Literatura oral de Navidad en LA
SIERRA SUR
No hay mejor modo de con
jugar el villancico que con los retablos renacentistas. En las
noches de Navidad de muchas iglesias del sur de Jaén, las
canciones o villancicos cantados por capillas de cámara o por los coros
del Niños del pueblo compartían con las calles y los cuerpos del
retablo el mensaje salvador del Niño de Belén.
Por el banco de este frontal evangélico, pondría este romance de las
gentes del Castillo de Locubín anunciando la Adoración de PASTORES,
con música romanceada navideña al estilo del célebre canto popular de San
Antonio de Padua:
Es el ángel
san Gabriel,
El que anunció
a los pastores,
Que había
nacido el Mesías,
El amor de los
amores.
Todos
nosotros contentos,
Con júbilo y
con bondad,
Todos llevamos
regalos
Al Cordero
Celestial.
Un pastor en
su rebaño,
Veía gente
pasar,
Y, conforme
iban pasando,
Les pregunta
dónde van.
-Vamos todos a
Belén,
Dicen que ha
nacido un Niño,
Y le vamos a
adorar
Con muchísimo
cariño.
El pastor alza
el ganado,
Y marcha para
el portal,
(Ángeles López Villén, del Castillo de Locubín, tenía 51 años
en 1995)
En la predela, con música de campanilleros de la campiña cordobesa, se pondrían
estas escenas cantadas por los auroros, los coros de adultos con
instrumentos de percusión y viento (carracas, guitarras, violines, objetos
estriados, castañuelas, y panderetas...). En el primer cuadro, María como una
paloma se aparecería a los españoles:
Es María la
blanca paloma
Que un día en España
La vieron
volar
En el centro
de una hermosa nube
Vino a
Zaragoza
En carne
mortal
Y Santiago
como lo sabía
Cayó de
rodillas
Al pie del
pilar.
(De Juan
Barranco, de las Ventas del Carrizal, 62 años en 1995)
(Elisa
Gallego)
En Oriente hay
una estrella
Que a los
Reyes Magos guía
Y en el portal
de Belén
Nace el hijo
de María.
Dale la
zambomba,
Dale al
cascabel
Que está noche
nace
Jesús en
Belén-
(Esther Ramos)
Y,
acordándonos que en medio de la predela suele colocarse un Niño Jesús de
Pasión, a la manera de Martínez Montañés:
En el portal
de Belén,
Hay un clavel
encarnado
Que, por
redimir al mundo,
Se ha vuelto
lirio morado.
Que nos evoca
los pequeños belenes napolitanos colocados, en este caso pintado en el extremo
de la predela:
En un
portalico
De cal y arena
Nació
Jesucristo
Por la
Nochebuena.
En torno al
tabernáculo central, se colocarían varios cuadros de villancicos, con música
tradicional del villancico de la marimorena y escenas de María en la calle
de la izquierda. En el primer cuadro con contexto de las huertas
castilleras
La
Virgen estaba lavando
Debajo de una
higuera
Y los
hilillos bailaban
Al son de la
lavandera.
En el segundo cuadro, con otra escena doméstica:
La
Virgen se está peinando
Debajo de una
noguera
Y los pechos
son de oro
Y el pelo de
primavera.
En el cuadro tercero, la naturaleza cantaría hasta la propia María:
La
Virgen se fue a lavar
Sus manos
blancas al río,
Y el sol se
paró a mirar
Y el agua
perdió su brío.
El Tabernáculo
central, recogeríamos la escena del Portal de Belén con este original
villancico acompañado de un solemne y pausado canto al son
de zambombas, panderos, violines y triángulos:
En la
Noche Buena,
Con gran
alegría,
Todo el mundo
canta,
Al Niño Mesías
Todo el mundo
adora
Al Niño
Mesías.
Redentor del
mundo,
Al Niño
veréis,
Le dan sus
calores,
Le dan sus
alientos
La mula y el
buey.
Cantad,
cantad, pastores,
Cantad al ver al Niño,
Soñad con ver al
Niño,
Venid al
Portalillo.
…Cantemos al
Niño,
Cantemos a
Dios,
Cantemos
al Niño
La dulce
canción (bis)
En la calle de la derecha, la conocida escena de la Huida a Egipto,
se contextualiza en los montes de la Subbética:
La
Virgen va caminando
Por una
montaña oscura
Del vuelo de
una perdiz
Se le ha
espantado la mula
O con la
llegada a la posada que la convierten el cantante en un palacio real o una
casa señorial de los hidalgos renacentistas:
…Gracias a
Dios, que llegamos
A este palacio
real
Donde habitan
las palomas
Con las
plateas.
Entre olivares
y cantos,
Lo mismo que
en Israel
Entre olivares
y cantos,
Lo mismo que
Israel,
El Niño de
Dios debiera
Haber nacido
en Jaén.
En el dintel
del retablo cambiara el Pantocrátor o la escena del Calvario, con este
villancico, síntesis de la figura de Cristo:
Por lo más
alto del cielo,
Va mi Dios
hecho pastor,
Y las hondas
son de seda
Y el cayado de
pastor.
Las columnas
de las calles y los cuerpos, las revestiríamos con los versos de la canción
andaluza de sabor navideño e invernal:
A la una canta
el gallo,
A las dos el
perdigón
A las tres la
tortolilla
Y a las cuatro
canto yo.
O con estos
versos de música y letra de nana:
Ya se acerca la
nana sombría,
Ya se esconden
los rayos del sol,
Ya de
estrellas se cubren los cielos,
No faltaran
algunos adornos de angelotes con estas canciones en sus estelas:
Los pastores
de Belén
Daban saltos
de contentos
Al ver que los
angelitos
Tocaban los
instrumentos
Y al
salir de la iglesia, me imagino los niños del coro cantando canciones entre
jocosas y navideñas:
María, abre
las puertas
Que te traigo
el aguilando
Una batata
cocida,
Sopla que
viene quemando.
O esta otra más
profana en medio de los cortijos de la Ribera del Palancares o del
río san Juan:
¿De quién será
esta casita
con estas
torres tan altas?
De Antonia o
de Victoria,
Dios les dé
muy buenas Pascuas.
(Yolanda
García,)
Que irían
repitiendo con cambio de letras en los versos: De quién será esta casita/ con
estos chorros de nieve/ y estas niñas tan bonitas/ dichoso el que se las lleve.
Después,
cambiarán con el ritmo romancístico del villancico del Naranjal, Cuando el
eterno se quiso hacer el Niño…, y en el éxtasis final y orgía de la fiesta, la
familia la tomaría con san José con esta bella canción recogida en las Ventas
del Carrizal de Virtudes Navas
San José
bendito,
Bien salves
mis peras
Pídele a tu
Hijo
Que se apiade
de ellas.
FRANCISCO MARTÍN ROSALES
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