre de 1919, solicitó que se instalara un puesto de seguridad y seis puestos de guardia civil en Charilla, Pedriza, Mures, Santa Ana, Ribera Alta y Ermita Nueva. “que es lo que menos puede pedirse para que pueda ser garantizada la propiedad y seguridad de las personas constantemente amenazadas por la propaganda sindicalista que en un día no lejano proporcionará un grave disgusto al pueblo por la impunidad de que goza por ser imposible que con cinco parejas de La Guardia Civil, situada en el casco de la población distante de18 kilómetros de algunas aldeas, puedan garantizar el orden, la libertad de trabajo en su término de 24.000 hectáreas y 25.000 vecinos, pues cuando tienen que atender a un lado abandonan el otro acabando destrozados y sin resultado practico alguno”. En el mismo años, se pidió el traslado del cuartel de Mures a Charilla por no encontrar local, y, una año después, se hizo la oferta de local  para cuartel en la aldea de la Pedriza(18.8.1920)

También, se produjeron varios enfrentamientos entre el alcalde en funciones Hinojosa Ríos y un grupo de vecinos, encabezados por Morente, vigilante de la cárcel, y un tal Barrio. Los incidentes eran simples pretextos de los republicanos y socialistas, según los conservadores, para manifestar que existían delitos o abusos de poder  ante las inminentes elecciones municipales. En palabras del alcalde, con motivo de la destrucción de varias cargas de pescado por estar en mal estado, y la asonada de un grupo numeroso de personas que levantó acta ante Azpitarte del abuso de poder, decía “parece que estos señores obedecen a una conjura política de malestar y producir escándalos para poder abusar en las próximas elecciones municipales  o tener motivo para quejarse de imaginarios atropellos y crueles tiranías”.

 

Pasaron unos años y algunas sociedades debieron tener poco desarrollo de vida  societaria hasta tal punto que era frecuente que nacieran y renacieran varias veces durante un pequeño periodo de tiempo y con el mismo o diferente nombre. Una de ellas fue la Sociedad Obrera  La lealtad de Ermita Nueva. Funcionó, a lo largo de la primera y segunda quincena del siglo veinte ,  con algunos paréntesis como su disolución en 1906. El día doce de enero de 1920, el presidente ordenó la disolución y envió al alcalde toda la documentación junto con  el acuerdo de extinción. En concreto, con esta fecha se disolvieron las sociedades El porvenir del Obrero y la mencionada La  Lealtad en Ermita Nueva. Y, el día 17 de enero de 1920,  la  Defensa del Oprimido de la Ribera Alta. En este año, precisamente y como contraste,  se fundó la Flor Naciente de las Caserías de San Isidro el ocho de febrero y se controlaron  por el gobierno civil las cuentas de la Esclavitud Emancipada.



ctas de la Sociedad Obrera La e

mancipación.

[2] De la biblioteca del autor. Pasquín libertario.

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