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jueves, 18 de diciembre de 2025

LOS DESCENDIENTES DELOS SARDOS, PABLO DE ROJAS, LA CALLE REAL Y SU FINAL ARTÍSTICO

 La Mota y su vida comercial, social, religioñsa y plaza  estaban  relativamente cerca de la casa del padre de Pablo de Rojas Pedro Sardo y  la de su hermano el pintor y escultor Melchor Sardo, ubicadas  en la calle  Real. Cercanos estaban los edificios religiosos de los monasterios de San Francisco y de la Trinidad y de la Madre de Dios de  Consolación. Cercano estaba el barrero y un horno  encima  del Barrero junto a la haza del Cristóbal Gallego.




Pero, en la calle Real  Pablo de Rojas, donde frecuentemente vivía,  compartía vecindad en su derredor  con personas dedicadas a todo tipo de oficios del sector primario,  secundario y terciario. Partiendo del padrón de los años ochenta y el cruce con  escrituras notariales de los años sesenta, conformamos un arco que nos puede hacer una buena descripción con la que contaba  el joven Pablo de Rojas, teniendo en cuenta que en 1569 su madre se encontraba sola atendida por su hermano Pedro Sardo en la calle de los Relimpios dentro del barrio de San Juan con motivo de una visita de su padre a su tierra natal de Cagliari. El precio de una casa variaba y, por contratos de compraventa,   Benito de Arjona y su mujer Beatriz de Martos compraban una casa  que vendían  en esta calle, lindera de Juan Padillo  y herederos de Juan García de Hinojosa  por el precio de  34.000 maravedíes. Su hermano Nicolás se avecinaba en torno al pósito de la ciudad, entre la calle Mesones Altos y Cava.
Pero, poco a poco, tan quedaron los nietos del patriarca Pedro. En concreto lo hijos de Nicolás ( Lorenzo, Juan, Pedro y Nicolás) y algunos de Melchor ( Baltasar, María , Cristina, y volvió Mayor de Sevilla; se marcó Melchor); el resto emigraron a tierras cercanas como Gaspar a Priego y algunas de sus hermanas, otros a Granada y Sevilla, e, incluso, alguno de ellos a América como Juan. María de Raxis, hija de Baltasar y nieta de Pedro Sardo, fue una de las pocas que mantuvo la rama sarda en Alcalá la Real por dos razones: una, porque se casó con Juan Díaz de Alcaidía, hijastro del tundidor Pedro Raxis ( que le enseñó el oficio) ; otra, por mantener el vínculo de la rama de Melchor Sardo. Su marido murió en 1638 y debió entablar un pleito por motivo de la tutoría de los hijos. Entre los datos que aparecen en el expediente es su domicilio en este entorno de la calle Real, en concreto, unas casas que eran linderas con dos calles ( la mencionada anteriormente y la calle del Horno de Parra que daba a la calle Real, que no puede ser otra sino la actual del Llanete del Conde, lo que refleja que la familia sarda se concentraba por aquellos lares).Entre sus enseres, se encontraba las herramientas de tundidor del oficio de su marido y los propiamente domésticos para cocina, dormir y sala de aposento sin destacar mucho. 
                                  

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