Archivo del blog

sábado, 14 de noviembre de 2020

LA CASA DE LA TINTORERÍA DE ALCALÁ LA REAL

 

UN NUEVO DOCUMENTO COMPLEMENTA UN TRABAJO ANTERIOR SOBRE LA TINTORERÍA DE ALCALÁ LA REAL  (Escribano Hernán Sánchez, Legajo 4600, 93-94) . 
En concreto, en 22 de agosto de 1566 el  mercader de la seda Garci Navarro y Francisco de Orgaz tenían arrendada del vecino Miguel de Molina, "unas casas que solían ser mesón, en que de presente tenemos  tinte de seda que son junto al Pilar de la Fuente Tejuela de esta ciudad". La habían alquilado por un tiempo de  seis mese a partir de la fecha del contrato  y con la renta de 100 reales anuales . Curiosamente, por el documento llevaban a cabo un traspaso de arrendamiento con un nuevo tintorero de la seda, Juan Díaz, vecino de la ciudad de Toledo con casa  en la parroquia de San Lorenzo". El objeto del contrato "arrendamos a vos el dicho tinte de seda que se entiende de dos calderas que están asentadas y dos tinajas de tinta, la una llena y la otra vacía y dos calderas, y dos calderas pequeñas para servicio del dicho tinte, y dos tinajones  que están como entramos a la mano derecha , y quatro talegas de angelo para blanquear, y una clavija con dos garrotes". Como es lógico, lo más interesante del contrato " es un aposento de las dichas casas donde  duerma , que sea el que para ello señalaremos, y una pila en que se muela la cochinilla, y otras cosas mobibles de que ay necesidad para el dicho tinte, y otra pieça , que está junto a las dichas calderas para que podais tener los materiales y sedas para el dicho tinte y un enjugador y y ub¡na caballeriza, que está frontera de la puerta a la mano izquierda para que se eche retama y leña". 
Los arrendadores ponía a  estas condiciones a los arrendatarios: 
-La limpiesa e higiene " aveys de dexar las calderas sanas y sin ningún agujero y todo lo demás de la manera que lo recibís".
-Se podía ejecutar ante el incumpliiento con el coste del reparo por parte del arrendador cargándolo sobre el arrendatario. 
-No podía quitarse el tiempo del arrendamiento a nois ser que pagaran intereses y costas a los arrendatarios 
-El pago se llevaba a cabo   por sus tercios de dos en dos meses.
El arrendatario se obligaba a " teñir del dicho tinte durante el dicho tiempo de los dichos seys meses toda la seda que vos el dicho Garci Navarro y Francisco de Ordaz, em dieredes para teñir durante el dicho tiempo de los dichos seys meses que no se puede dar a ninguna otra persona, 
- Los precios se  fijaban de esta manera " y la qu ansi tiñiere se me a de pagar el capillejo negro a sesenta y dos reale maravedíes la libra y tela de prescio, y amarillo blanco dorado, pardo, leonado y colores baxas comunes a quaretna y ocho maravedíes a la librra, la tela  de doblado  y tramas de terciopelo  y telas de raso para terciopelo de los dichos quarrenta y ocho maravedíes  la libra; y verde y açul y morado y turquesado, que son colores de tinaja,  a real y medio la libra .
- Y concretaba " y es condición que tengo  de teñir  de este prescio  cien libras de colores de tinaja, y, si más ubiere de teñir,  se me a de pagar  a sesenta maravedíes  lo que demás ubiere de teñir lo que demás oviere ade cien libras de tinaja, y emos de echar seys onças de a falla a cada libra de capillo negro y telas de raso para tafetanes , y todo lo qual a de salir tañido a vuestro contento  y que el día que no os contentare  la dicha seda, os pagare  el daño  y emnoscabo que truxere".
-Otra condición era  sea en vuestra elección dexarme el tinte  o no  y me abeys de dar mil libras de seda que tenga durante  el dicho tiempo de los dichos seys y meses  y se me a de pagar  a los dichos prescios y, que, si más seda se me diere qualquiera cantidad que sea poca o muncha, la tengo de teñir durante el dicho tiempo,. y, de esto faltare y no la tiñiere, quando la enbiare desque podayas teñir en donde os pareciere, y por lo que más costare de a los dicllos prescios me podais execuutar con solo el juramento el qual sea bastante y firme skin que prosceda otra averiguación alguna  y para la quenta que en esta a de aber de lo que rescibierte ansi de dineros como seda y materiales para el dicho tinte a de aver más averiguación de la quenta que ubiere escriptas en vuestro libro"
-Estuvieron como testigos otros mercaderes como Rodrigo de Castro el Mozo, el propio Navarrpo, Bernardo de Fresco . 
  a los quaretna y ocho maravedíes la libra 

Por este documento, se conoce este tipo de  tinte de la seda mediante el juego de tinajas, tinajones y calderas. O productos como el angeo ( de anjeu) un producto que sería para blanquear las ropas y por su carácter impenetrable sirvió de mosquitera, la cochinilla y otros tintes mediante el sistema de calderas, tinajas y tinajones y el pilar. 
La seda se criaba mucho en el término abacial y proporcionaba la materia primara para los talleres que existían en Alcalá la Real y Priego, así como en otros lugares como Granada principalmente e, incluso en Toledo. En las huertas de la Fuente del Rey, del Castillo de Locubín, las riberas de Frailes abundaban las mnoreras para obtener las hojas de seda que luego comían los gusanos en las casas de campo. 
Los mercaderes de este producto se hicieron de mucha riqueza como Rodrigo  de Castro , Alonso de Córdoba, la familia Contado y los Oñate.   En el siglo XVIII, destacó Orduña que logró un gran capital que le sirvió d base para engrandecer su patrimonio y escalar el puesto de jurado. 






...


Por otro documento  anteriormente publicado ante el escribano Juan de Rotaesta con fecha de   13 de junio de  1619 , se concertaron dos oficios muy dependientes los curtidores y tenedores con los tintoreros. En este caso, ambos mantenían una gran dependencia del agua, porque utilizaban los remanentes del líquido de la Fuente Tejuela para sus labores artesanales. Eran Juan Méndez  Zamorano y Cristobal de Orgaz. 

El primero era regidor y propietario de la temería , que solía arrendar y  disponía de una alberca de agua donde realizaba las labores del curtido de las pieles que tratamos en anterior ocasión; por su parte Cristóbal era el tintorero, y disponía de otra alberca que se rellanaba con los remanentes del agua del anterior, que  no poseía los derechos del agua. Ambos eran propietarios de las casas y linderos, uno debajo de la otro. 
En concreto, por el contrato se demuestra que estos oficios debían ubicarse a las afueras de la ciudades, en este caso en la Tejuela. En segundo lugar, junto a las fuentes, aquí la de la Tejuela. Las aguas no iban directas sino a través de conducciones o canales entre las albercas que recogían los remanentes de la fuente. Primero, tenía derecho a llenar sus albercas la temería; y desde la baja se dirigía el agua a la alberca del tintorero,. No podía cambiarse de conducción de agua por ningún procedimiento, sino la establecida y encañonada de una alberca a otra. Se denominaba esta labor constructiva encaramiento, y no podía usarse otro de ningún tipo. Se facultaba a coger agua como un favor o prestación del derecho por la temería.

Bien cara valía el agua que pagaba el tintorero.  Nada menos que 25 ducados por el derecho de disfrutarla el agua y el dicho paso, y con la condición de que no le causara daño alguno a la tenería.


La tintorería es uno de los trabajos artesanales más antiguos, ya en la época romana se le daba muchas importancia en las celebres fullonicae de los romanos,En este caso, el tintorero era una persona, pero de seguro que solía verse rodeado de muchos peones en las labores de tintorería.Ya en esta época " Posiblemente el trabajo más importante en la industria de la confección romana era el de los encargados de su limpieza, o el de las tintorerías (“fullonicae” en latín). Las tintorerías servían a ciudades enteras, en ellas se hacían tintes, se lavaba y secaba ropa de todo tipo. Las tintorerías (fullonicae), como comprobado en las ruinas de Pompeya, eran a menudo más grandes que otros tipos de negocios, a fin de acomodar el gran equipo necesario, así como atender al gran número de clientes cotidianos. Este tipo de negocio también requería un alto numero de empleados y probablemente que el dueño era uno de los patrones más importantes de la ciudad.  La típica fullonica necesitaba tanques para el lavado, los tintes y el aclarado de la ropa, así como espacio para secar y planchar. La ropa generalmente se lavaba en orina humana o de animales (caballo, camello, …), que era recolectada de los servicios públicos (letrinas) de la ciudad, de vasijas que se encontraban en las esquinas de las calles para que la gente utilizara para aliviar sus necesidades y también posiblemente importada de zonas periféricas. Los “fullones” pisaban y machacaban con los pies la ropa que yacía en las vasijas de lavado con una mezcla de agua y orina. También se recurría a una mezcla de agua y un tipo de tierra o posiblemente arcilla que ayudaba a eliminar los residuos de grasa. Para teñir la ropa, los fullones empleaban pigmentos procedentes de plantas y de algunos tipos de marisco. Después de lavar y teñir la ropa, se aclaraba en tinajones con agua y luego se pasaba al secado. La ropa se colgaba en cuerdas o en estantes en la azotea de la tintorería para secarla al sol. En ciudades con una densa populación, se les permitía a las tintorerías secar un poco de ropa a los lados de la calle.

Hasta el siglo XVIII , no cambiaron mucho las formas de  llevar a cabo el tinte, salvo que se beneficiaron mayor número de vecinos y se amplió a las clases sociales menos privilegiadas. También se abandonaron los tintes antiguos. Para los tintes se utilizaban diferentes tipos de hierbas e insectos, predominando la cochinilla y la púrpura. Por ejemplo, en nuestra zona el zumaque ejerció una gran influencia  en los tintes de cueros. Ni  que decir que se dio un paso definitivo con las nuevas plantas introducidas por los viajeros de América. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario