SALMO 88
DOMINE DEUS MEAE SALUTIS
Era frecuente
que los patronos y las cofradías que regentaban una capilla cargaran con los
gastos de su mantenimiento,ornato,construcción y culto.No es de extrañar que la
capilla del Santísimo Cristo de la Salud debiera estar ligada a una familia alcalaína o algún
clérigo,porque en el siglo XVII se
reciben varias limosmas y donaciones para el ornato del retablo y de los
enseres de la capilla.Dentro del camarín figuraba,por lo menos,según una
litografía que publicó Domingo Murcia,una peana y ,en sus pies , una leyenda, muy
adecuada para interpretar el momento pasional de la imagen.Correspondía el texto al salmo 88 y ,aunque fragmentada
,aparece la siguiente inscripción latina:Domine,Deus Salutis meae die et
nocte coram te clamavi", que coincide con el primer versículo del
salmo.
El patrono
primero tuvo un gran acierto en recoger dicha composición poética,que quedará
fijada en la ermita de San Blas para iniciación y exégesis de la devoción del
Cristo de la Salud.Por eso ,debió influir en su inscripción una persona culta
que supo compaginar perfectamente el arte plástico con el literario,porque
,dentro de la Salmodia,corresponde a una oración angustiosa ,semejante a las lamentaciones de Job,para imprecar el
auxilio divino en el momento de la desesperación y en los aledaños de la muerte
por alguna enfermedad.Aunque se encuentra en la salmos que se le atribuyen al
Rey David, éste, en concreto, responde a la colección de los hijos de Coré , que eran
una familia de cantores del templo de Jerusalem, que se llegaron a equiparar a
los levitas y tenían gran prestigio entre la ppblación.
Como súplica
individual ,aunque tenga un valor espiritual que pudiera emplearse para una
oración colectiva en el sufrimiento,responde ,por su tono ,a gritos del alma y
expresiones de fe personal y ,como dice la introducción a la Biblia de
Jerusalem,"no son nunca puras lamentaciones ,son confiadas súplicas a Dios
en la tribulación".
Dentro de la
tradición de la iglesia, en el breviario eclesiástico el clero frecuentaba el
rezo de dichos salmos, ya que dicha lamentación es muy propia para elevar a Dios
la oración por los que se encuentran en el borde del abismo,como es el Cristo
Crucificado de la Salud. Suele formar parte de los rezos matutinos del Viernes
tras el canto de la Trinidad y acompañando la lectura de otros salmos. El texto
latino proviene de San Jerónimo que lo
adaptó del hebreo a la lengua del imperio romano y así
se nos ha transmitido enteramente:
Canticum Pslalmi,
Filiis
Core,in finem,pro Mahelet ad respondendum ,
intllectus
Eman.
Domine Deus
Salutis meae in die clamavi,
et nocte
coram te.
Intret in
conspectu tuo oratio mea:
inclina aurem
tuam ad precem meam.
Quia repleta est
malis anima mea:
et vita mea
inferno appropinquavit.
Aestimatus sum
cum descendentibus in lacum:
factus sum sicut
homo sine adiutorio.
Inter mortuus
liber,
sicut vulnerati
dormientem in sepulchris,
quorum non es
memor amplius:
et ipsi de manu
tua repulsi sunt.
Posuerunt me in
lacu inferiori,
in tenebrosis,et
in umbra mortis.
Super me
confirmatus est furor tuus:
omnes fluctus
induxisti super me.
Longe fecisti
notos meos a me:
posuerunt me
abominationem sibi.
Traditus sum .et
non egrediebatur:
Oculi mei
languerunt prae inopia.
Clamavi ad te
,Domine,tota die:
expandi ad te
manus meas.
Numquid mortuis
facies mirabilia?
aut medici
suscitabunt et confitebuntur tibi?
Numquid narrabit
aliquis in sepulchro
misericordiam tuam et veritatem tuam in perditione?
Numquid cognoscentur in tenebris mirabilia tua
et iudicia tua in terra oblivionis?
Et ego ad te,Domine,clamavi:
et oratio mea preveniet te.
Ut quid,Domine,repellis orationem meam
avertis faciem tuam a me ?
pauper sum ego et in laboribus a iuventute
mea:
exaltatus autem humillatus sum et conturbatus.
In me transierunt irae tuae:
terrores tui conturbaverunt me.
Circumdederunt me sicut aqua tota die:
circumdederunt me simul.
Elongasti a me amicum ,et proximum:
notos meos a miseria.
Intellectus
Ethan Ezrahitae.
Son frecuentes
las traducciones ,unas partiendo de la lengua original,y otras de la
vulgata.Hemos escogido por su exactitud y rigor la de la Biblia de Jerusalem
que dice así:
Yahveh,Dios de
mi Salvación.
ante tí estoy
clamando día y noche,
llegue hacia tí
mi súplica,
presta oído mi clamor.
Porque mi alma
de males está ahíta,
y mi vida está
al borde del seol;
contando entre
los que bajan a la fosa,
soy como un
hombre acabado.
Relegado entre
los muertos,
como los
cadáveres que yacen en la tumba,
aquellos de los
que no te acuerdas más,
que están
arrancados de tumano.
Me has echado en
lo profundo de la fosa,
en las
tinieblas,en los abismos;
sobre mí pesa tu
furor,
con todas tus
olas me hundes.
Has alejado de
mí a mis conocidos,
me has hecho
para mí un horror,
cerrado estoy y
sin salida,
mi ojo se
consume por la pena.
Yo te llamo
.Yahveh,todo el día,
tiendo mis manos
hacia tí.
¿Acaso para los
muertos haces maravillas,
o las sombras se alzan a alabarte?
¿Se habla en la
tumba de tu amor,
de tu lealtad en
el lugar de perdición?
¿Se conocen en
las tinieblas tus maravillas,
o tu justicia en
la tierra del olvido?
Mas yo grito
hacia tí,Yahveh,
de madrugada va
a tu encuentro mi oración,
¿porqué
,Yahveh,mi alma rechazas,
lejos de mí tu
rostro ocultas?
Desdichado y
agónico estoy desde mi infancia,
he soportado tus
errores ,ya no puedo más,
has pasado tus
iras sobre mí,
tus espantos me
han aniquilado.
Me envuelven
como el agua todo el día,
te aprietan
contra má todos a una.
Has alejado de
mí compañeros y amigos,
son mi compañía
las tinieblas.
Tambien
,adaptada a nuestro tiempo ,es esta versión que solemos rezar en los distintos
actos de la Hermandad:
Tú eres,Señor,el
Dios de mi salvación.
Me siento
mal;por eso clamo ante tí día y noche.
Tú que eres
bueno,acoge mi súplica,mi grito de dolor;
Tú que estás
cercano a mi vida,échame una mano.
Me siento
saturado de tensiones y conflictos;
mi vida está al
borde del fracaso y no tengo salida.
Me siento como
un hombre acabado,solo,incomunicado,
y no tengo
fuerza para abrir mi dolor a nadie.
Así:como un
objeto de deshecho,gastado ,consumido.
me encuentro al
borde del precipicio.¡Estoy solo,Señor!
Tengo la sensación de que te has olvidado
de mé;
siento como si
me hubieran arrancado de tu mano.
Estoy sumergido
en lo profundo de mi problema;
y me rodea la
tiniebla y no veo en la noche;
sobre mí cae una
losa pesada y negra.
y mi vida se va
como si una ola brava la llevase.
Estoy
solo,Señor.Mis amigos,están distantes.
Estoy cerrado y
sin salida.Me consumo en la pena.
¿No se dan
cuenta,Señor,de que sufro y lloro?
Te
llamo,Señor;tiende hacia mí tus manos de ternura.
Haz signo de
bondad con mi pobre vida-
Que tu amor
rompa el hielo que me bloquea.
Rompe las
barreras que cercan mi ansiedad y mi angustia,
y que
misericordia salir el sol sobre mí.
Yo grito desde
mi soledad;a tí abro mi dolor.
Desde la
madrugada va a tu encuentro mi oración.
No me ocultes tu
rostro:sólo te tengo a tí.
Acógeme y cubre
de ternura mi corazón dolorido.
Me siento
desdichado ,me siento confundido.
He soportado el
peso de la vida y no puedo más.
Estoy lleno de
miedos y los fantasmas me cercan.
¿Dónde
estás,Señor,que no te veo ,ni te siento?
Aunque estoy solo como un grano de arena en el
desierto;
aunque estoy
solo como un cardo en la estepa,
mi corazón te
busca y quiere tu compañía; yo sé que siempre
respondes al corazón afligido .
Señor,eres mi
Dios de mi salvación:¡Ayúdame!
Señor,eres la
luz en mi noche oscura:¡Ilúminame!
Señor,eres la
fuerza en mi denilidad:¡Fortaléceme!
Señor,eres mi
única compañía en esta soledad:¡Amame!
Este salmo se
vive intensamente en la vida de la hermandad en dos momentos importantes,la
vispera del primer domingo de setiembre ,y en el acto de las Siete Palabras
tras la lectura del pasaje del evangelio de la Muerte de Jesús.
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