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martes, 11 de febrero de 2025

LA CAPILLA DEL CRUCIFICADO DE ALCARAZ, SAN ROQUE Y SU FIESTA.

 Se ha hablado algunas veces del Cristo de Consolación, y se le relacionó con la cofradía del Señor de la Humildad. Esta imagen  es fruto de la reproducción  de la imagen de un Cristo de la Expiración que los artistas bautizaron con el nombre de Cristo de San Clemente. Otras copias de la imagen se encuentran en iglesias y templos de  parroquias, santuarios y conventos de España y del mundo, principalmente por haberse  difundido en las tiendas religiosas del propio Vaticano.  Probablemente, no responde más que a la base u origen  del primer crucificado que sirvió de copia y de mayores dimensionas antes de llevar a cabo las diversas tareas de sacar puntos,  tallar, esculpir y policromar. Por otra parte, la aportación anónima de eta imágen en la posguerra creó un misterio sobre su presencia y se relacionó más bien por un Cristo, de serie, adquirido en los talleres gerundeses de Olot, que responde al Cristo de Limpias,  devoción muy divulgada en la primera mitad del siglo XX. Cuenta la tradición que en la segunda mitad del siglo XVIII el mar se salió de sus límites e inundó las tierras más próximas a Cádiz, ciudad en la que ostentaba un alto cargo público el caballero del hábito de Santiago don Diego de la Piedra. Como las aguas no paraban, amenazando con anegar la capital, fueron sacados en rogativa varios santos sin que el ímpetu del mar menguara, hasta que se pidió al prohombre público citado les dejara el Cristo que veneraba en su oratorio privado -al que había llegado procedente del derruido convento de los Descalzos de Cádiz- y tan pronto como las aguas mojaron los pies de la imagen comenzaron a retroceder. 

Ante tal prodigio las autoridades eclesiásticas gaditanas creyeron conveniente que la imagen milagrosa recibiese culto público y solemne en algún templo y no como hasta entonces en un oratorio privado y don Diego envió el Cristo a su pueblo de nacimiento -Limpias- para que se venerase en la parroquia del barrio de Rucoba.  El Cristo de Limpias,  es el Cristo de referencia, de mayor tamaño que el natural, presenta la cabeza ligeramente inclinada hacia el lado izquierdo, con la vista elevada al cielo a través de ojos de dilatada pupila, cejas negras cayendo hacia los laterales, fina nariz, boca entreabierta, barba muy bien modelada, ..á dotada su cabeza de los clásicos haces o potencias si bien en este caso son cinco en lugar de tres y forman grupos de triples rayos dorados cada uno.



Toda la figura de fina talla, tiene el pecho abombado en los estertores de la muerte con señalados pectorales y con costillas no muy dibujadas, cuello alargado y tieso, ligera inclinación de la pelvis hacia la izquierda, brazos muy bien torneados de potentes antebrazos formando ligero ángulo, los dedos de las manos juntos dos a dos y solamente flexionados hacia la palma el anular y el meñique en actitud de bendecir, muslos potentes de poca musculatu­ra, rodillas con ligeras escoriaciones y cardenales y magulladuras múltiples en las pantorrillas y el pie derecho sobre el izquierdo con abundancia de sangre y tumefacciones en la pierna derecha. 

El paño suprafemoral grande y de color morado mate permite la contemplación del muslo derecho en casi su integridad al recogerse en forma triangular y la soga del atadijo, fina y dorada, se deja ver tres veces sobre la cadera y el muslo. Los pliegues del colgante de la derecha y los de atrás airosos mientras que los de la izquierda se ajustan bastante al cuerpo, sin colgante ni caída, en pliegues diagonales. 

La Cruz es arbórea  y grande . La cartela es un simple panel grande con ligero y oscuro sombreado en los bordes con el  INRI. 


    Esta imagen y capilla ya se denominaba de de Alcaraz. Pues este Cristo debe su nombre a Pedro González de Alcaraz, que murió en 1623( testamento ante Miguel Gerónimo 1egajo 5031, uno de septiembre , folios  del testamento desde  80 a 90  )  que creó una capilla en el convento de Consolación, con el nombre de San Roque, donde pagó esta hechura y la de un crucificado de gran tamaño. Su sepultura se encontraba bajo  peana de San Roque y obligaba a sus herederos su sobrino del mismo nombre y apellido, hijo de su hermano, al pago de un gran número de misas y otras mandas relacionadas con la propiedad de esta capilla. Sobre todo, destacaban las de san Roque, Virgen de la Cabeza, Mercedes. Y, en su testamento, se aclaraba una serie de datos que en artículos anteriores comentamos. 









Partíamos que la capilla fue fundada en 1602 por la compra que hizo Pedro de Alcaraz, y su mujer Ana López. Era la primera conforme se entraba a mano derecha, que albergaba a Nuestra Señora del Rosario,y cedieron los cofrades de esta imagen al convento, lindera con la capilla de la Limpia Concepción. Se les entregó a esta familia por una viña de dos aranzadas y media en la Moraleda, para su mantenimiento y culto, y ochenta ducados de la venta de la sepultura. Debían poner un Cristo grande, reja, ornamentos, frontales, objetos liturgicos y otros aderezos. Los frailes se veían obligados a decir una misa por su alma todos los domingos del año (AHPJ . Escribano López de Mena. Legajo 4852. Folios  sobre contrato, Venta, tres tratados del capítulo, concierto). 





















Por un documento de distrato  ante Gerónimo Ramírez (LEGAJO 4963 , folio 232, 14 de septiembre ) en 1612, Pedro de Alcaraz y el convento de frailes de Nuestra Señora de Consolación rompieron el trato  para decir misa todos los domingos en esta  capilla del  Cristo , denominado de Alcaraz. Con motivo de  la visita del padre general observó que existía una memoria de misa en la capilla junto a la puerta principal  a mano derecha, y  que había que decirse todos los domingos por el alma de Pedro Alcaraz y y sus difuntos.  Estando presentes el  padre general , el prior padre de la Fuente y el propio patrón de la capilla manifestaron que existían ciertos inconvenientes para que se cumplieran las claúsulas de la memoria cargada sobre fanega y media de la Moraleda y desisitieron del concierto con consentimiento de ambas partes. 

Pero el testamento de 1623, abunda en los datos de la recuperación de su sepultura aportando las siguientes mandas:
-"Yo tengo una capilla del Señor San Roque que es en el Covento de Consolación , pues en ella tengo devoción de hacer una hechura de un Cristo Crucificado de bulto, y porque quiero que lo susodicho  se hiciese efecto , manda mi voluntad que se saque a mis sucesores   mil cien reales y con ellos sd haga la dicha hechura , que sea grande y muy buena y de mucha devoción y se ponga en la mi dicha capilla, a la qual se haga dentro de un año de yo fallecer y se la encargo al parecer del padre maestro  que  es o fuere del dicho convento, y que sea la dicha hechura  con la perfección que se requiere y con los costes necesarios que dichos mil cien reales se diere y los que fuere menester aya. Y alude a una cantidad de cien ducados que demás costare la dicha hechura y ponerla en la dicha capilla. 
-Manda que los dineros se traigan en una arca que la guarde Alonso López, hermano de su mujer Ana López , con la obligación de no entregarlos a nadie salvo a la persona que se obligara a hacer lo susodicho. 
-Curiosamente, no fue el primer Cristo, por que en la dicha capillo y está al presente otra hechura de un Cristo, que en lo presente , qulesquiera que se hiciera se ha de poner en ella,  hasta que se hiciere se ponga este y no se lo `pueda llevar nadie. 
-Deja como heredero y patrón el memoria y fundación a su sobrino del mismo nombre y apellido, y a su hermano Pedro Gutiérrez de Alcaraz,para hacer la capellanía del  Crucificado y san Roque del convento de Consolación  Y con la obligación de decir una misa cantada en el día de San Roque con una procesión claustral en el convento . También encargo , que sobre el remanente de sus heredades, se hicieran en la dicha capilla una gran cantidad de misas a lo largo del año, disponiendo la administración de bienes , primero  a su esposa Ana López y luego su sobrino.
Tras la desaparición de la imagen en 1936, de nuevo se colocó el Crucificado por una donación anónima que aportó el dinero para comprar este cristo de Olot imitando al de Limpias. 















El trece de septiembre del mismo año regaló un roquete al convento , que solía llevar por ser hermano de Nuestra Señora de la Cabeza, (folio 93). 

viernes, 7 de febrero de 2025

PEDRO COBO

  Tras la muerte y diáspora de los Raxis de Alcalá, poco a poco, surgieron algunos pintores relacionados con la comarca en este siglo y medio. Tan sólo, han aparecido en los documentos notariales, además de Nicolás y Pedro Raxis ,hasta finales del primer decenio, a un tal  Bartolomé Rassis, hijodalgo que aparece en los documentos como pintor muy pobre en 1604 en el registro y alistamiento de hidalgos de aquella fecha[1] También, como un dato esporádico, Nicolás Raxis, con el oficio de pintor, en 1600 recogió como aprendiz al hijo de Pedro de Baeza, un tal  Nicolás de Baeza para que aprendiera el  oficio durante dos años[2]

    En el segundo decenio nos encontramos con la presencia de Pedro Cobo Blázquez, pintor enraizado con Priego y que vivió en Alcalá. Por el contrato de  arrendamiento de una vivienda, se sabe que se la alguiló en la calle Llana a Pedro Hernández por  ducados y media en dos años, al final del año alquila una vivienda de Juan de la Rosa junto al Castillo de la Mota , linderas con las del regidor Juan de Figueroa, en tres ducados por medio año y las tenía arrendadas a Pascual Hernández ( ante Miguel Jerónimo, diciembre de 1921)  Por estos años, intervenía en  la hechura de un Cristo para la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús del convento del Rosario. ealiza el Dragón para las fiestas de 1619. La pres


encia del dragón en Alcalá la Real se remonta  a 1619. Aparece en un documento de contrato de este invento como se le titula entre el pintor Pedro Cobo, vecino de la ciudad, y el regidor don Álvaro de Valenzuela. (AHPJ 4879 folio 244 y ss, 17 de julio 1619, escribano Juan Rodríguez de Cebreros). Y se cita este artilugio para las fiestas de Nuestra Señora de la Asunción, que, por aquel tiempo, se celebraban en honor de Nuestra Señora de las  Mercedes. lo hacía en estos términos obligándose a entregar para esta fecha:

“un dragón de buenos colores y de hechura de vulto, de papelón  de tres varas de largo y una nube de una vara y media de papelón de gueco abollados y de buen color, y una bola de infierno que ha de tener de gueco una vara y todo a de acerse a toda perfección y artificio acabado, que cierre y abra”. Y  para comprender el espectáculo “y el dicho dragón lo tengo que dar a en perfección y acabado  que consta de unos cordeles q desde  los corredores d4e las Casas de Cabildo hasta el balcón de  las Casas de la Justicia, por todo lo se me deben dar 120º reales”. A lo que había que añadir todo lo necesario por parte de don Ávaro, y en su satisfacción debía quedar artefacto e invención. Con la firma del contrato le entregaba ochenta reales el contratante y el resto si se hubiera ejecutado con toda perfección.

Este mismo año, realizó otra obra.  Ante el corregidor Gome de Mesía Figueroa en quince de mayo de 1568,  ya se recogió la presencia de la devoción de  la  Virgen de Guadalupe en Alcalá la Real en el artículo “ La Virgen de Guadalupe, Alcalá la Real y el rey Alfonso XI”.

 En este caso hace referencia a la demanda de Nuestra Señora de Guadalupe. Por cierto, muy ligada al rey Alfonso XI que conquistó Alcalá la Real y, en su intermedio, se encomendó a esta Virgen y colaboró en la erección de su monasterio y ermita  por aquellas fechas que se comprenden entre la toma de Alcalá y la batalla del Salado (1340-1341), como recogemos de dos de sus cuadros que ocupan el claustro de dicha basílica.

El vecino Miguel Sánchez de Escañuela se había encargado de la demanda por este tiempo y año mencionado, habiendo recibido la facultad de las  provisiones  reales y el encargo de los frailes del convento del  monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. Manifestaba que desde 1564 había corrido de su parte, pero estas demandas provenían desde tiempo antiguos como en muchas ciudades del Reino. Concreta y redondea los ingresos en unos  15.000 maravedíes anuales, y además señala que no dispone ni de ornamentos, ni imagen, tan solo una taza de plata para pedir todos los domingos y fiestas de guardar marcando que se mantenía en poder suyo solo en  mayo y septiembre , cuando ajustaba cuentas. También recibía algunas mandas, muy pocas de los ganaderos de la ciudad, lo que indica el patronazgo de esta Virgen entre los ganaderos como la Virgen de la Cabeza. Firmaron la declaración Miguel de Plasencia y Alonso de Jaén.  

 

…..

 

En 31 de agosto de 1619,  ante el escribano Francisco Jiménez (lLegajo 4714, folio 138), años más tarde, en la iglesia de Consolación se hizo una capilla y un retablo con la Virgen de Guadalupe, obra de Pedro Cobo a principios del siglo XVII, en su lugar se encuentra actualmente la Virgen del Pilar. Presidía el convenmto el padre predicador y ministro fray Joan de San Bartolomé, que se reunió con el resto de frailes) para acordar la licencia de conceder esta capilla a Pedro Pérez de Cañaveral ( frailes  el predicado Fernando de Alarcón,  vicario Jorge Serrano Cano, Antonio Serrano,  Juan Díaz de Pareja. Alonso de Ortega,  Luís de Góngora, el predicador Miguel de Ibáñez, , el predicador Francisco Felipe,  Cristóbal Lobo,  Luís de Góngora, Joan Nieto,  Tomás de Leiva Pedro Muñoz, Cecilio de Rivas.  Joan de Parras ). Y lo hace con esta cita:” dixeron que tiene entendido que Pedro Pérez de Cañaveral , vecino de esta ciudad, tiene mucho amor y voluntad al dicho convento y a tratado conm el de que le den un arco a modo de capilla quie esta debaxo del arco como se entra por la puerta  principal a mano izquierda con quatro sepulturas, en el qual a de poner una anexa que en la forma que está señalado , que esto a de ser para guarda de una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que a de poner en el dicho arco, para esto trató con el dicho Pedro Pérez , que a de donar el dicho arco y poner con el adorno que conviene para que en él  esté la dicha imagen, y en raçon  a esto da de limnosna al dicho convento quarenta ducados”. Para ello da la aprobación el padre provincial con su correspondiente título de las 4 sepulturas  y ratifican con la escritura el capítulo del convento, al mismo tiempo que la posesión del lugar del arco y sepulturas, y la obligación de Pedro Pérez de colocar la imagen, dorar  y poner adorno y reja  todo lo qual cumplirá  dentro de quince días contados desde el dicho  a partir de dos meses contados  de la fecha de aprobación  de esta escritura.  Se hallaba capilla en 1621.




 
Años más tarde, en la iglesia de Consolación se hizo esta capilla y un retablo con la Virgen de Guadalupe, obra de Pedro Cobo a principios del siglo XVII, en su lugar se encuentra actualmente la Virgen del Pilar. 

 Estaba relacionado con los carpinteros alcalaínos, a los que ejecutaba las pinturas de los cuadros que vendían  a los particulares o  a los retablos que ejecutaban.. En 1620,  llevó a cabo un encargo de nada menos de nueve cuadros, contratados por el carpintero Gaspar Palomino, cuyo destino no hemos podido reconocer. Su valor  alcanzaba trescientos reales, atendiendo al valor y compra de nuebe cuadros de imaxenes de santos guarnecidos con sus vastidores, pintados y dorados[5] 


En el año 1621, el cabildo lo contrató para la pintura del túmulo que se realizó con motivo de la muerte de Felipe III.  Una de sus obras más importantes. fue la pintura del retablo de la capilla de la cofradía de las Ánimas del convento de San Francisco[4],contratada por el hermano mayor Francisco de Arjona en 1623.   Se conservaron las medidas del hueco anterior y las  medidas del retablo viejo con las propias imágenes y figuras, pintado al óleo y dorado en lienzo, costando 24 ducados . 

        Un nuevo documento de dos de febrero de 1623 nos presenta a este artista realizando una nueva obra. Nos aporta nuevos datos sobre su biografía. Se llama Padro Cobo Blázquez, y se declara vecino de Priego de Córdoba y estante al presente en la ciudad de Alcalá. Era avalado por el sastre y cuñado, Francisco Muñoz. Se obligaban a realizar una retablo para la capilla de la cofradías de las Ánimas que está en San Francisco, conforme al arco que está en la dicha capilla, y según el retablo viejo de las Ánimas, com las propias imágenes y figuras pintadas al óleo, dorado al lienzo y sentado sobre las tablas con guarnición sobrepuestas sobre las mismas tablas. Esto por el precio de veinticuatro ducados y más las tablas del dicho retablos, que las tabals y guarnición del dicho retablo las a de dar Francisco de Arjona, hermano mayor de la dicha cofradóa. 

Los plazos de pago eran los siguientes: seis ducados al principio con el contrato; diez ducados con el retablo a medio hacer; y ocho ducados en su finalización, cuya fecha era el final de este mes con su trabzaón de madera por detrás para que no se abriera. (ALONSO DE LUCIÁN, legajo 4904, folios 62-63, año 1623  ). 







jueves, 6 de febrero de 2025

LA FIESTA DE SAN BLAS, PATRÓN DE LA HERMANDAD DEL CRISTO DE LA SALUD

 

LA FIESTA DE SAN BLAS,  PATRÓN DE NUESTRA HERMANDAD.

 

 




            Los que tuvimos la suerte de redactar los estatutos en sus primeros artículos redactamos varias devociones- la del Cristo de la Salud, la de san Juan Bautista, la de la Inmaculada Concepción, y  la de san Blas-, a las que debíamos profesar cierto culto con motivo de sus fiestas y teniendo en cuenta en  la medida que pudiéramos llevarla a cabo. Dejamos para otros años las de san Juan Bautista y la Inmaculada, y nos centramos en la revista del presente año en la de san Blas. Es verdad que en otros números pasados  hemos comentado el voto de la  ciudad de Alcalá  con este sabio obispo, pues  se reconoció como patrón a principios del siglo XVII. No faltan los historiadores que han recogido los momentos trascendentales, en los que este santo  fue declarado patrón de la ciudad,  y las fiestas que se instituyeron.

            Tres asuntos nos ocupan en este artículo: el mantenimiento del culto de san Blas, la hagiografía de san Blas y su impacto en la onomástica alcalaína. En cuanto al primer apartado, hemos tenido la suerte de encontrar en el archivo municipal un legajo de cuentas, años antes de que desapareciera la fiesta. Curiosamente, en el 1925, todavía corrían a cargo del ayuntamiento alcalaíno todos sus gastos, importando  cincuenta pesetas, con un descuento de sesenta céntimo, tal como refleja el libramiento firmado por el depositario interventor Buenaventura Sánchez Cañete, el depositario Pedro Bermúdez, como receptor, y el alcalde Benavides. Consistía en una función solemne, que realizaba el cura de la parroquia de santo Domingo de Silos, y cobraba el colector de misas don Bartolomé Torres, cuya cantidad  se elevaba a treinta y dos pesetas. A dicha función asistía una orquesta, que dirigía el maestro Diego Galdón, que obraba 18 pesetas. Se celebraba a las diez de la mañana y tenía lugar el cuatro de febrero. Pero quien cobraba y pagaba las cantidades en forma de subvención era la Cofradía del Santo Cristo de la Salud, con lo que tenemos nuevos datos para la historia de la  hermandad, que mantuvo la fiesta de san Blas hasta unos años más tarde con la venta de la ermita.

En cuanto a  su hagiografía, san Blas nació en  Sebaste ( Armenia). Es conocido en todo el mundo por el don que poseía de hacer milagros. Se dedicó en su juventud a la filosofía,  y , años más tarde,  a la medicina, donde  contactó con muchas personas  a la hora de  aliviarle  las enfermedades  a la hora de morir. Fue obispo de su ciudad natal y gozó de gran prestigio por su santidad probada. Se retiró en sus últimos años a una gruta del monte Argeo para perfeccionarse en su vida religiosa. Pero ello no evitó que acudieran muchas personas a visitarle y curarse de sus dolencias, incluso cuentan que las fieras hacían lo mismo y esperaban mansamente que terminara su oración y, posteriormente los bendijese. En la persecución del emperador Lucinio del año 315,  Agrícola, gobernador d Capadocia y Armenia, fue condenado a morir  ante las fieras no sin antes mostrar su capacidad de prodigios. Pues los verdugos lo encontraron rodeado de fieras mientras hacía oración, fue recibido  por la gente en loor de santidad conforme avanzaba al martirio por los caminos armenios  Incluso, a instancia de una madre, realizó un milagro  a un niño que tenía una espina en la garganta y se ahogaba  De ahí proviene la tradición de ser el patrón que cura las enfermedades de la garganta. Tuvo una gran entereza enfrentándose a la Agrícola cuando se negó a adorar a los dioses paganos. Estuvo en la  cárcel, donde hizo muchos milagros y sufrió martirios enormes como ser desgarrado en sus carnes. En el momento de su martirio, atravesó una laguna en donde habían echado su sangre y las de las mujeres que la recogieron  Pero, vuelto a tierra, fue decapitado por el gobernador el año 316. Su fama se extendió por muchos lugares como santo protector de las enfermedades de la garganta, y  de los  niños y animales. La ciudad dálmata de Ragusa lo consagró como su patrón. Posteriormente, muchas ciudades levantaron ermitas en su honor, incluso algunos médicos como el griego Aecio recomendaba la devoción a san Blas para protegerse del mal de  la gargantilla.

 

¿Hubo personas que en Alcalá tomaron el nombre de Blas? Muy pocos. Pues no hubo ningún caballero, lancero ni escudero del siglo XIV. Dos siglos más tarde, hemos encontrado en verdad pocos entre los padrones del pueblo. Tan sólo, Blas de Cáceres, escribano de número de la ciudad, ejerció su oficio en el siglo XVII. Y, hoy día, por la Ribera un maestro recibe el nombre de Blas. Sin embargo, la importancia de su nombre radica que su fiesta quedó fijada en la tabla del cabildo como una fiesta ordinaria desde el año 1600. Sus reliquias estaban en años anteriores en la iglesia Mayor Abacial. Le dio el nombre a un barrio, que anteriormente se denominaba de la Cuesta del Cambrón, a la ermita  y a la plaza, donde estaban su imagen.  Hubo muchas personas que  se referían a sus vecinos como la gente de san Blas. Incluso, perduró la costumbre de las rosquillas de san Blas, como antídoto de las enfermedades de la garganta.

domingo, 2 de febrero de 2025

ANTES DE MARCHAR A JAÉN, EL MAESTRO JUAN DE ARANDA SALAZAR.

Antes de marchar Juan de Aranda Salazar a Jaén, y covertirse en maestro mayor de obras de la catedral de Jaén, paricipó en varias obras de la abadía y los pueblos de Alcalá la Real y Castillo de Locubín


 Su carrera profesional corrió como un auténtico relámpago, porque ya trabajaba en igualdad de condiciones con los mejores canteros como el asentador Damián López y sus primos en la terminación de la cabecera de la iglesia abacial y el convento de las dominicas de Nuestra Señora de la Encarnación de Alcalá la Real (1626). Este mismo año, subió un nuevo paso de su escalafón social al recibir el título de familiar de la Santo Oficio de la Inquisición en la ciudad de cordobesa Torres Cabrera, donde intervenía en algunas obras. Y no es de extrañar que en 1627 se le nombre maestro mayor de obras dela catedral de la Mequita de Córdoba. Mostraba una gran veteranía porque, en poco tiempo, se ha especializado en muchos campos de la arquitectura a la vera de los anteriores, maestros y asesorado de sabios canteros como Juan Roldán, que le acompañaron en sus posteriores destinos. Este periodo está jalonado de obras en Castillo y Alcalá, principalmente destacan la iglesia de San Pedro de su tierra natal, el coro bajo de la iglesia mayor abacial, los templos de los monasterios de la Encarnación, Consolación, y Rosario de Alcalá Real. Varias obras de la fontanería entendida en su sentido más amplio como la construcción del Lavadero Nuevo de Alcalá la Real y el puente del camino de Alcaudete a Luque.  Desde 1624 hasta 1634, se consideraba un periodo oscuro de la vida artística de este maestro de la diócesis de Jaén, tan estudiado y documentado a partir de la última fecha por muchos tratadistas. Hoy, podemos confirmar y testimoniar casi todos los pasos de la primera etapa de Juan de Aranda y refrendarlos por su madurez.

Con el documento que  aportamos nuevo del escribano Antón de Santillán ya podemos establecer definitivamente   el año de su nacimiento; en modo alguno  que nació en 1590 según la anterior aportación documental de Rafael Galiano Puy. Es una escritura de tasación de la capilla de Gerónima de Alba y Aparicio, mujer del regidor Pedro Vázquez Mesía, en medio del inventario de bienes y testamento con motivo de  su reparto para su hijo Juan Vázquez Mesía. Declaraba claramente en la cabeza del documento que era de la edad de 34 años, en concreto en en nueve de enero de 1634, más claro el agua, nació en 1600.


Y lo firma, con el presstigio y fama de ser un consagrado maestro de obras y familiar del Santo Oficio, a instancias de  fray Diego de Maqueda, por la capilla segunda del ala de la epístola del convento dominico de Nuestra Señora del Rosario, que ya se había asentado,  y era uno de los dos maestros de obras convocados para tasarla. 
Y la aprecia en  estas cantidades: el arco de fuera, de piedra, manifactura y asento lo  apreció en 260 reales ; el arco de dentro en piedra, manifactua y asiento  en 180 reales; la imposta  de la capilla 20 reales; las basas y enjutas en 280 reales; de los fundamentos hasta subir a la cimera , 250 reales; y  el resto en los arcos y enjutas en 1200 reales; veinte el  enrejado  sumando todo 2820 reales. 
Lo firmaban el prior y él en persona. 





LEGAJO 5024. Cuaderno de inventario de bienes de  doña Gerónima de Alba y Aparicio. 

Sin lugar a dudas, se iniciaron, en su tierra natal y abacial, su formación, su aprendizaje y sus primeros pasos como contratante y maestro de obras.  En junio de 1627 se le nombró maestro mayor del retablo de la catedral de Córdoba.  a Juan de Aranda Salazar, quien ya trabajaba desde la marcha del hermano Matías, y bajo su dirección se terminaron las obras de piedra en mayo de 1629. Compartió su dirección con la obra principal del cuerpo y cubierta de su iglesia bautismal, y destacando además la capilla funeraria del capitán Martín de Artiaga, un hidalgo que hizo capital en la guerra de la Alpujarra y se afincó en el Castillo de Locubín por motivos matrimoniales, donde fundó el Hospital de la Madre de Dios en cuya reforma también participo Juan de Aranda, En este año comenzaba a comprometerse en la obra del San Pedro del Castillo, y se comprometía por mayo con Juan Roldán a traer la piedra desde Alcalá la Real. Precisamente esta fecha comenzó a contratar otras obras de monasterios y templos alcalaínos  con un discípulo Pedro del Portillo que le acompañará en muchas obras de la diócesis de Jaén. Incluso, su prestigio profesional le valió ser recomendado como maestro mayor de obras de la catedral de Granada en 1631.





En los dos últimos años de su estancia en la Sierra Sur antes de marchar a Jaén, firmó varias obras de la iglesia Mayor de la Mota, su coro y su chapitel de la torre de campanas. Su cantero fiel y favorito Juan Roldán le allanó el camino para ser nombrado maestro mayor de obras de la catedral de Jaén en 1634 unos meses antes de la llegada de Juan de Aranda. 

EN LA SEMANA DEL JAÉN , CANDELARIA Y LUMINARIA

 









CANDELARIA  Y LUMINARIA


Francisco Martín Rosales

 

 Desde la Candelaria hasta el día de Andalucía, febrero se mostrará  do con un tiempo propio del crudo invierno alcalaíno, repleto de escarchas, heladas matutinas y algunas que otras lluvias, muy escasas, y tan solo se echarán de menos aquellas nevadas con sus correspondientes carámbanos y chupones de hielo que pendían de los aleros de las casas. Lo que primero salta a la vista del mes de febrero hace referencia al verbo latino "februare" cuyo significado se concreta en "purificar". Por eso, los romanos purificaban, en este mes, los campos y a los hombres y en las fiestas se llevaban a cabo actos religiosos de purgación dedicados a los dioses; de ahí hay un paso a que el cristianismo se apropie de este significado y recristianice el día dos de febrero con el de la Purificación. Ahora, cualquier asunto, por nimio que sea se transforma en un asunto de estado o hay que purificar, pero también ser, purificados. Tomar el romero e imbuirse en su aroma y sabor de la amabilidad, como lo ofrecen en esta ceremonia candelaria. Pero si importante es la relación de este mes con su raíz etimológica, no es menos actual la adjetivación de locura que siempre salta a la conversación de los vecinos del lugar. Pues el refranero se hace eco de su carácter movible y complicado al formar el frecuentado sintagma de febrerillo loco. Algunos parecen como si respondieran a aquel refrán que dice Febrerillo el orate, cada día hace un disparate. Lo malo que esta locura lleva a considerar y cuestionar hasta lo más simple y normal y lo convierte en un disparate. Un palomo se hace toro, y una ofrenda en una declaración de guerra. Una música de resonancia nacional. Parece como si acabara el mundo, por el simple hecho de mantener una tradición que acataron, disfrutaron y difundieron muchas generaciones. En la Sierra Sur de Jaén, nadie podía imaginarse que la celebración de la Candelaria pudiera impactar de un modo tan exagerado en algunas personas, que logran la mayor difusión con el mundo de las redes. Dos palomos, sumisos y observadores de su entorno en una procesión y sobre un trono, representan una ofrenda de varios milenios, pero, en estos tiempos del tercer milenio, a ojos de otras personas, se convierten en dos novillos de una popular corrida de toros. Nadie pensaba que el mes de febrero era la mejor manera de purificarlos y que existen fórmulas para celebrar una ofrenda universal de la religiosidad popular. Hay que respetar, pero también ser respetados, de cámara, en un potro de tortura; y un atuendo pontifical en una camisa de fuerza, toda una locura de este mes. En el final de la los efectos del nuevo virus; se desea que se cumpla aquel refrán: Febrero loco y marzo otro poco. Menos mal que la locura del este virus  ya no castiga tanto  a la salud, pero la ha dejado en muchas cabezas.

Por febrero, se prendió  la  candela,

En busca del fuego, heraldo de  marzo

Y la  luz le clavaba un  duro cuarzo,

Las  cuitas de amor de  noches de vela.

Por la Candelaria, la luna revela

Embrujos de sueños, pira de  trastos,

Los miedos furtivos y los días nefastos,

Vanos  pabilos de la roja hoguera.

Con el  tirso de Baco, suena a fandangos,

Ensueños de valses, ritmos y  danzas,

 El alegre  jolgorio , de bailes y chanzas,

Derrama el vino, del tonel estanco,

Con aires solemnes  de un triste tango,

Echando las penas a ver si se abrasan.

 En la Víspera se anuncia con el repique de campanas y estallido de cohetes a la hora del Ángelus, por la noche la famosa candelaria, luminaria anunciadora de la fiesta en el Compás de Consolación reúne  a una gran multitud de gente.  Y las lumbres se multiplican en muchos rincones de Alcalá y sus aldeas entre banquetes compartidos y vino de la tierra. Durante la noche se hacen muchas fogatas en diversos rincones de la ciudad, donde los convocantes disfrutan  del vino y viandas de la comarca.

Pero la fiesta se hace solemne y religiosa, el día dos de  febrero . Siempre celebraron  los cultos  en muchos templos  y conventos. Actualmente, en el templo de Consolación son las ceremonias solemnes donde   las tradicionales fiestas de la Candelaria se organizan de una manera conjunta, ente las  cofradías del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad, y Virgen de las Mercedes  llevándose a cabo varias reuniones preparatorias entre ambas cofradías para fijar la participación de los miembros  en los actos de culto y procesionales. Como es tradicional, a las  11 de la mañana, tras la bendición de la luz, tartas y pichones, se lleva  a cabo  la procesión con los dos  tronos de los pichones y tarta de ofrenda, a la manera de la antigua tradición judía, que este año se inmortalizará con un nuevo monumento en su honor en la víspera de la fiesta. El recorrido de estas pequeñas andas y la Virgen de las Mercedes, recorrerá  la calle Real (Paseo de la Mora), Compás de Consolación y templo. Tras la misa, se invitarán  a los cofrades y a todo el pueblo cristiano a participar de estos actos. Y en la tradicional tarta. Los palomos irán vestidos de  penitentes los del Dulce Nombre de Jesús y los de la Virgen de las Mercedes, ahora simulacros colombinos, vestidos a la moda o  festividad del momento, siempre  elaborados por la hermana de la Junta Directiva Mariqui Gutiérrez.

En las antiguas salas del convento franciscano, las autoridades, cofrades y los devotos degustarán la tarta y algún que otro anisete. Se reservará otra tradicional tarta para los conventos y otros centros asistenciales.
            No serán estas fiestas las únicas del invierno.
De primeras, surgen las interrogantes sobre los elementos constitutivos de la fiesta: el fuego, los objetos de la hoguera, los ritos y los fines. No falta quien osado se lance a la  justificación sociológica de primera mano, y convierta estas fiestas en una catarsis griega, donde el pueblo se purifica a la manera del público de  su tragedia clásica.

            Sin embargo, por mucho que se quiera y se pretenda, no se encendieron desde tiempo inmemorial las hogueras ( cuya palabra degeneró, a partir de su evolución fonética,  en lumbradas y lumbrás en detrimento de la bella luminaria)  con la acertada intención de anunciar, en el día de la víspera, un acontecimiento festivo e importante de modo que nuestros antepasados colocaban las  luminarias para que, de lejos, se vieran,  encima de las murallas y de las torres de la fortaleza de la Mota y, atrajeran a las personas a las fiestas; luego bajaron a las plazas de la ciudad baja, se hicieron urbanas. Es decir, ofrecían una misión pregonera, un anticipo festivo y una llamada al disfrute colectivo por una fiesta que rompía la monotonía del valle de lágrimas de cada día.             Ojalá las luminarias significaran un cambio brusco y se convirtieran en la víspera de unos nuevos tiempos en los que se inauguraran la entrada de un nuevo tiempo.