Gracias a los documentos sobre su madre, que se encuentran en el Archivo Histórico Provincial, podemos ampliar el entorno familiar . Nos referimos a su testamento ante el escribano alcalaíno Cristobal Gallego en 11 de diciembre de 1532, siendo sus albaceas Francisco Fernández de Palma y Juan Pérez de Gadea.. Lo hacía en las casas de su morada en la ciudad fortificada de la Mota.
Y, su madre Teresa Rodríguez de Cuenca testaba como mujer de Antón López de Gamboa. Ordenaba que fuera enterrada en su sepultura de la iglesia de Santa María o en la que les parecieren al licienciado Marañón y a la mujer de don Alonso Cabrera en su capilla. Y los llevaran los beneficiados de Santa María la Mayor y de Santo Domingo y los capellanes que hubiere. Yles dijeran la misa de requién y vísperas con cera, pan y vino y 9 misas rezadas en dicha iglesia. Otras 13 misas por su alma, y lo mismo por su marido, otras por su madre y su hermana Catalina Monte.Y donó los frecuentados maravedíes para la Trinidad, Santa Cruzada y las obras de Santa María, de Santo Domingo, San Juan , San Sebastián, ermitas de San Marcos y Santa Ana y el Hospital de la Caridad.
Vívía junto a las casas del clérigo Hernando de Gadea. Sus padres era María de Pareja, y su hermana Catalina Fernández, de Alcalá la Real . Estuvo casada con Pedro de Contreras, con la que tuvo una hija Catalina Monte, casada con Gonzalo de Medina, y de segundas con Antón López de Gamboa, de quien tuvo Ana de Gamboa e Isabel de Valenzuela, Francisco de Gamboa y Benito de Gamboa, y Francisco y Pedro de Gamboa, sus hijos. Este Benito fue el que tuvo como hijo al alcaide, humanista y regidor pereptuo Antonio López de Gamboa.
Con esto se completa la historia del oidor, consejero, fiscal:
Vívía junto a las casas del clérigo Hernando de Gadea. Sus padres era María de Pareja, y su hermana Catalina Fernández, de Alcalá la Real . Estuvo casada con Pedro de Contreras, con la que tuvo una hija Catalina Monte, casada con Gonzalo de Medina, y de segundas con Antón López de Gamboa, de quien tuvo Ana de Gamboa e Isabel de Valenzuela, Francisco de Gamboa y Benito de Gamboa, y Francisco y Pedro de Gamboa, sus hijos. Este Benito fue el que tuvo como hijo al alcaide, humanista y regidor pereptuo Antonio López de Gamboa.
Con esto se completa la historia del oidor, consejero, fiscal:
Benito López de Gamboa
López de Gamboa, Benito. ?, p. m. s. xvi – Madrid, 17.VI.1581. Consejero de Indiasm y de Castilla Nació en la primera mitad del siglo xvi, aunque se desconoce el lugar. Colegial del real de Granada, se inició como alcalde de hijosdalgo en la Chancillería y juez de bienes confiscados en el Tribunal inquisitorial.
De seguido, pasó a ocupar plaza de juez de los grados de Sevilla (el 12 de marzo de 1559), y más tarde, de oidor de la Chancillería de Granada, a la que regresó en 1564 manteniendo una amistosa relación con el presidente Pedro de Deza.
Su paso a la Corte se vio favorecido por su matrimonio con la dama ecijana Beatriz de Eraso Galindo, quien pudo influir ante el secretario Eraso para que ayudara a su marido. Así, el 26 de septiembre de 1567 fue nombrado fiscal del Consejo de Indias, pasando a oidor el 3 de septiembre de 1571, una vez conseguido el amparo del cardenal Diego de Espinosa tras consumarse la desgracia de Eraso. Como consejero de Indias acometió visita a la Casa de Contratación de Sevilla, de la que se hallaba entendiendo en 1577. En esta labor informaba minuciosamente en enero de 1579 a Mateo Vázquez de los 11.000.000 y 430.000 maravedís de alcances en los tanteos de cuentas del tesorero y el factor. A raíz de su actuación, la presidencia de la Casa fue desempeñada por un consejero de Indias con periodicidad anual. Consolidada su posición, se dispuso a fundar mayorazgo y compró a Felipe II la alcaldía de la fortaleza de Alcalá la Real para que la sirviera su hijo Antonio López de Gamboa y Eraso, arrebatando la plaza al duque de Sessa. Significativamente, cuando se rumoreó su paso a Flandes, fue incluido por Antonio de Padilla y Meneses, en 1576 en una lista de candidatos para el Consejo Real. Padilla afirmó no ser argumento contrario a su promoción ser necesario en Indias, defendiendo por el contrario, que en el Consejo Real debían estar los personajes más preparados. La misma intención de elevar su posición en la Corte tuvo la propuesta del limosnero Luis Manrique, realizada en noviembre de 1578, de que Gamboa manejara informalmente el reparto de pensiones sobre el Obispado de Cuenca a causa del lento expediente de la Cámara, aunque el Rey se negó a variar la sustanciación tradicional de los asuntos. En el Consejo Real, en el que entró mientras servía en la Junta de Contaduría Mayor, participó en la inspección contra el proveedor general Francisco Duarte y trabajó en una nueva edición de la recopilación con las leyes añadidas hasta 1581, mientras informaba a sus correligionarios sobre Antonio Rodríguez de Pazos, con el que gozaba de una buena relación.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Estado, leg. 160, n.º 209; Patronato Real, leg. 12; British Library, add. 28338, fol. 7r.; Archivo Zabálburu, caja 136, n.º 67 y 148; Instituto Valencia de Don Juan, envío 56, caja 74 s. n.; Biblioteca Nacional de España, ms. 6278.
A. Pérez Martín y J. M. Scholz, Legislación y jurisprudencia en la España del Antiguo Régimen, Valencia, Albatros, 1978, pág. 24; P. Gan Giménez, La Real Chancillería de Granada (1505-1834), Granada, Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 1988, pág. 244; C. Juan Lovera “Don Antonio López de Gamboa y Erasso, primer alcalde hereditario alcalaíno”, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 141 (1990), págs. 81-103; I. J. Ezquerra Revilla y H. Pizarro Llorente, “López de Gamboa, Benito”, en J. Martínez Millán y C. J. de Carlos Morales (dirs.), Felipe II, 1527-1598.
La configuración de la Monarquía hispana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998, págs. 421-422; I. J. Ezquerra Revilla, El Consejo Real de Castilla bajo Felipe II, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, págs. 132, 151, 158, 161, 165, 169 y 279; E. Schaefer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, vols. I y II, Madrid, Marcial Pons-Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 2003, págs. 355 y 367 y pág. 41, respect.
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