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viernes, 14 de mayo de 2021

EN ALCALA INFORMACION LA MOSCA EN LA OREJA.

 


TENER LA MOSCA EN LA OREJA

Allá por el 1590, un escribano describiendo  un mulo en una venta  lo señalaba con esta variante de "Tener la mosca en la oreja". Sin embargo estamos acostumbrados  a  decir “tener la mosca detrás de la oreja”, siempre que nos zumban los oídos. Una señal que nos alerta  como si nos previniera de algo o estuvieran hablando de nosotros.  Y aún más, cuando estamos atentos que  nos suceda algo  por algún  imprevisto dentro de lo pronosticado y nos coja desprevenidos. 

La mayoría de la persona  se declinan en que esta expresión se basa en el  molesto zumbido que causa una mosca cuando anda revoloteando a nuestro alrededor y activamos el estado de alerta para poder darle caza. Sin embargo no coincide esta creencia popular que vinculaba al insecto con el dicho, en realidad nada tiene que ver.

 Esta mosca no alude a un insecto, esta mosca’ se relaciona con la ‘mecha’. Se   utilizaba  a partir del siglo XVI  para encender el arcabuz y hacerlo disparar.  En operaciones de tiro, el soldado o cazador provisto de esta arma de fuego, el conocido arcabucero, usaba y apagaba  la mecha, y a continuación se la colocaba sobre la oreja.  En esta posición de la ‘mosca’  el arcabucero se ayudaba a tenerla fácilmente localizada en caso de necesidad y echar rápidamente mano de ella.; de ese gesto viene la connotación de que se aplicase al hecho de estar atento y prevenido.

Pero mira por donde que, en el escribano citado, aparece el alcaide Pedro de Pineda comprando  a los tratantes y mercaderes granadinos de mulos Miguel Díaz y  Julián Rodríguez una mula galiciana (o sea las famosas gallegas) de color negra  cerril sacada de manada y de tres años de edad, "que tienen una mosca en la oreja izquierda”. Por lo tanto esta mosca no debió relacionarse con el insecto díptero y doméstico, sino con la  Cuerda retorcida o cinta tejida hecha de filamentos combustiblesgeneralmente de algodónque se pone en las piqueras o mecheros de algunos aparatos del alumbrado y dentro de las velas y bujías. Ni  con  la porción de hilas atadas por en medioque se emplea para la curación de enfermedades externas y operaciones quirúrgicas, ni con la  cuerda de cáñamo que servía para prender la carga en las antiguas armas de fuego. Estas acepciones nos hacen comprender perfectamente tanto las expresiones a toda mecha (con gran rapidez), Como aguantar alguien la mecha, (Sufrir o sobrellevar resignado una reprimendacontrariedad o peligros) y perfectamente  picarle a alguien la mosca (Sentir o venirle a la memoria una idea que lo inquietadesazona y molesta.)  o las más frecuentes  por si las moscas (por si acasopor lo que pueda suceder). O  la más frecuente qué mosca te, le, os, etc., ha, o habrá, picado exprsión coloquial para inquirir la causa o motivo de un malestardesazónmal humoretc., considerados inoportunos por quien pregunta.  O la más conocida y empleada  tener la mosca en, o detrás de, la oreja (Estar escamadosobre aviso o receloso de algo).

En nuestro caso "Tener la mosca en la orejaacoge la acepción o variante léxica tener una mecha de pelo de color distinto en la oreja que lo distinguía del color negro de toda la piel del caballo, Probablemente sería blanco, y lo que le  distinguía. y lo  caracterizaba, resaltaba y agudizaba la fijación para seleccionarlo entre otros caballos. Había que estar lúcidos para  comprar aquel caballo y así lo hizo Pedro de Pineda con ojo avizor ante los tratantes o correores granadinos. Así no le vendían "conejo por liebre”, ni pelo por pólvora. 

En este tiempo que se vaticina después del coronavirus, viene  muy a propósito esta expresión tanto en su acepción alcalaína como en la más generalizante. Por esta segunda acepción semántica este periodo, nos ha convertido a los humanos en seres de las tres uves. Somos y nos hemos sentido vulnerables, estamos vinculados unos a otros y dependemos con los lazos de estar entroncados en una comunidad, y debemos ser vigilantes, o lo que es lo mismo responsables para cuidar de la vulnerabilidad de otros ejerciendo la libertad de un modo dependiente o respetuoso. Nos debemos poner  la mosca en la oreja de las tres uves para distinguir y separar los antiguos malos hábitos que destruían la naturaleza, la convivencia y al ser humano. Por eso es bueno, que nos pongamos esta mecha y da igual en la izquierda o la derecha. Lecciones no tenemos que dar, las hemos recibido muchos en nuestras carnes.  

 


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