LOS AÑOS
OSCUROS DE LA HERMANDAD
FINALES DEL SIGLO XVIII Y PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX
Debió la hermandad proseguir sus cultos a lo largo de todos los años como obra pía, que, administrada por el hermano mayor y un depositario, realizaba el culto el domingo primero de septiembre y una junta general, donde se elegían los cargos y se rendían las cuentas, que, en su mayor parte, respondían a ingresos de la administración de la finca, donativos, y demandas y, de otro lado, gastos de cera, procesión, misas de difuntos y de gloria y vísperas. Algunos años se incrementarían con la intervención de algún coro o capilla de musica, ministriles, pago del capellán, faroles de la Aurora, adornos de capilla y ornamentos sagrados (frontales de altar, dalmática, cálices, casullas, sudario del Cristo,...) Son años, en los que se procura adquirir un basamento o pedestal de la imagen y en la que se realiza una litografía, que nos ilustra de su devoción ligada a la salvación, donde aparece el primer versículo del salmo 88.En palabras de Domingo Murcia:
"puede
afirmarse que la estampa pudo ser realizada a finales del siglo XVIII o
principios del siglo XIX.¿por qué? Sencillamente ,porque aparece la imagen del Cristo sobre una peana ,que aún
se conserva,con los angelillos ya desaparecidos y que hemos visto en grabados
posteriores,en el interior del camarín que alojó la ermita de San Blas."
Prosiguiendo otras conclusiones de aquel artículo ,nos mostraba
el cronista un camarín y una imagen con los siguientes caracteres :
"el
interior del camarín ,con bóveda de media naranja,sobre una posible planta
exagonal,adornos interiores a base de espejuelos, muy típicos del barroco anadaluz,
imagen del Cristo con el sudario de tela( que se conserva), y leño de la cruz
cilíndrico,peana todavía existente, retablo de una sola calle , coronado con un
frotal redondo, flanqueado de ángeles, y en su tímpano JHS,anagrama de la
hermandad, un arco de medio punto abre el camarín flanqueado por estípites de
orden corintio y su fuste adornado por
simbolos de pasión (escalera, columna, mano , tunica, flagelo, tenazas,
martillo, gallo y clavos), cartela en el frontal que la identifica (S.S.Christo
de la Salud. Se, venera en la Her.ta de San Blas de la Ciudad de Alcalá la
Real) y una cartela apergaminada con el lema de la Hermandad "Domine Deus
Salutis me deunde die clamavi et nocte
coram te". [1]
Entre los años
1795 y 1797, la hermandad, con la ayuda municipal de la piedra vieja de un
pilar que se hizo nuevo en los Alamos y la que se deshizo del Humilladero de la
Tejuela, construyó el camarín del Señor de la Salud[2].
El año 1800 fue
sacudido por la enfermedad de la peste que afectó a nuestra ciudad. Nuestra
hermandad participa en una serie de actos que los alcalaínos llevaron a cabo
para remediar y afrontar esta situación.
Sabemos que, a las las medidas sanitarias y de seguridad, se unían los
actos religiosos, propios de una sociedad muy religiosa. Para ello, se cierran
las puertas de la ciudad de entrada de forasteros, se reparten cuarteles de
vigilancia entre los regidores y el corregidor, se suspenden todo tipo de actos
públicos y diversiones y se hacen rogativas y procesiones con las distintas
imágenes de la ciudad. Esta era la estampa:"
El
sentimiento religioso no se hizo esperar. Rogativas y procesiones se sucedieron, prohibiéndose los teatros y otras diversiones públicas. En tanto que la Junta
Local de Propios ,encargada a veces de estos menesteres, preparaba rogativas,
se hicieron procesiones en varias jornadas: de San Blas, pionera, la cofradía
del Santo Cristo de la Salud sacaba a su titular, y por la tarde, a éste y san
Roque. Se unieron después la Virgen del Rosario y Jesús Nazareno, durante la
noche. Siguió Nuestra Señora de las Angustias, con funciones religiosas y
predicaciones. Por fín la esperada rogativa de Nuestra Señora de las Mrecedes,
el día ll de Septiembre,desde la Mota a Consolación; haciendo estación en la
Trinidad, en donde se encontraban el Cristo de la Salud, Santo Domingo de Silos
y San Roque, para bajar todos durante nueve días a la Iglesia de los Terceros.
Una lluvia redentora y esperada ansiosaente, humedeció el aire con taminado a la
una de la tarde de aquel desfile procesional. Llovió intensamente, debiéndose
atrasar aquella múltiple rogativa para el día siguiente. El pueblo en masa
acudió a estos actos religiosos ,engalanándose y alumbrándose el templo con
pompa y fastuosidad" El autor de la nota mencionada menciona otras
procesiones que realizaron las monjas dominicas y los padres capuchinos y
señala el primero de mayo de 1801 como la fecha de conclusión de todos aquellos
actos,que en palabras suyas
"habían mermado los estragos que presumiblemente se
esperaban".
Los observantes
de San Francisco prepararon por su parte otra rogativa , sólo para hombres,
nocturna, con faroles, silicios , cruces, disciplinates y otros, acompañando el
Santo Cristo. Siguieron las procesiones en las Casas de Cabildo.[3]
Este libró
doscientos veinticuatro reales para los gastos:
"Por
otra rogativa, ejecutada a la propia Imagen de Nuestra Señora de las Mercedes y
al Santísimo Cristo de La Salu para la preservación deste pueblo del contagio y
de la epidemia que se encadenó en otros pueblos de Andalucía en este actual año
224 r" [4]
Durante el siglo diecinueve, sufre la hermandad un importante revés con motivo de la Pragmática del rey Fernando VII, en la que extingue todos los bienes de las las cofradías y hermandades que no tuvieran un fín benéfico. Practicamente, desaparecieron la mayoría de nuestra ciudad o quedaron recluidas en simples actividades de culto. Los bienes fueron agregados a la Casa dela Misericordia, entre ellos la finca de la Vereda del Carmen, en el año 1802 por la Orden Superior del Rey [5]. Sin embargo se mantuvo el culto del Cristo de la Salud en la Iglesia de San Blas. No obstante en el Libro de Apeos y Valuación General, los peritos nombrados por la Junta de Repartimento, con la presencia de los regidores don Fernando de Aranda y don Miguel Trujillo, el síndico don Francisco de Paula Serrano y el personero D,Juan Miguel de Campos, llevaron a cabo la contribución general de nuestro término en año 18l6 y, aunque aparece, como bien propio de la hermandad a nombre de la Iglesia Mayor, la parcela de una fanega en la Fuente el Conejo, administrada por el beneficiado don Miguel Cedillo, tambien figura "el Santísimo Cristo de la Salu (sic) posee una casa Calle la Peste", valorada en 6.000 reales y 88 maravedís[6].
En el año 1818,
sabemos que la hermandad y la propia ermita seguía administrada por un capellám
don Antonio Hoyo. Los bienes que poséian , unos tres pedazos de tierra, se
habían vendido en Madrid el día veinticinco de febrero de 1802 ante el notario
don Juan López Fando por valor de cinco mil quinientos reales. Sin emabargo, la
Guerra de la Independencia, supuso un paréntesis en las actividades tanto de la
ermita como en la renta de los cuatrocientos sesenta y cinco reales que se
pagaban por la venta de los bienes hasta tal punto que desde el 1808 no se
cobraban los réditos, según manifestaba
el capellán al déan y cabildo de la Catedral de Jaén[7].
El punto más
decadente de las cofradías tuvo lugar en nuestra ciudad, y, por ende, en
nuestra hermandad el año 1829. El día diez de marzo, se celebró un cabildo en
el que, tras analizar la situación económica de la hacienda local, y se acuerda
en el punto tercero
"que se
supriman todas las cofradías que hay en esta ciudad sin Real Aprobación,
quedando sólo las dos Sacramentales, las de Animas y la de Jesús Nazareno por
la Real Cédula que las instituyó y creando a beneficio de los Expósitos, otra
bajo el título de los Desamparados, a los quales unicamente se les permita sus
postulas, comunicando a los contraventores con la multa de cien ducados o lo
que sea de real agrado, a beneficio de los expósitos mismos, cuya constitución
la Cofradía expresa el Comisario ser conforme con el pérrafo treinta de la Ley
Novissima , título treinta y siete del
Libro Séptimo de Novísima Legislación".
Son años de
decadencia y ausencia de noticias de nuestra cofradía, que mantendrá
probablente el culto el capellán omayordomo de la ermita de San Blas.
[1] Murcia
Rosales, Domingo (Silos) El Señor Dios de la Salud me llamó en el die de
los días y los noche del resplandor. Programa de fiesta de 1990.
[2] Murcia Rosales, Domingo Del
anterior artículo.
[3] Murcia
Rosales, Domingo. Estampas de devoción popular:una rogativa múltiple.
Programa de las fiestas delCristo de la Salud. 1984.
[4] A,M.A.R. Caja
59. Pieza 2. Libro de cuentas desde el 1788.
[5] A.M.A.R. Caja
77 Pieza 18. Oficio sobre requiriendo los bienes expropiables. La constestación
del oficio, dada por el síndico don Bñas Ruiz el día cuatro denoviembre de ,il
ochocientos veintiuno, se resume en estos párrafos: en esta ciudad y su
término no existen bienes algunos de los
que se enumera en el decreto a que se refiere, pues que cuantas capellanías hay
fundadas en esta ciudad son llamamiento de sangre, y las rentas y fincas que
habíaen ellas se agregaron a la Casa de Misericordia, que se creó el año pasado
de 1802 por orden superior.
[6] A.M.A.R.Legajo
de la Contribución General del Reino de la provincia de Jaén. Alcalá la Real a
dieciseis de enero de 1816.
[7] Murcia Rosales,
Domingo.Tres documentos para nuestra historia. Programa de 1996,
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